“Fase lunar” Cronica 2 dia Madrid Bikex

Tema en 'Rally/X-Country/Maratón' iniciado por TodoMTB.com, 5 Jun 2011.

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    La luna es nuestro satélite natural, el único de la Tierra y el único cuerpo del Sistema Solar que el hombre puede ver relativamente en detalles sin necesidad de un instrumento astronómico.
    Aparentemente es como si tuviera luz propia, sin embargo aquella luz que se ve es la del Sol, pues es éste último quien le refleja su propia luz a la luna. Esta afirmación se evidencia con lo que se denomina "fases de la luna”.
    Desde siempre ha sido motivo de intrigas para el hombre, como por ejemplo los mayas, mesopotámicos, Galileo, entre otros.
    En la siguiente crónica, exploraremos las fases de la luna, en nuestro propio cuerpo. Desde una luna nueva, seguido de cuarto creciente, pasando a luna llena y finalizando en cuarto menguante


    No es como se empieza si no como se acaba. Esta frase me viene al pelo para empezar a escribir esta crónica, segunda etapa de la Madrid Bikex.

    Si en la primera etapa la salida a un que la organización comentaba que era neutralizada y poco tenia que ver a eso mismo, en esta segunda etapa si que se realizo una salida mas tranquila, el día de ayer hizo mella y eso se notaba a lo largo del grupo.

    Comenzamos donde ayer finalizamos y realizamos un rodar hasta el Acueducto de Segovia. La estampa es contradictoria, una construcción de finales del siglo I y bajo sus pies, gladiadores de este siglo.

    “Luna nueva”. La tranquilidad puso al grupo a rodar en hilera, no nos excedíamos, sabíamos que lo que nos tenían preparado un plato para tomar con cuchara pequeña.

    Teníamos 35 kilómetros de un “falso llano”, y esas subidas y bajadas de corta distancia que te van minando las piernas sin darte cuenta. Como no es un puerto, se rueda ligero.

    Me estoy divirtiendo, he calentado como me gusta, sin agobios y sin pensar en seguir a la cabeza de carrera, eso seria un error que esta vez no cometería. “Cuarto creciente”, esta es la idea, de menos a mas.

    Tres corredores, a por ellos, los cojo y minutos de relajación con ellos. Venga otro allí a un kilómetro, me lanzo y a probar suerte, giro cabeza y nadie me sigue. Están saliendo las cosas como las iba calculando, suma y sigue, así hasta el kilómetros 32 más o menos.

    “Cuarto meguante” Aqui empieza una tortura, y no me refiero física. Sendero de bajada, y al cruzar otro arroyo como los 15 que ya he pasado anteriormente. Este es mas pedregoso y los cantos tienen filo, ufffff llantazo delantero y al querer salir de el también trasero.

    Segundos de angustia, subida de 2 metros con fuerte pendiente. Pego el oído y pedaleo lentamente para verificar si hay daños, ufffff, “pellizco no, pellizco no”, parece que no a sufrido y pisssssss, la delantera, paro enrabietado y otro pissssssss, también la trasera.

    Nooooooo, estaba en buena posición y estaba solo, mirada a tras, veía como un ejercito en bicicletas se aproximaba y no lentamente. Eran los mismos que había estado adelantando poco a poco y lo que había trabajado para ello, lo perdería en unos miserables minutos.

    No se si perdí 8-10 minutos, las muestras de compañerismo en este deporte son algo que tenia que contagiarse a otros muchos. Más de 30 pasaron ante mi maltrecha bicicleta, rodilla al suelo e inflado de cámaras, en ese momento se ve la carrera de otro modo.

    Ves como vas sufriendo, ese sufrimiento se refleja en cada uno de los que a un con las pulsaciones por las nubes, tiene un segundo en preguntarte, “Que tal”, “necesitas algo”, “Tienes cámaras…”

    Todos y cada uno de los 25-30 corredores me mostraron su ayuda, os imaginais a Cristiano Ronaldo preguntándole a Leo Messi, “¿Qué te ocurre? “¿Te ayudo?”

    Eso es lo que hace grande a este deporte, que lo das todo y encima te queda para dar a tus compañeros.

    Venga, cámaras montadas e infladas a la justa medida, a recuperar lo perdido que tengo ganas de pedales y eso no tiene arreglo.
    Rápido, muy rápido, así continúe hasta el inicio de la subida. Vuelvo a estar en “Luna nueva”.Para no perder ritmo en las pequeñas subidas, me levanto de la bici e imprimo fuerza a las bielas, la biela se queda sin cadena, “Rotura de cadena” no me lo puedo creer.

