Pues sí, hace 8 días mordí el polvo, trialera tenia que ser, con una pendiente que impresiona lo suyo (al menos a un mortal como yo amante del XC). Lo dicho, contusiones varias, rozaduras, cortes de mayor o menor importancia y una profunda brecha en mi orgullo. Y mi adoraba compañera de escarceos, mi pobre!, unos radios rotos, rayazos varios, un cuerno mirando para sabe dios donde, que dolor!. Allí estabámos hace 8 dias mirando el uno para el otro, que qué ha pasado? Pero si no iba desmelenado? Frené mal? la cubierta no agarró? no sé... fenómenos inexplicables en una pendiente traicionera. Llego a casa y me enfrento al susto de mi mujer, explicaciones mil. Que no, que el MTB no es peligroso, que yo que soy torpón, que la culpa ha sido mía, que no que no me voy a romper la cabeza, pero cómo me voy a deshacer de mi burra?,´con lo bien que nos llevamos, cómo que no vuelvo a salir con ella?... 7 días en la oficina dando explicaciones a todo el mundo, forzado a andar como un autómata del descomunal dolor de la rodilla. Que sí que me he caído con la bici, cómo que otra vez? pero si la última fue en agosto del año pasado?, pero que va a ser peligroso!, cómo que estamos taladrados?, No entendéis... 7 días sabiendo que existe una pendiente ahí, en el monte, una pendiente que me ha derrotado, que me ha ganado la batalla. 7 noches pensando en ella, en como abordar ese descenso, visualizando cada piedra, cada bache, cada escollo. Tanta tecnología a nuestro alcance, que si frenos hidráulicos, que si horquilla multiregulable, que si la posición de bajada debe ser tal o cual, y allí está esa pendiente riéndose de mi, sabiéndose ganadora... lo sabe ella y y lo sé yo. Aunque me pese reconocerlo. 7 días haciendo puntualmente y con dolor las curas, y la peor... la de mi orgullo, sin cicatrizar. El viernes recojo a mi burra del taller. Impecable, preparada como siempre para nuestras aventuras y desventuras. Leal e intrépida. Domingo. Amanece pronto, llevo una semana pensando en el día en cuestión. Desayuno,me preparo y salgo: "cariño, voy a dar una vueltecita aquíi cerca. No te preocupes, que voy solamente a rodar :evil: " Van pasando los minutos y los metros con ellos, tras una hora y cuarto escasa llego. Aquí estás. Mi mente, mis ansias, mi magullada rodilla, mi orgullo y la pendiente se encuentran... bajo el sillín ( en fin, no todo iba a ser por coj****) respiro hondo y me lanzo a la aventura...... cientos de emociones en breves segundos, adrenalina a raudales (todos sabemos que se siente en esos momentos). Llego al final de la cuesta. Freno y detengo la bike. Me giro y observo la impresionante cuesta, su difícil terreno y el grado de la misma. He vencido. Esta vez he vencido yo. Dentro de la inmensa sensación de omnipotencia que me invade me doy cuenta de que la sensación de odio se ha transformado en una reflexiva sensación de apego. Sé que esa cuesta está ahí, que he triunfado y perdido en ella, pero de una forma u otra estamos y estaremos ligados el uno al otro. Me gustan los desafíos o es que soy CABEZON, así con todas las letras, una detrás de otra. Yo creo que no, esto es MTB y hay que vivirlo. Saludos
EEEEEeeeeeeeeeeeeeeeeepppppppppppppppppaaaaaaaaaaaaaaaa: Así me gusta que los restos por pequeños que nos los pongamos sean vencidos. Eso está muy bien compañero, la victoria a uno mismo, sus miedos, sus daños, etc. no tiene precio. seguimos adelante. salu2. :wink: