Me complace recorrer mis apreciados caminos ahora que todavía no ha entrado el crudo invierno, las últimas lluvias acompañadas de un tímido sol han conseguido que florezca una furtiva mini primavera dentro del otoño, hasta que llegue el frío y las heladas del invierno aguantará este pequeño oasis visual macerado con el inconfundible aroma de tierra mojada. Ayer no fue un día especialmente agradable, para empezar un itinerario con una subida bastante pegajosa de las que te cuesta sudor y lágrimas, luego por probar un camino salí bastante desviado de mi recorrido, lo que a la postre me sirvió para dos cosas la primera tener que hacer una contrareloj de vuelta y la segunda llegar casi tarde al trabajo y quedarme sin comer, porque además no te lo pierdas casualmente estaba el jefe, como broche también ponemos que iba con la rueda delantera pinchada y además se me cayó un trozo de diente del plato grande, lo que hacia que saltara la cadena pero bueno al menos no me fui a buscar espárragos. Contado así parece una de esas experiencias que no deseas repetir en mucho tiempo, de esas que dejan al ánimo tocado por los suelos y con mas ganas de olvidar que de revancha. Una de las ventajas (o quizás la única? ) para mi de tener unos cuantos años es una cierta percepción sosegada de las cosas, de hecho tengo una tremendas ganas de salir otra vez en mtb, a pesar que este domingo podría rematar la salida de ayer con lo que me falta, es decir un buen atajo en mitad de la curva o una pirueta malabar en una trialera imposible No le doy mas importancia a lo bien o mal que me salga el día, evidentemente prefiero que me salga genial, pero el quid es disfrutarlo tal como viene, supongo que si esperase que me saliera todo redondo, ante circunstancias como la del día de ayer pues que quedaría bastante decepcionado, así que simplemente me preocupo de ir en mtb. Siempre he creído en el orgullo de las pedaladas, que si las olvidas ya no vuelven, podrás hacer otras mas adelante pero aquellas que dejaste pasar por pereza ya nunca volverán y también son importantes. Así es como lo siento y con la persistencia sistemática de un juntador de pedaladas sin mas pretensión que escuchar el sonido de mis neumáticos sobre la tierra, con sol y frío, con viento y lluvia, en los caminos me encontrarás dichoso por el simple hecho de estar allí una vez más y todo hay que decirlo hoy especialmente dichoso y con la ilusión de un niño esta noche antes de irme a dormir, pondré un pedacito de diente de aluminio debajo de la almohada, un pedacito de diente de aluminio del plato grande de mi mtb y quien sabe, quizás pase esta noche el ratoncito Pérez y me deje alguna cosilla que se acercan las navidades Nos vemos, buen finde tropa.
