La de hoy Pues como sigo lanzado, voy a continuar con la de hoy, que ha sido la primera salida oficial del club, día 4 de Enero de 2015. Mañana bastante fría, o al menos esa es mi sensación, pongo la directa y me voy hacia el punto de reunión buscando entrar en calor; solo está Ángel, y no parece que nadie se vaya a animar, apareciendo al poco Pastor. Ya estamos todos, esperamos un ratito por si acaso viene algún rezagado, pero en vista que no llega nadie más emprendemos la marcha. Cogemos el camino del río hasta el carril bici, luego por el paseo cruzando la finca del Encín hasta el puente de la carretera de Los Santos, por el camino nos encontramos otros tres bikers y hablando con ellos les convencemos para que nos acompañen, vamos hacia el Marqués y ellos no lo conocen. Pasado el puente comentado, nos metemos hacia el desguace y luego a la izquierda para subir hasta la carretera, pero bastante más arriba, luego subimos un poco por asfalto y nos desviamos a la izquierda, cogiendo el camino que nos ha de llevar hasta el pie de la subida. Todo el trayecto es sube y baja, un poco rompepiernas, pero el ritmo no es muy alto, vamos hablando y se hace bastante bien. Llegados al pie de la subida esperamos un poco a un rezagado con problemas en el cambio y procedemos con el ascenso, que se prevee duro. Empiezo muy bien, con fuerza, pero en cuanto la subida se torna un poco técnica, mi falta de destreza me obliga a plantar pie y así sucesivamente hasta que nos tenemos que desviar. Esta subida no recuerdo haberla subido completa nunca, tiene bastantes correnteras de agua que hacen que la misma sea complicada, y eso que el terreno tenía un agarre descomunal, el caso es que he tenido que patearme gran parte de la misma con un mosqueo monumental. No llegamos hasta arriba del todo, nos desviamos por lo que nosotros llamamos la "subida del águila", que a partir de febrero está cerrada para favorecer la cría de este bello animal; es más tendida que la anterior, con alguna zona también algo más técnica, que me vuelve a poner en mi sitio y me hace patear algo más. Llegados arriba, nos despedimos de nuestros compañeros, ya que ellos quieren ir hacia Chiloeches, y nosotros ya estamos pensando en las cervezas. Vamos hacia Los Santos por la cañada, bajamos hasta la plaza de toros, cogemos la carretera hasta la entrada a la pista, bajando por la misma hasta el cruce con un olivar, tomamos a la derecha y llegamos hasta el campo de tiro, alcanzando Alcalá por la pista y dando por terminada la ruta. Hoy si que ha habido cervezas, íbamos con algo más de tiempo y no hemos perdonado. Los datos:47 kilómetros en 3 horas y cuarto. Las sensaciones: Buenas, un poco de frío que se ha pasado al rato, y además hemos contado con buena compañía.
Muuuubiennnn con la primera del año y muchas gracias por darnos este ratito de entretenimiento. Un saludo, Luisito
Como mola, esto ya vuelve a ser como antes, grande Luisito!! Y qué grande el marqués, hace poco anduvimos por allí pero andaba el terreno pestosillo y con algún charco que vadear, no se pudo disfrutar como se merece.
A pesar del tiempo Ya estoy otra vez aquí, fiel a mi palabra dada de intentar por todos los medios seguir haciendo crónicas de las salidas oficiales que hacemos todos los domingos los miembros del club. Para justificar mi falta de la semana pasada sólo diré que fue por precaución, salí con Ángel el jueves y había caído una pelona de no te menees, estaba todo blanco del hielo y encima fuimos por la zona del bike-park, justo antes de llegar teníamos dos alternativas: cruzar por el charco helado, de lo que desistimos al comprobar la fragilidad del hielo, o bajar una cuestecita (la del palet) que estaba helada y hacerlo a pie; mi compañero (sabio él) lo hizo por una zona de hierba, y yo probé a clavar las zapatillas, cosa que hice en el primer apoyo, incluso en el segundo, pero llegando casi abajo me resbalo, apoyo el peso sobre la bici y ésta también resbala, cayendo con toda la riñonera encima del manillar. No tengo que decir el daño causado, que me tiene unos minutos renegando y rezando porque no sea más que el golpe. Extremamos la precaución en todo el tramo, y decido continuar a pesar del dolor que no me abandonará en toda la ruta ni durante todo este tiempo hasta ahora. Noto como si las fuerzas me abandonasen, y cada vez que tengo que apretar un poco más fuerte a los pedales me da un latigazo que me recuerda lo doloroso del golpe. Han pasado los días y el dolor ha remitido bastante, pero el domingo pasado casi no me podía mover (el golpe fue el jueves), así que en contra de mi voluntad preferí dar unos días más de descanso a mis doloridos riñones. Volví a salir por carretera, tanto el martes como el jueves siguiente, temiendo la postura algo más inclinada de mi espalda, pero no, los test salieron perfectos; aunque arrastraba ciertas molestias, la carretera no era tan exigente con mi riñonera e hice las rutas bastante bien. El caso es que el martes noté una ligera flojera de piernas, sobre todo al final ya que fueron cuatro horas y 90 kilómetros a los que mis extremidades no estaban del todo acostumbradas. Y hoy he vuelto a salir, a pesar de que ya me he extendido muchísimo con la causa de no haber hecho crónica la semana pasada voy a continuar aquí mismo para no tener que poner otro título. Los augurios para el día de hoy no eran nada buenos: ola de frío y un frente que cruza la península y que dejará nieve en zonas relativamente bajas, como lo es ésta que tenemos. Hablamos por wassap para quedar si no llueve o nieva y con esas me levanto temprano, deseando que no lo haya hecho y poder dar unas pedaladas domingueras. Y no, el frío se intuye a través del cristal pero ni una gota, ni un copo en toda la noche, así que me visto y me cojo la bici enfilando hacia el punto de encuentro. Llego el primero y antes de tiempo, el frío es intenso y se siente mucho más que otros días con menos temperatura (ahora es de 2 grados y hemos salido ya algunos días a -2 y -3), espero un rato y pronto aparecen los camarmeños Richart y Juanpe que han cumplido con su palabra de venir si no llovía o nevaba. Después lo hacen Pastor y Nani, y poco más tarde Ángel, por lo que ya estamos todos o casi, pero hoy no ha venido el tardío de casi siempre. Empezamos yendo hacia Nueva Alcalá y el Parque Natural acompañados de unos finos copos que para nada estorban en nuestro pedaleo, blanqueando los caminos y dando un punto original a la mañana. Como el hombre es el único animal que se da dos veces con la misma piedra, entramos por el mismo sitio del día de mi golpe, aunque hoy el terreno no está helado y se puede bajar montado y sin problemas; menos mal, me digo, si llego a caerme me hubiese pillado un gran mosqueo. Atravesamos el bike-park, subimos la cuesta hasta la pista de los sincasa, y subimos por ella hasta el Gurugú; ya no hay frío y tampoco ruta fija, algunos llevan mucho sin montar y se nota la falta de ejercicio, así que optamos por intentar hacer algo no muy heavy. Hacemos las crestas y bajamos hacia la pista del Ave, llegamos al polígono y tomamos por el olivar a la izquierda para ir hacia el cementerio de Villalbilla. Un rato de espera y subimos al sendero que bordea el cerro, continuando por el mismo hasta llegar arriba, deámbulamos por las crestas un buen rato y llegamos al final del camino con dos opciones: a la izquierda la bajada del cementerio y a la derecha hacia la bajada de Ángel, optando por ésta última para que Juanpe haga un test a sus cubiertas nuevas. Para llegar allí tenemos que hacer un par de cuestas duras por la pista, desviándonos a la izquierda y atravesar el pinar. No sufro mucho ya que cuando empieza a empinarse me bajo y lo hago a pie, el terreno está húmedo y no resbala, tampoco se agarra a las botas ni a las ruedas en exceso, permite andar y eso es lo que hago, mientras el resto seguro que ni ha plantado el pie en toda la bajada, dado el flow que ofrece el terreno. El último tramo no le había hecho nunca antes, transcurre desde el final del pinar por un barranquillo hasta la pista del cementerio y está muy bien aunque algo resbaladizo. Ya está casi todo hecho, Nani se tiene que ir a currar y aceptamos acompañarle, vamos hasta el camino de la Isabela dirección Los Hueros, subimos por la carretera de Villalbilla y bajamos hasta Alcalá por los ewoks, a pesar de mi negativa por la posibilidad de barro; me joroba tener que darles la razón, pero excepto un pequeño charco, nada de barro y así llegamos a la pista del Parque sin novedad, vamos al lavadero a quitar lo poco que se ha pegado y a tomar unas cervecitas al Santa Cruz, lugar que no prodigamos desde hacía tiempo. S´acabó lo que se daba. 32 kilómetros en 2 horas y media, buenas sensaciones generales para empezar el año.
