Me acuerdo que hace casi dos décadas tenía gafe con la ruta Zaragoza-Fuendetodos. Muchas veces que salí me pasó de todo y nada bueno: pájaras tremendas, tormentas o ventiscas cierzeras de no dejarte avanzar o tirarte fuera del camino, pinchazos múltiples en ambas ruedas, perderme (por torpe xD ) y tardarme horas en regresar... ¡hasta una vez rompí un cuadro! Y es curioso, porque cuanto más disgustos te llevas pedaleando, con el paso de los años lo recuerdas con una sonrisa. Supongo que las desventuras son parte indisoluble de las aventuras. Y este pasado domingo, que me fui a explorar una ruta nueva que une otras dos famosas en donde vivo actualmente; me pierdo casi por completo, rajo un lateral del neumático, y me requemé de nuevo por este sol que no perdona a gafados como yo en ese día. Pero quizá ya por los años ni me molesté por no salir todo acorde a lo planeado, ni tengo la sensación de haber hecho las cosas mal. Arreglé la rueda, seguí por donde me metí aún sabiendo que no era el camino previsto inicialmente, y disfruté de un paisaje nuevo, con poca gente, y una comida campera que me supo a gloria. Supongo que me hago viejo, pero como el buen vino, gano con los años. ¡Saludos a todos los veteranos que gustan de que les salgan las cosas mal (de vez en cuando, claro)!
En una 26 con v-brake ,cargado como un mulo y con la paciencia de ir colocando la cámara.... Te mereces una OoOOOla
En una 26 con v-brake ,cargado como un mulo y con la paciencia de ir colocando la cámara.... Te mereces una OoOOOla
Te comprendo perfectamente. Es uno de esos días en los que todo sale como el cul0 (averías, pájaras, pérdidas, clima horrible...) y no haces más que quejarte y lamentarte durante toda la ruta. "¿Pero quién me mandará a mí meterme en estos berenjenales? ¿Cómo puedo ser tan gilip0llas para estar aquí sufriendo como un perro cuando podría estar tranquilamente en casa? Una y no más, Santo Tomás. Le van a dar por el cul0. No vuelvo a subirme a la bicicleta en mi pu·ta vida..." Al llegar a casa, con una mezcla de cabreo y desánimo, tiras la bicicleta en el rincón más oscuro, cenas, te duchas y te metes en la cama temprano. A la mañana siguiente te despiertas pronto, subes la persiana, abres la ventana, respiras el aire de la mañana y te dices a ti mismo: "Hoy es un día c0j0nud0 para salir con la bicicleta". Pues ahí, en ese preciso momento, te des cuenta o no, es cuando ya estás absolutamente j0did0. Llevas el ciclismo en las venas. No lo puedes evitar.