No se trata de "ver qué tal" sino de entrenarlo. Todos sabemos que hay que entrenar las piernas y el corazón (una idea muy falsa de lo que hay que entrenar, pero ya nos entendemos); muchos sabemos que hay que considerar la nutrición, menos que la nutrición también se entrena; y los menos ya sabemos que lo más importante que hay que entrenar para controlar la fatiga que consideramos física es la mente. No, no me refiero a ser mentalmente fuerte y tener control consciente de lo que se hace en una prueba especialmente dura. Eso es cierto, es necesario y se gana con la experiencia, pero me refiero a la fatiga de que ya no puedes más, te duelen las piernas, te mareas... esa fatiga, que realmente es la más importante, y que se alimenta también del estado fisiológico y del estado del sustrato energético, es la que nos para, la que hace que no podamos más. Es el cerebro límbico, contra el que conscientemente no podemos luchar porque actúa antes que la razón. Afortunadamente, lo que sí podemos hacer es entrenarlo para que... ...deje de pensar que nuestra razón está loca y estamos poniéndonos en riesgo. Esa es la clave. Para eso, lo vamos a tener que ir forzando poco a poco para que al final pedalear casi 40h seguidas no le parezca cosa de locos. Cuando por fin hacer una sesión de series de noche y lloviendo o entrenar una noche entera para probar las luces ya no es de locos sino una cosa normal, es cuando estamos preparados para este tipo de cosas.
En la 560 no hay ningún avituallamiento. O llevas tu comida desde la salida o paras a comprar comida en un bar, un súper, una gasolinera... En cualquier caso, hay que llevarlo todo bien preparado o te expones a perder mucho tiempo cada vez que tengas que avituallarte. Nosotros llevávamos una estrategia de 4h. Es decir, siempre llevar cubiertas las siguientes 4h de ruta. Eso son 2L de agua con isotónico (el isotónico lo llevávamos encima) y algo sólido que puedes llevar (tipo barritas, guayabas, geles) o que puedes comprar (un bocata, "barritas" de snack, una pizza en una gasolinera o un cámping...). En el isotónico llevamos una base de carbohidratos y sodio suficiente como para tirar si no encontramos otra cosa, y además, con los botes de isotónico etiquetados, diferentes dosis de cafeína en función del momento previsto de consumo. El ejercicio ayuda a no dormirte, pero también puedes dormirte en la bici, y eso es extremadamente peligroso, obviamente. Si notas que te falla la concentración, debes parar de inmediato o te expones a un accidente grave. Hay algunas soluciones para superar el cansancio central y la falta de capacidad de concentración, como los nootrópicos, pero tanto eso como la cafeína hay que manejarlos con cautela y no hacer ningún invento. Hay que informarse bien y probarlo antes con cabeza y precaución para ver la respuesta de tu cuerpo. Los nootrópicos no son nada demasiado raro ni peligroso, se los dan a los niños cuando estudian muchas veces, pero como no es algo que consumamos habitualmente al hacer deporte, hay que andarse con ojo. Por eso no voy a decir cuál es mi estrategia al respecto ni de cafeína ni de nootrópicos. Por mi experiencia la Traka 360 y la 560 son animales completamente diferentes, no son razas diferentes de la misma especie. La 360 entrenas, llegas con buena mentalidad, y la haces a ritmo de carrera los 360km como hicimos David y yo el año pasado, a una media de más de 20kmh y que podríamos haber mejorado con relativa facilidad. Es para correr, con los avituallamientos suficientes para no preocuparte por eso. Ni siquiera es muy dura, salvo por la distancia. La Traka 560 es durísima. del km 0 al 360 es muchísimo más dura que la 360, ya acumulas el doble de desnivel y además lo has hecho a lo grande, en puertos pirenaicos de hasta 20km que te exprimen física y mentalmente, incluso técnicamente si no eres bueno en ese aspecto. Van uno detrás de otro hasta sumar 6 puertos significativos. Y a esa dureza sumas el estrés que supone estar pendiente del agua y la alimentación, la hora para no llegar de noche al peor puerto, etc. Y después de eso, cuando ya puedes imaginar la fatiga que acumulas, te quedan 100km de llano (para mi es lo más duro cuando estás cansado) casi siempre contra el viento y el paso de las Gabarras, que es lo más duro que tiene la Traka 360 y aquí en el perfil prácticamente no lo ves. Y cuando acabas las Gabarras aún te quedan 60-70km que no se acaban nunca...
