Este año la ruta será por el Aguión, menos exigente que anteriores ediciones, tendrá cronometraje con chip, mas información en salasbtt.com.
Buenas: No he podido comentar antes pero creo que es de justicia hacerlo. Ya tenía ganas de hacer la II de Salas el año pasado y al final no pude. Este sábado pasado hice la ruta larga y decir que encantado. El trazado de la misma, pistas, senderos,...de 10...una maravilla, lastima del agua de la lluvia de días anteriores que hicieron de las bajadas un barrizal (sobre todo para los que viajamos en la parte trasera del grupo), las subidas también tenían agua y barro....inevitable!!! La organización de 11, los avituallamientos perfectos (salvo el detalle de la señalización del de pico Aguión que indicaba a 1 km y debía de estar a 3), 3 avituallamientos perfectos ( unicamente y es preferencia personal me hubiese gustado que se dispusiese de refresco azucarado de cola...pero en serio, nada que objetar a los avituallamientos), la señalización muy bien (salvo en un cruce antes de llegar al desvío del pico Aguión, alguno se salió por allí). El ambiente btt como debe de ser...muy bueno. El tema de los dos recorridos, creo que para el objetivo que persiguen estas rutas es muy buena idea. Destacar y agradecer a toda la gente de los cruces, labor importante y muy poco reconocida y en general a la organización. Se agradece también el esfuerzo en la contención del precio de la inscripción y más este año a como está el precio del seguro de día para los no federados, entiendo que los patrocinadores ayudan en el tema. por último esperar poder volver el año que viene, con tiempo seco y poder esperar por la paella (este año no me pude quedar).
Hola, gracias por comentar tus impresiones, tienes razón con el track hubo mal entendido y se cambiaron cosas a ultima hora y solo se reflejaron los cambios en el track de Salasbtt.com y los carteles no dio tiempo a modificar, por otro lado los pienso que los recorridos con ruta corta deberían ser para los que vayan un poco atrás, no lo consideramos y estuvo el primero durante un rato sin moto de apertura, son algunos fallos que creo son debidos a que lo organiza el ayuntamiento y el club NONAYA BTT colabora, por eso existe descoordinación, esperemos próximos años que salga mejor y nos acompañe el tiempo
Mini-Crónicas Asturianas. 3ª RUTA BTT CONCEJO DE SALAS 18.06.2016 En Asturias todo el mundo cree que Ícaro salió volando de la isla de Creta… (Obviedad popular asturiana). Toda la ilusión de participar en la organización de la 3ª Ruta Btt de Salas se me vino un poco abajo cuando, a falta de tres días para el evento, las previsiones del tiempo no eran precisamente halagüeñas. La semana anterior habíamos hecho total y parcialmente varias veces el recorrido de la corta y la larga en seco y lo habíamos disfrutado con el convencimiento de que los participantes se lo iban a pasar de lujo. Miércoles, Jueves y Viernes, copiosas lluvias no facilitaron precisamente el marcaje y revisión de la ruta. Esto se va a convertir en un infierno. Nuestra previsión era que, en mojado, los bikers iban a tardar del orden de un 25% más de tiempo en completar la ruta que en seco. Nos preocupaban los accidentes y roturas mecánicas que pudiera ocasionar el barro… Sábado, 7.30 de la mañana. Salto de la cama con los primeros acordes de Thunderstruck de AC/DC que salen de los altavoces de la plaza. Es todo un lujo que hoy la carrera comience a escasos diez metros de la puerta de casa, tan habituados como estamos a madrugones y kilometradas para ir a eventos más allá del horizonte… Me acerco al ayuntamiento a recoger el dorsal, chip y la camiseta conmemorativa y ya me voy encontrando caras conocidas bajo esa pátina de sueño y ojeras que deja una noche de risas con amigos, eso sí, hasta una hora decente de ir a dormir en vista del evento que afrontar… 8:45h. Reunión de los colores del Club Nonaya bajo el arco de salida. Fotos de