alguien toma electrolitos? que te aportan en el ciclismo? hoy en una tienda me han recomendado electrolitos para reducir la fatiga en las rutas pero no se que **** te aportan,va en un formato como en espray y creo que en marcha cuando te sientes fatigado te pegas 3 esprayadas, o algo asi, alguien me puede explicar?
Siempre he entendido que los electrolitos son lo que tambien se llama las sales minerales y esas sales no te van a reducir la fatiga pero tomandolas durante un ejercicio prolongado puedes compensar las sales que vas perdiendo con el sudor y asi evitar problemas, sobre todo musculares. Las sales se toman habitualmante tomando bebidas deportivas con sales o añadiendo sales al agua del bidon o camelback, en las farmacias venden sobres. Es importante tomar sales en rutas largas y cuando hace mucho calor.
Siempre he entendido que los electrolitos son lo que tambien se llama las sales minerales y esas sales no te van a reducir la fatiga pero tomandolas durante un ejercicio prolongado puedes compensar las sales que vas perdiendo con el sudor y asi evitar problemas, sobre todo musculares. Las sales se toman habitualmante tomando bebidas deportivas con sales o añadiendo sales al agua del bidon o camelback, en las farmacias venden sobres. Es importante tomar sales en rutas largas y cuando hace mucho calor.
Vaaale, jajaja, ok ok, hace tanto que no uso un spray bucal que ya se me había olvidado que existen, ok! X-D
Equilibrio de la sal Las sales son compuestos químicos simples formados por átomos que transportan una carga eléctrica positiva o una negativa. Por ejemplo, la sal de mesa (cloruro de sodio) está constituida por átomos de sodio de carga positiva y átomos de cloruro de carga negativa. El cloruro de sodio forma cristales al secarse, pero, como muchas otras sales que se encuentran en el cuerpo, se disuelve fácilmente en el agua. Cuando una sal se disuelve en el agua, sus componentes existen separadamente como partículas cargadas denominadas iones. Estas partículas cargadas y disueltas se conocen colectivamente con el nombre de electrólitos. El valor (concentración) de cada electrólito en una solución de sales disueltas se puede medir y se expresa generalmente como la cantidad en miliequivalentes (mEq) por unidad de volumen de la solución (generalmente en litros). Los electrólitos se disuelven en los tres compartimentos principales de agua del cuerpo: el líquido en el interior de las células, el líquido en el espacio que las rodea y la sangre (los electrólitos se disuelven en el suero, que es la parte líquida de la sangre). Las concentraciones normales de electrólitos en estos líquidos varían. Algunos se encuentran en concentraciones elevadas en el interior de las células y bajas fuera de ellas. Otros se encuentran en concentraciones bajas en el interior de las células y elevadas fuera de ellas. Para un funcionamiento adecuado, el organismo debe mantener la concentración de los electrólitos dentro de límites muy ajustados en cada uno de estos compartimentos. A este fin, los electrólitos son desplazados dentro o fuera de las células. Los riñones filtran los electrólitos de la sangre y excretan en la orina una cantidad suficiente de ellos para mantener un equilibrio entre la ingestión y el consumo diarios. Las concentraciones de electrólitos pueden evaluarse en un laboratorio por una muestra de sangre o de orina. Se miden las concentraciones de los electrólitos en la sangre para determinar si hay una anormalidad y, en ese caso, usar los resultados para valorar la respuesta al tratamiento. El sodio, el potasio, el calcio, el fosfato y el magnesio son los electrólitos implicados más frecuentemente en los trastornos del equilibrio de la sal. Se miden también el cloruro y el bicarbonato; sin embargo, la concentración de cloruro en la sangre es, por lo general, paralela a la de sodio; y el bicarbonato suele estar implicado en los trastornos de equilibrio del ácido base. Regulación del sodio La mayor parte del sodio del organismo se encuentra en la sangre y en el líquido que rodea las células. El sodio se ingiere a través de los alimentos y las bebidas y se elimina con el sudor y la orina. Los riñones normales pueden modificar la cantidad de sodio que se excreta en la orina para que la cantidad total de sodio en el cuerpo varíe poco de un día a otro. Una alteración del equilibrio entre el consumo de sodio y su eliminación afecta