Es muy complicado expresar todas las conclusiones que he extraído después de mi participación en la prueba cicloturista del circuito Spiuk, el Desafío Valgrande-Pajares. A rasgos generales, podría resumirse en una palabra: decepción. Una enorme decepción. A estas alturas me considero, sin lugar a dudas, un amante de este deporte, de la bicicleta de montaña. No obstante, tras lo sucedido en el día de hoy, mi perspectiva ha cambiado completamente. La experiencia comienza a las seis de la mañana, hora a la que todos aquellos que vivimos (relativamente) cerca debemos levantarnos para ir a recoger el dorsal y el chip; pues, pese a que la prueba no empieza hasta tres horas después, la recogida finaliza a las ocho de la mañana. El hecho de tener que madrugar tanto no es que me molestara, pero, para qué negarlo, mosquea teniendo en cuenta la jornada que me espera. Ya con todo lo necesario, dispongo mi bicicleta, coloco el dorsal y el chip, doy los últimos retoques a mi mochila de hidratación y me pongo mi Maillot nuevo, Maillot que mi equipo me ha entregado en un voto de confianza porque sabe que llevaba preparándome para esta prueba desde que me enteré de la organización de la misma. Ha de quedar claro desde este momento, que mi objetivo no era ganar o alcanzar buenos puestos, pues dado que asistían unos cuantos “pros” del deporte y la dureza del recorrido no se quedaba corta, mi motivación se basaba únicamente en cruzar la meta, evitando que tuviera que recogerme el famoso “bus escoba” por no pasar a tiempo por los tres controles dispuestos en el recorrido. A las nueve menos cuarto, dos buenos amigos y yo ya estamos en la salida, el frío aún aprieta pero el sol nos anima a creer que el tiempo será aceptable, así que termino quitándome la chaqueta (así evito perder unos valiosos segundos en plena prueba). Una vez que la organización ha entregado ya algunos detalles a los Pros y ultima el inicio de la marcha, se corta la cinta, disparo al aire y da comienzo la prueba. Establezco mi ritmo y empezamos el descenso por la carretera del Brañilin (pronto me arrepiento de haberme quitado la cazadora, pero conservo la sonrisa imaginando el recorrido que me queda por afrontar). Poco después, un compañero me pasa y me aconseja que aproveche las bajadas para ganar algo de tiempo, así que suelto frenos y de forma segura adelanto a todos aquellos que descienden algo más despacio. Abandonamos la carretera nacional, correctamente cortada por lo agentes de la Guardia Civil, y entramos en una pista en la que ya aparecen las primeras averías y pinchazos. “Ojalá no me pase a mí eso” pienso para mis adentros, y, tras varios kilómetros, alcanzamos la primera subida (bastante asequible), luego un pueblo donde unas señoras con una niña pequeña nos animan y una curva muy cerrada que cuenta con sorpresa: el primer porteo del día, un bonito empedrado por el que no me dejo impresionar de primeras y asciendo una parte para, finalmente, bajar de mi bici y “puxar” por ella un ascenso de al menos 10 o 15 minutos que desemboca en un cruce. Este no estaba bien señalizado y nos costaría muy caro a las cuarenta personas que íbamos en cabeza. Como no sabíamos hacia dónde dirigirnos, optamos por seguir un camino ascendente a la izquierda, sin embargo, en el último momento alguien nos aseguró que la ruta correcta era por la derecha, así que finalmente cambiamos de dirección. Cuando lo alcanzamos nos asaltan las dudas, sobre todo a mí, que compruebo nervioso si alguno de mis dos compañeros está cerca. Tras unos minutos de búsqueda, constato aliviado que Monchu también ha llegado. Los habitantes del pueblo nos comentan que sólo ha pasado un grupo reducido antes de nosotros, sin embargo, como vemos una flecha hacia abajo (hacia la carretera), decidimos seguirla. Más o menos cinco kilómetros después, lo que sospechábamos se convierte en una certeza: nos hemos perdido. El pesimismo y el cabreo se apoderaron de la mayor parte de nosotros, unos resolvieron continuar hacia abajo un poco más; yo, por mi parte, espero y llamo a mi otro colega. Afortunadamente, él ha escogido la dirección correcta, así que le pido que