Nunca me ha gustado que me pongan etiquetas. No es que me considere totalmente a prueba de ese tipo de encasillamiento gratuito al que cada vez parece haber más candidatos en nuestra sociedad atiborrada de clichés, pero si que me he pasado más de media vida eludiéndolo con bastante éxito. Así pues, cuando esta pasada semana, durante una aparentemente inocua conversación de temática ciclista, dos colegas decidieron definirme como un biker "clásico", así, como si nada, yo no pude evitar el ponerme un poco a la defensiva. "¿ Clásico?", respondí yo fingiendo curiosidad, mientras mi mente sucumbía a las connotaciones retrógradas que a menudo asociamos la palabreja. Para mi, en aquellos momentos, , mis colegas bien habrían podido llamarme "carca" ó "dinosaurio", ó incluso "sentimental" y hubiese tenido un efecto idéntico. Superado el "shock" inicial, les apremié a que me explicasen mejor lo que querían decir y pronto descubrí que ser "clásico", de alguna manera y a pesar de su abstracción y muchos significados en este preciso caso tenía mucho que ver con la inquebrantable fidelidad que desde hace un montón de años he profesado a mi Kona Hei-Hei de cuadro rígido (pero con horquilla de suspensión) y también por el hecho de que, al menos en este momento, rechazaría cualquier proposición de cambiarla por una bici de suspensión integral. "Me parece mentira que puedas ir sobre una bici rígida", me decía uno. "Pues a mí me parece mentira que puedas ir en una bici de suspensión total", contesté yo. "¡¿Por qué?", me preguntan incrédulo ante mi tozudez. "Pues porque mi Hei-Hei es simple, infalible, ágil como un gato, porque mis salidas favoritas en el mundo vertical en el que vivo empiezan con una escalada de 1000 metros de desnivel y transcurren por un terreno sobre el que a menudo hay que echarse la bici al hombro durante un buen rato, porque no puedo permitirme que a las 3 horas de la pista más cercana un pivote se me despendule ó que el amortiguador reviente, porque prefiero oir los pajaritos cantando que no el chirriar del basculante, porque soy naturalmente perezoso y no me atrae el substraer tiempo de mis excursiones para dedicarme al mantenimiento de mi bici, porque prefiero un buen plato de albóndigas en la tasca del pueblo que una decadente cena en un restaurante de postín, porque prefiero classic rock que ese adulterado de soft rock para gente guapa...y en el fondo, supongo yo, porque soy Xavi, y soy un biker clásico...respondí con vehemencia, y justo cuando dí por concluída mi lista de razones, se me pasó por la cabeza que probablemente en un día muy lejano mi fiel montura muy bien podría ser una máquina de suspensión total y que seguramente entonces mis amigos todavía me seguirán llamando "clásico". PD. Artículo de opinión de Xavi Fané publicado en la revista Solo Bici número 88 de Septiembre de 1998.
¡Je, je, je.....! Un tipo duro y autentico........ Un onvre........ Estuve bastante tiempo que solo compraba la revista de marras para leerle las cronicas desde Crested Buttle.
tambien lo podeis seguir en la revista ridersdonde creo que tiene una pàgina de opinion-vivencias al estilo solobici, es bimensual, con buenas fotos, aunque para mi gusto demasiado enfocado a frirrai y descenso (aunque hoy en dia... cual no?). este més sale una vicuous cycles pintada de flores Hawainas en axul y blanco que ya salió hace tiempo por clasicas
Bueno, por lo que le lei hace ya unos años, la Kona dejo paso a una SC Blur Full XTR con su correspondiente TALAS, se irá haciendo mayor jaja. Es un crak, si señor, que envidia de entorno para vivir.
este tipo... realmente lleva la vida que le gustaría llevar ¿cierto?, pues que crack!, asín da gusto.
Eso mismo me preguntaba...con que bici saldrá ahora a pedalear?? no deja de ser lógico por otra parte, pero se nota que realmente lo especial lo representa él, indistintamente de si lleva esta ó otra bici, la bici es importante pero nada comparado con lo que supone una vida entera haciendo lo que te gusta encima de una bici en medio de los caminos y montañas. Un saludo!