Desde Cebolla no he dado ni un pedal. Solo algo de running... Aun así estaré en el recorrido largo de la marcha, otro canyonero más que estará allí. Y este año que estoy "blandito" sufriremos para hacerla, pero también la disfrutaré, por supuesto. ¡Allí nos vemos señores!
Hombre Alex, qué alegría que te hayas apuntado. Será un placer verte sobre tu 29er. A ver qué tal resulta la ruta en cuanto a dificultad técnica. Será interesante conocer tus impresiones sobre la 29, en comparación con las nuestras (las de Pedro y mías, de momento) que iremos en las XC; aunque Pedro tiene que confirmar aún qué bici terminará llevando. Para preparar un poco la rutilla, este finde salí a hacer los primeros 70 km de los 88 de Mammoth, siguiendo la experta rueda y guía de mahham, y notablemente acompañados de otro amigo, de esos que hacen los kilómetros de 3 en 3, acostumbrados a entrenar en rodillo y completar con la flaca el resto. Ojito a cómo pilota el tío la rígida que nos lleva; y no sólo subiendo, doy fe de ello... En fin. Todos los comentarios que habíamos leído sobre esta ruta la situaban a un paso del mito, por su comentada dureza física y, sobre todo, por su épica dificultad técnica. Mahham llevaba queriendo hacerla unos cuantos meses (obviamente atraído por eso de la dificultad técnica extrema); pero siendo larga en horas, tuvo que ir posponiendo su asalto. Yo tenía cierto miedito a afrontar esas anunciadas extremas dificultades técnicas (en Wikiloc, los comentarios de dificultad van desde "muy difícil" hasta "sólo expertos"), así que me vino de perillas poder disponer de la Reverb ya instalada en mi flamante XC. Por si no resultara suficiente, me llevé mi casco POC de enduro, que llevo siempre que mahham hace alguna mención a "bajadas disfrutonas" (que ya nos conocemos...) Dejaré que sea él quien haga crónica de la salida en su blog http://mountainbike-lasrozas.blogspot.com.es/ ; ya que además lo acompaña de las muy agradecidas fotografías que lo hacen mucho más ameno de seguir que sólo a base de tecleo... pero baste con decir que esta fue, sin duda, la salida más decepcionante y frustrante de cuantas hemos hecho. Menudo "truño"... Creo que nos esperábamos demasiado... Nota: A fecha de redacción, mahham aún no ha realizado sus comentarios sobre la ruta, pero mientras lo hace, podréis disfrutar con su vídeo torquero de "La Pinilla Weekend by Merida". Se lo ha currao el tío... Los primeros compases de la ruta prometen, con algunos sube-bajas y zonas mixtas con curvas enlazadas que te hacen ponerte en guardia y pensar que eso es sólo el principio... pero a partir del kilómetro 10, toda esperanza de diversión ha de perecer: Pista, subida, pista, más pista en subida, y sigue subiendo... La única dificultad de esta ruta consiste en conseguir dosificar tus fuerzas y tu creciente cabreo para seguir subiendo sin tirar la bici por la pendiente cuando afrontas el rampón inclemente número dieciséismil doscientos cuarenta y ocho, y ves que sólo vas por el kilómetro 36 de ruta. Y ojo, que yo soy de los que no les importa subir, e incluso de los que piensan que una buena subida también compensa. Obviamente nunca tanto como una buena bajada... pero es que en este recorrido te aburres no sólo de subir, sino de subir lo que se sube. Rampón tras rampón, sin que, tras superarlos, se te ofrezca compensación alguna. Rampón con piedras, que te hace subir las pulsaciones al máximo. Coronas, y llegas a una pista de diez metros de ancho que sigue subiendo ¿Para eso me subo ese rampón que hubiera preferido mil veces bajar? ¿Qué sentido tiene eso? Comentamos varias veces que parecía que estábamos siguiendo la ruta del revés. La primera "dificultad técnica" llegó en forma de bajada por lo recto, de unos 20 segundos de duración, por un cortafuegos de unos 50 metros de ancho. Con mucha inclinación, cierto, pero... ¿qué tiene de emoción eso? ¿Tanto subir para bajarte un cagarruto de cortafuegos ancho como una autopista, en el que la mayor dificultad consiste en dosificar los frenos y echar el peso bien atrás? La sensación que íbamos teniendo era la de que nos habían estafado, pero aún piensas que en algún momento llegará la diversión... Pues no. Bajado el cortafuegos, vueeeeeeeeeeeelta a subir. Kilómetros y más kilómetros dando vueltas y vueltas por lo que te parece ser siempre el mismo sitio; siempre hacia arriba. Siempre por zonas