Buenas, Hay una ruta bastante llana que hago habitualmente para ir del trabajo a casa. Últimamente mis tiempos iban mejorando poco a poco, y en los primeros 20km que son prácticamente llanos lograba medias alrededor de 30km/h. Sin embargo, hoy hacía bastante calor, y a pesar de que las piernas me daban "de sobra", me sentía el cuerpo "ardiendo" y he tenido que bajar bastante el ritmo e incluso detenerme en un par de sombras (las únicas que hay) durante unos instantes. Al final en esos 20 primeros km me ha salido una media comparativamente muy baja de 26km/h. Me he acordado entonces de una ruta que hice el mes pasado... 82km, 1850m de desnivel. La había hecho otras veces sin demasiado problema, incluso una vez la alargué hasta los 110km y 2550m (llegué "muerto", pero no me sentí mal durante la ruta). Sin embargo, nunca la había hecho con tanto calor como ese dia. Sufrí muchisimo (mismos síntomas que hoy), mi media de velocidad bajó estrepitosamente e incluso tuve que andar porqué no daba más y se me ponía el corazón a mil en cualquier cuesta medianamente dura. Yo bebo agua por un tubo y me la echo por encima... algo ayuda, pero me sigue afectando bastante. Hace un par de años no recuerdo que me afectase tanto. Me tiene un poco "preocupado", la verdad... a ver si es que me hago viejo! xD No sé si ha sido casualidad que en estas dos ocasiones no tenía el dia, o es que realmente me mata el calor. A vosotros os afecta tanto? como lo combatís? Un saludo
Pues claro que el calor afecta; y mucho. Lo único que se puede hacer es hidratarse mas, y si puedes evitar salir a horas que haga mas calor pues mejor que mejor. Pero en tu caso si tienes que ir a trabajar, pues nada; beber mucho y rodar mas despacio.
Es cierto el calor afecta al rendimiento, hay personas que son más sensibles que otras, y tambien afecta el hecho de la situación geografica, en algunos lugares te acostumbras al calor extremo y en otros las altas temperaturas son algo excepcional. El descanso nocturno tambien se ve afectado por el calor y logicamente afecta al rendimiento diurno sobretodo en deportes al aire libre como la bicicleta.
Es totalmente normal, piensa que también el cuerpo tiene que evacuar calor, ademas de realizar el ejercicio. Lo que comentan los compañeros, bajar ritmo y mucha hidratación, también muy importante antes de empezar. Saludos
Gracias por los consejos y opiniones! Me ha ****** que un tramo que había hecho en poco más de 40 minutos me salieran 50... creo que me acostumbré a ir mejorando el tiempo cada vez, y volver para atrás siempre jode xD No es que me preocupen mucho los tiempos, pero en este recorrido el paisaje es una ****** (entre autopistas, AVEs, Cercanías y fábricas...), y no tiene mucho más aliciente Un saludo
el calor afecta,pero no a todos por igual. en dias de calor puedo apañarme con un botellin donde a otros no le llega con dos camelback de 2L.
El rendimiento en verano es distinto yo tengo que acostumbrarme a bajar un poco el ritmo. Pero en cuanto el día esta nublado y no hay mucha humedad tiro bastante bien. Lo suyo es hidratarse bien y listos, yo debo beber más de 2L en verano.
que el calor baja el rendimiento es mas que sabido, pero yo creo que en tu caso puede que haya sido un cumulo de calor y sobre-entrenamiento. De vez en cuando hay que descansar.
El calor también tiene un efecto psicológico. Y como decían en otro hilo, eso estado de animo afecta al rendimiento. Esto no quiere decir que físicamente no afecte, al contrario, cuantos de nosotros lo hemos vivido en nuestras propias carnes..
mejor bajar el ritmo y esperar a que las temperaturas sean mas suaves para hacer medias mas altas como en el caso tuyo que vas al curre entre autovias ave y poligonos pues a falta de paisajes vas entretenido en llevar un buen ritmo, pero dejalo para mejor ocasion que estos dias de tanto calor no son buenos, en cuanto a la hidratacion yo hace tiempo que le pongo el zumo de un limon una pizca de sal y media cucharada de azucar y si esta a mano un poco de bircarbonato y va muy bien, con el sudor no solamente se pierde agua.
Con la calor yo no puedo por ejemplo. Soy de Sevilla y salí en Mayo un par de veces y no lo hago mas porque me dieron golpes de calor y que me costó llegar, además el agua a la media hora estaba ardiendo... Yo o salgo a las 7 de la mañana o a partir de las 7 de la tarde. Lo que si me gustaría es hacer rutas nocturnas. Tiene que estar guay.