Ahora he sacado un rato para contestar adecuadamente. A mí me pasa un poco lo que comentas en el mensaje de abajo, de entre la traka 360 y la 560, que una prueba de día, es eso... Vas al ritmo que puedas, petas 4 veces por el camino si hace falta, pero tiras, llegas a meta y fin. Si pasas de 24h es un mundo aparte, y por eso me da respeto, hay que preparar mucho y entrenar otro tipo de cosas, para mí la noche es a lo que tendría que darle caña. Pero hay que marcarse retos, así que algún día me animaré. Apuntados todos los consejos. Esperando esa cronica que nos subirás!
Muchas gracias por la respuesta. Tomo nota de todo. Y entiendo la diferencia entre la 360 y la 560. Son dos modalidades de pruebas distintas. No obstante prefiero hacer la 360 antes porque no tengo excesiva experiencia en gravel y menos en tiradas tan largas. ¡Me uno a @theo para solicitar una crónica completa!
Por aquí algunos ya me conocéis. Ya sabéis que a mi lo que me motiva es sobre todo el camino, y esto de la bicicleta, paradójicamente, tiene mucho por andar, siempre. Porque siempre hay algún objetivo nuevo, algo en lo que antes no habías pensado, algo que no sabías quizás ni que existía o incluso algo que creías firmemente que no era para tí. Yo empecé en la bici por puro ocio. El deporte en sí era un efecto colateral, porque para divertirse en una bici bajando, antes o después hay que subir, pero lo que realmente me atrajo de la bicicleta de montaña fue su vertiente de pura diversión, de deporte de velocidad y técnica, como el esquí. En esa época eso de subirse en una bici por el mero hecho de pedalear y cuanto más mejor para mi era sencillamente una actividad diferente, nada que ver con lo que yo practicaba. En aquella época los retos eran sencillamente técnicos. No existía el enduro como modalidad con nombre, pero eso era lo que yo practicaba, con bicis que muchos consideraban engendros y que para mi eran la máquina total. Hasta que uno de mis colegas de ese incipiente enduro me habló por primera vez de las pruebas de larga distancia. Entonces, larga distancia era hacer 100 o 140km del tirón, eso era ya una barbaridad. Y la verdad, lo sigue siendo, pero es que no había cosas más largas al menos que yo supiera. Y así, planteando un reto completamente nuevo para mi, empecé a hacer pruebas de 100, 140... ¡ hasta 200 kilómetros! Recuerdo en aquella época, al ir a Probike a hacer una inscripción en la Transcatalunya, ver un cartel que anunciaba la Transpyr: "300 héroes se atreverán a intentar cruzar los Pirineos en tal solo 8 días". ¡De locos! ¡Menudos tarados! Eso pensé yo... algunos años después, otro amigo me convenció para apuntarme a esa prueba por primera vez... y a día de hoy cuento con nueve participaciones, nueve veces acabada, una vez siendo el primero en cruzar los Pirineos y una décima inscripción para la de este año... ¡de locos! Estaba claro que la cuestión era buscar retos que me obligasen a prepararme, a aprender técnica, entrenamiento... lo que fuese necesario para cumplir con el reto. Y eso es lo que me atrae tanto de la Transpyr, que siempre es un reto, nunca puedes estar seguro de que vayas a acabarla y por lo tanto siempre puede prepararse mejor. Uno de los años que no hice la Transpyr buscaba yo alguna cosa para sustituirla, pero precisamente ese año no podía dedicarle una semana a una prueba deportiva, de modo que hice una nueva inscripción en la Transcatalunya (esa fue la quinta si recuerdo bien) pero me sabía a poco... hasta que di con la prueba que de nuevo iba a suponer un reto. Ese año había descubierto precisamente el gravel con un engendro compuesto por un cuadro rígido de montaña y un manillar drop de muy poco reach, el famoso Midge de OnOne y que mejor para celebrarlo que hacer una prueba de esa incipiente modalidad. Era la Pirinexus 350 Non Stop. ¿350? ¿350km? ¿Del tirón? ¡De locos! De manera que no tardé en decidirme e inscribirme en esa Pirinexus. Fue la primera vez que pedalee tantos kilómetros y tantas horas, por supuesto. Y desde entonces, ese tipo de ciclismo de larga distancia siempre me ha