la cantidad total de sodio presente en el organismo. Las alteraciones de la cantidad total de sodio están estrechamente ligadas a las del volumen de agua en la sangre. Una pérdida global del sodio del cuerpo no provoca necesariamente una disminución de la concentración de sodio en la sangre, sino que puede causar la disminución del volumen de sangre. Cuando éste disminuye, la presión arterial cae, se eleva la frecuencia cardíaca y se producen leves mareos e incluso shock en algunas ocasiones. Al contrario, el volumen sanguíneo puede aumentar cuando hay un exceso de sodio en el cuerpo. El líquido extra se acumula en el espacio que rodea las células dando como resultado una afección denominada edema. Una señal de edema es la tumefacción de los pies, los tobillos y la parte inferior de las piernas. El volumen de sangre y la concentración de sodio pueden verse afectados cuando se pierden o se ganan los excesos de agua y sodio. El cuerpo supervisa constantemente la concentración de sodio de la sangre y el volumen sanguíneo. Cuando la concentración de sodio aumenta demasiado, el cerebro siente sed, incitando a la persona a beber. Determinados sensores de los vasos sanguíneos y de los riñones detectan las disminuciones del volumen sanguíneo e inician una reacción en cadena que intenta incrementar el volumen de líquido en la sangre. Las glándulas suprarrenales secretan la hormona aldosterona, que hace que los riñones retengan sodio. La hipófisis secreta la hormona antidiurética, que hace que los riñones retengan agua. La retención de sodio y agua conduce a una disminución en la producción de orina, lo que finalmente provoca un aumento del volumen sanguíneo y un retorno de la presión arterial a su valor normal. Cuando los sensores de los vasos sanguíneos y de los riñones perciben un aumento de la presión arterial, y los sensores del corazón detectan un aumento del volumen sanguíneo, se estimulan los riñones para que excreten más sodio y orina, reduciendo de ese modo el volumen sanguíneo. Bajas concentraciones de sodio La hiponatremia (valor bajo del sodio en la sangre) es una concentración de sodio en la sangre por debajo de 136 miliequivalentes (mEq) por litro de sangre. La concentración de sodio en la sangre desciende demasiado cuando el sodio se ha diluido en exceso por una cantidad aumentada de agua en el cuerpo. El sodio puede diluirse excesivamente en aquellas personas que beben enormes cantidades de agua, como ocurre algunas veces en ciertos trastornos psiquiátricos y en los pacientes hospitalizados que reciben por vía endovenosa grandes cantidades de líquidos. En cualquier caso, la cantidad de líquido ingerido supera la capacidad de los riñones para eliminar el exceso. El consumo de pequeñas cantidades de agua (como un litro al día) puede producir hiponatremia en los individuos cuyos riñones no funcionan adecuadamente, como sucede en la insuficiencia renal. La hiponatremia también puede darse a menudo en personas que padecen insuficiencia cardíaca y cirrosis hepática, en las que se produce un aumento del volumen de sangre. En esos casos, este aumento provoca una dilución excesiva del sodio, aunque, por lo general, aumenta de igual manera la cantidad total de sodio en el organismo. La hiponatremia se produce en personas con glándulas renales hipoactivas que excretan demasiado sodio (enfermedad de Addison). Esta pérdida de sodio por la orina está provocada por una deficiencia de la aldosterona (una hormona suprarrenal). Las personas con el síndrome de secreción inapropiada de la hormona antidiurética (SIADH) tienen bajas concentraciones de sodio por diversas causas. En este trastorno, la hipófisis, glándula ubicada en la base del cerebro, secreta demasiada hormona antidiurética. Ésta hace que el cuerpo retenga agua y que el sodio se diluya en la sangre. Síntomas La velocidad con la que la concentración de sodio en la sangre disminuye determina en parte la gravedad de los síntomas. Cuando la concentración desciende lentamente, los síntomas tienden a ser menos graves y no se inician hasta que los valores son bajos en extremo. Cuando la concentración disminuye muy deprisa, los síntomas son más graves y tienden a producirse incluso con disminuciones menos pronunciadas. El cerebro es especialmente sensible a las alteraciones en la concentración de sodio en la sangre. Por consiguiente, el letargo y la confusión figuran entre los