aburridas que desembocaban en nuevas zonas aún más aburridas que las anteriores. Un bucle repetitivo y absurdo. En algún momento y lugar entre tanto círculo a ninguna parte, entraron un par de zonas. Tres en total creo recordar (descontada la absurda bajada del cortafuegos) que nos hizo dejar de bostezar (y de sudar), pero se hicieron tan breves que en ningún modo compensaron el resto de paliza. Cierto que eran bajadas bonitas, y también es cierto que (al menos yo), las habría sufrido, y mucho, de no haber llevado la Reverb (con ella, todo se vuelve más fácil), pero estaban "fuera de lugar". Eran como añadidos "disfrutones" en una ruta y en un lugar que no les correspondía. Sólo servían para hacerte recordar lo bien que se lo puede pasar uno sobre una bici... siempre que no sigas la ruta de "Los 88 del Bostezo". Nunca he hecho una ruta tan notablemente absurda, salvo para los devoradores de kilómetros con motores diésel inclementes, cuyo mayor disfrute supone alcanzar velocidades medias que arañen los 30 km/h subiendo rampas del 20%. Cada cual disfruta como quiere... pero es que ni yo, que no soy para nada endurero de corazón, le he sacado sustancia al tema. Y mira que la zona es bonita, pero es que ni te deja disfrutarla, porque siempre te tienen "encanyonado" mirando al suelo para afrontar nuevos rampones absurdos... Lo único bueno es que, al menos, me habrá servido para entrenar el fondo para el próximo domingo, porque fondo, desde luego, hizo falta. Pero vamos... que es una ruta para hacerse en una bici de ciclocross y con casco aerodinámico, salvo por esos pequeños tramos en los que, al diseñador de la ruta, alguien debió recordarle que se suponía que esa ruta también debe ser para hacer con bicis de MTB. Tramos que, absurdamente, parecen fuera de lugar, habida cuenta la tónica general bodrio-pistera del recorrido. Qué frustración... Espero que la Ruta Imperial me deje con mejor recuerdo que esto... :cry:
jajajaja .. creo que voy a coger partes de tu "crónica" para mi blog. Confirmo al 100% las sensación de Isen, vaya "truño" de ruta. Lo más aburrido, monótono y sin sentido que he realizado sobre una bici de montaña. Y me parece más delito aún si tienes en cuenta que la zona es bestial, ya que uno de los mejores enduros de este año fué el de San Martín .. en fin ... tendremos que resarcirnos con alguna ruta donde poner a prueba esa Reverb. La Imperial no os va a decepcionar, excepto si este año han fichado al que diseño esta, tiene delito el tío :machineg:
ya he publicado la ruta (http://mountainbike-lasrozas.blogspot.com.es/2012/10/los-66-de-mammoth-san-martin-de.html), desde luego ha salido dura con un IBP 136.. 37kms de subida y 24 de bajada. Si tenemos en cuenta que los 9 primeros kms son de bajada, la relación del meollo de la ruta es de 37kms de subida por 15 de bajada .. vamos que la sensación de estar siempre subiendo era real
Es un alivio saber que la sensación de hartazgo obedecía a una cuestión puramente objetiva, y no a saturación ciclista... A ver si es verdad que prepararas una ruta alternativa para convencerme de que San Martín de Valdeiglesias y su entorno no merecen ser borrados del mapa (en términos ciclistico-mtberos)... Pero recuerda que tengo mujer e hijas. No te emociones con el lado endurero que nos co-no-ce-mos...
Leyendo vuestras cronicas creo que no os vere en el Soplao, aunque yo se de uno que tiene que terminar un trabajo...... Isengarder vuelve a la luz Jajajaja. Bueno volviendo a lo que tenemos mas cerca en el tiempo, puedo confirmar que ire con la canyon. El tiempo parece que va a ser bueno aunque con frio http://www.eltiempo.es/san-lorenzo-de-el-escorial.html ¿Que ropa teneis previsto llevar? Es que el frio norteño es distinto del frio de la la zona centro. ¿En que zona podemos quedar antes de la salida? y por ultimo: ¿La organizacion ha mandado algun correo mas con informacion a los inscritos ? yo solo tengo un correo automatico de que la inscripcion se ha realizado correctamente, y nada mas. Me alegro de poder conocerte Alex, tengo ganas. Un saludo
