Buenas Cristian, esto es como en cualquier deporte, si tienes la oportunidad de competir porque quieres ver en que nivel te juegas las castañas pues hazlo pero tienes que tener en cuenta varias cosas: - Lo primero es familiarizarte con tu bicicleta, quedar con gente y compartir experiencia. - Lo segundo que hemos hecho muchos es ver una carrera en directo antes de competir. - Lo tercero es competir sin licencia pagando licencia de un día en una carrera que así lo permita. Si después de todo esto la experiencia ha merecido la pena, entrenas a tope y corres las que puedas con licencia de un día hasta que decidas desde principio de año si te va a ser reentable federarte o solo vas a correr una carrera al año... Todo sea dicho que la licencia federativa lleva implícito un seguro que te puede venir de perlas ante accidentes en pleno entrenamiento y que viendo la situación de la Seguridad Social en este pais, es todo un lujo tenerlo. Otra cosa, tragate muchos videos de competiciones tipo la serie de "Sprung", ese tipo de videos alimentan más las ganas de andar en el entorno de las carreras. Como dice Pitu, las carreras tienen un tanto de diversión y un tanto de respeto, has de saber que hay unas normas de convivencia con los demás competidores, entre ellas el saber apartarte cuando estorbas, es una norma básica, a nadie le gusta que se le pongan en medio cuando el crono cuenta, ni a los que van a simplemente pasarselo bien. Espero haberte servido de ayuda. Saludos
Si, de mucha ayuda. Lo que voy hacer es apuntarme a esa carrera de Xalo, y a ver que tal, este año no voy a federarme, mejor el año que viene, y a ver que tal. La bici en eso estoy, salgo un poco todos los días a un campo al lado de mi casa, que hay unos pequeños saltos para acostumbrarme. Gracias.
Uf, pues antes de meterte en el Xalo, mejor acércate a una montaña cercana... Porque si no te vas a encontrar de repente con algo más que "unos pequeños saltos" y con tiempo límite para pasar. A lo que te tienes que acostumbrar es al manejo de tu bici en cierta velocidad. Moverla debajo de ti, y que no te lleve ella. Y saber hacerla fluir por los senderos sin jugarte demasiado el tipo.