atraído. En tantos kilómetros y tantas horas tienes tiempo de todo. De que te pase de todo, de tener todo tipo de paisajes, de pensar en cualquier cosa y, si no vas solo, de hablar de muchos asuntos. Curiosamente, cuanto mejor adaptado estás, menos piensas en la bici y en el pedaleo y más en otras cosas. Y así conocí The Traka (si, si The Traka, no LA Traka ) precisamente el año que estrenaban la distancia de 360km. Un amigo me habló de ella, y creo que no había ni acabado la frase que yo ya me había inscrito. Y allí que nos fuimos, a dar la vuelta a todo el Empordà con paisajes increíbles y todo tipo de terrenos y juegos mentales. Vamos, un verdadero reto para mi. Tanto, que al año siguiente volví, ya con @wind_dre. Y al siguiente... ¡uy al siguiente! Al siguiente se inventaron The Traka Adventure. El Gravel Paradise de Girouna en su máxima expresión. Recorrer toda la província, desde los Pirineos hasta el mar, con puertos increíbles y llanuras infinitas (si, pütas llaneras infinitas) a lo largo de nada más y nada menos que 560km y 10.000m de ascenso acumulado. ¡Vaya! ¡Eso eran ya palabras mayores! Así que de nuevo, en un abrir y ceerrar de ojos, inscritos. Tras toda una temporada de entrenamiento tan bien planificado como supimos hacer, que esa es la gracia, allí estábamos preparados para enfrentarnos al reto. Ya casi nos sabíamos el track de memoria. Habíamos recorrido el bucle de los Pirineos para saber a qué nos enfrentábamos (a veces es casi mejor no saberlo ). Todo preparado para... ¡para que cancelaran la prueba! Que si el tiempo, que si la nieve, que si el barro... primero modificaron el track para sacar los Pirineos pero después decidieron cancelar porque les pareció que enviarnos al infierno que se preveía no respondía a la mínima prudencia necesaria. Entonces nos ofrecieron repetir la de 360km y allí que nos fuimos... parece que sí que íbamos bien preparados, porque hicimos la 360 en 5h horas menos que el año anterior, apretando de verdad desde el principio hasta el final, increíble. Sin embargo, y aunque suene a sobrado, la 360 tenía dos problemas: el primero, que el reto ya no tenía la misma pinta, porque realmente si vas preparado físicamente, hay que tener mala suerte para no completarlo; y segundo, que se está convirtiendo en una prueba que está dentro del mundo del hype del gravel de Girona, con un componente de pose bastante importante, y a mi eso no me atrae tanto. Por eso este año, porque estaba pendiente, y porque el reto era ya de un orden muy superior, nos volvimos a apuntar a The Traka Adventure, la Traka de 560km, 10.000m de desnivel acumulado y desasistida. Y de nuevo nos pusimos manos a la obra: entrenar y preparar el track para enfrentarnos al reto. Este año además había un elemento muy especial, una bici nueva. Decidí montar una bici nueva porque, a pesar de que mi Oxia Grat me encantó desde el primer día, cuando vi la bici gravel de @rOoLeZ en el Gravel Paradise que montamos en Girona, me quedé enamorado de los acabados de esa bici y no me pude resistir, necesitaba una Oxia nueva. Como siempre, los proyectos tienen su proceso. Hay que decidirse, empezar a hablarlo, que Carlos encontrase hueco para un nuevo encargo, diseñar la bici con él para que fuese aún mejor que mi Oxia actual, hablar con Edu para hacer el diseño de pintura, esperar a la construcción del cuadro, esperar a que David acabase el tremendo trabajo con la pintura... y finalmente montar la bici apenas un par de semanas antes de la Traka... ¡menuda bararidad! Pero bueno, ahí estaba. Siempre es bueno darse un tiempo para acostumbrarse a una nueva bici, pero bueno, tampoco era tan nueva. Algunos retoques en la geo destinados a que la bici tuviese un comportamiento aún más adaptado a mi conducción y un manillar con menos ángulo que siempre me han gustado más que los más abiertos, y el resultado es una bici con un comportamiento espectacular, que da muchísima confianza, con una precisión de conducción extrema y con muchísima tracción, una maravilla. Además, llena de detalles. Es lo bueno de hacerse la bici a medida, que