grupo ultimando estrategias de carrera y, en breve, aviso de salida… 9:00h. Con precisión suiza se da la salida de la 3ª Ruta bajo un cielo cerrado, oscuro y amenazante, pero que de momento no suelta una gota y eso nos alegra, por todos los participantes, controles y voluntarios, y por nosotros mismos. Vueltuca por las calles de Salas y enseguida se pone la cosa pendiente por el paseo de San Martín hacia el desvío a la derecha rumbo a Villamar. Aquí, eso de soltar las piernas rodando los primeros metros en llano, simplemente no existe y ya estamos apretando el culo en la subida para seguir el alocado ritmo del grupo. Rápidamente dejamos atrás las últimas casas de Villamar de Arriba y ya estamos pisando suelo Btt: tupido bosque por donde discurre la pista entre castaños, roderas de tractor, un penacho de húmeda hierba recién cortada en medio y, de tanto en tanto, charco con barro que se acumula en los pasos de rueda y que hace que saquemos nuestras dotes de funambulista para no patinar de lado a lado y acabar además estucaos de arriba abajo. Todo esto llaneando en torno a la cota 360 y dando un amplio rodeo de unos dos mil metros a la cara Este de la montaña de El Viso. Alegre descenso para despegar el fango de las ruedas que nos obliga a calarnos las gafas para evitar las salpicaduras nos bajan rápidamente al pequeño puente sobre el río Camuño tras el que, una pendiente rampa de hormigón tapizada de verdín nos lleva hasta la carretera AS-225 a su paso por el centro de Priero. Giramos noventa grados a la izquierda y bordeamos el Campo del Duque hasta la casa de La Praviana, donde nos metemos en estrecha comitiva por un irregular sendero que linda con el prao. Aquí empiezan mis primeros escarceos con el barro y la cubierta que llevo detrás. La Maxxis Crossmark va de fábula en seco pero, en cuanto te metes en la llamuerga, te mueves más que una bailarina balinesa en el salpicadero del coche. Mis compañeros del club, mejor pertrechadas sus monturas, empiezan a sacarme ya una respetable ventaja. Salimos, de nuevo, a las rampas de hormigón entre las casas de El Tarano. Carteles tallados en relieve que nos indican la dirección al Toral. Dirección que siempre es hacia arriba rodando por estrechos callejones y sorteando casas, pajares y paneras. El ritmo desbocado por las ansias del comienzo empieza a relajarse un poco, viendo lo que tenemos por delante e imaginando lo que la niebla de un poco más arriba se empeña en ocultarnos. Recorremos mil ochocientos metros entre un tupido bosque para salvar un desnivel de 170mts. ascendiendo por la carena de El Coller hasta vislumbrar las casas de El Toral sobre una pindia pradera que salvamos por la derecha girando en sentido anti-horario. Vaquinas en medio del prao son espectadores de excepción de tan singular evento. En un rellano paro a quitarme el cortavientos, que me está haciendo sudar como un “pollastre a l`ast” que diría un catalán, y me adelanta Ramiro, compañero de correrías y miembro de Nonaya Btt. Apretando un poco le alcanzo y continuamos ruta juntos. Dejamos atrás la última casa de El Toral y nos volvemos a adentrar en un bosque de eucaliptos y tiramos fuerte hasta el claro de un pequeño altiplano a la cota 477. En suave ascenso pasamos entre las casas de la aldea de Las Corradas y bordeando la Peña del Pico, la pista se pone horizontal durante setecientos metros hasta llegar al avituallamiento de la Campa de San Juan. Pk. 9+000. Pillamos a Pichi y Gabi a punto de salir pitando mientras nosotros nos rehacemos de los agobios del ascenso con unos tragos de Aquarius. Ramiro empieza a notar molestias en la rodilla que irán aumentando según vayamos acumulando kilómetros. Cruzamos el asfalto de la SL-6 para meternos de lleno en la Sierra de Curiscao por su cara Noereste y seguimos hacia arriba esta vez bajo el manto de un frondoso pinar. Subimos compartiendo unas risas con los amigos del Club Los Sobraos BTT de