Un ejemplo de la riqueza del castellano es el número de acepciones de una simple palabra, como puede ser la muy conocida y frecuentemente utilizada, que hace referencia a los atributos masculinos: *******. Si va acompañado de un numeral tiene significados distintos, según el número utilizado. Así, uno significa caro o costoso (valía un *****), dos significa valentía (tiene dos *******), 3 significa desprecio ( me importa 3 *******), un número muy grande y par significa dificultad (lograrlo me costó 100 pare de *******). El verbo cambia el significado. Tener significa valentía (aquella persona tiene *******), aunque en admiración puede indicar sorpresa (¡Tiene *******!); poner expresa un reto, especialmente si se pone en algunos lugares (puso los ******* sobre la mesa). Se los utiliza para apostar (me corto los *******) o para amenazar (te corto los *******). El tiempo del verbo utilizado cambia el significado de la frase. El presente indica molestia o hastío (Me toca los *******); el reflexivo significa vagancia (se toca los *******), pero el imperativo significa sorpresa (¡tócate los *******!). Los prefijos y sufijos modulan su significado; a- expresa miedo (acojonado); des- significa reirse (descojonarse), -udo significa perfección (cojonudo), pero -azo se refiere a la indolencia o abulia (cojonazos). - las preposiciones matizan la expresión: de significa éxito (me salió de cojons) o cantidad (hacía un frío de *******); por expresa voluntariedad (lo haré por *******), pero con indica valor (era un hombre con *******) y sin la cobardía (era un hombre sin *******). El color, la forma o la simple textura o tamaño aportan significado. El color violeta expresa frío (tengo los ******* morados); la forma, el cansancia (tenía los ******* cuadrados); pero el desgaste implica experiencia (tenía los ******* pelados de repetirlo). - son importantes el tamaño y la posición (tenía dos ******* grandes y bien plantados); sin embargo hay un tamaño máximo que no puede superarse (tiene los ******* como el caballo del Cid); porque indica torpeza o vagancia (le cuelgan, se los pisa, se sienta sobre ellos e incluso necesita una carretilla para llevarlos). La interjección ¡*******! significa sorpresa y cuando se halla perplejo los solicita (¡manda *******!). En ese lugar reside la voluntad y de allí surgen las órdenes (me sale de los *******). En resúmen, será difícil encontrar una palabra en castellano o en otros idiomas con mayor número de acepciones.
Mu bueno... Africa, que ovarios tienes para hablar de *******!!! :mrgreen: Ostras que avatar más "Fashion-Cow"!!! :shock: Tiene ******* la cosa... los tiene :roll:
Te ha faltado uno... :mrgreen: " - ¿A cuánto están esas bicis de carbono?!!" " - A ***** de pato..." (*) N del R.: El "***** de pato" es como el caviar :mrgreen: El pato tiene los testículos muy pequeños... De ahí su elevado precio... si es que a alguien le da por comprar, claro... :!:
Tiene riles la cosa. No tienes Agallas. O lo que es lo mismo, no tienes Huevos. Tócame los ******* pero no me toques la moral. Un buen par bien puesto. Manda pelotas. Me vas a chupar de los dos, el más gordo. Los ******* también se inflan, y es lo que seguramente esté yo haciendo contándote tantas incongruencias sobre los mismos. :mrgreen:
Africa, ya que sabes tanto de ******* me gustaría saber porque las cosas buenas son cojonudas y las malas son un coñazo. :mrgreen:
esto es un enano que entra a una peluqueria y le dice el peluquero: quiere que le corte las patillas? y dice el enano: y que quieres, que ande con los cojoncillos!!!?? :twisted: