Un sábado como otro cualquiera, me levanté temprano, me vestí lentamente, desayuné y me fui silenciosamente al garaje, cogí la bici, el casco, la mochila y bajo una lluvia torrencial decidí salir. Estaba toda la calle inundada y el viento gélido soplaba a 100 km/h. Volví a entrar en el garaje, puse la radio y me enteré de que el mal tiempo iba a durar todo el día. Entré de nuevo en mi casa, me desvestí silenciosamente y me deslicé dentro de la cama. Despacito me acurruqué contra la espalda de mi mujer, y le susurré al oído: ¡El tiempo afuera está horrible! Ella me contestó medio dormida, Ya lo sé. ¿Te puedes creer que el ********** de mi marido se fue a dar una vuelta con la bicicleta? :biker