…cuando después de una curva, una subida, viene otra curva, y otra, y otra, y subir, seguir subiendo y ves que nunca llegas arriba pero en un momento y apenas sin pensarlo…has llegado, estás arriba, culminas. Eso compensa todo el esfuerzo.
Nos hemos podido gastar mas o menos dinero en bicicletas, equipaciones y demás complementos, pero bueno, ese dinero está de sobra amortizado, con las experiencias que vi vimos encima de nuestras burras. Una bici, un culote, un casco si lo piensas no es mucho a cambio del tiempo hermoso y vibrante que pasamos practicando el ciclismo. Tal vez seamos algo simples a ojos de los que no comparten nuestra afición (empezando por nuestras mujeres). Tal vez el ciclismo, desde fuera, pueda parecer algo repetitivo o cansino. Pero nosotros sabemos que las sensación que invade nuestro cuerpo después de una ruta de cien kilómetros por la sierra (por cualquier sierra), es lo mas parecido a la felicidad que podemos disfrutar en estos días inciertos en los que nos ha tocado vivir.
A mi.....me encanta depejarme.... Olvidar el curro, a la mujer y tener que planchar cuando llege!pero sobretodo a mi suegra
Salir los domingos con mi club a hacer una rutilla e ir luego a desayunar a una cafetería con ese ambiente que se respira
Puf, muchas cosas! Por estas fechas me encanta subir de noche a Collserola y que se me haga de día allí arriba.