vengatoreeeeee.. .voy por el sendero del señor.. jajajaja ... pues ahora que estoy solo lo mismo me hago cura..
que sepais que esta noche he soñao con jumuluuuu.Por cierto ayer estuvimos lo mas cerca posible de dios a 2200 metros y con 3 monjas haber quien lo supera. La ruta fue espectacular me lo pase muy bien pero la tension acumulada en las bajadas me hizo petar en la ultimo subida ya dentro de cercedilla jejee nada que no se pueda recuperar con una cerveza con limon ummmmmm
pantani ya envia las fotos al foro del vaticano , ya de paso les escribi un email para ver si me admitian.. http://www.vatican.va/phome_sp.htm
segun esta la santa sede ultimamente seguro que te admiten necesitan gente joven jejeje que dios nos pille confesados.
Pues nada debe de ser por eso como de pequeño me daban dos peti suis, por eso pincho de 2 en 2:marcianos . Por cierto compro ruedas macizas para evitar pinchazos, eso si ligeritas ehhhhhhhhhhhhhhhh. Vuelvo a dar las gracias a todos por la rutita, la asistencia y la compañia, todo perfecto.:aplauso2 Aqui os pongo el enlace del video de tunin y vengador bajando el noruego http://video.google.com/videoplay?do...47320136486856 :ymca
Hola Dardhal Yo el otro día me cai en el mismo sitio que tu, baje de **** madre los escalones de piedra con bastante rapidez y control, pero la trazada en vez de seguir a derechas la di hacia la izquierda que es donde esta el tronco y la zona de barro. Resultado: La rueda delantera hizo un extraño, instintivamente frene y sali de orejas, ya que los Avid Juyce Carbón es lo que tiene que te quedas clavado. Casco roto contra el tronco me salvo de abrirme la cabeza, herida en hombro y rodilla contusionada y eso que llevava rodilleras-espinilleras Perdona por el adoquin, un saludo
Por cierto, el energúmeno del BMW se llama Jesús Gómez Márquez, y vive en la Calle Molinera nº 30 de Cercedilla (información pública); por si alguno quiere emprender acciones legales contra él, o, simplemente, tunearle el coche (más efectivo). Un abrazo!
Motivos diversos han hecho que en las últimas dos semanas os hayais librado de mis crónicas para no dormir,sin embargo amenacé con volver y aquí estoy de nuevo. El caso es que el domingo día 27 de agosto de 2006 nos acabamos juntando en la estación de Cercedilla un total de seis bestias pardas del ciclismo de montaña patrio, a saber Zerg, pantani, Opa, Edu, buzzi y dardhal. La mañana se presentaba con una climatología espléndida, aunque no parecía hacer tanta humedad como para la invasión de karacoles que había por la zona ;-) El caso es que tras dejar que buzzi tomara algo sólido en el bar de la estación y que se vistiera de romano emprendimos la marcha hacia el puerto de Navacerrada por el calvario. Al principio, aún en la zona urbanizada, todo era sosiego y tranquilidad pero tan pronto las cubiertas comenzaron a tocar tierra las bicicletas poco a poco se iban acelerando. Tanto es así que llegamos al árbol encadenado menos de 40 minutos después de empezar a rodar, no sin antes Edu y un servidor echar los higadillos por la boca tratando de aguantar el ritmo impuesto por la cabeza. La cabeza tampoco iba muy sobrada, pero como nadie se quejaba y todos estaban con cara de mus parece que todos pensaban "bah, si sólo yo voy atrancado tampoco estaremos subiendo tan rápido". Pues sí que debimos subir rápido cuando dimos alcance a unos karacoles que habían salido de la estación unos 10 minutos antes que nosotros, justo en la rampa de cemento esa de 45º de inclinación, la cual por cierto buzzi y Zerg subieron del tirón, si la memoria no me traiciona. Seguimos subiendo y rápidamente enganchamos la carretera por cuyo arcen llegamos a la cima del puerto de Navacerrada. Son las 10.12 HJ (Hora Jumulu), y sólo han pasado 82 minutos desde el inicio de la ruta. A pesar de que el termómetro marca 12º exiguos grados centígrados no tenemos frío, lógico, le hemos dado bien para llegar hasta aquí. Momento líquido, sólido y gaseoso y antes de quedarnos fríos iniciamos la subida a la bola del mundo, por la pista de cemento. Rápidamente nos damos cuenta de que esta subida hay que tomársela con calma y puesto que nos resta mucho camino por delante lo más sensato es aplicar el molinillo desde las primeras rampas. Y en eso estamos, avanzando a buen ritmo con mayores o menores estertores, alternando zonas de viento lateral con otras donde ayuda apreciablemente en la subida, cuando a lo lejos vemos unas figuras extrañas con una especie