Particularmente creo que el buen rendimineto con calor es entrenar a horas muy calurosas. Yo siempre voy a horas calurosas, las 12, las 16...todo es ir acostumbrandose empezando a un ritmo al que te puedas adaptar, rutas cortas. Al principio es cuando mas afecta, pero con una buena hidratacion, incluso a la larga te adaptas a pedalear en esas circunstancias
A mi me afecta un monton, ademas no se por que, pero yo sudo bastante poco, (estoy delgado), y creo que esa falta de sudoracion me repercute muy negativamente en este aspecto. En invierno rindo muchisimo mas que en verano.
cuando el calor aprieta, cuando veas que te quedas muy flojo para rapido que te puede dar un golpe de calor
yo sali hace unas semanas en plena ola de calor a las 4 de la tarde y para hacer 50 kilometros me las vi muy *****.me bebi unos 4 litros de agua,zumo,platano,barritas y con todo eso pensbaba que no llegaba me dieron algunas pajaras,tube que parar un monton de veces,el golpe de calor creo que estubo cerca 2 dias antes hice 70 kilometros y no me entere,pero claro saliendo a las 7 de la mañana
El calor afecta, a unos mas que a otros. En mi caso especialmente lo noto los primero días de cambio, en cuanto he entrenado unos días con calor "casi" recupero el ritmo. Pero con calor hay días que te sientes pesado y no rindes. Otra cosa, cuidado con beber. Si en serio, la desidratación es peligrosa, pero es mas peligroso un desequilibrio electrolítico en el cuerpo por una sobrehidratación hipotónica, pudiendo llegar a producirse hiponatremia. Cuando se bebe agua se repone agua, cuando se suda se pierde agua y muchas sales, las sales no se recupera. Por eso es mejor tomar bebidas isotónicas, sean comerciales o caseras, para reponer algo más. Os pongo los sintomas de las hiponatremia: Estado mental anormal:confusión,disminución del estado de conciencia, alucinaciones posible coma Convulsiones Fatiga Dolor de cabeza Irritabilidad Inapetencia Calambres o espasmos musculares Debilidad muscular Náuseas Inquietud Vómitos ¿os suenan? cansancio, debilidad muscular, calambres, nauseas... normalmente pensamos que es por la desidratación y bebemos más y lo fastidiamos mas. Para saber mas https://www.google.es/search?aq=f&s...,cf.osb&fp=2ad9b811030b3af1&biw=1920&bih=1042 Os pego este interesante articulo, sacado de aqui http://www.alanrevista.org/ediciones/2004-2/hiponatremia_esfuerzos_ultraresistencia.asp Hiponatremia en esfuerzos de ultraresistencia: efectos sobre la salud y el rendimiento Francisco B. Ortega Porcel, Jonatan Ruiz Ruiz, Manuel J. Castillo Garzón, Angel Gutiérrez Sainz. Unidad de Fisiología del Ejercicio y Evaluación de la Forma Física. Departamento de Fisiología Médica. Facultad de Medicina. Universidad de Granada. Granada. España. RESUMEN Hiponatremia en esfuerzos de ultraresistencia: efectos sobre la salud y el rendimiento La deshidratación es uno de los principales enemigos de los deportes de resistencia. Sin embargo, la ingesta excesiva de líquido con el objetivo de evitar dicha deshidratación, ha provocado en los últimos años numerosos casos de hiponatremia, especialmente en esfuerzos de extrema duración. La hiponatremia se define como la presentación de concentraciones de sodio en plasma por debajo de 135 mmol/L. Representa la primera causa de enfermedad severa en deportes de ultraresistencia, a lo que ha sido asociado numerosos casos de muerte súbita. Las extremadas exigencias físicas de este tipo de deportes de creciente popularidad, junto con el peligro potencial que supone para la salud del deportista, nos ha conducido al estudio profundo de las causas, consecuencias, factores asociados, abordaje terapéutico y prevención de la hiponatremia , tanto desde un punto de vista científico como práctico. La ingesta de la cantidad adecuada de líquido se presenta como el método más importante para prevenir su aparición. No está clara la cantidad idónea y/o necesidad de una suplementación de sodio en la bebida para evitar el desarrollo de hiponatremia y mejorar el rendimiento deportivo en pruebas de ultraresistencia. No obstante, parece ser que esta suplementación sólo sería útil en aquellos individuos que ingirieron una excesiva cantidad de líquido. INTRODUCCION En ejercicios de larga duración se producen importantes pérdidas hídricas por sudor y respiración. En estas condiciones es preciso hidratarse adecuadamente y no hacerlo entraña riesgos para la salud y disminuye el rendimiento físico-deportivo. Siendo conscientes de ello, los deportistas ingieren importantes cantidades de agua que, a veces, exceden las propias necesidades. En estos casos se puede producir hemodilución, una de cuyas consecuencias es la hiponatremia. Recientemente, los medios de comunicación se han hecho eco de esta problemática Se denominan deportes de ultraresistencia a aquellos que implican esfuerzos físicos superiores a las 6 horas de duración (1-4). Entre los principales factores limitantes del rendimiento en estos deportes aparecen el agotamiento del glucógeno, el desequilibrio hídrico y electrolítico y factores cardiovasculares. Además, en las pruebas plurideportivas de ultraresistencia (i.e. triatlón: natación, carrera a pie y bicicleta) la fatiga acumulada de una modalidad sobre otra puede ser un factor determinante