El domingo pasado sufrí un accidente con la MTB bastante aparatoso. Yo perdí el conocimiento y no recuerdo prácticamente nada de lo ocurrido, motivo por el cual, lo que aquí cuento, está basado en lo que me han hecho llegar las personas que se encontraban cerca de mí en esos terribles momentos. Ahora que empiezo a recuperarme no puedo dejar de reconocer públicamente dos cosas importantes para mí y que mientras no haga me quitarán el sueño: La primera es rendir tributo a ese componente de nuestra equipación que aún hay gente que no valora en su justa medida. Pues bien, yo tengo la absoluta certeza de que de no ser por el bendito casco, que se llevó un fuerte impacto en la zona de mi sien izquierda, hoy es seguro que no estaría contando nada de esto. Y la segunda, por supuesto, es mostrar mi eterna gratitud para con la gente que me socorrió en un primer momento y sin los cuales tal vez tampoco podría estar ahora narrando esta historia: en primer lugar a mi queridísimo y entrañable amigo y compañero de salidas Philippe Tillier, y a los tres anónimos ciclistas que pasaban por allí, y que solidaria y desinteresadamente se dispusieron a pasar frío para ayudarme en tal trance; para los cuatro no tengo más que palabras de agradecimiento perpetuo y nunca podré dejar de pedirles perdón por el mal rato que les hice pasar. Por supuesto también tengo que agradecer la participación de todos los profesionales que me socorrieron, muy especialmente, por lo que me cuentan, a los agentes de la Guardia Civil de la localidad de Tres Cantos (Madrid), quienes se desvivieron en todo momento por hacerme más llevaderos los muchos minutos que tuve que pasar tendido en el suelo, congelado de frío y perdiendo mucha sangre, hasta que por fin llegó la ambulancia. También a los agentes de la Policía Local del mismo municipio y cómo no, a los servicios sanitarios, primero del SUMMA 112 de la Comunidad de Madrid, y luego del Hospital Universitario de La Paz, concretamente del Servicio de Urgencias de Traumatología, quienes se comportaron, todos ellos, como auténticos profesionales demostrando una vez más que tenemos uno de los mejores servicios sanitarios del mundo entero. Seguro que, si por alguno de esos azares de la vida llegan a leer esto se sentirán más tranquilos al ver que me voy recuperando bien. Por último no quiero dejar de hacer público también el enorme apoyo y cariño que estoy recibiendo tanto de familiares como de amigos que me están haciendo mucho más llevaderas las secuelas y molestias que aún sigo padeciendo y que sin duda me ayudan enormemente en la lenta pero imparable y plena recuperación. Para finalizar, con lágrimas en los ojos os pido que todos los que no lo hayáis hecho aún, recapacitéis sobre el tema, y que NUNCA, bajo ningún concepto, se os ocurra a ninguno salir sin casco. Hoy, tan simple objeto me ha salvado la vida a mí; seguro que mañana podrá hacerlo por ti. Y siempre que puedas sal acompañado, especialmente si vas por zonas poco frecuentadas. Tal vez de ello también pueda depender tu vida. Espero que esta historia no os cause a ninguno el menor temor. No es eso lo que pretendo al contarla, sino tan sólo que nos haga más conscientes a todos para que podamos disfrutar más plenamente y con mayor seguridad de nuestra afición preferida. Un afectuoso saludo para todos, queridos compañeros ciclistas.
Desgraciadamente, accidentes como los tuyos son los que deberian hacer recapacitar a todos aquellos que aún pululan por ahí sin casco... pero aún y así no aprenden. Es igual. Es su cabeza. La tuya iba protegida y la mia también lo está. Ánimo socio, recupérate y a pedalear fuerte otra vez. Un abrazo.
animo tio, y piensa siempre que por lo menos lo has contado !!! PD: Me reitero el casco es el "salva vidas" de los ciclistas.
Mucho animo, yo viví algo parecido, partiendome el cubito, el radio, el codo, la muñeca y la cara, y tambien unos motoristas q no conocia de nada y los dueños de un bar hasta donde pudo acceder la ambulancia se desvivieron por mi, y eso no hay manera de agradecerlo..... Tambien el casco me salvo de una buena, si no hubiera sido por el el golpe en la cabeza habria sido mucho peor q la rotura de un diente y el traumatismo en la nariz. En el tema del casco soy tajante: no llevas casco, eres imbecil ( y si no, ya lo veras....)
