Paul de Vivie, amante de los velocípedos desde la primera hora y, cuentan, precursor del cambio de marchas. El ideario del cicloturista según de Vivie decía así: “Hacer pocas paradas y por poco tiempo para no enfriarse. Comer antes de sentir hambre, beber antes de sentir sed. No llegar nunca al estado de cansancio anormal, que produce falta de apetito y de sueño. Cubrirse antes de tener frío, descubrirse antes de tener calor. Eliminar de la dieta el vino, la carne y el tabaco. No forzarse, no sobrepasar la propia capacidad, sobre todo en las primeras horas, cuando uno se siente lleno de fuerzas. No pedalear nunca por amor propio”. Texto sacado de un artículo de El Confidencial de hoy. http://www.elconfidencial.com/depor...ismo-guia-que-bicicleta-comprar-bici_1336585/
Me suena a recomendación que lo mismo vale para un cicloturista que para un albañil, un tubero o un mecánico naval, etc, etc. En fin, porque es la edición digital que sino vaya forma de gastar papel.