Me alegra leer que al final tendrás la XC a punto para el domingo. Habrías sufrido mucho las inclemencias de la marcha si hubieras ido en tu otra bici, que es sin duda tecnológica y prestacionalmente inferior a la Nerve XC, je je... Sobre el tiempo: -1ºC en Madrid es frío. Pero frío de llevar guantes de invierno, botas de invierno, calcetines térmicos, buff al cuello, maillot largo de invierno y un par de capas intermedias térmicas en el cuerpo. Es un frío seco que cae como un martillo, pero si además pasas un banco de niebla (bastante posible por la zona), el frío se multiplica por tres. Como encima sople brisilla serrana, no descartes echarte un pañuelo, o similar, a la cabeza, bajo el casco. Lo bueno es que aquí, abrigado, el frío desaparece y no supone ningún problema... no como en el puñetero Soplao, que ya podías llevar ciento quince capas aislantes, que todas estaban empapadas y congeladas al minuto tres. Lo que más me aguantaron fueron las botas; pero hasta ellas acabaron cediendo al desaliento en la bajada-retorno del Moral. No pierdas el ojo a las temperaturas por horas. Si salimos a más de 4ºC, olvídate de los guantes de invierno, salvo que seas friolero, que me da que tú precisamente no lo eres. Personalmente, y si salimos a más de 4ºC llevaría, desde abajo hacia arriba: Calcetines térmicos; botas de invierno; Culotte largo, camiseta sin mangas tipo redecilla para evacuar sudor (no térmica), maillot de manga corta normal y corriente, y chaqueta. Buff al cuello y guantes largos pero de verano. Si estamos a 3ºC o menos, añade guantes de invierno y camiseta térmica de manga larga. Pero yo no soy friolero ¿eh? Si lee esto mahham, se llevaría las manos a la cabeza. Él añadiría dos o tres capas más, je je... Hablaré con él para que me recomiende dónde aparcar, y un buen sitio para que quedemos, que ya sabes que yo como guía autóctono y autodidacta no tengo precio. Tú aparcado ya estarás, por otra parte. Pero bueno. De la organización no sé más que tú. Tampoco creo que haga falta saber nada más que la hora de salida y la confirmación de la inscripción, que es lo que ya sabemos los tres. ¿Soplao 2013? Bufff... Qué pereza me da ahora mismo... Ni se te ocurra traerte preparado ningún encantamiento cántabro para volver a liarme ¿eh? Aviso. Que si además este año lo hacen más largo, ya es lo que le faltaba
Yo con 4ºC ya me pongo la térmica y con bastante más , y llevo más capas que una cebolla, pero reconozco que soy friolero, bastante friolero. En cualquier caso, métela en la maleta y ya decides, pero si sopla un poco de viento ya te digo yo que arriba (Malagón) la sensación térmica bajará bastante. Otra cosa a tener en cuenta, es que cuando bajéis hacia el Vallle de Enmedio la humedad y el frío aumenta con cada metro que bajas, si al bajar, porque te metes en un Valle abierto con multitud de riachuelos. Javi, te acuerda la ruta que hice contigo desde el puerto de Los Leones hacia San Rafael para hacer el Ingeniero?? .. salimos del Alto de los Leones a más de 6ºC y en esta zona llegamos hasta -1ºC .. recuerdo a Javier flipado cantando la temperatura según bajaba. Aquí deo la ruta para que la recuerde Javier http://www.mountainbike-lasrozas.blogspot.com.es/2011/12/puerto-leones-collado-la-mina-alto.html Tenedlo en cuenta, esa zona es muy verde, sombría y con mucha humedad, lo que puede hacer que la temperatura os sorprenda, aunque bien es verdad que todavía no estamos metidos en el invierno. También os digo que os va a gustar :rabbit Según se acerca la fecha me dais envidia .. mucha, así que disfrutadla.
Pedro, en tu anterior visita no pude conocerte pero esta vez sí podrá ser. Para mí siempre es un placer poder coincidir con gente a la que le apasiona esto de verdad. Tengo un problema en el cuello que ahora mismo no me deja girar la cabeza a la izquierda así que planeo hasta hacer el itinerario intermedio, aunque no me seduce la idea. Probablemente mañana iré a recoger el dorsal, el domingo concertamos un sitio y hora para vernos. Va a ser un gran día.
Bueno, pues ya estamos instalados. 4 Horas de coche justas sin ninguna novedad Recordad que la noche del Sabado al Domingo se cambia la hora Alex yo tambien recogere mi dorsal el Sabado, haber si coincidimos. Me voy al sobre que estoy molido.... Un saludo
Algo de viento me parecido sentir cuando he ido a recoger el dorsal... [video=youtube;g_nGO5Nwho4]http://www.youtube.com/watch?v=g_nGO5Nwho4&list=UU5gGNYPqVwLHY59cFXh7xog&index=1&feature=plcp[/video]
Que pasa que no os contáis nada, como os fué?, os gustó? .. ya que fuí yo el que os hice cambiar esta por la Sierra Norte, me gustaría saber si me tengo que cambiar de acera cuando os vea cerca o no??