síntomas iniciales de hiponatremia. Cuando la hiponatremia se vuelve más grave, los músculos pueden presentar contracciones y convulsiones. En los casos más graves, pueden aparecer estupor y coma, y, finalmente, el paciente puede fallecer. Tratamiento La hiponatremia grave es una urgencia médica que exige tratamiento inmediato e intensivo. Tras haber tomado las medidas de urgencia necesarias, los médicos aumentan lentamente la concentración de sodio en la sangre con la administración de líquidos intravenosos, ya que un incremento demasiado rápido puede provocar lesiones cerebrales permanentes. Se restringe el consumo de líquidos y se intenta identificar y corregir la causa de base de la hiponatremia. En aquellas personas que presentan el síndrome de secreción inapropiada de la hormona antidiurética, se identifican las causas potenciales y se tratan en caso de ser posible. La demeclociclina o los diuréticos tiacídicos, que disminuyen el efecto de la hormona antidiurética sobre los riñones, se pueden suministrar si la hiponatremia se agrava o no mejora a pesar de la restricción de líquidos. Elevadas concentraciones de sodio La hipernatremia (valor elevado del sodio en la sangre) es una concentración de sodio en la sangre superior a 145 miliequivalentes (mEq) por litro de sangre. En la hipernatremia, el cuerpo contiene muy poca agua en relación a la cantidad de sodio. La concentración de sodio en la sangre aumenta hasta alcanzar valores anormalmente altos cuando la pérdida de agua excede la pérdida de sodio (cuando se bebe poca agua). Una concentración elevada de sodio en la sangre significa que el individuo no siente sed cuando debe o bien tiene sed pero no puede conseguir agua suficiente para beber. La hipernatremia se observa también en personas con un funcionamiento renal anormal o bien en las que presentan diarrea, vómitos, fiebre o sudación excesiva. La hipernatremia es más frecuente entre las personas de edad avanzada. En general, la sensación de sed se percibe más lentamente y con menos intensidad en estas personas que en los jóvenes. Los ancianos que están postrados en cama o que sufren de demencia pueden ser incapaces de conseguir el agua para beber, aunque perciban la sensación de sed. Además, a una edad avanzada, los riñones son menos capaces de concentrar la orina, de modo que estas personas tampoco pueden retener el agua con la misma eficacia. Los ancianos que toman diuréticos, forzando los riñones a excretar más agua, corren particularmente el riesgo de hipernatremia, sobre todo cuando hace calor o enferman y no beben suficiente. La hipernatremia es siempre grave y especialmente en personas de edad avanzada. Casi la mitad de los individuos hospitalizados por esta afección fallecen. Muchos de los pacientes sufren enfermedades de base graves que permiten el desarrollo de la hipernatremia; de ahí que el índice de mortalidad sea tan elevado. La hipernatremia puede ser también la consecuencia de una excesiva excreción de agua por parte de los riñones, como sucede en la diabetes insípida. En caso de diabetes insípida, la hipófisis secreta una cantidad insuficiente de hormona antidiurética (la hormona antidiurética hace que los riñones retengan agua), o bien los riñones no responden a la hormona de un modo adecuado. A pesar de la pérdida excesiva de agua por parte de los riñones, las personas con diabetes insípida rara vez desarrollan hipernatremia, siempre y cuando sientan sed normal y tengan acceso al agua. Síntomas Como en la hiponatremia, los síntomas principales de la hipernatremia resultan de una disfunción del cerebro. La hipernatremia grave ocasiona confusión, contracciones musculares, convulsiones, coma y finalmente la muerte. Tratamiento La hipernatremia se trata reponiendo la falta de agua. En todos los casos, excepto los más leves, se administra el líquido por vía intravenosa. Se efectúan análisis de sangre repetidos para determinar si la cantidad suministrada ha sido suficiente. Corregir el cuadro con demasiada rapidez puede causar lesiones cerebrales permanentes, por lo que la concentración de sodio en la sangre debe reducirse muy lentamente. Se pueden efectuar pruebas adicionales de orina para determinar la razón por la cual la concentración de sodio es elevada. Una vez que se identifica la causa de base, el tratamiento puede hacerse más específico. Por ejemplo, si una persona tiene diabetes insípida, se