4 horas he tardado desde que me he levantado hasta que he salido. Ahora no, que va a llover. Uff qué cansado me he levantado hoy. Finalmente, me he vestido, calzado las zapatillas, y he salido. Corro. Sólo corro. Miro al suelo, y corro. Sin forzar, me siento cómodo. Hoy no apetece apretar. Para qué? Miro al suelo, unos metros adelante. Y no pienso, si pienso me canso, sólo quiero correr. Vaya, toda la mañana pensando que llovería, y no ha llovido. Pero ahora sí. Qué cosas tiene la vida, verdad? Pero me gusta. La lluvia en la cabeza, en la cara, las gotas en las pestañas. Otro día me molestaría, pero hoy me encanta. Y sigo corriendo. Un cruce de caminos, por dónde era? No lo recuerdo, pero hoy me da igual. Sólo quiero correr y oir mis pasos en la tierra. Hoy he corrido sin hacerle caso a nada, no le quiero llamar entreno. Eso rompería el encanto. Me gustan los números, pero hoy me dan igual. Han sido malos, pero he disfrutado y mucho. El deporte es un juego, y si no mueves ficha, pierdes.
Es bueno de vez en cuando dejar el pulsómetro, la técnica de carrera y dedicarse unicamente a ser uno con el entorno.
