Después de subir a la Cañada del Tormo atravesando el Estrecho del Infierno y el nacimiento del Júcar, descendemos hasta el río Tajo, para acompañarlo en su lento discurrir aguas abajo durante unos kilómetros. La senda está protegida por un denso pinar y hay tramos no ciclables y constantes vadeos del río. Una zona trabajosa pero como veréis, absolutamente gratificante. En algunos momentos la hoz se abre en pequeños valles con verdes praderas mostrándonos parajes idílicos y ausentes de la huella del hombre. La ascensión a la Muela de San Felipe es fatigosa y presenta tramos técnicos, algunos de ellos a pie por su exagerada pendiente y por la piedra suelta, pero no dejamos de disfrutar ni un solo segundo. Atravesamos bosques de pino albar y negral y entre ellos otro de acebos y sorprendentemente descubrimos un paraje de tejos, muy aislados y difíciles de ver en nuestra provincia. El final de la ruta nos deparaba un bajada adrenalítica hasta la Hoya del Toro y una fuente refrescante, de nuevo en el Júcar, donde calmamos nuestra sed. Este mes vamos a seguir haciendo incursiones por la zona. Estoy ansioso porque llegue de nuevo el domingo. A todos, buena ruta
En Ruta, precioso ............. Algún día nos tenemos que escapar por esa zona, lo tengo apuntado :wink:
Menuda trialera la foto Pict1277.jpg :shock: :shock: :shock: Habría que haberla bajado, Carlos se habría atrevido :mrgreen: