Tras una preparación demasiada larga al fin me fui a recorrer el páramo de La Lora, donde hace muchos años se encontró petróleo, aunque muy poca cantidad y muy baja calidad. Para darle más chicha a la ruta saqué unos tracks de wikiloc y me hice mi propia ruta; para variar, hubo algo de exploración entre medias... no adelantemos acontecimientos. Salgo de Basconcillos del Tozo, y tomo un track senderista para acercarme a ver la cueva de los Moros. Primera sorpresa: yo que creía que el arroyo nacía de esa cueva, es al revés, se mete en ella. Como el track es senderista, el camino es bastante incómodo, aunque en seguida tomamos la carretera que nos llevará a Barrio Panizales. A lo lejos veo una pista ancha... me la guardo. Por cierto, las carreteras que tomaremos en esta ruta tienen poquísimo tráfico, y son tramos cortos. En la bajada al Barrio Panizales veremos un puente de piedra y, oh sorpresa, el surgimiento de las aguas del arroyo en la cueva de los Moros (sí, se llama igual, ¿será posible recorrerlas haciendo espeleo?). Por desgracia, lo primero que se encuentran son las ruinas de un hotel-restaurante. Cruzamos el Barrio y empieza el camino al lado del que ya es río, río Rudrón. Al principio pista, y en las cercanías de Santa Cruz del Tozo, senda aérea. La senda se vuelve pista y vamos ganado altura, hasta llegar a lo que fue Cenicero, poblado abandonado donde las ruinas de la ermita apenas se distinguen entre los árboles. El track me manda hacia abajo, pero no veo camino... y es que el camino es un sendero disfrutón que baja por los bancales primero, y entre los árboles después, y más tarde se hace aéreo... Y cuando vuelve al bosque, otra sorpresa. Ni de coña me podía esperar encontrar esto por aquí. Por cierto, cebrones, ¡¡¡no claveis directamente sobre los árboles!!! :tonifane Llego al río Rudrón y el fresco se deja sentir. Aún así, hace muy buen día y nada de viento... ya veremos en el páramo. Tras cruzar el pueblo, la pista empieza a subir. A lo lejos, a la derecha, se ve el pueblo de San Andrés de Montearados, creo que abandonado. Más arriba hay ocho aerogeneradores, y nuestra ruta cruza por ellos. Un corzo, o algún primo suyo, se cruza delante, demasiado rápido y demasiado lejos para hacerle una foto. Algún tractor se deja oír a lo lejos... los kilómetros pasan muy despacio. Al fin se llega a lo alto, con unas vistas estupendas de toda la zona. A nuestros pies, Ayoluengo y el campo petrolífero de La Lora, con Valdeajos y Sargentes en segundo plano. Merece la pena echarle un ojo de cerca a las bombas de extracción. Muchas están paradas, esperando su desmantelamiento, pero alguna queda en marcha, y el motor que las hace girar se alimenta del propio petróleo que extraen. Cruzamos Sargentes buscando el dolmen. Por cierto, con tanto pueblo seguido no hay problemas de agua. Siguiendo la pista, imposible perderse con tanta señal, se encuentra el dolmen, a la izquierda del camino. Me intento imaginar qué pasaría si apareciera ahora uno de aquellos hombres que hicieron el Dolmen hace 2.500 años... una de dos, o me tomaría por su dios o me dejaría seco de un garrotazo. Pero un invento moderno, el GPS me saca de mi imaginación: me da un aviso de batería baja. Cómo no, no me he traído de recambio, y las de la cámara de fotos, mi tabla de salvavidas, estaban agotadas desde el minuto cero de la ruta... cruzo los dedos y empiezo a pensar. En primer lugar, la ruta que pensaba hacer, bajar al Ebro y volver, es imposible. He salido muy tarde y el sol está cayendo. Así que tengo dos posibilidades: volver a Sargentes y de ahí a Basconcillos por carretera o navegar con el mapa de sinrenkor en el GPS hasta cruzar el track, más adelante, rezando para que aguanten las pilas. Siempre puedo usar el GPS del móvil; aunque el mapa base no guarda casi caminos, las fotos aéreas me ayudarían. Y decido navegar. Tras un pequeño rodeo llego a una carreterilla que lleva al valle del Ebro. No tengo ganas ni tiempo de llegar tan abajo, pero sí de asomarme a un mirador, formidables las vistas. Otra sorpresa, en este trozo de páramo, que pertenece a Cantabria, se ha instalado un telescopio y un aeródromo. El aeródromo no es el típico de avionetas de fumigación; tiene cabañas, pista asfaltada, comunicaciones por parabólica... Los aerogeneradores cercanos han encendido las luces nocturnas, y mi pista pronto cruza el track. Las pilas del GPS aguantan. Paso al lado de Lorilla, otro pueblo abandonado al lado del acantilado del Ebro. Un repechín de nada y empieza la bajada a saco, por una pista muy ancha, hasta Basconcillos. La misma pista que vi al empezar la ruta me lleva al punto de partida; menos mal, me queda menos de media hora de luz... Habrá que volver visitando el cañón del Ebro, los pueblos abandonados... Track aquí http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1287356
c3 ¡¡¡Chisss,!!! Edita y borra que lo va a ver gente ... esa zona esta "protegida", cuantos menos la conozcan mejor que al final entre turistas y molinos eolicos nos la van a fastidiar. Ahora en serio, conozco la zona y da gusto ir por allí a pesar de encontrarte con los malditos molinos. Si vas al cañon del Ebro veras yue hay senderos bonitos, pero hay rutas porcaminos que es mejor evitar. Yo la he hecho y no está mal. Hay rutas bonitas en las merindades (Puntedey, Ojoguareña, meca de la espeleologia y segunda cueva mas larga de Europa, visitable solo la zona de La hermita que por cierto es curioso que la entrada sea una hermita, Espinosa de los Monteros) y tirando por la carretera de Soria(N234) tienes Silos y cerca de silos la Yecla, Neila, el cañón del rio lobos y Covarrubias aunque hay parajes muy bonitos por otras zonas no tan frecuentadas. Todo para pasar unos dias tranquilos, ideal para perderse un poco y relajarse. Todo lo puedes ver en fotos de panoramio en Google earth para conseguir hacer una ruta siempre por sitios magicos evitando las zonas de cultivo, pero creo que segun lo visto sabes bastante del tema
No había leido tu crónica, gracias por compartirla. Parece una zona muy chula, habrá que ir a hacer una excursión,jeje.