Proximamente:::: Temporada verano2009::::ñ

Llevo los de sabores no???
Hay novedades a parte de lo unico que tengo???

 

LLego tarde a votar pero ¿me puedo apuntar? Por si a caso me apunto...y si eso pues me echáis por huevón...

 

Estooo, si por casualidad esto acelera en uno de mis periodos de desconexión, por favor, que alguien me avise al móvil.
Gracias majos

 

Estate tranquilo que estamos invernando!!

 

52.-Colorado

Ya estoy apuntado!Esto de trabajar tanto...NO ESTOY ACOSTUMBRADO!!!

 

No hay versión Grosa?
ein?

 

A ver si hay una primera version y luego ya hacemos el "merchadising" jajaja, pero tranquilidad que la estan peinando y el peluquero tiene que pelar a mas gente :cunaoo

 

Era este, non?

 

Me gusta

:dance:bravolatano:ymca:canta:lol::angel:defiesta:meaman:eh?:grin::roll:8):rasca:crybaby2latano:dance:bravo:bravo:sofa:alabando:ymca:defiesta

 

No nos olvidamos

 

por si os interesa, los de lana de portland están bastante bien, aunque para mi gusto la goma de la cintura debería ser más "fuerte" para que sea más ciclista y menos callejero.

Pero el tacto de la lana es muy bueno, sin picores ni similares, además el corte me gusta, con mangas estrechas pero largas.

La talla M es la que he comprado equivale casi a una L, por si acaso...

Por otro lado, si necesitáis alguien que os haga los maillots en pocas cantidades, decírmelo que hablo con los que me hacen la ropa de amaro, son de Alicante y la calidad es de lo mejor que he visto, permiten hacer desde sólo 10 unidades, y el precio, incluyendo todos los gastos (apertura del molde de impresión, iva, envíos, etc) está en torno a los 40 euros del maillot puesto en casa (son unos 28 euros por maillot, a los que añadir el resto de costes).

Saludines

 

Interesante.
… A diez unidades… Podemos hacer seis modelos!!

El de muestra es precioso!

Salud!

 

¿que pasa aqui?

 

Pues que sería buena idea hacer un mallot para los clásicos. Podríamos hacer propuestas y luego una encuesta para escoger uno.

¿Qué os padece?

 

Me parece muy buena idea.

¿quien se apunta?

 

1.- Yo
2.-

 

1.- Yo
2.- y Yo

 

1.- Yo
2.- y Yo
3.- ¡¡¡ Me apunte Ustez, Hoyga ¡¡¡

 

No estamos yendo igual que la otra vez????

 

Érase una vez un pequeño pastor que se pasaba la mayor parte de su tiempo cuidando sus ovejas y, como muchas veces se aburria mientras las veía pastar, pensaba cosas que hacer para divertirse.

Un día, decidió que sería buena idea divertirse a costa de la gente del pueblo que había por allí cerca. Se acercó y empezó a gritar:

- Socorro! El lobo! Que viene el lobo!

La gente del pueblo cogió lo que tenía a mano y corriendo fueron a auxiliar al pobre pastorcito que pedía auxilio, pero cuando llegaron, descubrieron que todo había sido una broma pesada del pastor. Y se enfadaron.

Cuando se habían ido, al pastor le hizo tanta gracia la broma que pensó en repetirla. Y cuando vió a la gente suficientemente lejos, volvió a gritar:

- Socorro! El lobo! Que viene el lobo!

Las gentes del pueblo, en volverlo a oír, empezó a correr otra vez pensando que esta vez si que se había presentado el lobo, y realmente les estaba pidiendo ayuda. Pero al llegar donde estaba el pastor, se lo encontraron por los suelos, riendo de ver como los aldeanos habían vuelto a auxiliarlo. Esta vez los aldeanos se enfadaron aún más, y se marcharon terriblemente enojados.

A la mañana siguiente, el pastor volvió a pastar con sus ovejas en el mismo campo. Aún reía cuando recordaba correr a los aldeanos. Pero no contó que, ese mismo día, si vió acercarse el lobo. El miedo le invadió el cuerpo y, al ver que se acercaba cada vez más, empezó a gritar:

- Socorro! El lobo! Que viene el lobo! Se va a comer todas mis ovejas! Auxilio!

Pero esta vez los aldeanos, habiendo aprendido la lección el día anterior, hicieron oídos sordos.

El pastorcillo vió como el lobo se abalanzaba sobre sus ovejas, y chilló cada vez más desesperado:

- Socorro! El lobo! El lobo! - pero los aldeanos continuaron sin hacer caso.

Es así, como el pastorcillo vió como el lobo se comía unas cuantas ovejas y se llevaba otras para la cena, sin poder hacer nada. Y se arrepintió en lo más profundo de la broma que hizo el día anterior.