Seguro que entre los dos podemos porner una tienda de ruedas, jajajaja. Yo todavía no me he decidido a empezar a vender, me da pena desacerme de mis joyas. Pero me pasa lo que a ti, casi siempre uso las mismas. :-( Venga, a ver si hay alguien dispuesto a disfrutarlas. Suerte.