Después de una dura y nerviosa semana viendo los altos porcentajes de lluvia en el periódico llegó el día, y no llovió, las predicciones de Juanjo eran ciertas, nadie le creímos, pero acertó. Durante el transcurso de la semana estuve entrenando la bajada y cada vez era peor, los ánimos por los suelos, ya que todo el esfuerzo de muchas tardes de azada iban a ser en vano y no se iba a poder disfrutar de los pequeños detalles que habíamos preparado. Pero pasó el jueves y no llovió, el viernes tampoco y así hasta el domingo, el cual nos recibió con una mañana fría, húmeda, pero a su vez bonita y perfecta para practicar el deporte que más nos gusta. El terreno, con un punto de humedad en el que la tierra no se transforma en barro y hace que las ruedas no patinen pero en contra, las subidas se hacían pegajosas y aumentaba su dureza. Me hizo gracia un comentario de Raúl que decía que en el campo de fútbol costaba mover la bici pero luego, la subida de cemento estaba imantada y aún te costaba más. La carrera fue bajo pronóstico, Diego salió como una bala y se llevó con él a Milton, Oriol y Patxi a una cierta distancia pero sin alcanzarlos y por detrás Ekleyson , Raúl y yo. Marques Ekleyson no tuvo su día a pesar de haber tenido una progresión espectacular en este Open ganando la carrera de Muniain y haciendo un magnífico tercer puesto en Dicastillo, desde aquí darle las gracias por ser como es y a ver si le vemos dando guerra en más carreras de mountainbike de aquí en adelante. Diego superó a Milton tras un espectacular sprint, Oriol hizo lo propio con Patxi y Raúl consiguió desajustar el trío en el cual íbamos él, Ekleyson y yo, llegando yo a una meta abarrotada de gente, con la piel de gallina y de la mano de Raúl. No puedo terminar la crónica sin nombrar a los verdaderos creadores del circuito de Luquin. Muchas gracias Juanjo, Jose Antonio, Crescencio, José Ramón y a todos del pueblo que os involucráis para que esta carrera siga viva año tras año. Se nota que hay ilusión y ganas de hacer las cosas bien. Spanish LINK