...las salidas se iban sucediendo y la forma que iba cogiendo Makalo nos daba un poco de envidia. Que portento de la naturaleza!!! Caían los kilómetros como si de una excursión colegial se tratara, siempre delante, tirando del grupo o socorriendo a cualquier compañero descolgado. Nos presentábamos a las marchas o competiciones zonales y era un espectáculo. Cazaba a todo osado que se fuera unos miles de metros, lo devolvía al grupo, nos esperaba, nos guiaba hasta el pelotón, se defendía en la media montaña y en llano era como poner una locomotora delante. Ganaba muy pocas veces y no por falta de clase sino porque jamás dejaba a nuestro grupo, nos esperaba y dejaba pasar a cualquiera de nosotros por delante de él. Era su peculiar escalafón, le insistíamos de todas las maneras posibles, Makalo!!! ****!!! Que estabas para ganar, porqué te paras??? El siempre sonreía como respuesta. El murmullo corría de boca en boca, más de un equipo bien colocado nos lo pidió, nosotros simplemente les remitíamos a él y él siempre la misma respuesta, no sin mis compañeros. Vaya dilema!!! El podía progresar y nosotros éramos su pesado lastre. Incluso un entrenador de equipo élite nos paró en una carrera y nos dijo ese negrito lo quiero en mi equipo nos sonreímos porque imaginábamos su cara cuando Makalo le soltara su consabido no sin mis compañeros Como había cambiado todo en poco tiempo, ahora encaraba la larga y tediosa pendiente en solitario y al cabo de no más de 6 minutos lo tenía a mi lado. Vestido con su peculiar combinación de colores, iba con una pequeña mochila donde guardaba su ropa de trabajo y aprovechaba todos los desplazamientos para vestirse de ciclista y dar pedales. Nunca había visto a una persona tan metida en su papel. Me alcanzaba, comentábamos cuatro cosas y en dos golpes de pedal me dejaba atrás, siempre igual, perdona pero llego tarde a mi curro. Creo que era su venganza particular, a los 40 metros se giraba y me saludaba Ja Ja Ja que ******!!! No podíamos cortar su volada y ya que él no lo haría nos decidimos a tenderle una trampa. Carlos, un compañero de grupetta muy hábil y sagaz sabueso, se puso a tirar de hilos en virtud de lo que Makalo nos iba comentando de su pasado en Senegal y la escuela ciclista de sus inicios. Un día, absolutamente alborozado me llama a casa y me dice ACABO DE CONTACTAR CON EL PATRÓN DE LA ESCUELA CICLISTA EN DAKAR, se llama Jean Michel y le he dicho que tú le llamarías, toma nota de su número, hazlo ahora que es buen momento. Esa era una orden y rápidamente intuí que lo que quería Carlos era que yo lograra un buen contrato para Makalo en su propio pueblo. Medité unos minutos y marqué el número recién anotado, Aló! Jean Michel sil vous plait? Oui je suis... escucho al otro lado del aparato. Me presento y seguidamente le explico detalladamente la vida y obra de Makalo en España. Jean Michel me escucha muy cortésemente y me responde con un lacónico de acuerdo, veré que puedo hacer Estamos todos, no falta ninguno, nos abrazamos con Makalo como si no fuéramos a verlo nunca más. No faltan las promesas de iremos a visitarte gana carreras por nosotros el hall del aeropuerto se hace pequeño para atesorar tanta felicidad. Nos despedimos y encara su partida, al llegar a la puerta de pre-embarque se gira y sus relucientes dientes blancos nos envían un último destello. Jean Michel le había conseguido un contrato de neo-profesional en unos de los equipos más fuertes de Senegal. Volvía a su país y con un sueldo para hacer lo que más deseaba en su corta vida. Hoy encaro esa larga y tediosa subida de vuelta a casa y me resbala una lágrima por la cara, es una rara mezcla de tristeza y a su vez alegría por el futuro que le hemos deparado a nuestro amigo Makalo. Me giro y ya no es para saludarle, es para recordar como empezó todo. Amigos lectores, posiblemente tengamos noticias de Makalo en un futuro.
Genial, aunque he de decir que la primera parte tenia mas intriga, jejeje. Muy bueno compañero, esperamos mas historias. Un saludo.
Esperemos que a Makalo le vaya bién porque precisamente el África centro norte, no es un muy buen lugar para que alguien se desarrolle tanto profesional como economicamente. Senegal precisamente No es España.