Después de casi un año y medio en el dique seco en esto de las marchas MTB, el pasado domingo 9 volví a ver mi bici con un dorsal sobre el manillar. La marcha era la II Marcha Cedena, organizada por el club del mismo nombre, y que salía de Fuenlabrada para recorrer el terreno de la zona. Ésta a priori no parece de las zonas más atractivas de Madrid para hacer MTB, de hecho el correo por el que me enteré de esta marcha anunciaba como algo sorprendente que se celebrara una buena marcha por el sur de Madrid. Tenía razón la organización al decir que el recorrido iba a sorprender a más de uno, yo entre ellos. Y para bien. El recorrido son 64 km km y, en teoría, unos 670 m de desnivel. El primer dato es correcto, el segundo mentira cochina. Tras la recogida del dorsal en el centro de la localidad y después de un rato de charleta con otros participantes, a las 9:00 se da la salida neutralizada , 3 km hasta que salimos a una pista en la que se da el pistoletazo y 200 corredores salimos como pollo sin cabeza. Yo no se cómo me las arreglo para encontrarme siempre tan cerca de la cabeza de carrera en las salidas, si no pinto nada ahí (me se de algún otro que le pasa al revés, que si se colocara mejor en las salidas no tendría que volar hasta ponerse ahí delante ). Lo bueno es que uno se contagia del ritmo que llevan los de alrededor y pronto maldigo al piñón pequeño por negarse a funcionar. No tardo mucho en decidir pasar olímpicamente de ese dictador que nos esclaviza en los entrenamientos y, si nos dejamos, en cualquier salida o carrera: el pulsómetro. No me voy a quemar, pero tampoco voy a dosificar porque la cifra de pulsaciones parpadee con una flecha descendente al lado. Según me vea, apretaré más o menos. Los primeros kilómetros son por pista ancha sin grandes desniveles, con lo que se rueda muy rápido. Poco a poco la cosa se va estirando, en el km 10 ya hay una subida corta, pero que ayuda a poner a cada cual en su sitio. Después seguiremos rodando a buen ritmo hasta el km 14, en que nos desvían por un camino que sale a la derecha, una sucesión de muros en los que mucha gente tiene que echar pie a tierra para avanzar. Yo consigo no estar entre ellos. Después de rodar por un sendero subibaja y repleto de curvas, salimos a una urbanización, que bordeamos antes de volver a salir a un sendero que nos depara el tramo con más miga de todo el recorrido: ni un metro llano, una sucesión de curvas, bajadas y toboganes con forma de V tan divertida como rompepiernas. Las bajadas con una subida justo después hay que hacerlas lo más rápido posible para mantener inercia y llegar arriba. De hecho, la organización tiene preparado un premio al mejor escalador, que acaban por adjudicar al único participante que consigue subir la primera de ellas Pero el terreno no está para muchas alegrías: duro, seco y resbaladizo en muchos puntos. Este es el tramo en que más me alegro de haber dejado la tija telescópica montada, a pesar del medio kg que supone de lastre. Ya en este tramo decido olvidarme de medias y tiempos: a partir de la marcha de la Sierra de Ayllón, de 65 km y unos 900 km, muy rodadora y que hice en 3h 45, había estimado un tiempo para esta de 3h 15-3h 30. Va a ser que no Da gracias si no superas por mucho las 4 horas me digo. En cualquier caso, en la pantalla del cuentakm ni llevo el crono puesto. Ya en este tramo me llama la atención la cantidad de miembros de la organización que hay a lo largo del recorrido, dando indicaciones en los puntos delicados y animando. También están asegurándose de que nadie se pierde en los cruces, pero tampoco es que sea necesario, la señalización es perfecta. En el km 24 aprox vuelvo a salir a una de las urbanizaciones, donde un cedeno me da las indicaciones de rigor, y m dice que en 3 km tengo el primer avituallamiento. Esto me descoloca, porque en teoría están en los km 24, 36 y 51. Solo se me ocurre que los 3 km de desfase