en el resultado final (5). Para completar una prueba de Ironman (3,8 km natación, 180 km en bicicleta, 42,2 km corriendo), se emplean entre 8 y 17 horas, produciéndose un gasto energético de entre 8500 y 11500 kcal (6). En una prueba de ultramaratón de 161 km, la ingesta de agua es de 16,6-33,1 litros de agua y de sodio es de 23,2 g sodio (3). En otras pruebas de ultradistancia desarrolladas en ambientes cálidos, las pérdidas de líquidos por sudor llegan hasta 2 litros/h (7). Es bien sabido que un correcto equilibrio hídrico y electrolítico resulta crítico para el mantenimiento de la salud y para optimizar el rendimiento deportivo durante el ejercicio (8-11). La hiponatremia se define como la presentación de concentraciones de sodio plasmáticas por debajo de 135 mEq/L o mmol/L (1,12,13), siendo su rango de valores normales 138-142 mmol/L (14) (Figura 1). Esta alteración se ha observado repetidamente en esfuerzos físicos que superan las 6 horas de duración (1-4). Así, durante el Ironman de Hawai la hiponatremia constituyó el principal desajuste electrolítico encontrado (12,5). Aparentemente, y bajo una perspectiva estrictamente fisiológica, existe una contradicción intrínseca entre deshidratación e hiponatremia. Esto es, si existe deshidratación se debería producir hemoconcentración y, en consecuencia, hipernatremia. Sin embargo, la realidad sobre el terreno pone de manifiesto esta contradicción. La hiponatremia es más común de lo que pudiera parecer. Su carácter asintomático (13,16) así como el hecho de que no sea algo fisiológicamente esperable dificulta su detección, lo que puede poner en peligro la salud de los deportistas. Aunque la hiponatremia se suele asociar a esfuerzos de ultraresistencia (4), su aparición también puede darse en otros deportes de menor duración (2-4 h) (i.e. maratón, triatlón, entrenamiento militar) (16,18-21). Incluso se han encontrado casos de hiponatremia asociados a ejercicio físico inespecífico de baja a moderada intensidad y duración (22), si bien su prevalencia es mínima. En cualquier caso, concentraciones de sodio por debajo de los valores fisiológicos representan la primera causa de enfermedad severa que acompaña a los deportes de ultraresistencia (4) y han sido asociadas a numerosos casos de muerte súbita (1,2,18,19,23-25). Las extremadas exigencias físicas de este tipo de deportes de creciente popularidad, junto con el peligro potencial que supone para la salud del deportista, precisa de un estudio profundo de las causas, consecuencias, factores asociados, abordaje terapéutico y prevención desde un punto de vista científico y práctico. Causas de hiponatremia La hiponatremia se define y caracteriza por la presentación de concentraciones circulantes de sodio por debajo del límite inferior de normalidad (< 135 mEq/l). Esto puede deberse a un exceso de líquido extracelular, a una cantidad insuficiente de soluto (sodio), o a una combinación de ambos Exceso de líquidos extracelulares La sobrecarga hídrica puede ser debida a un excesivo consumo de líquidos y/o a deficiencias de excreción en situaciones de hipervolemia. En primer lugar, la famosa frase mitificada de "bebe tanto como puedas", basada en que la sensación de sed es menor a las necesidades de hidratación, ha demostrado ser un peligro potencial en las pruebas de ultraresistencia. Una ingesta desproporcionada de líquido puede conllevar a un estado de hipervolemia y, en consecuencia, a un estado de hiponatremia. En segundo lugar, el exceso de líquido extracelular puede ser debido a un deficiente funcionamiento del aparato excretor, no siendo éste capaz de eliminar la suficiente cantidad de agua y produciéndose por tanto hemodilución e hiponatremia. Se postula que uno de los posibles factores causantes de esta disfunción es el ejercicio. El ejercicio aumenta la actividad simpático-renal y activa el sistema renina-angiotensina, lo que reduce la tasa de filtración glomerular y el flujo de orina. Esto puede limitar la función renal para compensar el desequilibrio producido por la ingesta y pérdida de sodio y agua, lo que puede incrementar el riesgo de desarrollar hiponatremia. Otra hipótesis alternativa, se inclina por una inapropiada secreción de hormona antidiurética (ADH) durante la sobrecarga hídrica (22,26). Sin embargo, estudios más recientes no han encontrado una clara asociación entre las concentraciones de ADH y las de sodio en pruebas de ultraresistencia (12,27,28). Déficit de sodio Se pueden establecer dos grupos de factores que pueden determinar, juntos o por separado, un bajo contenido de sodio: 1) una excesiva pérdida de electrolitos; 2) una inadecuada ingesta de sodio. 1) La pérdida excesiva de sodio puede ser determinada por sudoración excesiva y prolongada, provocada por las altas temperaturas, una inadecuada aclimatación y/o estado de forma física del deportista, la existencia de alguna variante del gen CFTR (cystic fibrosis transmembrane conductance regulator), o por una combinación de estos factores. El CFTR es un gen defectuoso que provoca un mal transporte de sodio y cloruro a través de las membranas celulares del epitelio (29). Se cree que alguna mutación de este gen puede afectar a la predisposición de algunos individuos para desarrollar hiponatremia (1). 