http://www.heraldo.es/heraldo.html?noticia=145134 Compañeros, tenemos a un forero de vacaciones en México, y sale en el Heraldo de Aragón entrevistado.
"Hemos tapado las ventanas con colchones, somieres y mesas" Dos aragoneses, entre los más de 3.500 turistas españoles, relatan su angustia en México PILAR ESTOPIÑÁ. Zaragoza | A la espera, como todo México. Eduardo Adán (Eddy) y Pilar Collado, dos jóvenes de Zaragoza, relataron ayer a HERALDO, desde su habitación del Hotel Riu Playa Car, en Playa del Carmen (México), las angustiosas horas que vivían encerrados en el complejo hotelero donde han estado alojados durante toda la semana y donde iban a vivir la llegada del Wilma. Con sus colchones empotrados en las ventanas "y sujetos con las mesillas de noche y los somieres" contaban las horas que faltaban para que el huracán irrumpiera en esta localidad situada a 70 kilómetros de Cancún. En principio, estaba previsto que llegara a las dos de la tarde (hora local); pero se retrasó hasta las ocho (2.00 en España). Igual que ellos, más de 3.500 turistas españoles se encontraban ayer en la zona que previsiblemente iba a barrer el ciclón, según confirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores. Desde este organismo no pudieron precisar, sin embargo, cuántos aragoneses había entre ellos, aunque según las agencias de viajes y las mayoristas consultadas por este periódico, al menos otras ocho personas de la Comunidad se encontraban en Cancún y habían sido evacuadas a hoteles más seguros. La pareja de novios decía estar "tranquila, pero un poco asustada". "Nos hemos enterado muy tarde de todo esto, de hecho, hasta ayer no supimos que había una alarma tan importante", explicaba Pilar, de 25 años, que está haciendo la residencia como Pediatra en el Hospital Clínico de Zaragoza. Nadie, ni autoridades ni mayoristas, se habían puesto en contacto con ellos para advertirles de la gravedad de la situación. Pero a primera hora de la mañana de ayer comprendieron lo que se les venía encima. "Nos han cambiado de habitación porque en las plantas bajas no se puede estar y también han habilitado el restaurante para dormir", explicaba Eduardo, de 27 años, que trabaja como fontanero. En la recepción del hotel habían instalado una pantalla que iba informando de la trayectoria del huracán y reiterando los consejos para paliar, en la medida de lo posible, los efectos de sus lluvias y de sus vientos de más de 170 kilómetros por hora. "En Playa del Carmen han atado las farolas a las barandillas, han sellado los comercios con tablas de madera y han seguido el protocolo por el que se rigen para estos casos", explicaba Eduardo. La pareja intentaba contagiarse de la "tranquilidad" de los mexicanos. "Pero aunque lo intentes no puedes evitar estar acongojada", decía Pilar.
Yo estuve el viernes pasado con el antes de que saliera de viaje y se llevo unas cuantas tarjetas de memoria para la cámara, así que espero con impaciencia su regreso y esas fotos de primera mano... Ptrufero. PD Eddy hazte unas olas!!!!
Mensaje de Eduardo, lo acabo de recibir. "Hola Pepito, estamos aqui viendo y sufriendo el huracán en primera persona. Aquí la situación no es mala. Estamos retenidos en la habitación sin poder salir 10 amigos con bebida y comida. Todo bien, de verdad. Oh no! Se nos lleva el Wilma! Te quiero, Pepito. besos a todos los bikers. Por cierto ¿salgo bien en el Heraldo?"