...Viene de AQUÍ. Admiramos el paisaje, protes de nuevo mientras observábamos que quedaba poco tiempo de luz y un lugareño nos comentaba que aún teníamos dos horas por delante de descenso. Y qué razón llevaba. Nos lanzamos por el GR que luego se transformó en PR que, en ocasiones nos hacía detenernos para buscar por dónde seguía dada la explosión de vida vegetal que se "comía" literalmente las sendas. Observamos a lo lejos la silueta de una gineta que supo desaparecer muy habilmente, alertada por nuestra presencia, y continuamos la marcha hasta entrar en un profundo bosque. Era el colofón de la ruta, el súmum de la perfección, la guinda del pastel. Sendas realmente impresionantes con algunas zetas y tramos técnicos que nos devolvieron las fuerzas que nos estaban abandonando. Sin duda, lo mejor de la jornada para mí. Inmersos en un auténtico bosque rebosante de helechos, musgos y enredaderas que trepaban por los troncos de los pinos, creando un ambiente que nada tiene que envidiar a las mejores fotos de Whistler o cualquier salvapantallas impresionante que hayamos buscado en alguna ocasión para nuestro pc. 2 horas y poco hasta que vislumbramos Bielsa, donde acabamos cruzando el pueblo con la sonrisa propia de un guerrero que vuelve de la batalla ganada. ÉPICA EN TODA REGLA. RUTÓN. De regreso a Aínsa, comentarios de todo tipo, ducha y una cena de categoría: Dudu no había podido hacer la ruta con nosotros debido a que, como teníamos que sacar los pedales de las bicis para que cupiesen todas, se los dejó olvidados, así que fue junto con Luisma que abortó la ruta en la comida a comprar la cena, que no era otra que una fabulosa chuletada en el patio de la casa rural, y unas patatas asadas. El colofón a un día brutal. Sin duda una currada que agradecimos devorando las chuletas con ansia mientras reíamos y narrábamos las mejores jugadas. Más tarde, y porque unas gotas nos interrumpieron, recogimos y todos a la cama. Nos esperaba una nueva ruta a la mañana siguiente. DOMINGO. 08:00 AM. De pie de nuevo y preparados para una ruta nueva, totalmente diferente a la de ayer, pero tan impresionante como la vivida. Coches de nuevo y rumbo al Hospital de Tella. Allí dejaríamos el vehículo de Dudu, y remontaríamos hasta la presa de Pineta, desde donde comenzaría una nueva aventura. De nuevo la rutina vivida el día anterior que nos hacía ganar altura incesantemente. Alguna paradita en la que descubrimos el intenso sabor de las fresas silvestres y xino-xano hasta el comienzo de la senda. Ni más ni menos que 25 km. de trialeras con 800 m. de desnivel acumulado son motivo más que suficiente para subir hasta allí incluso a rastras si hace falta. Y qué trialeras, oigan! Tras vestirnos de romano allí nos esperaba el clímax del endurero. Unas trialeras BRUTALES con saltos naturales, zetas de infarto y desniveles impresionantes, todo rodeado de un paisaje idílico, en el seno de lo más profundo del bosque pirenaico, mientras seguíamos el canal del Cinca. Nuevamente gritos de gozo y libertad, mientras negociábamos los pedrolos y raíces mojadas (estas últimas altamente peligrosas ante la que se rinde cualquier cubierta). Paraditas contínuas para inmortalizar esos momentos hasta que nos detuvimos a almorzar. Sonrisas en todas las caras, palabras que eran piropos al monte entre bocado y bocado de bocata. Reemprendemos la marcha y más de lo mismo. No deseabas que aquello se acabase, pero es que tampoco se acababa. Ruta rompepiernas donde las haya con un perfil en forma de sierra, que en ocasiones te hacía sentir tener un "deja-vú", dada la similitud de los tramos. De nuevo nos sorprende la lluvia pero estábamos a un paso de unos impresionantes túneles excavados en la roca, y digo impresionantes porque nos comentó Jorge que habían sido hechos por presos. Nada de máquinas, sino picando una y otra vez. Como digo, impresionantes. Allí nos refugiamos de la lluvia por un momento mientras disfrutábamos de las maravillosas vistas que había, y del pavoroso abismo que teníamos en todo momento a mano izquierda. Ni las copas de los abetos más altos llegaban hasta donde estábamos. Reemprendemos la marcha, esta vez en forma de subida y cambiamos de vertiente, ya que se unía al río Cinca las aguas del Cinqueta, girando hacia el oeste y cruzando unos canchales que nos llevarían a una de las partes más divertidas de nuestra ruta: una bajada plagada de zetas que te hacen recuperar fuerzas con una sonrisa de oreja a oreja. No obstante, este descenso nos llevaría a una zona en la que, dejando de lado el impresionante decorado que nos rodeaba, abundaban las zarzas y las aliagas, compañeros desagradables que tratarían de impedir el disfrute general y que en alguna ocasión minarían la moral del personal allí presente. De repente, surgido como de bajo de la tierra, aparecía un camino de cemento que forma parte de una canalización realizada el siglo pasado para el aprovechamiento hidroeléctrico del agua de la cuenca del Cinca, todo, según parece (son 14 km. dentro de la espesura del bosque), hecho con medios humanos y muy poca o ninguna maquinaria ni explosivos. Allí pude cambiar las pastillas