2) Un bajo contenido de sodio en plasma, también puede ser debido a un reemplazo inadecuado de este soluto, causada por el consumo de bebidas y/o comidas sin sodio o con bajo contenido en él. Ambas teorías, han intentado explicar el desarrollo de la hiponatremia, pero hasta la fecha no se disponen evidencias científicas que demuestren que en ausencia de sobrecarga de líquido extracelular se desarrolle hiponatremia. Igualmente, no se dispone de suficientes datos en la literatura científica que corroboren la teoría de una hiponatremia producida por excesiva pérdida de sodio por sudor. Por ello, parece lógico centrarse en los factores que producen una hipervolemia. Factores que producen una hipervolemia Diversos estudios han puesto de manifiesto la relación inversa existente entre la variación del peso corporal y las concentraciones de sodio pre- y post-carrera, de modo que tanto los atletas que menos peso perdieron como los que tuvieron ganancia ponderal, mostraron una disminución en las concentraciones de sodio plasmáticas (4,12,15,27,30-32). En contradicción con los resultados obtenidos en deportes de menor duración, este tipo de esfuerzos se asocian a un incremento de volumen plasmático y una disminución de hematocrito (3,27,30,33). La causa de todo ello podría deberse a una excesiva ingesta y/o una inadecuada eliminación de fluidos. Stuempfle y et al (3) encontraron casos de hiponatremia en aquellos sujetos que se hiperhidrataron durante un ultramaratón. También se observó una mayor cantidad de agua ingerida por parte de los sujetos hiponatrémicos respecto a los normonatrémicos, si bien estas diferencias no llegaron a ser significativas. No obstante, aunque la ingesta de líquidos fue mayor en los atletas que desarrollaron hiponatremia, el exceso era relativamente modesto lo que hace pensar en la posibilidad de que los atletas que sufren hiponatremia tengan, además, un deterioro de la capacidad renal para excretar fluidos (4). Se ha estudiado el funcionamiento renal inmediatamente después de haber padecido un estado hiponatrémico en una prueba de ultraresistencia. Los resultados mostraron que el grupo de sujetos que presentó hiponatremia podía haber padecido una retención hídrica durante el ejercicio, dado que tras finalizar el mismo (durante las siguientes 12 horas) tuvo una tasa de excreción de líquido mayor que la presentada por el grupo normonatrémico (27). A posteriori, los autores se plantearon si la retención de líquido era un problema inherente a los sujetos o bien si se trataba de un desajuste temporal provocado por el ejercicio o por el propio desequilibrio hidro-electrolítico. Para ello provocaron una sobrecarga hídrica en reposo a ambos grupos de sujetos. Los resultados no encontraron ninguna característica fisiopatológica inherente al sujeto que explicara el desarrollo de hiponatremia como respuesta a una sobrecarga hídrica durante ejercicio prolongado (32). Conclusión sobre la etiopatogenia La hiponatremia en esfuerzos de ultraresistencia es algo fisiológicamente inesperado pero frecuente. Desde su descripción en 1985, las dos teorías expuestas con anterioridad han intentado explicar su etiopatogenia. Si retrocedemos unos años, se observa que el término hiponatremia es totalmente desconocido antes de 1981, tiempo durante el cual los atletas fueron animados a no beber durante el ejercicio (35). Como resultado, todas las carreras de maratón y ultraresistencia completadas concluyeron, sin excepción, con estados de deshidratación e hipernatremia. Como consecuencia, se difundió la idea de que debía beberse tanto como se pudiese durante el ejercicio de resistencia. La consecuencia de este movimiento ha sido el incremento de casos de hiponatremia en los deportes de ultraresistencia en los últimos años. Así, en los dos últimos años ha habido una proliferación de estudios con el objetivo de conocer más a fondo los mecanismos que provocan esta condición. Parece ser que la sobrecarga hídrica o hiperhidratación es la principal causa de la aparición de hiponatremia asociada a esfuerzos de larga duración, lo que puede suponer una amenaza potencial para la salud de los atletas. Signos, síntomas y consecuencias Con independencia de la teoría que fundamente la aparición de una situación hiponatrémica, ésta se produce por una disminución en la concentración de sodio extracelular. En un intento de aumentar la concentración de sodio extracelular para alcanzar los valores fisiológicos, se produce un tránsito de fluidos desde el espacio extracelular al intracelular, con el consecuente edema celular. Si este edema se produce de forma rápida puede acarrear diversas complicaciones: convulsiones, pérdida de conocimiento, coma, edema pulmonar y cerebral (18,19,24,36), alteraciones del sistema nervioso central, paro cardiorrespiratorio y muerte (1,25,34). Afortunadamente, no es frecuente llegar a tales consecuencias. Los signos y síntomas más comunes en esta patología son: desorientación, confusión, descoordinación, mareos, nauseas, vómitos, diarreas, debilidad muscular, agotamiento, estado mental alterado y dolor de cabeza (1,3,12,24). Para una rápida y eficaz actuación, es de vital importancia que el personal sanitario implicado en pruebas de ultraresistencia conozca el cuadro típico de la hiponatremia