puede administrar hormona antidiurética (vasopresina). Regulación del potasio El potasio desempeña un papel principal en el metabolismo celular y en el funcionamiento celular nervioso y muscular. A diferencia del sodio, la mayor parte del potasio del cuerpo está localizado en el interior de las células, no en el líquido extracelular ni en la sangre. La concentración de potasio en la sangre debe mantenerse dentro de un margen ajustado. Una concentración de potasio demasiado elevada o demasiado baja puede tener consecuencias graves, como un ritmo cardíaco anormal o un paro cardíaco. El potasio almacenado en el interior de las células contribuye a mantener constante la concentración de éste en la sangre. Como el de otros electrólitos, el equilibrio del potasio se alcanza igualando la cantidad ingerida a través de los alimentos con la cantidad excretada. Aunque se pierde algo de potasio a través del aparato digestivo, la mayor parte abandona el cuerpo por la orina. Normalmente, los riñones modifican la excreción de potasio para igualar los cambios en el consumo alimenticio. Algunos fármacos y ciertas circunstancias hacen que el potasio se desplace dentro o fuera de las células, afectando también de un modo importante la concentración de potasio en la sangre. Bajas concentraciones de potasio La hipocaliemia (valor bajo del potasio sanguíneo) es una concentración de potasio en la sangre por debajo de 3,8 miliequivalentes (mEq) por litro de sangre. Los riñones normales conservan el potasio de una manera sumamente eficaz. Una reducción hasta valores demasiado bajos de la concentración de potasio en la sangre se debe, por lo general, a un funcionamiento anormal de los riñones o a una pérdida excesiva de potasio a través del aparato digestivo (a causa de vómitos, diarrea, uso crónico de laxantes o pólipos en el colon). Dado que muchos alimentos contienen potasio, la hipocaliemia no suele producirse por un consumo reducido de ellos. El potasio puede perderse en la orina por varias razones. La más frecuente, sin duda, es el uso de ciertos tipos de diuréticos que hacen que los riñones excreten excesivamente sodio, agua y potasio. Las otras causas de la hipocaliemia son poco frecuentes. En el síndrome de Cushing, las glándulas suprarrenales producen cantidades excesivas de corticosteroides que incluyen la aldosterona, una hormona que provoca la excreción por parte de los riñones de cantidades elevadas de potasio. Los riñones excretan un exceso de potasio en las personas que comen grandes cantidades de regaliz o mastican ciertos tipos de tabaco. Los sujetos con síndrome de Liddle, de Bartter y de Fanconi tienen defectos congénitos en el mecanismo renal de conservación del potasio. Ciertos fármacos (como la insulina y los antiasmáticos albuterol, terbutalina y teofilina) aumentan el movimiento de potasio hacia el interior de las células, pudiendo provocar hipocaliemia. Sin embargo, el uso de estos fármacos raramente es la única causa. Síntomas Las disminuciones leves en la concentración de potasio en la sangre no provocan por lo general síntomas. Una deficiencia más intensa (valores inferiores a 3,0 mEq por litro de sangre) puede causar debilidad muscular, contracciones musculares e incluso parálisis. El corazón puede desarrollar ritmos anormales, sobre todo en enfermos cardíacos. Por esta razón, la hipocaliemia es sobre todo peligrosa para los que toman digoxina. Tratamiento El potasio puede reponerse de un modo relativamente sencillo ingiriendo alimentos ricos en este elemento o tomando sales de potasio (cloruro de potasio) por vía oral. Debido a que el potasio puede irritar el aparato digestivo, es preferible suministrar los suplementos a pequeñas dosis varias veces al día junto con los alimentos. La mayoría de las personas que toman diuréticos no necesitan tomar suplementos de potasio. Sin embargo, la concentración de potasio en la sangre se controla periódicamente para modificar el tratamiento si fuera necesario. Cuando la deficiencia de potasio es importante, se puede suministrar por vía intravenosa. En ese caso, la administración se realiza con prudencia y, por lo general, sólo en el hospital, para evitar que aumente demasiado la concentración sanguínea. Elevadas concentraciones de potasio La hipercaliemia (valor elevado del potasio sanguíneo) es una concentración de potasio en la sangre superior a 5 miliequivalentes (mEq) por litro