hable con la organización para relatar lo sucedido y encontrar una solución satisfactoria. Continuamos tras esta llamada el segundo grupo hacia abajo en busca de un supuesto avituallamiento y una vez pasado Puente de los Fierros, el segundo grupo de perdidos nos paramos en el margen de la carretera y los comentarios no tardan en aparecer: “Se acabó la marcha para nosotros”, “Treinta y cinco euros tirados a la basura”. Aunque yo estoy enfadado y preocupado, no puedo evitar sentir más lástima para algunos ciclistas que habían venido desde Ribadeo o León. Aun así os puedo asegurar que mi desilusión no era menor que la de ellos. De repente, pensé que nuestra suerte iba a cambiar cuando divisé un coche de la organización que me hizo pensar, iluso de mí, que venía a por nosotros (“A ver si nos pueden subir hasta Llanos de Somerón para que podamos retomar la marcha”. Nada más alejado de la realidad. El vehículo se detuvo en el otro carril y nos preguntó que si sabíamos dónde se encontraba Llanos de Somerón, que tenían pensado establecer un avituallamiento allí, pero que se habían perdido. La situación era esperpéntica, no cabía dentro de mi incredulidad. Amablemente, les indicamos el camino a seguir y, una vez se marcharon, el grupo se dividió ante la dificultad de remontar la cuesta de Llanos y alcanzar a los demás. Mientras parte quiso aprovechar la mañana haciendo la Carisa, Monchu y yo hicimos tripas corazón y optamos por intentar regresar a la marcha, pues aunque llevábamos casi una hora de retraso, también contábamos con la ventaja de ir de la mitad por delante de los ciclistas de la prueba. Llegando al cruce con la carretera que asciende hasta Llanos de Somerón, recibo una llamada del compañero que no se había equivocado y me informa de que, dado que mucha gente se había equivocado, los de la organización están reagrupando a los ciclistas y que van a bajar a buscarnos. Después de esperar durante diez minutos en el lugar donde nos habíamos dividido, nadie llegaba, así que nos unimos al primer grupo de los “equivocados” (ya casi merecíamos un nombre), que habían dado la vuelta algo más abajo que nosotros, para dar la vuelta sobre nuestros pasos. El ascenso hasta Llanos no fue muy exigente, aunque nos pasaría factura, pues yo subía tirando más con la cabeza que con las piernas, solo deseaba poder alcanzar a los últimos y que eso no hubiera sido nada más que un pequeño error. En Llanos de Somerón ni rastro de la organización, nos detuvimos para reagruparnos y discutir sobre esa flecha que indicaba hacia abajo, le sacamos una foto para dejar constancia de su existencia y que no nos pudieran tapar la boca, y los más impacientes arrancamos de nuevo hacia el cruce. Ese camino se nos hizo ya algo más duro que a la ida, cuando lo alcanzamos, de los diecisiete que debíamos de ser, solamente tres conservábamos la ilusión y esperanza de poder continuar la marcha, el resto descendió por donde habíamos venido con altas dosis de desengaño y mal humor para llegar a la estación de esquí. Nosotros les dijimos: “Que no sea por no haberlo intentado”, y ahí nos despedimos. Lo cierto es que ese tramo era duro y el barro ya después de haber sido aplastado por tantas otras bicicletas nos complicó aún más el ascenso. Así continuamos unos cuantos kilómetros hasta que apareció un Quad de la organización, por fin, para comunicarnos una mala noticia (Para mí, la peor). El compañero Leones, que iba delante, le decía que éramos de los que nos habíamos perdido que intentábamos coger a los últimos, mientras que el personal contesto que ya no nos merecía la pena que nos sacaban un montón de ventaja y que nos “recomendaba” que diéramos la vuelta. Monchu dio directamente la vuelta (para no descargar con aquella gente), el compañero se despidió amablemente de estas personas y yo me quede allí, mirándoles, no podía pronunciar palabra, pero seguro que ellos entendieron a la perfección lo que mis ojos y mi cara llena de barro les dijeron, tiré la bicicleta a un lado del camino, las pobres siempre pagan nuestros problemas, y tras pasar el Quad me senté allí, no me apetecía tener una rabieta delante de aquel compañero de León, pero el se dio cuenta y enseguida me dijo que me tranquilizara y que no pasaba nada y me ofreció media barrita (Todo un gesto por su parte). Dimos la vuelta y por suerte pude descargar algo de adrenalina y rabia en la bajada. Ascendimos por donde anteriormente, hacía ya unas 3 horas habíamos descendido, pero ya sin ganas, ya daba igual, no podríamos terminar la prueba, o por lo menos intentarlo. Así que intentamos disfrutar en la medida de lo posible de aquel entorno y de las preciosas vistas que teníamos, maldiciéndonos ocasionalmente por no haber continuado y preguntándonos si aquellas personas no nos habrían “recomendado” mal y si no podríamos haber alcanzado a los últimos realmente. Continuamos por otro camino diferente por el cual habíamos descendido siguiendo una flecha colocada por la organización y planteándonos de nuevo si esa flecha estaría bien colocada o si nos llevaría a otro error, sin embargo, no teníamos ya nada que perder así que continuamos. Ese último tramo se hizo bastante duro, con piedra suelta y no precisamente piedras de pequeño tamaño, pero las vistas compensaban el sudor y los dolores musculares, desembocamos finalmente en la carretera Nacional, en la curva del 17%, donde se nos hacía incluso sencillo el ascenso, pues en el asfalto las ruedas no patinaban y podías pedalear. Pasamos el alto y llegamos a la estación de Esquí hacia las 13:15. En realidad ni si quiera pasamos por meta, uno de mis mayores retos se hundía en el momento en el que no pasamos por ella, pues daba ya igual. Pero el relato no termina aquí pues en la estación de esquí las sensaciones siguieron fluyendo, allí nos encontramos con los colegas que habíamos abandonado en el cruce, les comentamos lo que nos paso y nos recomiendan que comamos Ternera, a lo que nos dispusimos y comimos 2 raciones cada uno al menos, estaba deliciosa pues todo hay que decirlo, comprobamos si nos había tocado algo en el sorteo de artículos pero tampoco nos había acompañado la suerte en esa ocasión. Posteriormente buscamos a alguien de la organización para “comentarle dulcemente” lo sucedido pero allí no había nadie, a excepción del “Speaker” que poco sabía del tema. Nos sentamos a relajarnos y a comer la ternera mientras comentábamos lo sucedido otra vez más y a las 3 menos 10 entraba por meta “Triki” Beltrán que había hecho un tiempazo de 4 horas 50 minutos, según el “Speaker” lo estimado por la organización, mis más sinceras enhorabuenas al excampeón de España de carretera. Algunos de los allí presentes comentaban que porque había vencedor y segundos y terceros puestos si se trataba de una marcha cicloturista, otros respondían que en el momento que te ponen el chip se acababa la marcha cicloturista. Tras entrar el 2º y el 3º decidimos ir a lavar las bicicletas porque ya empezaban a llegar corredores y luego habría cola. Entonces coincidimos allí con uno de los tres primeros que era conocido de mi compañero y nos comento que en un cruce se había perdido el Quad que iba abriendo la marcha y que tuvieron que dar la vuelta, lo cual sería corroborado por nuestro colega (el “no perdido” que constato que en el Km 27 vio como “Triki” le pasaba como un tiro. Posteriormente esperamos a que llegara nuestro amigo para ir a ducharnos, mientras el speaker nos amenizaba con las nuevas llegadas y con los tiempazos de los primeros clasificados, sin embargo, de los de a pie, no lo escuche tanto hablar. Cuando llegó nuestro compañero nos comentó lo duro que había sido el recorrido, pero también hizo referencia a que los supuestos puestos de control que había en los avituallamientos no existían, no había control de tiempos, lo que suponía que podríamos haber continuado sin problemas, lo noticia no nos hizo precisamente mucha gracia, pero en este aspecto aún pudimos llevarnos una decepción mayor cuando dos colegas del grupo de “los equivocados”, que como comente anteriormente iban a hacer la Carisa para no perder el día, pasan ya en coche de vuelta a casa y se detienen para comentarnos que decidieron finalmente dar la vuelta sobre sus pasos y que consiguieron alcanzar a los otros y que cuando llegaron al alto donde estaba el primer avituallamiento bajaba un Quad de la organización, lo cual me lleva a preguntarme: ¿ Si ellos con 20 minutos de antelación que salieron con respecto a nosotros los alcanzaron antes de llegar al primer avituallamiento, nosotros que habíamos salido 20 minutos mas tarde no los íbamos a coger en toda la prueba?, llegamos a la conclusión de que finalmente, por el motivo que fuera, el personal de la organización nos “recomendó” mal. Más tarde esperaríamos un poco de cola para darnos una ducha en la que el agua no estaba muy fría para la llegada de los últimos participantes, la comida buena y bastante abundante también para cuando llegamos los últimos. Sin más nos despedimos y cada uno en su coche para casa, en el cual iba pensando en que se podría leer en el periódico del día siguiente, o si alguien escribiría en el foro acerca de esto, en casa me instaron a que por lo menos, no dejará las cosas así. Yo no pensaba escribir nada, sin embargo al día siguiente no encontré ninguna crítica constructiva con respecto al evento y el titular de “La Voz de Asturias” me parecía tan surrealista que incluso me sentí ofendido, así que comencé a escribir esto que no se si llegaré a hacer público, pues no soy muy bueno escribiendo y aquí no se plasma ni la cuarta parte de la rabia, la decepción y la desilusión con la que llegue a casa el día de la prueba. Agradecer también a todos los compañeros (perdidos y no perdidos) que allí estuvieron para animarme y compartir mi desengaño. Solo espero que con esta parrafada quede claro lo que sucedió el sábado en el Desafío, animar a los participantes que se han sentido defraudados por la prueba a que lo digan, lo hagan público y no se lo guarden para dentro, pues así no favorecemos este deporte con el que tanto disfrutamos, y ya finalmente recomendar a las personas que hayan leído los medios y las declaraciones que lean también estas palabras para tener una visión completa del asunto y no solo lo que interesa que se lea, porque vuelvo a repetir que, en mi caso, y en el de muchos otros, y no solo de los que nos perdimos, la prueba de BTT ha sido una gran decepción.
totalmente de acuerdo con mi compañero,menuda decepcion,e alucinado con la señalizacion,nunca habia visto algo asi,casi me lo esperaba que pasara lo que paso,estaba ilusionado,y me lleve un gran chasco,la organizacion no ha estado a la altura,por lo menos en la prueba de montaña,el entorno se merecia algo mas y sobretodo nosotros que algunos tuvimos que hacer sacrificios importantes por estar ahí para poder disfrutar de ese dia..decirle al compañero xuletin que me ha encantado la cronica,si señor..no se si hable con el pero creo que si,porque todos nosotros nos sentimos estafados..esperamos no vuelva a suceder en proximas marchas..un saludo.
+ 1 y muy puteado . . . Yo pinche en el km. +/- 15-18 y me quede mas solo que la una, para despues remar y remar y morir a la orilla . . . UN DESASTRE Por cierto . . . Viva León
Para mi la imagen que se me queda de esta prueba btt es la que tuve al llegar a meta: masajistas currando al finalizar y la gente mas abajo sin saber salir de Llanos de Someron, NI PIES NI CABEZA. No sé si se me entiende...
Xuletin:aplauso2:aplauso2:aplauso2:aplauso2 comparto contigo al 100% todo lo que dices. Yo lo que todavia no me explico, precisamente porque la organizacion todavia no se ha dignado a contestarme, es el porque de cambiar el recorrido a ultimisima hora y no avisar. Yo llevaba GPS y solo me sirvió para liarme más, ya que no entendia nada. La ruta la habia hecho 15 dias antes perfectamente, eso es lo que más me indigna. En fin, que la organizacion no ha estado a la altura ni muchisimo menos, y encima ni siquiera ha pedido disculpas o ha dado una explicacion a lo sucedido. Solo decirles que pagamos 35 y que a los 40 minutos de iniciar la marcha estabamos perdidos muchos. Un saludo
yo fui uno de los "no perdidos" y fue un total desastre de las peores marchas a las que he ido,rodar solo,un chip que no vale para nada si no haces controles de paso,etc de todas maneras espero que la vuelvan hacer y que hayan aprendido la leccion