Os paso a contar cómo viví mi primera 1/2 Ironman este fin de semana.... II ½ Ironman Titan Sierra de Cádiz Son las 6:40 minutos de la mañana del sábado cuando me levanto de la cama. Estoy casi mareado después de una noche en la que de pensar tanto en la prueba casi no puedo ni dormir. Me visto y desayuno lo mismo que he comido a lo largo de mucho tiempo. No quiero experimentar con mi estómago el mismo día de la prueba. Mi colega Jesús Jarana me espera a las 7:00 en su casa para llevarme a Zahara de la Sierra. Reviso por última vez todas mis cosas, que ya había preparado la noche antes junto a Raúl y veo que Jarana me da una señal al móvil, por lo que deduzco que ya es hora de salir de casa. Lo recojo fuera de su casa donde me está esperando. Vamos charlando por el camino, y es cuando hablamos de cómo me puede ir la prueba cuando los nervios invaden todo mi cuerpo y a veces evito hablar, aunque voy bastante concienciado que sólo voy a terminar la prueba después de la semana de resfriado que he pasado. Conforme vamos llegando a Algodonales, no paro de mirar el cielo cercano al puerto de las Palomas. Jarana muy seguro de sí mismo me comenta que no va a llover a pesar de todo lo que predecía la información meteorológica. Llegamos al punto de salida de la carrera cuando son las 8:30. Vemos que la gente van y vienen, algunos vienen de recoger dorsales, otros sacan y preparan los makinones que tienen por bicicleta… Tengo tiempo para preparar mis cosas, recoger el dorsal y si “puedo” estirar y calentar algo. Como siempre para lo mas importante no hay tiempo. Lo hago todo en el tiempo que dispongo cuando me veo ya con el traje de neopreno puesto y uno de los organizadores de la prueba dándonos instrucciones y explicaciones de cómo va a ir la prueba. Me meo, pero no de nervios, sino que me meo…Lo haré cuando esté en el agua. Nos vamos todos como bien podemos para el agua en dirección a una boya blanca donde comenzará la prueba. Suena la bocina! Nada mas que veo burbujas de los pies de la gente de delante, llevo unos 100 metros y comienzan a despegarse un poco. Llego a la primera boya que puedo verla de momento porque el vaho de mis gafas de momento me lo permite. Aún veo a gente delante mía. Pienso en muchas cosas en esos momentos, pero la música que traía puesta en el coche se me ha pegao como una lapa en la cabeza. Nada mas que hago tararear la cancioncita. Poco a poco llego a la boya que hace 1.000m. ya sólo me queda otra vuelta…a por ella. No veo nada, me tengo que parar porque no sé donde voy. Limpio las gafas como puedo y palante. Hay gente que nada a mi ritmo. Continuo con ellos hasta finalmente alcanzar los 2.000m. Salimos todos a la vez y algunos andando y otros corriendo nos dirigimos a boxes. Hago una transición a mi parece, rápida. Me monto en la bici y a subir. Intento acoplarme a la bici lo mas rápido que puedo, pero llevo una respiración muy profunda y no me siento cómodo. Sé que es cuestión de tiempo…eso espero. Comienzo a ver gente que va delante mía. Voy a por ellos. Me pasa uno como una bala…*****! eso si que es ir bien! Poco a poco, y después de 4 ó 5 km. de subida, comienzo a sentirme bien. Comienzo a pasar a gente muy poco a poco. Aún puedo ver el agua del embalse. Las sensaciones son cada vez mejores y comienzo a sentirme bien. Hablo con alguno que otro en el momento que estoy cerca y esto hace que la subia a Las Palomas se haga un poco mas corta. Corono el Puerto donde me encuentro el primer avituallamiento. Bajo lo mas rápido posible y recortando las curvas en la medida que puedo y llego. Comienzo a subir el Puerto de Los Alamillos que se me hace corto. Tengo a un triatleta de referencia delante mía que me resulta casi imposible pillar. Llevamos el viento algo de cara pero la pendiente va a nuestro favor. Pasamos Villaluenga del Rosario, y en seguida Benaocaz, donde encuentro otro avituallamiento. Bajo hasta Ubrique bastante bien, pero dejo de ver al que iba delante mia de rojo. De nuevo lo puedo ver, pero junto a dos o tres triatletas más. Los paso, pero al de rojo no hay quien lo pille. Alcanzo mi máxima en una de las bajadas antes de llegar al Bosque, 73 km/hora. No está mal, pero pienso, seguro que Isaac o Alexis pillarían más. Nos hacen llegar hasta abajo del todo para pasar por el pueblo del Bosque. Allí está Jarana esperando, y veo por su reacción que voy bien. He pasado al de rojo por fín!!! Y con él paso a algún que otro, entre ellos a un americano que me habla, pero que no lo entiende ni Cristo!....I´m sorry I cannot understand you…a lo que me responde… okay….okay…I´ll see you in the finísh!!! Comienzo la ascensión del Boyar, me encuentro con muy buenas sensaciones, pero sé que sólo es el principio del Puerto y que después de la bici aún quedan 21 km. a pie. Continúo con mi ritmo. No veo a nadie. Hago casi toda la subida sin ver a nadie, solo algunos coches que me adelantan y ciclistas que vienen bajando. Cerca del avituallamiento del Puerto, es cuando veo a tres que van delante a