IRONMAN N.Y. 2012. YO ESTUVE ALLÍ!

Tema en 'Duatlón y Triatlón' iniciado por Huck69, 20 Ago 2012.

  1. Huck69

    Huck69 Miembro

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    Transcurridos siete días desde que he finalizado mi 4º Ironman en la conocida como “gran manzana”, esto es, Nueva York, sigo teniendo dudas sobre qué y cómo decir lo que siento sin traicionar a mi sinceridad y sin distorsionar la realidad de lo acontecido durante ese día. Habrá quien discrepe de mi versión, pero estaré encantado de respetar la suya.
    Me resisto a configurar mi relato al estilo cronológico que solemos encontrar en revistas y foros visitados por triatletas. Todos sabemos que el madrugón el día “M” es inhumano, que los nervios te corroen dentro del neopreno hasta la salida y que en la meta nos esperan nuestros seres queridos, e incluso compartimos con nuestros benjamines el trance de la meta si la organización lo permite. No, esta crónica ya nos la sabemos de memoria y no es lo que necesito expresar hoy.
    Mi inquietud se debate hoy entre dos sensaciones, una, la que me dicta la razón y está relacionada con el aspecto pragmático de la cosa, es decir, todo lo que afecta a la organización, logística y calidad de la prueba, en definitiva, a mis sentidos; otra, la que emerge de mi corazón y que se me revela como única experiencia vital con un gran componente místico por encima de aspectos meramente técnicos de la prueba.
    Sin precedentes. Muchos sabréis que la realización del IM de N.Y. en 2013 peligra. De hecho, las inscripciones están “suspendidas”, como dicen ellos, por razones meramente económicas, los números no salen e insinúan que a partir de 2.000 $ por triatleta el tono de las cifras cambiaría de rojo a negro. Un disparate desde la perspectiva del deporte como hobby, (si no lo era ya pagar 800 € para la 1ª edición). No pongo en duda lo complicadísimo de encajar un IM en la ciudad más visitada del mundo y los costes que ello acarrea. Pero más allá del aspecto económico, lo cierto es que el tsunami de críticas procedente de los participantes ha sido extraordinario. Y no hablamos de críticas destructivas, gratuitas y vacías de sentido común. Se trata de reprimendas hacia una organización que, a pesar de haber trabajado 7 años para que la prueba llegara a Manhattan, no fue capaz de anticiparse a las contingencias y demandas por parte de una clientela muy exigente acostumbrada a competir allende los mares y con un criterio muy afilado. Si Nueva York es sinónimo de “gigantismo”, donde la talla XXL se nos muestra en todos los ámbitos de la vida cotidiana, no lo fue menos en los errores en el diseño y desarrollo de su primer IronMan. Con una complicadísima logística, transiciones muy separadas (autobús, más dos ferris), circuitos imposibles e infinidad de imperfecciones, el despropósito fue tan grande como la gran manzana que representan. Nada que ver, por otra parte, con la grandilocuencia y extraordinario maratón que celebran en otoño. No cabe duda que tras esa “suspensión” subyace la preocupación e inquietud por parte de los responsables de subsanar y mejorar en el futuro. Y si alguien es capaz de hacerlo, son los americanos.
    Sacrificio. El que yo y miles de triatletas dedicamos durante meses para preparar una prueba de este calibre. Tampoco entraré en detalles de los cientos de horas y kilómetros recorridos, en las privaciones gastronómicas y en lo espartana que se torna la existencia de un “pre-finisher”, (léase, quien cruza la meta de un IronMan) a costa de sus familiares. Sacrificio que constituye y se convierte en pilar intrínseco el día de la prueba. Sacrificio que nos confiere una personalidad estoica durante unas horas, y que se instala poco a poco en nuestras faces y nos esculpe los rostros distinguiéndonos del resto de los comunes. Sacrificio que, con el paso de los años, te forja el espíritu y te posiciona frente a la vida con una perspectiva especial, privilegiada diría yo; una actitud que se me ocurre llamar “actitud IronMan”: saber sobreponerse a los imprevistos, saber gestionar los lances, saber avanzar siempre, cuando los demás claudican y algo dentro de ti te impide ceder al dolor, estoicismo del siglo XXI sin la recompensa de los clásicos.
    Repito, sacrificio que no estoy dispuesto a echar por la borda a causa de la mala organización de una carrera. Tengo los deberes hechos, he llegado a la salida tras meses de trabajo, tengo 226 km aislados para mí en un entorno privilegiado, y tengo 17h para cubrirlos, ¿qué más quiero? Es mi día y no puedo permitirme el desliz de exasperarme ante las circunstancias e imponderables del momento, quiero disfrutar de mi IronMan, de mi esfuerzo y entrega al servicio de mi espíritu. Sé que será duro, que traspasaré la línea roja donde la fisiología prohíbe viajar, que someteré mi cuerpo a un sufrimiento físico que pocas pruebas provocan en el mundo. “Actitud IronMan”: mirar al frente y atravesar el día más importante del año, cual muro de hierro.
    Me pregunta mi amigo Javi desde España, el día después de la prueba: “¿me apunto?”
    Las críticas de mis compañeros triatletas esa noche pesan mucho, e incluso comparto. Mi cabeza pugna con mi corazón para responderle: “ni de coña” sería lo procedente.
    Al bajar por el ascensor del hotel al día siguiente coincido con un señor de unos 65 años que posteriormente descubro se trataba de un tal John Wragg, de Canadá, que en Nueva York completó su penúltimo IronMan, el 138 de su carrera. Su rostro consumido y sus ojos claros de mirada profunda se me clavaron al tiempo que requería de mi opinión sobre la carrera. No sabía si recitarle la ristra de imprecisiones y errores de la misma. Sólo acerté a confesar que el maratón me pareció una tortura de circuito. “¿Y a usted qué le pareció?”, pregunté yo. “This is IronMan, that’s all”.
    ¡¡Javi, apúntate!!
     
  2. femaru

    femaru Novato

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    La verdad que es bonito Pensar en recorrer NY haciendo un IM, pero yo pienso que el precio de la inscripcion es una barbaridad
     
  3. felixda

    felixda Miembro

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    + 1000 HUCK69, expresado así... por malo que fuera, cobra sentido. muy buen mensaje y respetando las ideas de todos.
     
  4. richito

    richito Runner man

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    Actitud Ironman frente a la vida, si señor. Buena crónica.
     
  5. ecros

    ecros Miembro

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    Una cosa es actitud Ironman, y otras que nos tomen el pelo. Yo corrí y me da igual que el recorrido sea duro, porque los recorridos pueden ser llanos como Austria o bien duros como lanzarotes!!! Pero que no nos vendan una carrera que luego no se corresponda con lo que pagamos!!
     
  6. ecros

    ecros Miembro

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    Y por cierto prefiero haberme ahorrado ese dinero y haberme pagado 2 buenos lanzarotes, porque después del sacrificio se carrera, prefiero decidir yo si entro a meta solo o no!!! Porque creo q entrar a meta con tu gente es bonito, y ademas de llegar tu, a ellos se les reconoce lo que han aguantado durante meses para que nosotros crucemos esa meta!! Así que ellos también son finisher a su manera
     
  7. wallace78

    wallace78 Miembro activo

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    pues no estoy de acuerdo con el abuelete. Esa historia mercantilista, muy norteamericana por cierto, del "this is ironman" hace que "todo valga" y que se lo estén cargando. Por lo menos en espíritu, porque como negocio ya se ve que funciona estupendamente.
     
  8. Juan1718

    Juan1718 Miembro

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    Buena crónica Huck69. Da gusto leer.
     

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