Mieres, trajeados de amarillo canario de arriba abajo, con los que vamos a coincidir en varios puntos más a lo largo de la ruta. En los próximos quinientos metros la pendiente va a ir “in crescendo” para deleite de los participantes. Efectivamente, a unos cien metros antes de salir a una ancha y despejada pista, el camino sube con un 20% aderezado con un resbaladizo suelo de barro y pinaza removido por las ruedas de los bikers que ya nos han dejado atrás. Intento llegar arriba jadeando como perra en celo, pero a escasos cinco metros de coronar me apuntilla la falta de adherencia de la rueda trasera y no me queda otra que “remar” hasta el llano. Girando 180 grados, veo como va subiendo el resto de la comitiva con la cabeza agachada y mirando fijamente a la rueda delantera –típica postura en estos casos – mientras los controles de la Organización nos encaran hacia la siguiente rampa tras otro fuerte giro a derechas. Ante nosotros aparece una línea de aerogeneradores, “eólicos” como los llaman aquí, que recorren todo el cordal de Curiscao hasta Las Cruces. Rodamos, unos cincuenta metros por debajo de la pista de servicio, por un llano sendero despejado de maleza intentando no sacar la rueda de la traza original, ya que el rodar por lo verde recién cortado cuesta mucho más. La niebla se ha hecho dueña del paisaje y nos está privando de unas vistas espectaculares. Lástima… De tanto en tanto el piso se ve tachonado de agudas piedra y escalones que sorteamos tirando de manillar y regueros que vierten al sendero y obligan a prestar la máxima de las atenciones para no descabalgar. De tanto en tanto la niebla nos permite atisbar, ladera abajo, Vegacebrón al fondo del valle… Recuerdos de otra ocasión en la que un compañero llamó a casa para decir que llegaría tarde, pues estaba en Vegacebrón. Su mujer, sorprendida, le preguntaba que porqué le llamaba desde el salón: “Que estoy en Vegacebrón. No en el salón!!!”. Pk.14+600. El sendero poco a poco se abre en una campa al pie de uno de los molinos, desde donde se atisba la Sierra de los Vientos a nuestra derecha, donde está la bifurcación entre la ruta corta y la larga. Dos compañeros en el control de paso nos preguntan por cual seguiremos. Ramiro sigue acusando fuertes pinchazos en la rodilla y prefiere irse por la corta en dirección al Pico Aguión. Yo seguiré por la larga… Asciendo por los repechos de la pista de servicio de los molinos hasta ganar la cumbre del cordal y, mil metros más adelante cambiar a la vertiente Sur de la sierra en el Chanu La Cueva. Vertiginosas zetas enlazadas con un suelo muy irregular y sembrado de piedras del tamaño de un melón exigen precaución en la rápida bajada. Para bordarlo, por el centro de la pista baja un reguero que recoge todo el agua caída en anteriores días. En uno de los vértices, unos compañeros ayudan a otro que ha pinchado. Pregunto. Todo bien… Un poco más adelante, susto por una resbaladiza laja que se me lleva de lado y algún que otro traicionero hoyo oculto bajo el agua donde clavar la rueda delantera. Con estos oscuros pensamientos llego a Venta de Las Cruces, donde está Santi con dos compañeros apuntando el paso de los participantes al borde de una “llamuergada” espectacular. Estamos en el Pk. 18+500. Comienza a llover… Giro a izquierdas y, como por arte de magia, el camino se vuelve pista rodadora en fuerte descenso. Estamos debajo de la nube y puedo ver la media luna siguiendo la ladera de Las Penas del Obispo con vistas a Brañasivil a la derecha, y al fondo del valle, Faedo. Rápida cabalgada rebasando dos portillas y llegamos a la fuente de Riañu. Dos minutos de parada para limpiar gafas salpicadas de barro y refrescarme la cara. Allí me encuentro al amable dueño de la finca colindante supongo, callao en mano, al que le estamos alegrando la mañana… Ahora toca remontar lo bajado. Primero, quinientos metros de asfalto con pendientes de pronóstico reservado para luego entrar en