sean los neutralizados de la salida, así que asumo que llevo 3 km menos de los que marco. Pero justo antes del km 25 me encuentro el avituallamiento. Éste es, en teoría, solo líquido. Pues menos mal! Barritas, bocadillos de tortilla, plátanos Menudo despliegue! Me zampo un plátano, repongo líquidos y vuelvo a la carga. Los siguientes kilómetros pasan volando: después de un tramo de pisteo en el que asiento el plátano y todo lo que he bebido, entramos en un sendero que serpentea entre arbustos a media ladera entre la misma y el río. Un tramo disfrutón y divertido, sin apenas complicación técnica ni física y por el que se puede ir a buen ritmo esquivando las ramas. Entro detrás de dos Mammoth que van más lentos que yo. En un momento el primero de ellos adelanta a un Karacol al que el nombre va que ni pintado. Vale que a estas marchas se va a disfrutar y no nos jugamos nada, pero si sabes que vas frenando tanto a alguien En cuanto tenemos ocasión le adelantamos, siguiendo al ritmo del Mammoth, que me pregunta varias veces si quiero pasar para quitarse. Le digo que no se preocupe, que si pasamos algún ensanchamiento paso, pero que no hace falta que se pare. Pero en ningún momento caben dos bicis sin que uno tenga que pararse Poco después damos alcance al primero de los Mammoth, que se ha parado por una avería. Al decir que no necesita nada y pararse su compañero, yo sigo, por fin a mi ritmo. Tras este tramo llega uno más abierto y llano, en el que en seguida me doy cuenta de que tengo detrás al Mammoth que me precedía antes que va diciendo sonriente esto me gusta más. Me echo a un lado para que pase y no vuelvo a verle. Tras un enlace por pistas y un par de rampas llegamos a otro de los tramos más disfrutones de la carrera: una bajada suave plagada de curvas de todo tipo, y con obstáculos como saltos y zanjas en la que lo voy pasando como un enano. Cuando después de bajar una pared me encuentro con el 2º avituallamiento no doy crédito. Varios participantes comentamos lo rápido que se nos ha pasado el tramo desde el 1º. Después de reponer fuerzas reemprendemos la marcha por la Ruta del Quijote, que transcurre paralela al río ¿Guadarrama? y por el pie de otra ladera, mientras atravesamos un bosque. A partir de aquí cada vez será más frecuente una invitada que subirá un par de puntos la dureza del recorrido: la arena. Ya hay que ir trazando por los caminos para buscar la zona más compacta para que las ruedas puedan rodar en condiciones, pero en cada vez más puntos no habrá forma de librarse de ella. Senderos entre matorrales, subidas bajadas El recorrido no da un respiro. En algunos tramos de pendiente ridícula me veo llevando desarrollos absurdamente cortos para vencer a la arena que frena de esa manera a mis ruedas de generoso taqueado Por fin llego a un tramo pistero que da un respiro a mis cada vez más quemadas piernas. La falta de actividad de este verano va pasando factura Una vez más, llego a un cruce en el que un cedeno da ánimos e indicaciones: es por ahí, cuidado con las roderas en la bajada!. Qué hace el descerebrado de Nacho? Sonreir , bajar la tija, subir la horquilla, y Banzai! Por dentro de la rodera, por un lado, por el otro, sobreviviendo a las pozas de arena que te tragan diversión que dura hasta que cambian las tornas: lo mismo que vengo disfrutando hasta ahora bajando, toca sufrirlo ahora subiendo. Bufff. Este tramo no durará más de un kilómetro y pico, pero termina de ponerme en mi sitio. Pasado este tramo, el tercer y último avituallamiento me parece un oasis. De perdidos al río. No venía pendiente del crono, no lo voy a hacer ahora. Cocacola, bocata de tortilla y a comentar lo vivido hasta ahora. Es el mismo avituallamiento que el primero, y los que ahí están no paran de dar ánimos y sonreír. Les felicito por la magnífica marcha que han organizado y lo que estoy disfrutando, opinión que comparte todo al que oigo. El cuenta