CHOCOLATE CON CHURROS Para este domingo tenía diferentes alternativas: una era salir por carretera con los mañaneros con un, en principio ¿ritmo tranquilo?; y la otra salir con los Ibex en la ruta oficial de todos los domingos. Si he de decir verdad, hasta última hora no decidí hacer lo segundo, y mira que ya me conozco el percal que se cuece en esta época, que con tanto hielo y el poco de lluvia que contribuye, se ponen los senderos de mírame y no me toques. Siempre elijo mal, y esta vez no va a ser diferente. Me voy a la Plaza de la Juventud poniendo especial énfasis en comprobar el comportamiento de las cubiertas nuevas, que las he cambiado por unas un poco más anchas buscando agarre y confort; las otras ya estaban bastante gastadas y cuesta abajo me patinaba bastante la trasera y también la delantera en cuanto el barro hacía acto de aparición. Salimos a la hora establecida y empiezo renegando por el itinerario elegido, porque seguramente nos pondremos guapos de barro en cuanto las temperaturas suavicen conforme avance la mañana. Toda la primera parte se deja hacer bien, está todo helado y bastante duro, entramos en el parque natural y vamos por el barranco de la zarza con la intención de subir también los lagartos, cosa que hacemos casi todos, ya que Ángel y Alberto desertan para tomar un camino menos agresivo. Todo ese tramo se hace bastante bien a pesar de las roderas que han dejado los bikers y los caminantes transitando cuando cuando se reblandece el terreno, hay algún tramo en el que patina la rueda trasera, pero nada que no se pueda solventar andando jejejeje. El frío ha dejado de acompañarnos una vez arriba, esperamos para juntarnos y seguimos camino bajando la muerte y subiendo el daytona hasta la pista que sube al pinar al pie del Ecce Homo, que dejamos a nuestra izquierda para ascender al Alto del Llano. Hay tramos en los que el hielo es peligroso, sobre todo una curva en la pista, que aún conserva nieve helada del otro día. Alcanzamos la cadena y continuamos hasta el alto, transitando el cerro hasta la bajada de la Támbara. Estamos en la encrucijada, la primera idea es hacer los garbanzos hasta Los Santos y luego bajar por la pista, pero la hora se nos echa encima y optamos bajar por las zetas y coger la misma pista sin subir nada más. Pronto nos damos cuenta del error cometido: el primer tramo todavía está helado y con nieve, el sol ha salido y está bastante alto, calentando el terreno y convirtiendo el hielo en barro, en principio no muy molesto, pero a medida que pasa el tiempo va embotando las ruedas y haciendo imposible rodar por zonas soleadas. El escenario es desolador: un montón de bikers intentando empujar unas bicis que no ruedan, estamos en medio de la nada, no hay otra salida que echarse la bici al hombro y andar un buen trecho hasta llegar a una zona de umbría y en descenso para intentar que el barro no se pegue. Al menos ya estamos en un camino y está bastante más compactado, mi bici rebosa barro por todos sus poros, los cambios, la cadena y no digo nada de las ruedas, que han engordado unos pocos kilos en un rato. Poco a poco el barro se suelta, y entonces lo que se me embarra es el coco y me pillo un mosqueo del ocho: por más que digo que ésto se ha podido evitar, el resto me dice que ésto es mountain bike y todavía me enervo un poco más. Me molesta bastante ver mi bici llenita de barro y pudiendo haberlo evitado, y mi presupuesto no está nada boyante como para gastarme dos euros cada domingo para lavar la bici. Solo han sido unos metros y la mayoría en bajada, que nos ha consumido el poco tiempo con el que contábamos, la mayoría en intentar quitar el barro de las ruedas, que al poco estaban otra vez repletas. Vernos volver es todo un poema, yo no se por qué razón a mi bici se le pega más barro que a las de las demás, llevo barro hasta en el colodrillo y me cuesta una barbaridad calar los pies. Bajamos por la pista hasta el puente y seguimos por asfalto hasta el Deca, parando a ver si por fin han arreglado el lavadero con resultado negativo. No había comentado antes que hoy era día de migas, y que por eso es por lo que teníamos cierta prisa, había que estar en el club a las doce y fue nuestra perdición, porque acortamos por el sitio peor. En fin, lavamos las bicis y llegamos un poco tarde para darnos un homenaje que nos hemos merecido con creces, con unas migas que nos ha preparado el padre de Juanjo que ha llenado nuestros buches. La opinión general ha sido que han salido las mejores migas hasta ahora, el año que viene serán aun mejores jejejeje. Me olvidaba y voy a nominar a todos los asistentes: Juanpe, Richart, Sergio (creo se llamaba así, un amigo de los dos primeros), Ángel, Rafa, Alberto, Chema, Pastor, Jesús, Jose Villalba y un servidor; luego han aparecido Juan Carlos y Juanjo ya en las migas y Javi Lobo, colaborando en la elaboración de tan rico condumio y en la intendencia del evento. Bueno, que han salido 36,4 km en 2 horas 41 minutos.