una pista a tramos empedrada con duros repechones de piedra suelta y bien regada por los manantiales que surgen por doquier. Rebaso a un compañero que ha rajado la cubierta Tubeless sin posibilidad de arreglo in situ. Ánimo, tienes kilómetro y medio hasta el avituallamiento-servicio de asistencia… Poco más adelante sigo la rueda de un simpático biker que, con una fatbike, se ha aventurado a hacer la travesía. Vaya *******… Voy pensando en lo que debe de costar tirar de semejante burra y enseguida vemos el Pico Tucumbréu, en donde girando ciento ochenta grados volvemos a salir a la pista de servicio que nos lleva caracoleando hasta lo alto del Pico Aguión. Pk. 23+500. Pico Aguión, 927mts. sobre el nivel del mar que nos brindaría unas espectaculares vistas en un claro día. Dicen algunos montañeros que han caminado por las más altas cordilleras que la grandeza de la montaña asturiana es que ofrece lo mismo que las más grandes pero a una escala menor. Desde aquí se puede contemplar una buena parte del mundo: mirando hacia la costa se divisa, al Este, el Cabo Peñas y hasta los inicios de la industria de la Campa Torres de Gijón y, al Oeste, puede verse hasta la entrada del puerto de Burela, ya en Galicia. Hacia el interior, no es difícil ver los montes de Los Ancares en el extremo Suroeste y las cumbres de Picos de Europa oteando hacia el Sureste, por detrás de Oviedo. Tristemente hoy no es posible disfrutar de estas vistas, ya que conforme hemos ido subiendo, hemos vuelto a entrar en la nube que lo oculta todo. Al menos ha dejado de llover… Son las 12:00h. Estamos en el avituallamiento principal y vuelvo a coincidir con los jinetes de Los Sobraos. Aquarius y Carajitos, esas barritas energéticas a base de avellana, clara de huevo y azúcar que han estado ahí toda la vida. Que no se piensen las marcas de alimentación deportiva que han descubierto nada nuevo… Sin demora, ya que a las doce y media hay corte horario más adelante y todavía nos queda un cacho, salimos pitando cuesta abajo descaracoleando la ruta por la ladera del Aguión. Radical giro a la siniestra y raudo descenso por las pistas de servicio de los eólicos hasta una última pindia bajada entre roderas, rocas y oscuro barro para volver al cruce del acopio de troncos, por donde subimos hace ya unas horas. Pasamos sobrados el corte horario y ya nada nos impide completar entera la ruta. Tras un importante charco encaramos la subida por un culebrizo sendero a Las Penas del Nubléu. Arriba, giro a izquierda para bajar entre un oscuro pinar que guarda en sus entrañas los restos del Dolmen de La Cobertoria recientemente “redescubierto”. Quinientos metros más de descenso y salimos de nuevo a la Campa de San Juan para, esta vez, girar a la diestra y coger el camino que nos va a llevar a Las Gallinas. Trazado de diente de sierra con nueve cortas pero potentes rampas de subida donde volver a poner a prueba la adherencia de la cubierta trasera y otras tantas de bajada donde poder descansar las patucas entre calentón y calentón. Pk.30+800. Saliendo a un corto tramo de la carretera comarcal SL-6 me paro a hablar con un controlador bajo el paraguas y me comenta que algunos participantes han optado por retirarse y bajar a Salas por el Viso. La prueba se está haciendo durilla por las condiciones climáticas y el estado del terreno y no me extraña que haya quien prefiere dejarlo para mejor ocasión. Entrando en Las Gallinas Nati, simpática vecina de la aldea nos ofrece una manguera para aligerar, en la medida de lo posible, nuestras monturas del pegañoso barro que se nos ha ido acumulando y salvaguardar un poco la sufrida transmisión. Gracias, rubia, pues hacía ya mucho rato que no sabía ni de qué marca era mi bici… Ochocientos metros más de carretera pasando por delante de la ermita de San Miguel y nos metemos en la pista del cordal de Los Gayos de La Cuerva, conocido por nosotros como “la pista del gas”, pues paralela pasa