de halo que los recubre, unos seres venidos directamente desde el mismo cielo que casi podemos tocar con los dedos. Al final resultan ser tres monjas que van a buena yesca pista arriba a la bola, con quienes quedaron unos segundos hablando e inmortalizando el suceso tres de los ciclistas. Seguimos hacia arriba y tras un par de minutos más de sufrimiento llegamos a "dos castillas", que tiene un tramo llano lo bastante largo como para recuperar aire y lo bastante corto para no acostumbrarse a la buena vida, vida que acaba repentinamente cuando se comienza a afrontar la última y rectilínea rampa que sube hasta las instalaciones de TV. Aquí ya se nota la falta de aire y de piñones en el casete pero la cima está cerca y no podemos desfallecer. Por fin, a las 10.57.30 HJ, y tras apenas 36 minutos de subida, el gruop hace cima para general alegría, alborozo y disfrute de los aventureros. Nuevo momento dedicado a los placeres del buen yantar y también al de adecuar las bicicletas y ciclistas para lo que nos espera a continuación, nada menos que la loma del noruego. Los más osados se equipan de protecciones, bajan sillines y regulan amortiguadores, los menos osados simplemente nos giñamos un poco por las patas abajo para soltar lastre de cara a la bajada pantani nos muestra el camino del señor hacie la loma del noruego, que tiene una primera parte bastante complicada, que sólo los más (en)duros consiguen pasar sin puntuar: buzzi, opa y Zerg. Los demás vamos bajando como Dios nos dio a entender con diversos grados de soltura, alternando en proporciones variables los pies con los fiascos. Luego la bajada ya suaviza su pendiente y su carácter más agreste y pasa a ser un sendero alfombrado de rocas y piedras que con cierta precaución y cierta velocidad mínima se hace sin mayores percances. Hasta que opa decide hacer un nuevo plan renove de cámaras y pincha en la misma acción ambas ruedas. Con tan mala suerte además de que una de las que lleva de repuesto también está FUBAR.Estamos a 1965 metros de altitud reparando varios pinchazos, en lo que tardamos un buen rato, pero la temperatura y el día son tan ideales que casi ni nos importa. Otra cosa distinta sería en pleno invierno azotando el viento y con 0º de temperatura, como para pasar un mal rato. Finalmente (30 minutos más tarde) afrontamos la última parte del descenso, precedida por una breve pero intensa subida de potencia y cierta técnica que nos deja las patas de palo. Y el último bajadón hasta la cima del puerto de Cotos, muy rápida y acabada en un pronunciado terraplén que a buen seguro algún despistado se habrá comido sin aliñar y donde se habrá dejado los dientes y parte de los morros en el asfalto. Después de tantas emociones reposamos unos minutos para repostar agua y tomar algo y nos encaminamos por la carretera hacia el puerto de Navacerrada, donde tomaremos una decisión sobre qué hacer a continuación. De momento nos esperan 7 km. de carretera que nos ventilamos rápidamente poniendo especial cuidado en que los dominguetis motorizados no nos pasen por encima. Y cuando estamos ya en el puerto hablando sobre si whistler o schmidt, ejecuto una de mis más afamadas especialidades, que consiste en pinchar parado. Nuestro inventario de cámaras está escaso de existencias y decidimos, en previsión de probables pinchazos durante el whistler (porque consideramos que el schmidt estaría muy saturado de caminantes) parchear un par de ellas que teníamos por ahí. Ponemos una en mi rueda y nos encaminamos a una de esas míticas bajadas serranas que de tanto has oído hablar de ella y comentar sobre su dificultad ya acojona, pero como dicen por ahí "no pain, no gain". Afortunadamente tenemos a buzzi que nos va anticipando lo que nos vamos a encontrar, lo cual se agradece. El whistler comienza con un sendero entre árboles en moderada bajada y buen firme para a continuación mutar en una rodera entre arbustos y zarzas en una muy pronunciada pendiente, cuyo firme es tierra con un ocasional escalón o un pedrolo ocultado de las vistas por la tupida vegetación. Ni que decir tiene que ese breve tramo la mayoría lo hacemos como podemos, que bastante difícil es ya hacerlo a pie como para tirarse con la bici. Ya casi llegando a las vías del tren nos aguarda buzzi cámara en ristre e indicándonos la trazada para hacer los últimos metros de la bajada montados. Y la verdad, cuando encuentras la trazada y tienes una máquina que absorbe los baches hasta un paquete como yo