Son posiblemente los mejores puños del mercado, centrando durabilidad, comodidad y peso. Son comodos para llevar sin guantes, y no se les pueden poner pegas, ni el precio siquiera. Son muy fáciles de poner y quitar, con alcohol y una jeringuilla.
EN CONTRA - Tienen faena para colocarlos Tener que quitar mandos o manetas que no lleven brida desmontable dan mucha faena.
Aunque de precio algo elevados son una buena opción, cogen bastante suciedad según que colores y duran mucho menos que otros puños aun así por tacto y agarre merecen la pena.