No pretendo decirle a nadie que deje de comprar en ésta tienda, aunque de ninguna manera la recomendaría; sólo espero que mi experiencia sirva de advertencia a quienes penséis comprar allí, o que por lo menos sepáis a qué os exponéis. _______________ La última vez fué hace un par de meses, pero hasta ahora no he encontrado el momento de contarlo. He sido cliente de Ciclos Otero desde principios de los 90. Así lo atestigua el protector de vaina de mi vieja MBK de acero, que con esfuerzo y mucha ilusión compré en esta tienda madrileña, y que tantas satisfaciones me ha dado desde hace más de una década. Desde entonces he comprado otras 3 bicicletas, innumerables repuestos y unos cuantos miles de euros se han ido por el camino. Un cliente se gana por los pequeños detalles, y por los pequeños detalles se pierde. Ciclos Otero nunca ha destacado por tener los precios más competitivos, menos aún en los últimos años con el auge del mercado por internet; sin embargo se jactaban (lo siguen haciendo en realidad) de aportar un valor añadido a los productos que comercializaban: un excelente servicio post-venta. Lamentablemente, una vez tras otra, han ido minando mi confianza en ellos hasta el punto que no puedo dejar de pensar que todos estos años he sido engañado. La última vez fué hace un par de meses, cuando me disponía a comprar una patilla de cambio para mi última bici (en cuya compra traté personalmente con Sol Otero, que regenta actualmente la tienda). Pues el caso es que me atendió uno de los tenderos de siempre, y me dice que no me la puede vender porque cada modelo tiene una diferente, a lo que le contesto que conozco el modelo de mi bici; entonces sale con que aunque conozca el modelo depende también del año, a lo que contesto que conozco el año de mi bici; a esto responde que en un mismo año vienen con varias patillas diferentes por lo que no me la vende, entonces digo que no hay problema, que tengo apuntado el número de serie del cuadro y que con eso seguro sabrá qué patilla le corresponde a mi cuadro. Entonces el "buen amigo" me dice que vale, pero que ese es un servicio exclusivo para clientes y que no me la vende si no le llevo la factura de compra de la bicicleta, que entonces la pide y que costará unos 35 ó 40€. Fué hace un par de meses y os podéis imaginar la cara de ********** con que salí (por última vez) de Ciclos Otero. Conservo la factura, pero por supuesto no he vuelto por allí. Como anécdota decir que unos días más tarde fuí a otra tienda cerca de mi casa (hace 8 años que me he mudado a 50km de Madrid) y compré la patilla sin ningún problema y por menos de 10€. Disculpad por el tocho Un saludo
Con detalles asi, dudo que conserven clientes, pueden vender una bici pero en todos esos años puede que tu gasto sea mayor que una bici, ellos sabran lo que les conviene, pero muchas tiendas cierran y por algo sera.
Yee tranquilo . Personalmente agradezco todos estos comentarios negativos hacia cualquier tienda o marca. Pero dejame que me ria de la forma que le has llamado sinverguenza , nada tienes toda la razon. Se merecen eso no volver y publicarlo a los cuatro vientos para que otros compañeros no caigan. Un saludo
Tienes razón, no es muy cortés por mi parte. Además no tengo nada personal con nadie, simplemente tengo motivos para no estar nada satisfecho con la atención recibida y, en general, con la política de trato al cliente. Edito el post
No me parecía mal solo el tamaño me había hecho gracia a mi no se me había ocurrido. Está gente la tenemos que conocer todos. Un abrazo
Tienes toda la razón, SON UNOS SINVERGÜENZA!!! Yo la tuve con el chico del taller que es un CHAPUZAS. Tuve que volver con la bici 4 veces!!! Porque me arreglo mal el freno, tan solo queria cambiar las pastillas y no se que toco que se salio el liquido de los frenos, luego le falto ponerme unas piezas, me la devolvio sin los tapones del manillar, etc....UN CHAPUZAS, repito. Al final gracias a que estaba en garantia la casa TREK y AVID me lo solucionaron. Eso si, nunca más lo llevare alli. Los propios tenderos me dijeron que no estan agusto con la gente del taller. Es un chico con gafas de pasta y cristal anaranjado. Conclusión: NO LLEVAR LA BICI AL TALLER DE OTERO!!!!
Yo he ido una vez y allí no me verán más, como en otras tantas tiendas de Madrid. Se van a cerrar muchas me temo, internet y su ego están acabando con lo que muchos clientes valoramos, el trato personal.
