Suena el despertador a las 7.30, toca desayunar fuerte, nos espera el puerto más duro de España y unas cuantas horas de espera para ver a la carrera. Desayuno reposado pero con el cosquilleo propio de saber lo que nos espera. Montamos las bicis en el coche y tras un breve viaje desde Oviedo nos presentamos en La vega sobre las 9,30. Hace buena temperatura pero nublado y en previsión de mal tiempo cogemos ropa de abrigo por si hiciese falta por la tarde (bendita decisión), nos preparamos, nos cercioramos de que todo en la bicicleta esta correcto y nos dirigimos hace el inicio del puerto. Son las 10 y aquí estamos, bajo el gran cartel, a pie del “ el olimpo del ciclismo” con el objetivo de las 2 horas en mente, 12 km, 6kmh de media, dispuestos a sufrir, cumpliendo un sueño. Primer kilómetro, arriba se observan vehículos aparcado en Viapará, segundo, tercero, regulando, y es que este puerto es engañoso te acoge, te invita a cogerlo con fuerza y después puedes pagarlo muy caro. Cuarto, quinto, una subida preciosa, la máxima expresión del territorio asturiano, verde, pendientes suaves que te permiten calentar las piernas y disfrutar de todo lo que te rodea. Miro hacia arriba intentando ver el curso de la carretera, pero las nubes lo impiden, es imposible ver donde está objetivo. Procuro ir con una cadencia alta, con el molinillo y antes de darme cuenta km 6, aparece la niebla, una niebla espesa. Han pasado 25 min desde que inicié la ascensión, se acabó lo fácil, llegamos al Angliru. Llano de 300-400 metros, no veo lo que me espera, y menos mal, de la nada aparecen Las Curvas de Les Cabanes con una pendiente del 21% durante 150 metros, subo piñones reservándome un par de ellos, me siento lo más adelante que puedo y me centro en mirar la rueda, en ir lo más derecho posible. Muchas personas subiendo andando que sin conocerte de nada te animan y te dan fuerzas. Intento mantener una cadencia alta, vigilando no subir mucho de pulsaciones, adelanto a varios ciclistas en su reto personal y ya, primera prueba superada sin más problemas. Continuo entre la niebla, pancarta de 5 a meta, curva a la derecha y recuerdo el 2008, donde Alberto contador dejó sentados a sus rivales, Llagos, siguiente zona dura con una pendiente del 14,5%. A medida que gano metros, adelanto a compañeros, la niebla pierde su espesor y un bonito cielo azul surge. Curva a la izquierda, miro hacia arriba y me quedo sobrecogido, la Cueña les Cabres colgada de la ladera de la montaña, en el infinito, un reguero que parecían hormigas avanzando poco a poco, con una lentitud que asusta. Me centro en el frente, antes de eso queda La Curva Los Picones (20% máximo). Se va acercando la hora de la verdad, me auto convenzo de que voy bien, me abro bien en la cuerva a izquierda entro en Cobayos que inmediatamente desemboca en La Cueña Les Cabres, un auténtico muro, una impresionante recta, en la que ves el fin tan cerca pero lo sientes lejos. Llevo 1 hora de ascensión, ya no vale guardarse nada, tengo que echar el resto así que me agacho sobre el manillar y comienzo a tirar de riñones y a regular la respiración. Evito hacer zig-zag, quiero llegar cuanto antes, se hace duro pero es girar la cabeza a la izquierda y por encima del quitamiedos un mar de nubes, que preciosidad, nubes que tapan todo y los picos colindantes asomando de forma autoritaria. Esas vistas bien se merecen rampas tan duras. Me hubiese quedado allí a vivir para siempre pero no me puedo parar, ya me tengo conquistada la rampa más dura, menos de 2 km para coronar, solo queda esforzarse 20 min más. Un pequeño descanso y comienza el Avirú, 200 metros con rampas del 21%. Misma técnica, doy todo lo que me queda y cuando me quiero dar cuenta un par de curvas más y a la derecha se encuentra la pancarta de fin de puerto. No quepo en mí mismo de la alegría, la atravieso, aún están trabajando en poner las vallas, cargo el plato grande, terreno favorable, esprinto como si fuese a ganar la etapa y alcanzo la línea de meta. No me lo creo, he realizado una subida que ni soñaba, las 2 horas se habían convertido en 1:27 min. Estoy feliz, reto conseguido. Nos felicitamos entre los allí presentes, entre desconocidos pero tan parecidos entre nosotros, foto de rigor y llamada a los incrédulos que están en casa. Disfruto de lo conseguido, continuo con las fotos y llamo a mi compañero que venía por detrás de mí. Acaba de coronar la Cueña y se encuentra en el descanso antes del Avirú por lo que decido esperarlo en la zona del mirador para fotografiarlo un poco y acompañarlo en los metros finales. Llegamos juntos a meta y nos felicitamos mutuamente. Estamos tranquilos, felices, no nos queremos ir nunca de donde estamos.