GÉNESIS Al principio Dios creó el cielo y la tierra. La tierra era algo informe y vacío. Entonces Dios dijo: "Hágase la luz". Y la luz se hizo. Y Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas; y llamó Día a la luz y Noche a las tinieblas. Así hubo una tarde y una mañana: Este fue el primer día. Sí amigos. Ayer celebré la llegada de la luz. La iluminación. Ayer fue "mi Primer Día". No he ocultado en este mismo hilo que acudía a la Ruta Imperial con no poca preocupación ante la insistencia de la organización en recalcar el carácter de ruta "muy dura", tanto en lo tocante a lo físico como a lo técnico. El día 25 de octubre, la organización enviaba un último aviso, en forma de e-mail: <<Por las características del terreno por el que se desarrollan las pruebas, éstas resultan especialmente técnicas y muy duras. Asegurate que la distancia elegida se corresponde con tu nivel, ya que esta prueba no es la más indicada para hacer experimentos>>. Hala, con un par... Más adelante, volvían a insistir: <<Te rogamos que valores esto antes de arriesgarte si no tienes un buen día>>. Hay que reconocer que el discurso de bienvenida difería notablemente de los acostumbrados "Diviértete y disfruta de un día de auténtico MTB". Daba que pensar. De no estar convencido de que, al menos físicamente, sí estaba preparado, creo que me habría defeccionado hacia una ruta menos compleja... Pero hubo algo aún más terrorífico. Algo que recurrentemente me erizaba el pelo de la nuca. Fue un comentario de mahham, el origen de todo, al valorar lo que nos esperaba en la ruta. Lo decía en este mismo hilo. Comentarios como "hay unas cuantas bajadas muy bonitas" y, sobre todo: "ya os adelanto que huele a ruta guapa, guapa..." Para quien le conoce, leer estas palabras equivale a valorar muy seriamente si no sería mejor comprarse un disfraz de hombre Michelín para ir protegido con un airbag integral frente a lo que te va a llegar... No negaré, por todo lo anterior, que me sentía bastante preocupado a las 7.30 AM, aparcado junto al monasterio del Escorial. Era la primera vez que no sentía ningún deseo por empezar a rodar. Desconocía lo que iba a ofrecer la ruta, pero todo parecía indicar que iba a existir notable riesgo de dar con mis huesos en el suelo... pero en el mundo del MTB no hay lugar para cobardes, así que sería lo que Dios quisiera que fuera. Yo daría lo mejor de mí mismo; confiaba en mi Nerve XC y en mi nueva Reverb. El tiempo y el terreno dictarían sentencia. Enfundado en mi chaqueta talismán CANYON del Foro Canyon hice de tripas corazón, y tras haber visto amanecer un frío pero despejado y cristalino día serrano, subí a mi Nerve XC, para dirigirme al punto de encuentro donde habíamos quedado Pedrorf, AlexRS y otro amigo mío, triatleta que aún no es canyonero, pero que en buena lógica habrá de terminar por serlo, habida cuenta sus constantes comentarios del tipo "que si él llevara nuestras bicis, no le sacaríamos esa distancia en las zonas más chungas"... Yo siempre le digo lo mismo: Una Canyon con lo mejor de la tecnología biker está a tu alcance. Sólo tienes que decidirte y comprártela... Tras los saludos y felices reencuentros con amigos y canyoneros (Pedrorf viene desde Cantabria), el espíritu se templa (que no el cuerpo, porque el frío se deja notar) Unos minutos antes de las 9.30, nos dirigimos a la zona de salida de la ruta larga "para expertos". Es la primera vez que no veo a la gente arremolinarse codo con codo para salir el primero. Nadie parece tener demasiado interés en abrir ruta. En general, se escuchan comentarios sobre la dureza del inicio (la subida del Malagón), y de la esperable dificultad del resto del recorrido. Somos conscientes, además, de que hay varios pasos por ríos que vendrán con bastante agua... y no es el mejor día para darse un baño. Nuestros dorsales son verdes, y nos diferencian de los de las otras dos rutas corta e intermedia. Pude notar cómo algunos de los que participaban en las otras versiones nos miraban con respeto. Hay que decir que no se veía a ningún "despistado" entre nosotros. En general, gente bregada, con buenas bicis y piernas entrenadas. La megafonía ayudaba a crear ese ambiente de "cuidado con la ruta larga", repitiendo una vez más la misma consigna: "Por favor, tened en cuenta la dureza de la ruta para expertos. Son 70 kilómetros muy duros físicamente y muy difíciles técnicamente. No sobrevaloréis vuestra capacidad, para evitar accidentes". Tranquilizador... La cuenta atrás termina. Salimos hacia las rampas del 22%. 