marca 51 km, con lo que va todo según lo programado. Lo que me descoloca es que m digan que faltan 20 km, no 13 y con algún repecho que otro. No se si fiarme de la distancia. De lo de los repechos desde luego que sí. Que sea lo que Dios quiera, yo a pedalear, y si toca hacer 7 km más de la cuenta, que vengan. El último tramo se me hace duro, la verdad. Tras subir bordeando un sembrado pegado a una valla, tramo en el que el cuádriceps izquierdo va avisando de un inminente calambre. Pues va dado En cuanto la subida da un respiro calmo los conatos de calambre a puñetazos (me acuerdo de un amigo que siempre llevaba un alfiler encima en las carreras para lo mismo). Mano (o puño) de santo. En el km 57, tras desviarme hacia el paso por debajo de la carretera, en el que nuevamente hay un cedeno avisando de por dónde es y de la poza de arena que hay tras el terraplén que hay que bajar, en la que hay otro organizador. Esta es la única poza en la que me tengo que bajar y hacer a pie, me resulta imposible avanzar dando pedales. Aquí me confirman que tengo por delante 7 kilómetros, lo que ratifica la distancia oficial. Una vez superado este tramo, el recorrido nos lleva a un tramo de pista en el que cojo velocidad de crucero, la que me permiten las piernas. Voy contento porque voy a llegar con las piernas en las últimas, síntoma de que lo he dado todo. En el lado negativo, ese todo tampoco es gran cosa el verano, que es peligroso. A la vista de lo poco que queda, que es todo pista y ningún tramo mínimamente duro, echo el resto. Los últimos cedenos apostados en los cruces dan palmas y animan como si fuera de los primeros. En cuanto diviso la zona de meta, último arreón, en pie sobre los pedales y con todo lo que queda. Me cantan un tiempo de 3h 55. Luego en la clasificación salgo con 3h 59, pero bueno. Es lo de menos. Según paso la meta me mandan a un puesto en que están dando las bolsas con la camiseta de rigor, que siempre se agradece, pero no tanto como el sarao que tienen montado después. 300 litros de cerveza y no se cuantas ollas de una especie de sopa de marisco que estaba buenísima nos esperaban. En seguida me encuentro con uno de los participantes con quien estuve hablando antes de la salida, y que ha llegado unos 15 más tarde. El ambiente es fabuloso: la marcha ha sido un éxito rotundo, de esos que te alegras porque se nota en mil detalles cuánto se lo han currado. Pasas entre la gente y no paras de oír cuánto han disfrutado todos, y cómo les ha sorprendido el recorrido. Por cierto, por lo que he visto después, el desnivel total está más cerca de los 1000 metros que de los 900, así que de 670 jejeje. Mejor. Para colmo, un sorteo como no he visto nunca en una marcha de estas. Hasta a mí me tocó algo! En definitiva, esta marcha ha sido una sorpresa muy agradable. El recorrido muy trabajado y diverso, con tramos de todo tipo y sin pasarse ni de duro ni de técnico. Y la organización, un diez. Se nota las horas que le han echado a trazar el recorrido y a marcarlo, sin pérdida posible. En cada cruce un miembro indicando y animando. Los avituallamientos de lo más generosos. Desde aquí darle las gracias y la enhorabuena a la PEC Cedena por esta marcha. El año que viene ahí estaré. Y estoy seguro de que con mucha más gente que este año.
Pues esa era la intención con la que se ha organizado esta marcha, para que disfruteis tal y como has descrito. Me alegro un montón de que te lo pasaras tan bien. Seguro que el año que viene nos vemos. Salu2.
Gracias en nombre de todos los Cedenos. Buena crónica, veo que te lo pasaste chupi. El año que viene identifícate en la salida y tienes un chocolate con porras de premio. Lo dicho, gracias.
Buena crónica Ignatius, de las mías. :lol: Me alegro que la disfrutaras y la vivieras de esa manera. Era nuestra intención y parece que cumplimos. Gracias a tí y a tod@s los que participásteis. Si se puede, el año que viene mejor.