de los Hope delanteros que no hacían más que frenar la rueda y me estaban matando. Nos encontrábamos ya de lleno en el GR-19 que nos llevaba a Tella, y pudimos disfrutar de una zona más parecida a nuestras trialeras por la cantidad de pedrolos que tenía (eso sí, aquí bien mojaditos pues nos volvió a sorprender la lluvia), y raíces que hicieron las delicias de la banda, con tramos bastante técnicos. Un auténtico disfrute. Más y más senda con pasos por riachuelos que siempre coincidían en curva cerrada y de subida a izquierdas, con tramos de verdadera empujancia por barro (la humedad rondaría el 100% en esas zonas, era bestial), y los pies más que mojados de pasar rozando la hierba húmeda que nos rodeaba, combinado con tramos descubiertos en los que pegaba el sol y predominaba la roca. Finalmente, vislumbramos a lo lejos Tella y dábamos por concluída la maravillosa ruta del día. Pacolo, Raulete y Dudu que se suben a por los coches y ya de vuelta a Aínsa, la ansiada ducha y a disfrutar de una merecidísima cena en la plaza del casco antiguo. Repaso de las mejores jugadas en torno a un buen vino mientras disfrutábamos de unas rebanadas de pan tostado con tomate, ajo, longaniza seca y unas olivas negras exquisitas. De primero, lasaña al horno, otros morcilla de Burgos y luego la bomba de relojería: para mí un codillo de cordero como la copa de un pino, pero otros como Pacolo, Diego, Mora..., eligieron una "muerte por intoxicación cárnica" a modo de fuente enorme que contenía chuletas de cordero, pechuga de pollo, codorniz, churrasco y longanizas, todo asado. Casi ná. Hubo quien hasta incluso repelaba los huesos... Mientras cenábamos, aparecieron Jorge junto con MN y José Luis Flores (murcianos de pro), que acababan de llegar. Saludos y caras nuevas grabadas en el archivo. A MN ya le conocía de nuestra épica Aitanera en la que vino con Nando, y con José Luis Flores tengo ganas de coincidir en una buena rotada también. Buena gente, sin duda alguna. Quedamos para después tomarnos algo y charlar, e incluso planear alguna salidita con Jorge a la mañana siguiente. Acabamos la opípara cena, y tocaban unos cubatitas y futbolín de marras mientras veíamos pasar por meta a Pedrosa delante de Rossi en Laguna Seca. En el pafeto no vimos a Jorge ni a los murcianos, y después estuvimos buscándolos pero no los encontramos. Eran ya cerca de las 2. Tuve que plantearme seriamente si salir o no ya que al día siguiente nos esperaban otras 6 horas de coche hasta La Pobla y después 2 horas más en solitario hasta Novelda. Al final me eché atrás por si acaso, y fueron Pacolo y Diego quienes salieron a hacer una rutita de unas 2 horas. Bueno es, porque así ya sé que me queda algo pendiente para volver. En definitiva, una experiencia maravillosa e inolvidable en un entorno de ensueño con una muy grata compañía, con la que espero coincidir en breve con mi gente y mostrarles el Territorio Rotero que, aunque no tenga esos paisajes, tiene su encanto y forma parte de mi vida. Mi agradecimiento a todos (Pacolo, Luisma, Diego, Raulete, Mora, Dudu, Óscar, Miguel, sois cojonudos), incluído a Jorge que se portó exquisitamente con nosotros (Jorge, volveré... Eso sí, avisa cuando bajes por aquí). Siento no haber podido rutear con él pero espero hacerlo pronto, al igual que con los murcianos (MN, José Luis Flores & co.). Es una gozada saber que aún hay tantas tareas pendientes, tantas sendas por descubrir, gente agradable por conocer y días para hacer todo eso y más. AÍNSA rulZ!! :chinchin --------------------------------------------- NOTA 1: para quien lo desee, el álbum completo de fotos puede verlo pinchando AQUÍ. NOTA 2: por si fallan los links que unen la crónica completa, se puede leer entera pinchando AQUÍ.
**** Josele, me has hecho vivirlo de nuevo al detalle!!! buenas fotos!!! :aplauso2 ¿Cuando volvemos? :biker
Gracias a todos. Me alegra que os guste. Creo que es un lugar de obligada visita para cualquier endurero. Yo he ido...... Y volveré. Eso seguro! :biker Ya lo creo que volveremos!! Aunque lo que tiene ahora mismo mi mente en danza es un lugar del que he visto tus fotos hoy y empieza por A, sigue una L, luego una P, una E y acaba en S... Telita! Toda la tropa está obligada a venirse, que es distinto. Arturbo, tú vas dentro de una o dos semanas no? Qué lástima no haber coincidido allí. Bueno, sea como sea te hemos dejado enchufados los aspersores para que tengas buen "grip".
Bienvenido al paraiso. Allí arriba y resguardado de la lluvia, tal como aparece alguien en una foto, quedó una parte de mi cerebro que pronto volveré a recoger.
Que chulo Jose!! Vaya gozada de crónica!!! Ni los mejores panfletos de propaganda del Sobrarbe oye!!! Saludos!!
Impresionantes fotos e impresionante todo,yo este verano voy en agosto al Valle de Tena pero hare algo mas light
Como me dijeron una vez a mi... eres un romántico!!! Felicidades por el rutón. Chapeau. Como me habéis puesto los dientes...
Buuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuf !!! Crónica genial de un lugar impresionante! Nos dais mucha envídia. Pero gracias por mostrarnos possibles destinos de nuestras aventuras!!