Continuo con la crónica: Descendemos un poco buscando una buena zona para ver la carrera. Al final del Avirú existe una curva a derecha desde la cual se puede ver el inicio de puerto, la zona de Viapará y el fin de la Cueña les Cabres. Entre tanto la niebla ha desaparecido por completo por lo que las vistas son espectaculares. Decidimos que el sitio ideal es por lo que nos sentamos a espera a la carrera nada más y nada menos que 5 horas. 5 horas dan para mucho. Un reguero de ciclistas tras otro, cada uno con su historia de superación. Unos con un pedaleo alegre, con fuerza aun, otros con la cara desencajada pero con la convicción firme de que a esas alturas un abandono es inadmisible. Escenas curiosas y dignas de admirar, un padre subiendo arrastrando con una cuerda de su hijo de no más de 5 años el cual podrá presumir de haber conseguido la cima más dura de España, personas con más de 70 años las cuales reciben una clamorosa ovación por los allí presentes. Comienza acercarse la hora y llega ese olor tan característico, el olor a embrague que despiden los coches y furgonetas de la guardia civil, aplausos cuando consiguen arrancar y risas cuando los de la benemerita se tienen que bajar del vehiculo a toda leche y ponerse a empujar. Las 4, falta solo una hora y llega la niebla, se nos estropearon las vistas, no se ve a un palmo, un frio que pela, pero de allí no nos movemos aunque nieve, truene o granice. Las 5. Según el horario oficial ya deben de estar comenzando a subir. Echamos cuentas. Estos suben rápido, sobre las 5.30 deben de llegar a nuestra posición. Nos mantenemos medio informados por la radio que lleva un fotógrafo Japones. Ataca Nibali pero no se distancia más de 9 segundos. Se palpa una gran expectación, deben de estar al llegar, se intuye que están cerca, se escucha las bocinas de los coches, el griterío más abajo pero nada, la niebla tan espesa no nos deja ver nada y de repente aparece un joven con cara de niño, un corredor de FdJ que se returce en el manillar, Kenny Elissonde exprime hasta el último gramo de sus fuerzas, cara desencajada, suben los decibelios y pasa como una exhalación delante nuestra camino de la victoria. Todo el mundo con los pelos de punta, es imposible ver sufrir a alguien más encima de una bici. Impás de unos segundos y aparece entre la nieva iluminado por los focos de las motos, dios subido en un bicicleta. Que elegancia, que poderío. Chris Horner rompiendo los tabúes del Angliru, ascendiendo de pie sobre la bicicleta, balanceándola suavemente con las muñecas, con una sonrisa dibujada en su cara. Esta imagen difícilmente se nos borrará de la mente a todos los presentes. ¿de verdad se iba riendo? IMPRESIONANTE. A escasos segundos pero decisivos para la vuelta Nibali con cara de resignado junto con Valverde y por detrás vítores a Purito. ¡Puriiitoooo, puriiitooo! Gritábamos todos. Siguen pasando un rosario de ciclistas. Sobrecogedora la cara de Samuel Sanchez. Un ciclista, otro, otro más y de repente aparece un ciclista del Lampre, Manuele Mori pidiendo que de demos ánimos. La locura estalla, que Crack el tío. Cada vez suben ciclistas más cansados por lo que se les da algún empujoncillo que otro y de buenas a primeras bandera verde. ¿Ya? ¿ya se ha acabado? No me lo podía ni quería creer estaba dando a su fin el día que había estado esperando durante años. Toca bajar. Todos en tropel cuesta abajo por pendientes grandes. Un auténtico peligro. Profesionales pidiendo paso, peatones muy cerca de ciclistas, ciclistas muy cerca de peatones, un auténtico caos hasta llegar a la zona de Viapará donde se abre la carretera. Me pongo a rueda de un Astaná y dos Cannondale e intento trazar las curvas como ellos. Una autentica gozada pero todo lo bueno se acaba. Llegamos al pueblo donde la aventura del Angliru da a su fin.