pasa por zonas de cierta dificultad (no sin sentir un ascenso de las gónadas a la altura de la garganta, pero bueno). Y resulta que según recordamos la parte ****** del whistler es la que hay inmediatamente después de la vía. Efectivamente, es ****** de verdad. Empieza con un requiebro y escalón a izquierdas y ras para "bajar" del basalto de la vía al "sendero". Sigue con un tramo en tremenda pendiente con suelo consistente en bloques de piedra que hace muy difícil mantener el control. Los de las dobles parece ser que superan todo ese breve pero intenso tramo como los campeones que son. Los que jugamos en segunda división corremos desigual suerte: Edu ve claramente desde el principio que eso no es para él, pantani aborta la misión rápidamente y el menda trata de intentar la primera parte, con susto morrocotudo incluído y que salva in extremis, de milagro, y gracias a que estiro los brazos más que Boomer (el de los chicles) y consigo sentarme en la rueda trasera. Un pequeño tramo en forma de pared y luego un mínimo respiro que me permite de nuevo subir a la montura, aunque no por mucho tiempo: si bien el "cortado" lo supero con cierta dignidad la pendiente es demasiada y pierdo parcialmente el control de la bici. En un acto reflejo consigo meter el culo todo lo atrás que me da el cuerpo y medio encamino la bici, pero la suerte está echada: me desvío sin remedio hacia la margen izquierda del pedregal donde un tronco caído termina de poner fin a la fantasía de que un paquetón como yo baje por ahí sin caerse. Afortundamente fui a caer al sitio más mullido de toda la sierra, de manera que aparte del susto no hubo más que lamentar (demasiado factor suerte). Ahí mismo, junto al arroyo, nos toca reparar otro pinchazo en la rueda trasera (en realidad, la cámara perdía aire desde el inicio). La verdad es que con tanto incidente ya vamos con un notable retraso, pero nos lo estamos pasando pipa y a nadie le importa. La bajada prosigue paralela al arroyo en un sucederse de vericuetos y angostos pasos entre piedras y árboles. En un punto propicio para un salto Opa y buzzi deciden hacer un par de pasadas, con tan mala suerte de que buzzi da con sus huesos contra el suelo, causándose un buen golpe en la zona costal que le tiene encogido de dolor durante un buen rato (durante el cual pasa un nutrido grupo de "descenders", muchos de ellos con una educación exquisita: ni devuelven el **** saludo, en fin). Finalmente parece que buzzi recupera el resuello y seguimos hacia abajo, donde ya casi nos encontramos la pista del calvario, y lo que son las cosas, uno de ellos ha pinchado y carece del material para reparar. El caso es que nosotros tampoco tenemos más cámaras en orden de funcionar y según parece los cierres rápidos no están de moda en el mundillo del "downhill", así que dejamos al pobre hombre bajar a Cercedilla andando mientras nosotros lo hacemos en bici. Justo después del tramo de asfalto junto al embalse de Navalmedio cogemos el sendero que va paralelo a la pista, y que es la última prueba de fuego de la mañana, puesto que está en bastante mal estado. Pero después de todo lo que hemos pasado casi la podríamos hacer con los ojos cerrados. Por fin llegamos a la estación de Cercedilla, donde Zerg y Edu han de irse para no perder aún más bonos-bici y los demás nos metemos al bar de la estación a reponer líquido y ver las últimas vueltas de la carrera de F1. Quiso la suerte que el tren a Madrid llegara un par de minutos tarde, lo que nos permitió disfrutar de la parte interesante de la carrera con el mínimo consumo de estridencias de Antonio Lobato posible, y todo ello después de una jornada de puro ciclismo de montaña, de las que hacen afición. Uno de esos días donde a pesar de todos los inconvenientes, del madrugón, de las caídas propias, pinchazos, malos rollos con indeseables al volante, etc. sales de allí planificando la ruta de la semana siguiente. Porque el ciclismo de montaña engancha, ¿será por eso que nos lo quieren "prohibir"? Muchas gracias a todos los asistentes a la ruta. De regalo para los que hayan llegado a este kilómetro de la crónica, archivo ZIP con los tracks del recorrido realizado.
Sí señor! una crónica exqusita. :aplauso4 Espero hacer más rutas con vosotros, lástima que septiembre sea un mes conflictivo... Un abrazo!
¡Qué crónica más buena! ¡Y qué envidia de ruta! Supongo que las monjitas contactaron con sus superiores para que no os pasara nada en la bajada, je, je. Saludos.