de sangre. En general, la concentración elevada de potasio en la sangre es más peligrosa que la baja. Una concentración superior a 5,5 mEq por litro de sangre comienza afectando el sistema de conducción eléctrica del corazón. Si el nivel en la sangre sigue aumentando, el ritmo cardíaco se vuelve anormal y el corazón puede dejar de latir. La hipercaliemia generalmente se produce cuando los riñones no excretan suficiente potasio. Probablemente la causa más frecuente de hipercaliemia leve sea el uso de fármacos que evitan su excreción a través de los riñones, como el triamterene, la espironolactona y los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina. La hipercaliemia puede también ser provocada por la enfermedad de Addison, en la cual las glándulas suprarrenales no producen cantidades suficientes de las hormonas que estimulan los riñones para excretar potasio. La enfermedad de Addison es una causa cada vez más frecuente de hipercaliemia, debido al aumento de personas con SIDA que presentan problemas en sus glándulas suprarrenales. Una insuficiencia renal, parcial o completa, puede producir hipercaliemia grave. Por eso, los sujetos con mala función renal deben evitar los alimentos con altos contenidos de potasio. La hipercaliemia puede también producirse cuando una gran cantidad de potasio sale repentinamente del interior de las células; ello puede suceder si se destruye una gran cantidad de tejido muscular (como en un aplastamiento) y en casos de quemaduras graves o de sobredosis de cocaína “crack”. La rápida llegada de potasio a la sangre puede superar la capacidad de los riñones para excretarlo, y causar una hipercaliemia potencialmente mortal. Síntomas La hipercaliemia leve provoca pocos o ningún síntoma. Generalmente, se diagnostica por primera vez cuando se hacen análisis de sangre o cuando se notan alteraciones en un electrocardiograma. En algunos casos, se pueden manifestar síntomas como un latido cardíaco irregular, que puede ser percibido como palpitaciones. Tratamiento El tratamiento inmediato es esencial, cuando la concentración de potasio en la sangre aumenta por encima de 5 mEq por litro en un sujeto con escaso funcionamiento renal, o por encima de 6 mEq por litro en una persona con funcionamiento renal normal. Se puede eliminar el potasio del cuerpo a través del aparato digestivo, los riñones o mediante la diálisis. También se puede eliminar induciendo diarrea o con la ingestión de una preparación que contenga una resina que absorbe el potasio. Dicha resina no se absorbe en el aparato digestivo, de modo que el potasio sale del cuerpo junto con las deposiciones. Cuando los riñones funcionan bien, se puede suministrar un diurético para incrementar la excreción. Cuando se necesita un tratamiento aún más rápido, se administra una solución endovenosa que contenga calcio, glucosa o insulina. El calcio contribuye a proteger el corazón contra los efectos del exceso de potasio, pero esta protección dura sólo unos minutos. La glucosa y la insulina conducen el potasio desde la sangre hacia el interior de las células, haciendo de ese modo descender su concentración en la sangre. Cuando estas medidas no surten efecto o en caso de disfunción renal, puede ser necesaria la diálisis.
Pon la fuente por favor. Copiando y pegando es interesante citar también de dónde sale la información original.
pues que quieres que te diga de donde salio esto ya que es de un libro-apuntes (una recopilacion de internet ) de bioquimica de cuando estudiaba
Hace mucho de eso? Es que ya sabes que en temas médicos los protocolos cambian cada 2x3. Para ver si la información está muy desfasada o no.
esto es actual ya que la funcion de los electrolitos en el cuerpo sigue siendo la misma hace 5 años que ahora , encambio los protocolos medicos si pueden variar ya que una cosa es como actuan los medicos y otra muy distinta como lo hace el cuerpo humano que creo que funciona igual desde hace por lo menos 100 o 200 años si no es mas
Bueno, no hace tanto se pensaba que la sangre no se movía dentro de las venas. Ya entendías a qué me refería ;-)
el saber no ocupa lugar , es mas creo que todos los que hacemos deporte deberiamos saber bien como funciona nuestro cuerpo y que funcion tienen las cosas para poder prevenir posibles cadencias aunque si no quieres leerlo entrero la explicacion a "que son los electrolitos " lo tienes puesto en negrita en el texto