Fantástico artículo en el diario La Nueva España de hoy: http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=1703_34_540882__Bajo_Nalon-Bicicleta Lne.es » Bajo Nalón Bicicl-eta CELSO PEYROUX. Hay pocos medios tan bellos como la bicicleta para desplazarse de un lugar a otro. Recuerdo a los trabajadores de la Fábrica de Trubia y a los mineros de Quirós y de Teverga montar sobre sus pesados velocípedos y acudir a la labor cotidiana subidos sobre sus lomos. No había cambios ni desviadores y los focos con dinamos -también los conocí de carburo- no se pusieron hasta finales de la década de los cincuenta y ello por imperativo de la autoridad competente. Todo el mundo en bici. Como en los Países Bajos; allí entre tulipanes, aquí entre el verdor de los prados y de las veredas. Recorrer estos valles en bicicleta -sobre todo ahora en tiempo estival- es un verdadero placer para el cuerpo y para el alma. Itinerarios placenteros por la Senda del Oso, la vieja trinchera del Vasco hasta Oviedo, los pastizales de Marabio, el Camín Real de La Mesa y, para los más osados, Tenebreo, Dosango y Pedroveya, Banduxo, la Cobertoria, Ventana por Monte Grande, San Lorenzo, Santana y Trobaniechu si la dura subida no la impide algún haya centenaria talada por orden y mandato del ínclito Farpón. Son muchos y de distintas regiones los ciclistas que se dan cita por estos valles todos los años. Pero, sobre todo, vascos. Muchos vascos. Gente de bien y de recta interpretación. Si el «ciclista» Aritz Arginzoniz -detenido en Santander por tenencia de armas y explosivos- tuviera el espíritu de la bicicleta, en la feliz hora en la que lo apresaron estuviera escalando en su bici los montes de Reinosa o aquí, el Angliru, su colaboración con la ETA no hubiera tenido lugar. A quienes disfrutamos de este hermoso deporte se nos llenan las retinas de imágenes y de colores, de sonidos y del silbo del viento. En este amor hacia la naturaleza, el don de la palabra con el compañero, el soliloquio y la meditación con uno mismo, el esfuerzo físico cuando se tensan las cadenas tirando con un cuarenta por veintidós, cuando late el corazón por encima de las ciento cincuenta pulsaciones y pretendes, por amor propio, coger la rueda de aquel que se te escapó, no hay rincón en el alma para la violencia y el terror. En lugar de las cumbres, los laureles y de la libertad suprema a este desgraciado le quedan los fríos hierros de la cárcel. ¡Gora bicikleta!.
Gracias por el artículo. Es un buen contrapunto a la noticia inicial. Relacionar a la bicicleta con el terrorismo es como relacionar ser padre con la pedofilia. Tarados los hay de todas las profesiones, religiones y sexo. Un saludo.
me ha gustado... en estos tiempos que corren, que en un medio de comunicación hablen de las cosas buenas de la bici y no de lo que todos ya estamos cansados de leer y escuchar, se agradece.
El titulo mosquea un "güevo", creí que se trataba del sistema de Marzocchi , cuyo nombre tan equivocadamente eligió para su sistema. Creo que ni tan siquiera una mera alusión a "esos tipos" debe hacerse en un foro tan sano dedicado a este deporte con el que tanto disfrutamos. Lo siento pero no me gusta ese titular. Un saludo