    El día anterior tuve varias roturas, pero lo achaque a un mal cambio y en ese momento solo tuve que hacer una pequeña suma de cabeza, ¿Cuántos kilómetros llevo este mes? Creo que he doblado los kilómetros de uso en esta cadena.

    Por la zona por donde suelo montar a diario, no hay grandes desniveles y la potencia a ejercer durante la semana no es muy fuerte, ya que casi toda la semana ruedo.

    El tema estaba claro, el desgaste de mi cadena era excesivo. Rodando no me daría problemas, pero al meterle potencia a las bielas, esa potencia necesaria para subir los 2 puertos, que la organización nos había planeado, la cosa seria mas una lotería que una ruta de mountain bike.

    No soy persona de meter plato pequeño, en otras bicicletas y años anteriores, directamente lo he quitado de las bielas, pero en esta situación empezaba a usar este plato más que el segundo o tercero.
    Baje tanto el ritmo y la fuerza que ejercía contra las bielas, que estaba empezando a tener problemas en la zona que tiene contacto con el sillín. Al no hacer fuerza, el peso recae casi muerto en el sillín y las molestias son mayores.


    Así fue y el dolor de esa zona cada vez era más agudo. Ya las fases lunares no tenian orden ninguno, habia pasado directamente en otra fase, “Cuarto meguante”. Tras el arreglo de la primera rotura, se sucedieron hasta tres más a lo largo de la ruta. La segunda fue tras pasar por el segundo avituallamiento, algo fallaba, algo iba mal y ya tenia problemas hasta en llano, las bajadas no las hacia cómodo, me daba miedo dar una pedalada a gran velocidad y que se partiera la cadena en esas vertiginosos tramos. Las bajadas eran rápidas y la subidas lentas, estaba desesperado, no podía desplegar el potencial ni bajando ni subiendo, y cuando iniciamos unas de las bajadas mas espectaculares, Nooooooo, otro reventón. Me dieron ganas de coger la bicicleta, levantarla con los dos brazos y tirarla precipicio a bajo.

    ¿Pero de que iba a servir? Mi maquina estaba sufriendo y me estaba haciendo sufrir a mi. Me considero técnicamente “fino” no virtuoso, sino fino, no golpeo las piedras, ni me despego del terreno, no hago alardes de saltos ni soy de los de “por aquí paso o lo derribo”

    Esta vez ya me tienen que prestar una cámara, desde aquí le doy las gracias, ya había usado mis dos camaras y lo malo que todavía quedaban unos 30 kilómetros, solo quería llegar, tenia la mala sensación de que me iba a pasar mas infortunios y a un que el terreno era lo que todos queremos para poner a prueba nuestras piernas, estaba siendo una tortura para mi bici, la cual me estaba torturando a mi.

    Ya estoy arriba del todo, el paisaje es espectacular, solo hay que bajar y bajar. Bueno eso creía hasta ver varios repechos que más eran bancos de tortura para mi bici que subidas pedregosas de difícil ascensión.

    Empiezo a coger velocidad, los pinos parecen desfilar ante mis ojos. A lo lejos me ha parecido ver vida, si, un corredor, a por el.

    Poco me importa la hora media que había perdido como poco, estaba en “luna llena” y esto llegaba a su fin, entramos en un sendero trialero de bajada. Que bueno, que bueno, no llevaba cámaras de repuesto, no podía subir a plato grande por el recorte tras recorte de eslabones, me dolía a rabiar donde termina la espalda, si el trasero y estaba arto de incidencias ajenas a mi forma física.

    Pero ese descenso final, me hizo olvidar por las fases lunares que había entrado y salido una y otra vez…

    Los ojos como platos, el corazón a salirse del pecho y los brazos y manos apretando el manillar de mi bicicleta, para sortear todo lo que nos lega bajo los neumáticos. Termina la etapa, termina mi calvario y toca reflexión, mi bici se ha quejado, eso es un síntoma humano, pero mi bici hoy ha cobrado vida y me pedía a gritos un cambio, más atención y ser mimada.

    Termina el día para mí y en vez de dejar la bici en las instalaciones que la organización ha habilitado, me la llevo a casa para darle un repaso, quiero ver el estado general y solucionar el problema de trasmisión.

    “Ya en casa y después de lavar la bici, verifico que la cadena esta mal, muy mal y si a eso le sumamos que un diente del plato mediano de mi biela Shimano XT esta torcido, pues caso resuelto” a cambiar que mañana hay que estar en la tercera etapa de esta Madrid Bikex.

    Cronica 1 dia Madrid Bikex: http://www.todomtb.com/2011/06/bicicletas_03.html
     

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