9 kilómetros de subida para calentar las piernas. Es entonces cuando el humor cambia y aflora la sonrisa. Montar en bici siempre anima; y rodeado de amigos, mucho más. La consigna de salida había sido que cada uno iría a su propio ritmo. Alex va medio lesionado y con el cuello tieso, y va con cámara de fotos y dispuesto a usarla. Prepara una crónica de la ruta, a la que habrá que estar bien atento, ya que contará con buen material gráfico y su incomparable capacidad para emplearlo. (Por supuesto, terminó la ruta sin complicaciones, tal y como corresponde a tan gran atleta, sobre su Canyon 29er) José, Pedro y yo no queremos comprometernos a ningún ritmo que suponga forzarnos, así que indicamos que "cada cual a su bola", pero los primeros compases y el ritmo natural de los tres resulta que nos hace ir juntos. Genial. Lo cierto es que la primera subida, que ya conozco gracia a mis rutas con mahham, con quien ya he estado en un par de ocasiones coronando Abantos, no se me hará especialmente dura. De hecho, la subí muy relajado, charlando animadamente con José, Pedro y Alex, en función del momento. Evidentemente no estamos mal de forma, porque vamos adelantando a mucha gente, manteniendo una cadencia alta y con las piernas relajadas. La Nerve XC evita esas pérdidas de potencia que se aprecian en muchas dobles a las que vamos adelantando. Subir el Malagón rebotando arriba y abajo sobre el sillín debe ser bastante frustrante, y notablemente más cansado que disfrutar de nuestra eficiciencia de pedalada... Tras esa primera subida que al final no fue ni tan dura ni tan determinante, aunque José, aquejado de un resfriado, iba fastidiado con dolor de cabeza, entramos de lleno en la primera pista de bajada. No dudo en bajar un poco el sillín en marcha gracias a mi reverb, y a fe que ayuda. La pendiente tiene su aquel, como la multitud de piedras sueltas que tienes que negociar durante unos cuantos kilómetros. De momento vamos agrupados, con lo que tampoco se puede bajar haciendo locuras, pero lo cierto es que voy disfrutando con pleno control sobre la bici. Los brazos relajados y notando cómo la XC bascula sobre los pedales. Aplomo y agilidad; absorción y velocidad. Todo ello conduce al máximo disfrute. Comienzan a verse a los lados los primeros pinchazos de la ruta. Las piedras parecen diseñadas para atacarnos. Serán más de diez kilómetros de bajada divertida y rápida, en la que en todo momento tienes que ir metiendo la rueda entre las piedras. La suspensión trabaja a pleno rendimiento. En el primer avituallamiento, paramos un par de minutos para que no recuerdo si Pedro o José cojan agua, pero la consigna es seguir. No merece la pena parar cuando aún no hay desgaste. Tras el avituallamiento, sigue la bajada, y llegarán los primeros pasos sobre ríos con agua que, dando pedales, llegaba a cubrir a más de media rueda. Vamos insertados entre un grupo de gente que sabe montar, con lo que no nos encontramos con los típicos atascos de quienes buscan alternativas de trekking a los pasos de río. Todos nos lanzamos al agua como corresponde a una ruta de MTB: sin titubeos ni frenazos. Del tirón. Todo recto y por el medio. No hay sorpresas ni accidentes. Unas buenas botas de invierno hacen el resto. A partir de ahí empecé a perder la noción de las cosas... del tiempo y de los kilómetros. una especie de delirio mountainbiker empezó a adueñarse de mí. Era euforia, era SEGURIDAD, era CONFIANZA sobre mi Nerve XC. No sé si la Reverb es el Santo Grial sobre una bici. Sólo sé que ha mejorado radicalmente mi experiencia de conducción. He perdido el miedo. Todo se ha vuelto posible. Por fin puedo decir que sé lo que es el FLOW: Notar cómo la bici sube y baja, cabecea, avanza entre piedras, se lanza, se frena, impulsa, aborbe y sigue avanzando a velocidad de vértigo bajo mis piernas que lo absorben todo sin esfuerzo, siguiendo el curso que unos brazos absolutamente RELAJADOS sobre el manillar le dan a la rueda delantera, que se agarra como si rodara con clavos que se adhieren al suelo. Sólo recuerdo solventar con una energía y confianza que no conocía en mí todo tipo de pasos. Subiendo y bajando. Dejo correr a la bici a todo lo que dé la pendiente, en cada punto en que ésta aparece. Estoy disfrutando como nunca lo he hecho en mi vida. ¿Dónde está esa anunciada dificultad extrema? Llegamos entonces al segundo avituallamiento. Aquí sí vamos a parar porque lo cierto es que la ruta la estamos haciendo a buen ritmo. Seguimos juntos Pedro, José y yo, y me sorprende ver que voy abriendo el grupo. Eso implica algo que nunca me había pasado hasta ahora: Ir delante implica que quienes te siguen, confían en tu trazada y dan tu ritmo por bueno. No suelo encontrarme cómodo yendo delante... hasta ayer. Una barrita energética dura como un demonio (el frío es lo que tiene) Agua y bebida isotónica para completar este punto intermedio. También hay plátanos, y nos dicen que cojamos todo lo que queramos, que hay de sobra. Había quien cogía las barritas de cinco en cinco. Reconozco que miré la fecha de caducidad de lo que nos daban, porque no estoy acostumbrado a tanta abundancia... pero no. No había trucos. Sencillamente, había abudancia. Como estamos en una zona que viene picando para arriba, y debíamos estar a más de cuatro grados, me cambié los guantes de invierno por los largos de verano. La verdad es que iba muy cómodo con los de invierno, pero empezaban a sudarme las manos, y es una sensación que me es muy incómoda. Volvemos a lanzarnos, literalmente, frente al recorrido, que de nuevo transcurrirá en una sucesión infinita de pistas y senderos llena de cambios de rasante, pequeños cortados, curvas cerradas y mucha inclinación... no sabría catalogar todo lo que pasamos, pero mis sentidos