puedes hacerla con todos los detalles que quieras: cierre de tija integrada, patilla UDH, sin guías para el cambio, con el cableado íntegramente interno, con el escudo artesanal de Oxia, con un montón de soportes roscados donde a mi me gustan, especialmente para la bolsa de tubo superior ¡y para la bolsa de cuadro! Porta bidones por todas partes... de todo. Y estéticamente, pues qué voy a decir... Impresionante. Ya solo quedaba irse para Girouna y ponerse a pedalear Y asi nos fuimos David y yo para Girona, con la esperanza de que el tiempo no nos traicionase de nuevo (no lo parecía) y dispuestos a intentar nuestro reto este año. Algo que desde luego no era fácil. No sé si le habréis echado un vistazo al perfil de la Traka (si, me he cansado de lo de The Traka). Empieza con un puerto de carretera, la Collada Santigosa, que no es durísimo, pero sin pausa enlaza el Coll de Jou, el Coll de Meianell, la Collada Fonda y sube a Sant Miquel de Pera, para finalmente subir el Coll de Faja. Es un tramo tremendo de 180km y 6.000m para fundir al más aguerrido. Después ataca la Albera por el Mas Patiràs, Yo no sé si es coña o es casualidad, pero Mas en catalàn se refiere siempre a una masía, una vivienda típica de los que se dedican a la agricultura, y efectivamente hay un Mas Patiràs en lo alto de la subida, pero es que Patiràs en catalán signfica literalmente "sufrirás". Pues efectivamente, porque al Mas Patiràs se sube por unos rampones terribles a base de pequeños escalones de roca, ni más ni menos. Brutal, no solo por lo que serlo, lo es, sino porque además lo atacamos justo después de haber intentado descansar 45min después de las primeras 20h pedaleando, de modo que además yo al menos me sentía un poco empanado. Pero vamos, lo superamos y nos fuimos hacia el Cap de Creus, la última zona abrupta antes de atacar el llano de 100km del Empordà. El Cap de Creus es espectacular, y nos pilló el amanecer atacando la bajada a Cadaqués, un sendero técnico con el mar como telón de fondo absolutamente maravilloso, y al que pusimos la guinda desayunado en Cadaqués. Y de ahí, a Roses y a cruzar el llano infinito que no es ningún descanso. Al contrario, son 100km en los que no puedes aflojar el pedal, porque entonces se eterniza aun más. Y cuando se acaba, con ya 480km en las piernas ni más ni menos, tampoco es un alivio, porque da paso a las Gavarres, las montañas del Empordà. Tras los puertos pirenaicos tampoco es que las cifras sean para asustar con unos 8km y 400m, pero es que los 400m son a base de algunas de las más duras rampas de toda la Traka 560. Eso si, una vez superada, ya nada te va a parar. Quedan 70km para la meta, pero a pesar del cansancio ya parece que tocas la llegada con la punta de los dedos. Parece. Porque pasa el tiempo y siguen quedando 69, 68, 67... qué barbaridad, no pasan los kilómetros cuando tienes 500km acumulados en las piernas. Pero si, ¡al fin pasaron! La verdad es que en la meta estábamos yo diría a partes iguales felices y agotados. No sabes si ducharte y comer o si comer y ducharte. Han sido muchas horas (37:37:00 exactamente) pedaleando sin apenas descanso y sin dormir con la extraña sensación de haber hecho algo que no se puede hacer, que parece totalmente irreal... ¡pero ha sido real! La experiencia en sí ha sido increíble. Hemos aprendido un montón de entrenamiento y de nosotros mismos, de nuestros cuerpos y de nuestras mentes, no ya en la Traka, sino preparándola. Hemos recorrido un track extraordinario, muy bien preparado, tanto por los ritmos como por la extrema dureza o los juegos mentales en el Empordà. Hemos comido pizza y hemos desayunado en Cadaqués. también hemos bebido carbohidratos y nos hemos metido geles y barritas. Y hemos cagado en el campo. Más de una vez. Hemos llegado a extremos a los que a lo mejor no habíamos llegado nunca en nuestra vida. Una pasada. Si alguien se lo plantea, que lo haga, pero que lo prepare bien. Sufrir vas a sufrir, pero que al menos sea disfrutando a la vez, porque sufrir pa ná, es tontería. Y si no lo has preparado, vas a sufrir pa ná, eso seguro.