Segunda parte del artículo Factores que favorecen la aparición de hiponatremia La hiponatremia es una alteración electrolítica que obedece a diferentes causas y puede verse favorecida por los siguientes factores (Tabla 2): Factores genéticos Los avances en ingeniería genética que se están produciendo en los últimos años han permitido la detección de una mutación en el gen CFTR procedente del cromosoma 7 que provoca un mal transporte de sodio y cloruro a través de las membranas celulares del epitelio. El gen CFTR parece ser el responsable de una enfermedad hereditaria incurable llamada fibrosis quística, siendo la enfermedad genética más común en la raza blanca (29). Se conocen más de 800 mutaciones del CFTR, de las cuales se cree que algunas pueden afectar a la predisposición que poseen algunas personas para desarrollar hiponatremia. Por tanto, cabe la posibilidad de que exista una población de riesgo genéticamente determinada para padecer hiponatremia. Sin embargo, para el esclarecimiento de esta hipótesis se requiere de una investigación más precisa y rigurosa. Diferencias entre géneros La posibilidad o predisposición fisiológica a sufrir hiponatremia en esfuerzos prolongados no es igual para hombres que para mujeres. En este sentido, diversos estudios han llegado a la conclusión de que las mujeres presentan mayor predisposición para desarrollar hiponatremia tras una prueba de ultraresistencia (3,12,17,34). Esto puede ser debido a que las mujeres poseen un tamaño corporal (expresado en peso y talla) inferior a los hombres, por lo que necesitarían ingerir menos líquido para provocar hipervolemia, y en consecuencia, llevar el sodio plasmático a valores de hiponatremia (3). En relación con lo anterior, el volumen sanguíneo total se encuentra directamente relacionado con la masa muscular del individuo, lo cual aumentaría la predisposición de las mujeres para desarrollar hiponatremia, puesto que de forma genérica poseen una menor masa muscular que los hombres y por tanto menor volumen plasmático. Por último, es bien sabido que la progesterona favorece la retención hídrica con lo que también podría contribuir a la hiponatremia. Diferencias raciales El Ejército estadounidense ha sufrido una media de 19 hospitalizaciones por año entre 1989 y 1999 debidas a hiponatremia producidas durante sus entrenamientos habituales. Resulta especialmente llamativo que el 75% de de los casos ocurrieron en soldados de piel blanca, los cuales comprenden sólo el 63% del Ejercito de los Estados Unidos (36). Estos resultados parecen indicar que la raza blanca es más propensa que otras a padecer hiponatremia. Son necesarios más estudios que corroboren esta hipótesis. Diferencias en función de la edad No hemos encontrado ningún estudio que informe sobre la predisposición y/o posibilidad de sufrir hiponatremia en diferentes grupos de edad. No obstante hay que tener presente que este tipo de pruebas suelen ser realizadas por personas jóvenes, lo cual dificulta la realización de estudios comparativos entre diferentes edades en situaciones reales de competición y por tanto la obtención de conclusiones al respecto. Diferencias antropométricas Dentro de individuos del mismo género, aquellos que poseen menor tamaño corporal pueden parecer, a priori, más propensos a sufrir hiponatremia. El motivo puede ser el mismo que el expuesto para las mujeres: necesitan consumir menos líquido que individuos más grandes y con mayor masa muscular, para llevar el sodio en plasma a concentraciones de hiponatremia (3,27). Nivel de actividad y/o condición física Existen evidencias que indican que aquellas personas que obtienen peores marcas en carreras de maratón o aquellos sujetos que se encuentran al comienzo de un período de entrenamiento de resistencia son más propensas a desarrollar hiponatremia (17,24). Todo ello parece situar al nivel de condición física como un importante factor de riesgo a tener en cuenta. Mayers et al. (37) se muestran a favor de esta postura y añaden que también aquellos atletas más entrenados, que por cualquier motivo, disminuyen su ritmo potencial de carrera, tendrán más posibilidades de desarrollar hiponatremia. La explicación a este hecho se basa en que aunque la intensidad de la prueba es directamente proporcional al ritmo de sudoración (determinado por el ritmo metabólico, que es menor al disminuir la velocidad), una menor velocidad de carrera permite una mayor posibilidad de ingerir líquidos, sumado a que el vaciado gástrico y la absorción intestinal se ven favorecidos por una menor intensidad en el ejercicio (38). Otra justificación alternativa puede ser que el nivel de aptitud física y la aclimatación influyan en la pérdida de sodio, lo que podría aumentar las pérdidas en los no entrenados hasta 100 mmol/L, mientras que en personas entrenadas sería de 10 mmol/L (39). Consumo de fármacos Las personas que están consumiendo anti-inflamatorios no esteroideos (AINES) poseen un mayor riesgo de desarrollar hiponatremia durante el transcurso o al final de una prueba de ultraresistencia (17). Hasta el momento no ha sido descrito con precisión el mecanismo fisiológico responsable de la hiponatremia como causa del consumo estos fármacos. Diversos estudios han