estaban en éxtasis. La Nerve XC, y yo sobre ella, podíamos con todo. Un delirio. De repente, empiezo a ser consciente de que algo no va del todo bien en la rueda delantera en una zona muy rápida de descenso. Flaneo e imprecisión en la dirección. ¿Voy pinchado o es, ya lo había detectado en casa, la puñetera válvula de la cámara que me pierde aire? Freno y paro, con Pedro a mi lado. Toco la rueda; reviso la válvula. Ahí está el problema. A José no lo vemos. Hincho la rueda. Así damos tiempo a José para que nos recupere terreno. No tarda mucho en llegar, aunque nos comenta que se ha ido al suelo un par de veces debido al ritmo con el que estamos bajando... Afortunadamente, caídas sin consecuencias. Vamos a tope de adrenalina. Tras rehinchar, seguimos venciendo todos los obstáculos DISFRUTONES (por Dios, qué ganas tenía de poder usar yo este calificativo) que la ruta nos va ofreciendo en una especie de sueño alucinado que transcurre entre pinares, senderos y zonas que exigen llevar el peso bien atrás (algo que ya no me cuesta nada, gracias a la reverb... no como antes), y por fin alcanzamos esa famosa bajada de "sillín al pecho". Hay una persona de la organización que advierte de la dificultad de la bajada. Llego el primero, y de hecho en ese punto le he sacado un poco de distancia a Pedro y a José. Iba tan enchufado que todos los recuerdos se me agolpan y ni lo recuerdo. Bajo la tija y encaro la pendiente con absoluto desprecio a lo que se ofrece delante de mis ojos. ¿De verdad es esta la bajada tan terrible? ¿Es esto lo más difícil de la ruta? Con el peso bien atrás, me bajo del tirón la famosa y temida cuesta, que no me ha parecido para tanto. Hay que decir que el terreno tenía mucho agarre, y permitía seguir la trazada en "s" que había marcada por el paso de otros bikers. Curvas y bajada pronunciada... Hace bien poco eso habría significado miedo, bloqueo y caída por las orejas con total seguridad. Y hoy, sin embargo, puedo afirmar que la Nerve XC es un prodigio de agilidad en esas condiciones. Tras esa bajada creo recordar que había un paso sobre una especie de puentecillo artificial, junto al que saludo a alguien que creo era de la organización. Sigo en una nube. Sigo del tirón, sin titubeos. Más adelante sigue el sendero, verde e idílico, como todo en mi sueño, y me encuentro con unos rampones verticales que me hacen desistir de seguir pedaleando. Tramo de empujabike que terminará en una zona donde unos voluntarios de Protección Civil te animan, indicando que a tres kilómetros está el siguiente avituallamiento. Como voy solo, aprovecho a esperar a Pedro y a José volviendo a hinchar la puñetera rueda, y veo aparecer a Pedro. Le saludo con alegría y seguimos atacando la ruta entre animada conversación. Estamos disfrutando como niños, aunque Pedro me dice que él ha bajado parte de la temida cuesta a pie. Obviamente la reverb da un plus, porque doy fe de que Pedro ha venido bajando conmigo toda la ruta a tumba abierta, y en no pocas ocasiones también abriendo camino. No en vano también lleva una Nerve XC. (...Sigue...)
(...Y final...) Llegamos al tercer avituallamiento. Cojo unos trozos de plátano y voy a tirar de un gel de mi confianza que llevo preparado. Noto el desgaste acumulado en las piernas, y aún nos queda el tramo final. Soy humano. Relleno el bidón con agua y me hincho de isotónica. José nos saluda y nos dice que él va a seguir la marcha, porque ha parado un poco detrás nuestro, sin habernos visto, y no quiere quedarse frío, así que lo despedimos mientras Pedro y yo terminamos de rellenar bidones. ...Hacer una ruta con Pedro supone no sólo saber que tienes a una bestia a los pedales a tu lado, sino que tienes un compañero con quien hablar y hablar interminablemente. No sé si estuvimos poco o mucho en el avituallamiento, pero tampoco me importó. Todo fue disfrute ayer. Volvemos a subirnos a la bici para encarar el último tramo, que se desvelará como una subida inmisericorde y larga, en la que el plato pequeño no tarda en hacer aparición. Poco a poco voy notando cómo el gel va haciendo efecto, y las fuerzas no me abandonan pese a que en los primeros compases del reinicio me había sentido un poco atrancado. De nuevo vuelvo a dejarme llevar por el recorrido, mecido y abrumado por las sensaciones, y acompañado del siempre presente Pedro, aunque en esa subida, los dos vamos callados... Llegamos así, sin saber ni cómo, a un punto del recorrido que, de repente, reconozco de mis rutas con mahham. Es un repecho de subida muy brusco donde, o lo coges al sprint, o te quedas atrancado. Eso es lo que le pasa a quien abre la marcha dos bicis delante de mí. Allá que nos quedamos todos. Es ahí donde me viene la memoria de ese tramo... ¿No es este el lugar donde, un poco más adelante, y hace y atiempo, mahham se volvió humano cayendo ante mis propios ojos al írsele de baretas la Nevegal sobre una tubería que estaba semienterrada en plena curva cuesta abajo de un sendero? Qué leches, ¡claro que sí! Me animo en voz alta: ¡Anda. Si esto lo conozco yo! Con la confianza que da el saber lo que te espera, me subo a la carrera el tramito para ponerme en cabeza