muy buena crónica y lo mejor és que has disfrutado de la bici y del ciclismo profesional en directo, saludos
Yo soy "el compañero de la Specialized" y prometo algunas palabras, cuando saque un hueco las subo. Por ahora solo puedo decir que despues de este viaje y esta experiencia me he vuelto un 200% ciclista.
Muy buena crónica, se me pone el bello de punta, la verdad es que yo sólo vi la etapa en la tele y aún así estaba que me subí por las paredes, no me imagino si hubiera estado allí y más si encima lo hubiera subido por la mañana, menudo subiendo Enhorabuena y un saludo
Muchas gracias a todos. Fue algo sencillamente espectacular que no puede narrarse por mucho que me empeñe, hay que vivirlo. Desde aqui invito a todos a subir este mítico puerto. Con un mínimo de entrenamiento se sube si o si, se sufre, pero cuando se llega arriba pufff sin palabras
Buenísima crónica!!! Yo me pasé toda la subida mirando con envidia el molinillo de las burras... La flaca iba con el 34-28 y a cadencias de 60 en el mejor de los casos. Pero por postureo... Elegí la flaca jaja Dejo por aquí la crónica del día y las fotos también si no es molestia! http://www.foromtb.com/showthread.php?t=956584&page=312&p=18582742&viewfull=1#post18582742
Enhorabuena, te envidio, tanto por subir el olimpo del ciclismo como por una narración que nos hace poner los pelos de punta.
Que bueno que lo hayáis pasado bien, en esta aventura a este coloso. Para el próximo año, si hacen otra vez esta ruta del Angliru. Los compañeros que ese día estemos en el Puertaco, quedar, para que vea la gente que quien anima mas jaajj, que los compis del foroMTB. Un saludo y mis felicitaciones compis. :chinchin
Por un momento he estado subiendo yo también el Angliru....gracias por la crónica compañero !! Saludos
Buenas, Quizás unos cuantos foreros nos vamos a animar a hacerlo dentro de unos findes, no tengo previsto cambiar nada de la bici (ya que el día anterior haremos otra ruta por la zona, mtb puro), se me ha ocurrido que quizá me ayudaría un poco llevar 4kg o más en las ruedas. Cuantos kg se le pueden meter de máximo sin que explote jeje Si al final lo hacemos ya os contaré que tal
Según tus llantas y cubiertas, míra lo que te indican ambas Pero vamos, que tampoco es que eso te vaya a lastrar tanto, algo sí, pero no creo que te limite lo bastante como para ser la frontera entre poder y no poder hacerlo. Un saludo
Tampoco te pases de presión q como este el suelo mojado.... Y ropa de abrigo para bajar Por cierto si os hace falta agua en el km. 1 de la carretera a mano izquierda tenéis una fuente