casi 500m. Continuo con mi ritmo y poco a poco los veo más cerca. Cuando paso el avituallamiento Francis del Costa de la Luz de Rota me da ánimos que alegran mucho. Paso a los tres que veía a los lejos y llego arriba. Algún papel de revista que cojo del suelo me ayuda a hacer la bajada más calentito. La bajada se acaba rápida, comienza la otra cara de Las Palomas. Tenemos suerte, esta vez el viento viene de culo. Noto que mis piernas ya no van tan frescas, pero con esfuerzo subo lo que queda de Puerto muy cómodo. Siguiente avituallamiento, y bajada casi de muerte hasta boxes. Veo los 55 km/h. en algunos tramos. Intento no desconcentrarme, lo he hecho y casi me como la curva. De nuevo veo el Pantano de Zahara. Por un momento pienso que debo relajar las piernas, aún me quedan 21km. a pie. Lo hago pero debo de bajar rápido. Me descalzo y llego a boxes, allí están Raul, Alvarito con su nueva novia y Jarana. Me paro y me hago una foto…jejeje. Me gritan que voy el 11º. No tenía ni idea! Transición en boxes, gorrita, gafas, zapatillas y a correr. Me veo bien aparentemente y tomo el comienzo de la carrera a pie con buenas sensaciones. Adelanto al 10º. Pronto me doy cuenta que algo va mal. Tengo flato, he bebido mucho líquido en las 3horas y media de bicicleta y ahora lo estoy sintiendo. Intento controlar la respiración pero el dolor no me deja. A esto se une que comienzo a subir y es cuando el cuadriceps de mi pierna derecha hace que me tenga que parar. No puedo continuar. No puedo seguir. Por primera vez en toda la carrera miro hacia atrás para comprobar si alguien viene detrás mía. Raúl que viene a mi lado con su bicicleta, me anima y poco a poco consigo caminar y de caminar comienzo de nuevo a correr casi cojeando. Poco a poco consigo a recuperar el ritmo. En este momento comienzo a sufrir y sentir lo que es una ½ Ironman. Poco a poco, zancada a zancada consigo llegar a lo que para mi era algo asi como el infinito con nombre de pueblo que es Algodonales. Allí veo que está Alvaro con su novia que me animan de nuevo. Llego a la plaza y vuelta atrás pero con mi pulserita en la muñeca. Adelanto al 9º y continúo con buen ritmo. Sé que sólo queda la vuelta y tengo que continuar. Me pasan mil cosas por la cabeza, pero tengo que continuar…no puedo hacer otra cosa. Comienzo a bajar y recupero fuerzas. El doble dolor de flato me mata. No dejo de pensar y pensar y lo que mas temo es la subida a la presa, y más aún la subida a Zahara de la Sierra. Y más que a las dos subidas fuertes al cuadriceps de la pierna derecha. Raúl va a mi lado de nuevo, pero esta vez me acompaña corriendo. De vez en cuando me habla y me anima. También me hace fotos y algún que otro video. Poco a poco….muy poco a poco…voy pasando conos naranjas que delimitan la carrera del resto de la carretera. Paso la primera subida. Paso el último avituallamiento y comienzo la subida para entrar en el pueblo. Me quiero morir. Quiero pararme, no puedo más. Tengo el cordón del zapato derecho desabrochado y puede ser la excusa perfecta para pararme, pero temo a cualquier mareo y olvido esa excusa. Continuo. Primera curva, segunda, pero a la tercera, dejo de correr y comienzo a andar dos o tres segundos. Continuo corriendo pero ni la inercia está a mi favor. Tras varios metros corriendo y ya en una de las cuestas del pueblo, de nuevo me paro y ando tres o cuatro segundos. Retomo la carrera, memorizo las curvas y cuestas que me quedan y sé que estoy muy cerca, pero sin fuerzas. En la última curva de la última subida de nuevo comienzo a andar, no puedo más. Raúl me anima y me grita diciéndome que ya estoy en la meta. Lo sé, pero no tengo fuerzas ni para andar. En un salto hago como el que corre y parece que algo hago, y comienzo a hacer algo parecido a eso que llamamos “correr”. Por fin, piso firme llano y poco a poco consigo pasar la línea de Meta. Veo el crono: 5horas 59min. 10segundos. Me dan la enhorabuena los de la organización y uno de los jueces. Allí está Jarana y Raúl con los que me hago una foto. Menuda experiencia en Mi primera Media Distancia.
Si alguna vez se me pasa x la cabeza algo asi,q no creo.....recordare leer esta bonita historia para quitarme las ganas,jeje Un saludo y felicidades por tu primera media ironman
Felicidades..!! me has hecho recordar mi primer medio también, me pasó exactamente lo mismo que a tí, pero cambia flato por calambre desde el km3 de la corrida y en un **** circuito tobogán, bueno no era tan **** porque ahora en Diciembre repito la experiencia.
Muchas felicidades... Espero algun dia poder pasar todo ese cumulo de sensaciones, me anima mucho a poco a poco entrenar, y algun dia, quien sabe..... Salutti
Con 2 co...nes si señor y encima parece que haciendo puesto. Ves yo que quiero re-empezar este año, me da animos saber que en esta locura-deporte que me engancha tanto, sufre hasta el apuntador. Algun dia espero relatar algo parecido, si, si, aunque duela solo de leerlo, luchar contra un rival invisible y vencer (aunque haga 8 horas)