constatado los desequilibrios electrolíticos que se producen a causa de la administración de diuréticos. En concreto se puede producir disminución de potasio y sodio. En determinados grupos de población, ancianos y especialmente mujeres, se han producido casos de hiponatremia severa causada por el uso de estos fármacos (40,41). Por otro lado, se conoce el uso incontrolado e ilegal de diuréticos en modalidades deportivas con categorías por peso corporal. En estas circunstancias, el uso de estos fármacos constituye un factor de riesgo para hiponatremia. Tras revisar la literatura publicada hasta el momento, no hemos encontrado ningún estudio que informe de la existencia de cuadros hiponatrémicos este tipo de deportes. Ello puede deberse a que se trata de esfuerzos de corta duración y elevada intensidad, situación poco favorable para alcanzar estados de sobrecarga hídrica (reducción de absorción intestinal, incremento de sudoración, etc.) que provoquen hiponatremia. Clima Por su idiosincrasia y características, los deportes de ultraresistencia, especialmente los de triatlón ultradistancia, han sido comúnmente desarrollados en ambientes cálidos, por ello la mayoría de los estudios publicados hasta la fecha han sido llevados a cabo bajo estas condiciones climatológicas (1,2,4,5,7,12,13,15-22,24-28,30-33,36,37,). Sin embargo, surge la necesidad de hallar cuales son las condiciones ambientales que favorecen y provocan un mayor número de casos de hiponatremia en los atletas que disputan pruebas de extrema duración. Los resultados de O’Brian et al (24) mostraron cómo el 85% de las hospitalizaciones por hiponatremia asociada a ejercicio de los soldados del ejército americano ocurrieron entre los meses de mayo y septiembre, produciéndose el mayor número de casos durante el mes de julio. Según estos resultados, el estrés térmico podría ser considerado como el factor etiológico de la hiponatremia. Igualmente, podría existir un factor psicológico que incita a los sujetos a ingerir grandes cantidades de líquido para evitar las consecuencias de la deshidratación e hipertermia asociada a elevadas temperaturas, lo que resultaría en una trampa fatal (18,19,25,43). Por otro lado, Stuempfle et al. (3) encontraron que el 44% de los participantes en un ultramaratón de 161 km a bajas temperaturas acabaron con hiponatremia. Este es uno de los porcentajes más elevados de sujetos participantes en pruebas de ultraresistencia que han acabado con hiponatremia, de ahí que se crea que ésta podría venir ocasionada como resultado común en esfuerzos de ultraresistencia. Esto podría verse agravado por las condiciones de frío extremo. No obstante, con las evidencias disponibles hasta el momento, resulta imposible formular una conclusión acerca de cómo afecta el clima al desarrollo de hiponatremia asociada a ejercicio de ultraresistencia. Son necesarios más estudios para poder corroborar una u otra hipótesis. Hiponatremia y rendimiento deportivo Recientemente no se ha encontrado una asociación directa entre la pérdida de peso por deshidratación y el rendimiento en una prueba de ultraresistencia (31). No obstante, sí hubo una correlación negativa entre las concentraciones de sodio plasmático al finalizar la prueba y el tiempo total empleado en desarrollar la carrera, independientemente de que los atletas mostraran o no síntomas de hiponatremia. Sin embargo, otros autores no han conseguido establecer relación alguna entre estas variables (3). Debido a la escasa información al respecto, son necesarios más estudios que permitan explicar cómo influyen las concentraciones de sodio plasmáticas en el rendimiento deportivo. Recomendaciones prácticas para pruebas de ultraresistencia A) Ingesta de líquidos Durante la práctica deportiva intensa una pérdida relativa de peso corporal del 6 al 10%, puede causar una importante reducción del rendimiento y serias consecuencias para la salud (19,44,50). Los cambios de masa corporal durante una prueba de larga duración vienen provocados, principalmente, por la pérdida de agua en forma de sudor y respiración (51). Por ello, finalizar la carrera con un peso similar al inicial, supuestamente para asegurar que no se produzca deshidratación, es una extendida recomendación en el mundo del deporte. Esta creencia es especialmente extendida y no menos equívoca en el caso de los esfuerzos de ultraresistencia. Es sabido que durante el desarrollo de la prueba se puede producir una pérdida de masa corporal de hasta 2 kg no procedente de la pérdida de líquido y que incluye pérdida de masa grasa, glucógeno muscular y agua almacenada con éste (4,27,30,33,52). Ésta es una apreciación de vital importancia. Aquellos sujetos que se hidraten lo suficiente como para mantener la constancia de su peso durante un ejercicio de ultraresistencia, pueden estar realmente sobrehidratados en 2 litros (3). La frase "bebe tanto como puedas" podría considerarse culpable de un gran número de casos de hiponatremia, como resultado de una excesiva ingesta de fluidos. Esta idea debería ser eliminada. Es necesario conocer el porcentaje y/o posibilidades y consecuencias de la hiperhidratación, especialmente durante pruebas de ultraresistencia (24). La mayoría de los autores coinciden en que la cantidad de agua ingerida