Ánimo, muchos hemos pasado por esos trances en algún momento de nuestra vida "bikera" y luego queda en un simple recuerdo.
a recuperarse y sin prisa,, casos como este hacen convencer a los imprudentes o al menos que se lo piensen 2 veces,,, suerte!!
Animo y paciencia que tronto volveras a ponerte otra vez el "Casco salvavidas". Que te recuperes. saludos
me alegro de ke todo hay salido bien. yo kuando kompetia, en una carrera de carretera me meti dentro de un coche perdiendo el konocimiento y de no ser por el kasko no lo kuento asi ke............ todos el kasko!!!!!! y el ke no kiera ke juegue a la ruleta rusa! animo
animo compañero canyonero. Espero que te recuperes pronto y vuelvas a este deporte que tan buenos momentos nos hace pasar aunque a veces nos de estos sustos. Si no te importa cuentanos como fue el accidente. Un coche? una caida? Un saludo
Muchas gracias a todos vosotros por vuestros ánimos que la verdad es que reconfortan mucho. La recuperación de todas las heridas de la cara está siendo muy favorable y rápida. He pasado de ser un auténtico monstruo los primeros días a estar hecho, casi, casi, un Robert Redford otra vez. El próximo martes me quitan todos los puntos y ya lo estaré hecho del todo. Lo único que aún me mantiene doblegado son los brazos. Debieron llevarse la mayor parte del impacto, sobre todo el derecho, y me duelen horrores a pesar de no tener nada roto. Los tengo inflamados y amoratados a la altura de los codos y lo que más me duelen son los tendones que llegan hasta allí aunque el dolor es generalizado en todo el brazo, desde el hombro hasta la muñeca. No tengo aún plena movilidad aunque he recuperado bastante desde el principio. Me temo que de esto tardaré más en recuperarme. Amigo hormigo, compañero canyonero, respecto al accidente en sí, me da vergüenza narrarlo porque fue absolutamente responsabilidad mía y de nadie más. Aunque me considero una persona prudente me gusta ir 'ligero' en la bici pero siempre siendo consciente del terreno que uno pisa y de sus propias limitaciones. El accidente me lo tengo bien merecido por ********** porque fue el resultado de una imprudencia por mi parte al acometer un salto que ya había dado muchas veces a una velocidad absolutamente desmesurada e impropia de mi, consciente como suelo ser de mis limitaciones técnicas. Si normalmente lo daba a 15-20 km/h en esta ocasión calculamos que debíamos ir cerca de los 40 km/h pues es un tramo largo asfaltado, en ligero descenso y el viento nos ayudaba mucho en ese momento. Mi compañero lo esquivó en el último instante y yo que iba a su rebufo lo encaré al parecer sin la menor duda. Recuerdo justo hasta ese momento y tengo la sensación al visualizarlo de que no era yo el que iba montado en la bicicleta. A partir de ahí ya no recuerdo prácticamente nada y no sólo por el tiempo que permanecí inconsciente, sino ni tan siquiera desde unos segundos antes de iniciar el salto hasta el día siguiente cuando me dieron el alta en el hospital. Por lo visto volé como un pájaro e hice un salto espectacular ... pero el aterrizaje no se me dio precisamente bien. Sinceramente no sé por qué me dio por hacer algo tan sumamente estúpido y lo peor es que no creo que jamás llegue a saberlo. No le he cogido ningún miedo a la bici y estoy deseoso de volver a salir en ella, pero ése es el único temor que albergo, que se me puedan volver a cruzar los cables de ese modo nuevamente sin ser yo plenamente consciente de lo que estoy haciendo. Espero que haya sido la primera y la última vez. Bueno, lo dicho, muchas gracias a todos por vuestros ánimos y no olvidéis nunca el casco. Ah, y sed siempre conscientes de cada situación y cada momento. Que disfrutéis mucho de esta maravillosa afición. Un afectuoso saludo.