EL PISTILLAS VUELVE DE NUEVO Ya empiezo con las perezas a la hora de ponerme delante del ordenador e intentar contar algo de lo que hacemos cuando salimos con la bici a recorrer esos caminos que nos rodean. Después de una pequeña discusión en cuanto a la hora de quedada, pues la mayoría habían quedado para ir a Chiloeches, y los que nos quedábamos aquí hablamos de salir algo más tarde para intentar evitar en parte el frío, al final la hora fue la misma de todos los domingos, pues los renegados se asustaron por el posible barro y volvieron al redil. Hoy la ruta la he puesto yo, y como suele ser habitual, casi todo pista y asfalto, ha llovido estos días y después de la experiencia de la semana pasada, no pretendemos arriesgar nada, que en cuanto nos descuidamos nos ponemos de barro hasta las cejas. Para que no se me olvide, voy a nominar a los asistentes que fuimos: Juanjo, Pastor, Rafa, Chema, Ángel, Villalba y yo. El principio es como el de casi todos los días: Parque Natural, pista central, pista verde, Crestas y bajada hacia el camino de la Isabela. El día pintaba frío, empieza a calentar un poco el sol y la ausencia de aire mejoró bastante la temperatura en los inicios de la ruta, cosa que no ocurrió más adelante. Íbamos por el camino de la Isabela hacia Los Hueros, torcemos a la izquierda y subimos por asfalto hasta otro desvío que nos vuelve a salir a la izquierda hacia Villalbilla, de momento estamos evitando el barro, la mayoría de las pistas están impecables y duras debido al frío reinante y al aire de días atrás que ha contribuido bastante. Entramos en el pueblo y seguimos pisteando y por asfalto hasta la subida que nos ha de llevar hasta Anchuelo. Seguimos por la pista, subiendo, llevo por delante a dos y por más que lo intento no consigo echarles mano, hasta coronar y bajar hasta el pueblo; mi obsesión es no coger ningún sendero ni camino susceptible de embotarnos las ruedas, no quiero empujar ni bajarme de la bici, que luego los pedales se llenan de barro y no hay Dios que cale luego. En Anchuelo reponemos fuerzas y empezamos a comprobar que el aire arrecia del Norte y nos empieza a dar un frío que ya no nos va a abandonar en toda la mañana; unas fotos en la plaza y seguimos ruta, como siempre, por pista. Subimos hasta las antenas por la pista que sale del pueblo, las primeras cuestas son las peores y más duras, luego se va suavizando para terminar con otra cuesta más pronunciada; me pasa lo mismo que antes, llevo a dos que incluso van hablando, yo voy a todo lo que me dan las piernas y no consigo reducir ni un metro, hasta se me separan algo más, vuelvo a desistir de apretar más que ya voy calentito, y así llegamos arriba. Seguimos pisteando hasta Santorcaz, y de aquí hasta Los Santos, optando por seguir la pista recta hasta la carretera de El Pozo; este tramo es el que en peores condiciones está, se pega algo de barro a las ruedas, sin embotarlas, pero haciendo que rueda y barro sean uno tapando el taqueado de las gomas. Llegamos a la carretera y acordamos seguir por asfalto, ya que hemos tenido un componente con un problema físico y es mejor no forzarle, son unos pocos kilómetros de sube y baja que le hacen incluso hasta bajarse de la bici sobre todo en las subidas, las rodillas le han dicho basta y tiene que ir con mucho cuidado. El aire ha seguido haciendo de las suyas, desde Anchuelo no nos ha abandonado, además es muy frío y nos va dando de cara todo el tiempo. Llegamos al pueblo y bajamos hasta la pista, todo es en cuesta abajo hasta el río y luego todo llano por asfalto y pista hasta Alcalá, llegando sin novedad a nuestra bonita ciudad, dejándome sin cervezas debido a que se ha hecho demasiado tarde. Me despido del grupo, que no perdona ni una y me voy a casa. Ayer miré el cuenta y me salieron casi 55 kilómetros en 3 horas y media más o menos, lo que no está nada mal, ¿verdad?, y sin tener que lavar la bici por el barro acumulado.
Hola amigos. Otra bici robada en Alcalá de Henares: Si la veis, contactar con: rayitoveloz@yahoo.es Gracias
Cuando te quitan la bici no solo te quitan el objeto, te quitan la ilusión y parte de tu vida. Suerte y un par de ojos por aquí.