actualmente suele ser excesiva y que es necesario restringir la ingesta de líquidos, cuando se prevean ejercicios de larga duración (1,18,19,24,25,53). Por otro lado, de forma genérica, se aconseja a las mujeres y a los hombres de menor masa corporal tomar menos líquido que los de mayor tamaño, y ello por dos motivos: 1) porque poseen menor ritmo de sudoración; 2) porque al poseer menor tamaño corporal, es necesaria menos cantidad de agua para llevar el sodio a concentraciones hiponatrémicas (3). Por otro lado, se recomienda a los triatletas de ultradistancia que sean especialmente cautos en la ingesta de líquido durante la sección de bicicleta, ya que por sus características permite beber mayor cantidad de líquido que durante la sección de carrera (889 vs 632 mL/h), siendo sus pérdidas hídricas considerablemente menores (808 vs 1,021 mL/h) (31). Existen pocos datos acerca de las cantidades de líquido que deben ser ingeridas durante una prueba de ultraresistencia. Siguiendo las recomendaciones del ACSM (American College of Sports Medicine), se deberían beber entre 0.600 y 1.200 litros de agua por hora de ejercicio en esfuerzos de más de una hora (54). Estas cantidades extrapoladas a un ultramaratón con tiempo medio final de 27.6 horas, supondría haber consumido 16.6-33.1 litros de agua a final de la prueba (3). Estas recomendaciones fueron establecidas con esfuerzos de menor duración que las competiciones de ultraresistencia, por lo que pueden no ser recomendables para una prueba de estas características (55), especialmente los valores máximos de dicho rango (30) y si el esfuerzo se desarrolla en ambientes fríos (Stuempfle et al, 2003). Rogers et al (52) informan que los atletas que participaron en un triatlón de 21km en canoa, 97 km en bicicleta y 42 km corriendo, ingirieron una media de 0.737 L/hora. En otro estudio, liderado por Fallon (56), se registraron las cantidades de líquido ingeridas durante un ultramaratón de 100 km, obteniendo una ingesta media de 0.540L/hora. Una mayor ingesta de líquido fue observada en un ultramaratón de 160 km desarrollado en ambiente extremadamente caluroso, donde los participantes ingirieron una media de 0.700 L/hora y finalizaron la carrera con un incremento de volumen plasmático del 12% (57). En otro estudio realizado en similares condiciones, el mismo autor observó que aquellos sujetos que sufrieron algún tipo de alteración mental (confusión y descoordinación) habían ingerido significativamente más líquido, hidratos de carbono y kilocalorías en general, que los deportistas sin sintomatología mental (58). Actualmente no se dispone de información concluyente acerca de las cantidades de líquido idóneas a ingerir en pruebas de ultraresistencia. Es necesario establecer unas guías u orientaciones respecto a la ingesta hídrica específica en esfuerzos de ultraresistencia que permitan disminuir el riesgo de sufrir hiponatremia. B) Ingesta de sodio Stuempfle et al (3) observaron que los sujetos que terminaron ultramaratón de 161 km en condiciones hiponatrémicas consumieron menos sodio que sus compañeros normonatrémicos, aunque estas diferencias no llegaron a ser significativas. Similares resultados se obtuvieron en otro estudio (59), en el cual se observó que administrando cantidades de 50 y 100 mEq/L de sodio durante una prueba en bicicleta de 4 horas de duración, se conseguía mantener mejor las concentraciones de sodio en plasma que ingiriendo una disolución con 5 mEq/L de sodio, aunque las diferencias tampoco fueron significativas. En el mismo trabajo se encontró que a partir de las 3 horas de ejercicio se producía un aumento significativo en la osmolalidad por la ingesta de disoluciones con 50 y 100 mEq/L de sodio. Esto es un dato importante teniendo en cuenta que la hipo-osmolalidad es una condición que aparece fuertemente ligada a la hiponatremia en esfuerzos de ultraresistencia. Todo parece indicar que una apropiada ingesta de sodio puede reducir el número de casos de hiponatremia (1,3), pero son necesarias más investigaciones para corroborar dicha hipótesis. En este caso, es necesario determinar la cantidad óptima que debe ser ingerida, puesto que existen evidencias de que ingerir elevadas cantidades de sodio durante el ejercicio puede reducir el ritmo de producción de orina (59), lo cual dificultaría la estabilización del equilibrio electrolítico. También ha sido demostrado que la inclusión de sodio en las bebidas deportivas mejora su palatabilidad (60) e incita a aumentar la ingesta de líquido (61). En ambos casos, la suplementación de sodio estaría produciendo el efecto contrario al pretendido. Recientemente se ha estudiado la influencia de la suplementación con cloruro sódico sobre el peso corporal, concentración de sodio en plasma, volumen plasmático y prevención de la hiponatremia (62). Los sujetos que ingirieron una media de 6,3 g de sodio durante toda la prueba, (0,5 g sodio/h) no sufrieron hiponatremia, en contraste con la mayoría de los últimos estudios realizados en deportes de ultraresistencia (1-5,12,15-17,23,24,27,30-34,36,53). Por otro lado, no se observó ninguna diferencia significativa en la concentración de sodio plasmático entre el grupo suplementado y el grupo control, lo cual no sorprende a los autores, pues