una conducción soterrada y se van viendo los postes que la señalan. La pista es muy rodadora, con suaves pendientes y buen firme de sablón, que a la que sopla un poco el viento, se seca enseguida. Casi llegando al punto alto de este tramo vuelvo a cruzarme con Los Sobraos, que vuelven a estar dando aire a la rueda del compañero. “Vengaaaa, que a trescientos metros todo es bajada hasta La Espina!!! Tras rebasar un paso canadiense, divertida y veloz bajada enlazando unas zetas hasta las casas de Las Reguerinas. Solo hay que preocuparse de no dejarse los cuernos en las bajas ramas que algún castaño aledaño extiende sobre la pista. En nada nos encontramos entrando en La Espina en busca del ansiado avituallamiento que tan bien nos han preparado nuestros amigos del Club Btt The Thorn. Pk.38+000. Carajitos, Aquarius, plátano, fotos y unas risas mientras también aparecen mis amarillos compañeros de ruta. Aprovecho a dar otro manguerazo a mi sufrida montura. Agrupados cruzamos la N-634 y tenemos que hacer el by-pass por carretera alternativo a la subida por la campa de El Molinón, que está totalmente anegada de agua y, al ser arcillas, sería un sufrimiento hacer pasar por ahí a los corredores. Un Kilómetro por lo negro y desvío a babor para sudar de nuevo en la empedrada pista que nos lleva directos al depósito de agua en lo alto del monte. Desde aquí hasta Salas ya es virtualmente todo bajada. Preciosas vistas a la Sierra de Tineo nos acompañan por el Oeste. Ya se ven al fondo las casas de La Bouga hacia donde bajamos “a chapa” sobre un delicado firme de piedras y grava, con algún pequeño susto incluso, en los cruces en forma de T que vamos encontrando. Rápida salida al asfalto que abandonamos enseguida tras las últimas casas del barrio de las Regueras al pie de la Peña Ausén. Tras una vertiginosa bajada por grava, desde donde vemos Casandresín en la carena de enfrente, pasamos por Peña Furada, trinchera excavada a pico en la dura roca parece ser para el paso de un canal de la época romana. Volvemos a rodar por lo nuestro en rápido descenso en el que pasamos con precaución sobre algunos pedreros y divertida bajada entre un bosque de castaños resiguiendo el enrevesado cauce del río Benuco de cristalinas aguas. Se van alternando tramos de buen firme con balsas de negro barro ya muy removido por las ruedas de los bikers que nos preceden que se nos va adhiriendo a la bici, piernas, cara… menuda pastelada. Tras un llano especialmente enfangado salimos a las calles de Aciana, donde a la sombra de la ermita de San Vicente tenemos de nuevo a nuestra disposición una manguera donde quitar peso extra a nuestras máquinas y a nosotros mismos… Callejeamos entre las casas de Aciana y salimos a unas campas de inigualable belleza paisajística con la Sierra de La Traviesa de fondo. Pequeños repechones nos van subiendo al puente sobre la futura autovía A-66 y, girando a derechas nos metemos en los campos recién segados de José Manuel, donde están marcadas unas puertas al más puro estilo Slalom de esquí, para finalizar en un embudo con un pequeño salto y bajar por el linde bajo la sombra de unas higueras hasta el cuasi-abandonado puente sobre la N-634.Un poco más de barro en rápido descenso entre murias, para que no se diga, y salimos a la carretera en Mallecín. Pasamos por delante de la zona deportiva y entramos en el casco urbano de Salas rumbo a la Plaza de La Iglesia donde cruzamos el arco de llegada. 52,66Kms. 1.883mts. de acumulado en 5:30h. No está mal, teniendo en cuenta que hace una semana, en seco, tardé exactamente una hora menos… Fotos, ducha, manguerazo a la bici y, de guapitos todos, nos vamos a ver la entrega de premios a los primeros y a por la paella que nos ofrece el Ayuntamiento de Salas como broche a esta 3ª Ruta Btt. A todas estas, ha salido ese sol que nos ha estado evitando toda la mañana. El año que viene más y mejor!!! Salud y bici. ©Luisín1965 www.salasbtt.com