del grupo, y abro el camino por un sendero estrecho y fácil (hoy todo es fácil) que serpentea junto a una notable caída por la derecha. Fluyo por sus curvas y me dejo caer por la recta final, olvidándome de los frenos. Debo de haber vuelto a hacerlo rápido, porque no veo a nadie cerca de mí... Pedro se reunirá conmigo un poco más adelante, mientras negociamos unos repechos que ya empiezan a hacerse duros, con la vía del tren a nuestra derecha. Puente que cruza dichas vías, y seguimos ruta hacia San Lorenzo. Ahí pensé que ya estaba todo hecho y que, tras unos kilometrillos por pista y luego asfalto, entraríamos en un sendero fácil que desemboca en la Silla de Felipe II (es el camino que he repetido con mahham en varias ocasiones)... pero no imaginaba que la Ruta Imperial guardaba un último As en la manga: Aún habríamos de superar el tramo de calzada romana que, como buena calzada romana, a día de hoy no es sino una sucesión de pedrolos que tienes que superar con agilidad y decisión buscando el mejor sitio para no quedarte clavado... algo que le pasó a un biker justo delante de mí. Fue una especie de flashback el ver cómo alguien protagonizaba el tipo de caída al que yo estaba abonado antes de tener la Reverb, mientras que yo iba de piedra en piedra dejándome mecer por el trabajo de las suspensiones Fox, con el peso puesto donde Dios manda. Tras interesarme por su estado y con Pedro pegado a mi rueda, seguimos disfrutando (quién me lo habría dicho mí...) de la zona técnica de peñascos, hasta que entramos en una zona arbolada que ya enfila hacia San Lorenzo del Escorial. Llevábamos ya un rato compartiendo finald e ruta con los de la ruta de 45 km. Pedro y yo vamos notablemente más enteros que los muchos que ya empujan sus bicis sin disimulo, o que avanzan al ritmo del chino-chano, mientras mascullan lo hartos que están de subir. Es curioso, pero denota lo bien que han hecho las cosas los de la Ruta Imperial, al ofrecer diversas rutas, y advertir de la dureza de las mismas, el observar que los que a esa altura aún vamos enteros, aunque cascados, llevamos un dorsal verde en nuestra bici. En ese punto, Pedro se crece. Vamos por pista que pica para arriba, y le veo meter el plato grande. Su orgullo le hace tirar fuerte, y el mío me obliga a seguirle a donde vaya. Me pongo a su rueda y aguanto sus pistonazos a los pedales, a pesar de que empiezo a sentir un dolor importante en las piernas, y hasta náuseas, mientras saco todas las fuerzas que me quedan para seguirle a rueda. Obstinado y silencioso. Consciente de que estoy pegado, Pedro bromea: "¿estás haciendo lo de Contador con Purito, pegado a la rueda?" Me río, y vuelvo a ponerme en paralelo con él, aprovechando que la pendiente da un poco de tregua. Afortunadamente las náuseas y el dolor desaparecen, y ya avanzaremos juntos todo el tramo final en subida (machacante) por asfalto hasta la meta. Orgullosos y satisfechos nos damos la mano al entrar en la zona de meta, y nos felicitamos por el RUTÓN que nos hemos marcado. En el último metro, Pedro frena bruscamente y me deja pasar el primero. Un homenaje de un auténtico compañero de ruta que hoy, mientras escribo, me vuelve a emocionar. Homenaje biker. Código ciclista. Gracias compañero. Un verdadero privilegio rodar contigo. Otras notas y agradecimientos: A pesar de que no guardo un recuerdo de que la ruta tuviera ningún tramo de especial dificultad, salvo algún paso puntual en la calzada romana, lo cierto es que parece que sí que hubo varias caídas que revistieron cierta gravedad. Incluso he leído algo de una bici partida por la mitad y una persona hospitalizada. Es curioso ver cómo cambian las perspectivas con las mejoras técnicas de uno mismo... Recordando, creo recordar que ví tres caídas (una de ellas de José, delante de mis narices, justo al detenernos en una subida, y quedársele enganchado un pedal), y algunos más en la cuneta. Muchos pinchazos, acreditativos de la tortura a la que las piedras llevaron a sufrir a las cubiertas. Vamos, que la ruta sí tuvo que ser dura, aunque os juro que si me preguntáis qué me pareció la ruta, hoy, lleno de orgullo, firmaría las palabras de quien más me ha ayudado a llegar a este momento de plenitud. Hoy hago mías, lleno de orgullo, las palabras de mahham: "hay unas cuantas bajadas muy bonitas"; "ya os adelanto que huele a ruta guapa, guapa...". Gracias mahham, por todo lo que me has enseñado a hacer sobre la bici, y por haber ido adaptando siempre la dificultad de las rutas en atención a mi progresión técnica. Esta ruta y todo lo que he disfrutado y aprendido en ella te la debo y te la dedico a ti. Alex:Tenemos pendiente marcarnos una ruta entera. Entre unas cosas y otras, siempre acabamos por no poder rodar juntos. Seguimos en contacto, y ya pondrás el enlace a tu crónica... Qué buena gente es la que compra bicis Canyon, leche. Edito con la única foto que tengo del envento. De José, que es quien aparece a la izquierda. Luego yo, y luego Pedro. Falta Alex, pero seguro que completa con su propia colección... Nótese que llevaba mi casco de enduro POC... vamos, que no miento cuando digo que iba acongojadito...
