No sé si os enterastéis del ataque cardiaco que sufrió el triatleta francés Laurent Vidal. Hoy ha aparecido esta noticia en Triatlon Cahnnel y me ha llamado mucho la atención. Leed: Tras sufrir un paro cardiaco el pasado jueves mientras entrenaba en su ciudad natal de Seté, al triatleta olímpico Laurent Vidal, le fue inducido el coma, para evitar males mayores. Su novia la neozelandesa Andrea Hewitt, estuvo a su lado en todo momento, y twitteó la primera frase del francés nada más despertar, ” Hello World" Vidal se ha recuperado del susto y pronto intentará volver a los entrenamientos, aunque para ello necesita el ok de los médicos. Ahora intentarán estar en la primera WTS puntuable para los JJ.OO de Río 2016, la de Yokohama, aunque será dificil que Vidal esté en la parrilla de salida. Imagino que tendrán sus fuentes y que esto de que intentará estar en Yokohama dentro de 15 días no será una mera suposición. Yo lo que pensé cuando leí la noticia del ataque cardiaco, de que lo tuvieron que sacar de la piscina y reanimarle para devolverle a la vida, de que al llegar al hospital le indujeron el coma durante 48 horas es que su carrera profesional se había acabado y que podía dar gracias de estar vivo. Aunque todos sabemos que los deportistas están hechos de otra pasta, sinceramente, los dos últimos párrafos de la noticia me parecen de ciencia ficción y que suponen una falta de respeto para alguien que está en la cama de un hospital tratando de recuperarse de algo tan grave que no se lo ha llevado por delante de milagro. Que un ataque cardiaco y dos días en coma no es una lesión de cualquier otro tipo de la que uno intenta recuperarse para competir lo antes posible. El corazón es algo mucho más serio, vamos, eso creo.