afirman que no es necesaria una ingesta adicional de sodio para prevenir el desarrollo de hiponatremia en atletas que sólo reemplazan parcialmente sus pérdidas de fluidos durante un ejercicio prolongado. Sin embargo, la suplementación de sodio es necesaria para prevenir casos de "intoxicación de agua" (estado hipervolemia provocado por la excesiva ingesta de líquido vía oral) o hiperhidratación asociada al ejercicio. En conclusión, la ingesta de sodio en pruebas de ultraresistencia sólo resultaría útil y efectiva en aquellos casos en los que se pudiera beber más líquido del conveniente. No obstante, son necesarios más estudios en esta línea que refuercen esta hipótesis. CONCLUSION El rendimiento físico y mental, así como la salud los deportistas puede verse seriamente deteriorada durante el ejercicio físico y la actividad deportiva como causa de deshidratación corporal, pero las características específicas de los esfuerzos de ultraresistencia obligan a la comunidad deportiva a considerar la posibilidad de que pueda producirse también la consecuencia opuesta a la deshidratación, sobrehidratación. La sobrecarga hídrica, como consecuencia de una excesiva ingesta de líquido, parece la principal causa de aparición de hiponatremia asociada a esfuerzos de larga duración. Esto supone una amenaza potencial para la salud de los atletas. La ingesta de la cantidad adecuada de líquido se presenta por tanto como el método más importante para prevenir la aparición de hiponatremia. La aplicación de programas educativos que incluyan una apropiada ingesta de líquidos y reemplazamiento de las pérdidas electrolíticas, pueden ser una estrategia efectiva para prevenir y/o tratar la hiponatremia sintomática. Se necesitan más investigaciones que permitan establecer unos patrones de hidratación específicos para los esfuerzos de ultradistancia y dilucidar la eficacia y/o necesidad de una suplementación de sodio para evitar el desarrollo de hiponatremia y mejorar el rendimiento deportivo.
Tambien os pego este otro, sacado de el atleta www.elatleta.com/foro/showthread.php?104529-sobrehidratacion+&cd=10&hl=es&ct=clnk&gl=es La hiponatremia durante el ejercicio. La hiponatremia es la causa mas común del colapso grave durante el ejercicio. Normalmente la causa es la recuperación del sudor relativamente hipertónico con una bebida hipotónica que contiene muy poco o nada de sodio. A menudo, esta situación tiene lugar en carreras largas y preferentemente en mujeres, corredores lentos y en los que consumen agua en vez de bebidas deportivas con sodio (Noakes, 1998; Sandell et al., 1988; Speedy et al., 1999). Los síntomas de hiponatremia dependen de la magnitud del déficit de sodio. El rango de concentraciones normales de sodio en el suero de la sangre está entre 135 y 145 mEq/L, y la hiponatremia puede ser clasificada gradualmente como leve, moderada o grave debido a sus síntomas bastante predecibles: Leve (sodio = 131-134 mEq/L): Normalmente no se muestran síntomas. Moderada (sodio = 126-130 mEq/L): Puede producir malestar, náusea, fatiga, confusión y movimientos persistentes e involuntarios de las piernas en reposo. Severa (sodio <126 mEq/L): Puede causar coma, convulsiones e incluso la muerte. El examen de un deportista con hiponatremia (una vez determinado en los análisis sanguíneos) generalmente presenta una temperatura rectal por debajo de 39o C (1030 F) así como con una presión arterial y frecuencia cardiaca estables. Cuando la hiponatremia es moderada o severa el nivel de consciencia está reducido. La hiponatremia debida a la sobrecarga de líquidos hace que el deportista se hinche, y que le empiecen a apretar anillos, relojes, zapatos y pulseras de identificación en la carrera. Debido a esta sobrehidratación, estos deportistas a menudo ganan peso durante la competición. Sin embargo, los deportistas con hiponatremia pueden a veces estar deshidratados y tener un volumen de sangre bajo, si se recupera sólo parcialmente lo que pierden en el sudor con líquidos hipotónicos. Esta hiponatremia hipovolémica parece ser más habitual en los corredores más rápidos. La experiencia nos sugiere que se debería asumir hiponatremia si el deportista desmayado tiene valores normales de temperatura rectal, presión arterial y frecuencia cardiaca, pero el nivel de consciencia está disminuido (Holtzhausen & Noakes, 1997, 1998; Mayers & Noakes, 2000). En los deportistas en que se sospeche sobrehidratación se debe evitar la administración de grandes volúmenes de líquido por medio de inyecciones intravenosas porque esto podría conducir a fallo cardiaco por congestión sanguínea e incluso la muerte. En deportistas que aparentemente están deshidratados y se sospecha que tengan el volumen sanguíneo bajo, la inyección intravenosa de suero salino puede recuperar tanto el fluido como las sales. En los casos más severos, se puede inyectar suero hipertónico (3-5%) a un ritmo lento (menos de 50 mL/h) mientras se monitoriza cuidadosamente la evolución del deportista. La mayoría de los deportistas con hiponatremia severa debida al ejercicio se recuperan espontáneamente después de 1- 3 horas de descanso y monitorización médica adecuada. A menudo, la producción de grandes cantidades de orina de tono claro precede a la recuperación.