Eso es como ir a la piscina y meter el pie para ver si el agua está fría... ¡si te vas a tirar, tírate de una vez hombre!
Muchas gracias por la crónica!!! Y enhorabuena!! La bici es preciosa, no me canso de ver las fotos. La tija se perece mucho a la que trae mi Berria Allroad ¿es esa u otra marca?
Brutal la crónica!!! Una pregunta... de 35:52 a 37h que comentas, ¿solo parasteis 1:45 en total? me parecería brutal... para mi esta prueba es el siguiente paso... ya llevo un par de 360 y alguna de +200 y ya se me hacen "cortas"... quiero probar el tema de mas de un día, pero yo sí pararía a dormir en "casa".
Esa fue la única parada que consideramos larga. Para evitar gastar demasiada batería apagamos la luz y el GPS, y por eso no aparece ese tiempo en el elapsed. En paradas más cortas no llegamos a parar el GPS. Dado que era nuestra primera vez en una prueba de este tipo, nos lo tomamos con calma y en total paramos varias horas. Esa parada fue la que incluyó los 45 minutos tumbados, pero también hicimos un par de comidas, alguna parada en gasolinera, paradas en unas cuantas fuentes o algún bar... esto no puede ser como una carrera estándar con avituallamientos y soporte.
La acabo de mirar en Aliexpress y tiene muy buen precio, si funciona igual de bien que la tija Tibia de Berria es compra maestra. Muchas gracias por la info.
Enhorabuena compi por la azaña, como te envidio, jeje Una preguntilla técnica, qué tal se portaron los radios alpine nuevos que usas?
¡Gracias! Los radios por ahora genial. Las ruedas han quedado cómodas y con muy buena respuesta, además de ligeras. Me están gustando bastante. Los he montado en estas ruedas y en las de la BTT de la Transpyr. Vamos a ver el resultado que dan.
ENHORABUENA por el pedazo de reto @LyN_Suiza Gracias por compartir tu experiencia, no solo interesantísima en lo que a la prueba y marchas de ese tipo se refiere, sino también en lo personal y emotivo a partes iguales. Muy identificado con esos inicios del mtb donde el enduro no existía, o mejor dicho, todo era enduro y podemos decir que se hacía con bicis gravel porque las mtb de la época a lo sumo llevaban una ridícula suspensión de elastómeros. Mi "épica" entonces fue pedals de foc non stop... Con crónicas como la tuya a uno le entran unas ganas tremendas de volver a esos orígenes
Me viene bien saberlo, quiero montarme un juego nuevo en 700c y voy a pillarlos en wheel-parts.shop, ya te contaré. Gracias otra vez
No me deja dar un "pulgar p'arriba", será que posteo poco y no tengo privilegios... Por lo tanto aprovecho para felicitarte y agradecerte tomarte la molestia de escribir la crónica. Un saludo.
Hola¡¡ Otro finisher de la Traka 560 por aquí. Suscribo todas las palabras del compañero. Habiendo terminado la 360 el año pasado la 560 juega en otra liga por desnivel y dureza en sí del terreno, sobre todo en el norte. Les comparto el setup que llevaba en mi BMC Kaius: