CUENTO DE NAVIDAD Hola amiguitos, quiero contaros algo que me ocurrió hace unas cuantas navidades. Iba por las carreteras de la Alpujarra granadina, bajando a toda velocidad por sus intrincadas curvas, cuando, en una de ellas, me abrí más de la cuenta y me encontré con un nombre de mujer en primerísimo plano: MERCEDES-BENZ Lo siguiente fue la oscuridad total. Sin embargo, a los pocos segundos, le sustituyó una luz cegadora y, sin comerlo ni beberlo, me vi haciendo cola con otras personas en unas escaleras blancas, larguísimas, que se extendían hacia el cielo, haciendo eses por encima de las nubes. “*****, va a ser que he muerto”, pensé. Mis sospechas se confirmaron cuando vi unos peldaños más arriba a George Clooney con una cafetera envuelta en papel de regalo. En lo más alto, un señor -sería San Pedro, digo yo- repartía destinos a los que comparecían ante él. ¡Poneos en mi lugar, menudo trago! Los nervios me atenazaban; empecé, a toda prisa, a recapitular las buenas y malas obras de mi vida y, que queréis que os diga, la cosa estaba en el aire, nunca mejor dicho. Mi esperanza era que hubieran descatalogado la masturbación como pecado, en caso contrario estaría perdido. Cuando por fin llegó mi turno, San Pedro me dijo: “hola, hijo mío: a ti te toca la reencarnación: puedes elegir entre ser un gato siamés en una casa de Alabama o un mapache en las montañas rocosas”. ¡¡Menuda putada las opciones que me daba el tío!! Tenía que intentarlo: -Oiga, por favor, ¿no hay más posibilidades?, ¿y si le traigo un regalo, un jamón, por ejemplo? - ¿Pero tú qué **** te has creido que es esto, el anuncio de Nescafé? Venga, elige que no tengo todo el (santo) día! - Mire, soy ciclista, persona sana... - ¡Ciclistas! todos insensatos y dopados, estoy deseando que venga el “Diablo” Chiapucci, se va a enterar!! Venga, qué ******* quieres ser, ¿el **** gato o el bicho ese de las montañas? “…vaya con San Pedro, menudo carácter…”, musité. En fin, elegí el gato, ¡qué remedio! Nunca me he desenvuelto bien en la naturaleza, si voy con la mountain bike y tengo que atravesar un riachuelo, me aterra la posibilidad de morir ahogado, y si me ladra un perro al pasar por un cortijo, Mark Cavendish a mi lado es Vicente Belda, así que a ronronear se ha dicho. Al menos, sería un gato doméstico, tendría una vida relativamente cómoda… … Sí, ya sé lo que pensáis, que esta es la típica historia chorra en la que el prota se despierta y comprueba que todo ha sido un sueño, como aquel chiste en el que uno se reencarna en gallina, y justo cuando está haciendo fuerza para poner su primer huevo, la esposa le despierta diciendo “**** Pepe, ya te has vuelto a hacer caca en la cama!!”… Pero no, esto que os cuento es real, no sabéis lo que me ha costado encender el ordenador de los Maclasky (mi familia adoptiva). Imaginad que os levantáis en mitad de la noche y véis al gato escribiendo en un foro de internet. Vamos, ¡ni la mascota de Bill Gates! Mi intención no es otra que la de advertiros sobre los peligros de la carretera, pediros prudencia en estas fechas tan entrañables para que no terminéis como yo. Por eso hago este esfuerzo, aquí, dando con la pata al teclado; me la estoy jugando, como me pille el loro la he cagado, ¡me tiene manía! Se llama Romualdo, está sobando en su jaula pero no me fío… el otro día se chivó de que me había comido un par de peces tropicales de la pecera y se enfadaron mucho conmigo. Además, me dio una diarrea de colores. Estoy hasta los mismísimos bigotes de Whiskas y Cat Chow, ¡me salen por las orejas!... ¡Lo que daría yo por un buen bocata de jamón y una cerveza! En vez de miau digo mahou… Una vez, a los Maclasky se les derramó la botella de bourbon de Alabama, me puse a lamer los restos y no veáis el ciego que pillé: me desperté lleno de magulladuras en la jaula de Romualdo, con el chiuaua del vecino acostado a mi lado. Dios sabe qué pasaría esa noche pero el caso es que, cada vez que me cruzo con Chucky -así se llama el chiuaua, nombre acertado como pocos-, pone una cara de satisfacción que, francamente, no indica nada bueno acerca de lo acontecido. En fin, me encantaría seguir tecleando, pero no puedo, tengo las patas hechas polvo de tanto usar el cursor -es que el ratón me lo he comido-, y los Maclasky se pueden levantar en cualquier momento… Otro día, si queréis, os cuento más desventuras de este gato en Alabama. Tan sólo quería dejar aquí mi pequeña historia, y felicitar la Navidad a todos… espero que aprendáis la moraleja, que sepáis disfrutar cada momento y agradecer lo que la vida os da. FELIZ NAVIDAD ¡*****, los Maclasky! Miauuuu…
Jajajajaja 'entrañable' historia e igualmente te deseo felices fiestas. Tengamos precaución en la carretera ya seamos ciclistas o conductores, que la vida son dos días y hay que saber aprovecharlos. Un saludo y gracias por el cuento.
Tan solo aclarame un aspecto que me tiene intrigado..., lo de la masturbacion esta descatalogado o no ?.
Eh, cuidado estas fechas que hay mucho loco suelto y muchas familias esperando a que volvamos. Por cierto, que poco me gusta ver esos videos.
En estas fechas siempre se invita a la reflexión y valorar todo lo que uno tiene : ) Feliz Navidad a todos y mucho cuidado en la carretera.
Muchas gracias. Estate espabilado y cuando pase Papa Noel te subes al trineo, haces un trasbordo sobre un camello de los Reyes Magos y te vienes para acá que te apañamos una bici gatuna y todas las grupetas estarán encantadas de que pedelees con ellas. Feliz Navidad
jajaja la historia MUY buena y la foto tambien (el gato que sale es como el mioo!! xD) JAJAJAJA teovince te pilló xD jajaajaja el video ese me a puesto los pelos de punta.. buuuf..