Hola, Llevo unos meses en esta ciudad y quisiera tantear el terreno por aquí, para dar curso al gusanillo que traigo de Salamanca, donde es conocido un club cicloexcursionista-randoneur que acostumbra realizar rutas de media distancia por la provincia, usualmente con cierto barniz cultural. Con epicentro en Ávila se me ocurren muchas posibilidades: hacia las tierras morañegas del norte de la provincia, esmaltadas del muy singular patrimonio arquitectónico mudéjar; hacia hoy pueblos periféricos pero otrora cadenas esenciales del comercio europeo medieval y moderno, como Medina del Campo, que está a unos 80kms aproximadamente. La propia Salamanca, o Segovia. Coca y su fortaleza. Las opciones son múltiples. Mas osadas, hacia El Escorial, "piedra lírica de España" que dijo Ortega, trasponiendo la sierra. Pero me atrae más la planicie silente. Sentir esa Castilla cerealística sobre el velocípedo, un marchar manso, sin ánimo competitivo alguno. Ese paisaje de asceta, el embrujo del horizonte mesetario. Pero también los vestigios de unos tiempos en que, se podría decir, el centro del mundo anduvo en estas tierras. Ávila-Arévalo o Ávila-Madrigal de las Altas Torres, son otras rutas que, con cierta preparación, bibliográfica o en video ofrecen el jugo saciante de la historia vivida. La bicicleta llanamente como instrumento. No haya quizá mejor fórmula de emular a aquellos que, bien sobre un caballo altivo o una acémila decrépita, ingresaban a estas villas por caminos polvorientos y estrechos. Lanzo una idea que no pretendo, ni remotamente, cristalizar este fin de semana ni el siguiente. Solo ver si hay voluntades de la misma cuerda. Saludos,
