Esta carta va dirigida a ti, ciclista anónimo que buscas en cada carrera ese salto a un equipo grande que te permita correr la carrera de tus sueños. O a ti, ilustre ciclista que sabes lo que es el beso de las azafatas con el sudor recorriendo aún tu frente. A vosotros, que día a día, sin descanso, con tesón, pedaleáis con la mente puesta en ese día, esa carrera, esa etapa que os permita entrar en la leyenda. Que entrenáis allí donde lo hacía Vicente Trueba, por los mismos caminos donde rodaba González Linares, por los mismos puertos donde se preparaba Pérez Francés. Que perseguís su leyenda. Va dirigida a ti, que te has dejado llevar por las "reglas" oscuras del ciclismo, que has caído en las redes de los "curanderos" sin querer "queriéndolo" pero que entrenas con la ilusión de un "chavaluco" buscando la gloria. Y también a ti, que a pesar de lo que digan permaneces fiel a ti mismo, a tus fuerzas, a pesar de las miserias en carrera, a pesar de saberte jugando en inferioridad de condiciones y a pesar de soportar las risas burlonas de algunos compañeros de pelotón. Sé que en las últimas semanas más que perseguir leyendas perseguís fantasmas. Buscáis culpables allí donde solo hay plumas que cuentan una historia de terror en la que los protagonistas son druidas con bata enriquecidos con vuestro esfuerzo, directores sin escrúpulos, y maletines cargados de billetes. Las víctimas no hace falta que os diga quienes son. Habéis interiorizado la trampa como algo lógico y habéis aprendido a convivir con ella. " Si quieres llegar arriba ya sabes que tienes que pasar por el aro", te espeta cualquiera chaval que no llega a la mayoría de edad cuando ruedas unos kilómetros con él. Un chaval que os admira, con o sin "ayudas", con o sin "dopaje". ¿ Por qué no construir para él un futuro en el que quizás os hubiese gustado estar? Quien sabe si el desenlace de esta "Historia para no dormir" sea que las víctimas pasan a ser los culpables, y entonces se haya acabado la tinta para escribir una segunda parte con final feliz. Olvidaos de la EPO de la Juventus, de los Laboratorios Balco y Marion Jones, de la barra libre de la NBA. Sinceráos con vosotros mismos, sin huidas hacia adelante. Lo sé, estáis leyendo estas líneas y pensáis que es utópico, pensáis en vuestras familias, en vuestras hipotecas, en vuestros contratos. Si no entráis en el juego, andaréis menos y en otoño, el mánager de turno te dirá que te busques un equipo o que habrá que revisar el contrato. Ellos también son responsables, quizá los mayores responsables, pero los protagonistas, los héroes sois únicamente vosotros, y el ciclismo está en vuestras manos. Os he visto pasar ateridos de frío pidiendo té caliente en el Portillo de Lunada, buscando un bidón salvador en el Mortirolo, encontrando empujones en los muros de Flandes, y nunca habéis recibido un "no" por respuesta de la afición. Ahora os toca a vosotros. Sé que las drogas, porque no os engañéis, son drogas, no hacen milagros. Que de un "globero" como yo nunca saldría un campeón como vosotros. Pero también sé que en igualdad de condiciones los mejores ganan. El carácter, la fortaleza, la inteligencia, en definitiva, la clase, prevalecen. Por eso, si alguno de vosotros decide salirse del lado oscuro, que lo haga pronto, y si crees que vas a correr sin las armas de las que dispone el rival habla claro, termina con la ley del Silencio. A los demás, que ya conocéis lo que es ver como se alejan en el horizonte ciclistas a los que hace apenas unos años pasabáis por encima cuando el Isostar era vuestro único "dóping", te digo lo mismo, no caigas en el agujero de la desidia. Sin medias tintas. El ciclismo no se va a morir. No lo hará nunca porque ningún otro deporte proporciona las sensaciones que da el ciclismo. Para vosotros es una ilusión, la búsqueda de un aplauso anónimo, el viento rozando tu rostro, los puños de la victoria golpeando el aire. Para el aficionado, es la espera en la cuneta, el cosquilleo cuando pasas por delante, el corazón en un puño cuando desfalleces. Todo eso y mucho más es el ciclismo. Ciclistas, hacednos volver a creer en él. Fuera mentiras, fuera falsos silencios amedrentados, fuera druidas. Es el momento, ahora o nunca. Hacedlo por vuestro deporte, pero sobre todo por vosotros mismos. Yo seguiré esperándoos en la cuneta. No me falléis Escrito por: Nacho del Piñal
... me sorprendio, lo peor es que es la verdad... salu2 y salgamos todos juntos y volvamos a los tiempos del '60... salu2
FANTASTICA resume muy bien como se acepta esta "lacra" que es el doping como parte del juego desde joven. Muy bien descrito si señor
Sinceramente espero que no se vuelva a esos años, las bombas belgas no eran muy saludables. Ciclismo y doping han ido practicamente unidos desde el principio, fue el segundo deporte en ser cazado (el primero fue la hípica, donde le metian de todo a los caballos). La razón es sencilla, desde el principio se vendió el ciclismo "épico", el buscar caminos por donde los ciclistas no podían pasar para ver si pasaban, cosa a la que hemos vuelto, buscando Anglirus, y puertos más duros, a ver si son capaces de pasar los ciclistas, o deben de poner pie a tierra. Mientras busquemos esto, que nadie se extrañe de que haya doping. Saludos.
