Esta mañana de comienzos de marzo ha amanecido fria y ventosa. Anoche preparé los bártulos cuidadosamente: el peto integral, el casco, las gafas de máscara, las rodilleras, la camisa y el pantalón de enduro, zapatillas, guantes, cámaras de repuesto, el bombín, la llave multiuso, las palanquetas, la cámara de fotos... descolgué a "mi gordita" y repasé cada punto conflictivo. Los cambios funcionaban como la seda, la cadena esta engrasada, el SAG y el rebote del amortiguador y de la horquilla en su punto (20% del recorrido), los frenos correctos... me subo encima de ella y mi corazón se empieza a acelerar... me bajo, compruebo de nuevo las suspensiones, me quedo mirándola... le paso un trapo... la vuelvo a mirar. Es realmente bonita... Me pongo el pijama y me meto en la cama. Intento dormir pero no puedo. Mi mente vuela allí... estamos frente al ya viejo conocido camión militar que nos hace los remontes, subimos en silencio... el motor comienza a ronronear. Vamos sentados unos frente a los otros, algunos ya con el casco puesto, otros con el casco y los guantes entre las manos. Comentamos entre nosotros cual será la primera bajada del día. La que rompa el fuego. Nadie lo dice, pero todos lo sentimos. Ese cosquilleo que golpea tus sienes por la tensión. Estamos nerviosos y queremos bajar cuanto antes del camión. Como si se tratara de soldados esperando a entrar en batalla... Una vez arriba el aire es fuerte y frio. Bajamos del camión y recogemos nuestras monturas. Un último vistazo a las suspensiones. El sillín en su sitio. Nos ponemos el casco y las gafas de máscara. El corazón se acelera. Noto sus latidos fuertes golpeando en el peto y mi cuello... empezaremos por el DH1 para romper fuego. Uno a uno empezamos a adquirir velocidad sobre nuestras monturas. Llegan las primeras curvas y los peraltes. Escucho ese sonido característico de los discos de freno cuando aún están fríos. Ese quejido. La pendiente aumenta considerablemente y echo el cuerpo hacia atrás para compensarla y mantener el equilibrio. La bicicleta adquiere más velocidad y las suspensiones trabajan a ritmo frenético. Aumenta el ruido característico del rodar sobre las piedras. La respiración comienza a oirse dentro del casco. Apenas hemos empezado el descenso y ya estoy resoplando. Los nevios se van soltado poco a poco y empezamos a jugar con la bici, cambiando el peso de un lado a otro y dibujando las curvas que el sendero nos va trazando... siempre hacia abajo. De repente aparece ante mi el primer montículo en el que se adivina el primer salto. Como ya es un viejo conocido acelero sobre mis pedales y bajo un piñón. Ya está ahí. Comprimo todo mi cuerpo justo en el momento de iniciar la rampa con la rueda delantera de mi bici y casi de una forma automática me estiro como si fuera un gato dando un salto. De repente ese sonido característico del rodar sobre las piedras desaparece... las suspensiones se alargan en toda su extensión, y solo se oye el silencio... ya estoy volando...
vaka,tekto,pepe nosotros emos kedado en mi kurro alas 7 ya lo tenemos todo kargado a falta de la bike d floren asi k alas 7.15 ya saldremos para ya
vito ves komo kurrar es malo no kurras estas bueno te pones a kurrar t pones malo es la gripe del kurrante. mejorate k la semana k viene tenemos k salir todos
para todo akel k aviso las fotos del cirkuito k estamos konstrullendo deciros k esta tarde ya lo emos probado y esta de lujo vas aflipar kuando lo veais todo akavado
Lo siento no puedo poner el video del movil,necesito bajarme un programa.....................berny pon lo tuuuuuuuuuuuuuu¡¡¡¡¡¡¡¡
no te preocupes que las tendras,las tiene tomas es que el no esta en el foro,te los pasara por hotmail