Os he dicho que os contéis algo, no este ladrillo :loco Gracias por nada, y dedicaciones tampoco que me pongo colorado. Me alegra ver que estas disfrutando cada día más del MTB, que no es otra cosa que disfrutar encima de la bici, disfrutar retorciéndote en una subida porque ese sufrimiento reconforta al llegar arriba, y disfrutar bajando, por que esa mezcla de disfrutar y adrenalina no tiene precio, es una droga sana y muy barata. Y veo que te estás "envenenando" poco a poco.:saltador
Pues sí, je je... no me decía otra cosa Pedro: "Vuelve a la luuuz, vuelve a la luuuz, que te pierdeeees"... pero la influencia del Lado Oscuro es mucha como para resisitirse a ella... :sableluz :saltarin
Si bien es cierto que Reverb + Nerve XC es una suma que da ese plus de confianza que comentas y yo pude dar fe de ello por lo que vi, pero... ¿y hacer la bajada de Abantos a la presa, ademas la calzada romana (que consegui hacer entera) entre otras sin tija-pija y con una Nobby Nick en la rueda delantera? No es que de confianza, es que sale a devolver, :qmeparto Gracias por tus palabras, creo que me sobrevaloras. la verdad es que en algunas ocasiones me vi negro para seguirte. Ciertamente el perfil de la Ruta Imperial no es el ideal para mi, mas acostumbrado a subidas mucho mas largas, "tipo malagon". Esos repechos explosivos y los repentinos cambios de ritmo me destrozaban mi ritmo "Barreiros-Diesel" Uno de los tramos que me gusto, y que no as mencionado es la subida del hormigon roto y los tubos. en esa clase de terreno destrozado en subida constante es donde se nota el buen trabajo de la suspension trasera de la nerve. Trabajando eficientemente donde hace falta, asegurando la traccion y la estabilidad tan necesaria en esa clase de terrenos. Bajando casi todas las suspensiones funcionan. Pero la nerve la sabe hacer todo bien, desde luego que es la bici de maraton ideal (y yo de esto entiendo algo). La ruta me gusto y la disfrute muchisimo. En 2013 no se si caera La Sierra Norte o La imperial otra vez, es la faena por estar lejos, y esas dos estupendas marchas tan cerca en el calendario.... Javi: El privilegio ha sido mio y ya sabes que hay cosas innegociables....:wink: Estaria bueno que yo hubiese cruzado el arco final antes que tu, cuando tu llevaste un mejor ritmo que yo. Si me tire media ruta viendo esa mancha roja anaranjada en la parte trasera de tu casco Poc, que se convirtio en una obsesion para mi. ¡Jovar! ¡como te cundian las inercias en las subidas! :qmeparto Alex: Me alegro de que terminase la ruta con exito y siento mucho no haber podido despedirme de ti, pero tenia por delante cuatro horas de viaje. ha sido un placer conocerte y poder charlar un poquito contigo. Yo tambien espero tu cronica. Jose: Ha sido tambien un placer conocerte y compartir buena parte de la ruta contigo. Cuando me entere de que tu tambien eres canyonero, sera sinonimo de buenas noticias, y no solo en lo deportivo.....:wink: Miguel: Supongo que durante toda la mañana del domingo te habran pitado los oidos. Se te ha echado de menos. Y cambia de acera, pero para ir por el lado de la luz, que en el lado oscuro hace mucho frio, jajaja Un abrazo amigos
Madre mía, vaya pedazo de crónica que se ha marcado Isen (no esperaba menos, la verdad sea dicha), y para ser sincero mientras leía el ladrillo (que, por una vez, no he deseado esperarme a que salga en versión DVD) me he imaginado haciendo esa ruta yo mismo, lo que hace la imaginación...