La etapa del Gavia siempre quedará como una de las mas míticas de la historia. Muy acertado el revisarla. Por cierto que Andy Hampsten se compró una finca en la Toscana donde vive con su mujer e hija. Comercializan aceite de oliva de sus propios terrenos, participa en empresa de bicis que regenta su hermano en el noroeste de EEUU http://www.hampsten.com/ y….Tiene una empresa de viajes en bicicleta. Así que, si a alguien le interesa montar en bici con Andrew, ya sabe: http://www.cinghiale.com/ Parece un tipo muy majo al que le encanta rodar en bicicleta y disfrutar de la gastronomía italiana y de sus vinos, lo que traslada a sus tours.
Muy bueno el recuerdo de la etapa del Gavia. Muchas gracias Harek. Una pequeña puntualización: Johan Van der Velde no es belga, es de Bravante (Paises Bajos). Aunque recordado por esa mítica etapa, Van der Velde atesora un impresionante palmarés: http://http://es.wikipedia.org/wiki/Johan_van_der_Velde Un saludo.
Vamos con un fascículo mas para el fin de semana a añadir a la magnífica enciclopedia Harekiana; en este caso de clásicas y de Stablinski en concreto. Jean Stablewski, conocido como Jean Stablinski por el error de un periodista, fue un ciclista profesional descendiente de una familia de emigrantes polacos que llegaron a atrabajar a la mina al norte de Francia. Su padre murió en un accidente y Jean se pudo a trabajar en la mina a los 14 años. Por esa época ganó una bicicleta en un concurso de acordeón con la que empezó a ir a la mina por las carreteras de adoquines de la zona. Con el tiempo pudo ser ciclista profesional (1952-1968), llegando a ser campeón del mundo, vencedor en la Amstel Gold Race y de una etapa a la Vuelta a España, pero nunca de su amada Paris-Roubaix que tan cerca pasaba de su casa familiar. A finales de los 60, cuando el progreso hacía peligrar los tramos adoquinados de la Paris-Roubaix, Jean recomendó a la organización el tramo por el que siempre montó para ir al mina, quedándose para siempre como una de los tramos mas míticos; el de Arenberg también conocido como Stablinski. Desde ese momento el infierno del Norte estaría íntimamente ligado para siempre con los tramos de Pave y nadie pensó mas en eliminarlos. Stablinski siempre decía sobre su tramo ““Paris-Roubaix no se gana en Arenberg, pero selecciona el grupo donde irá el vencedor”. Jean nunca ganó la carrera pero la recorrió como minero y como ciclista. Hoy día un monumento en su honor preside el tramo. Es curiosa la anécdota, ya retirado como profesional, en la que comentaba que nunca llevaba bote de bebida al montar porque decía que demasiadas prisas había tenido en su época de profesional como para no poder parar en cualquier bar de pueblo y charlar con la gente tranquilamente. ¡Que momentos del ciclismo! Que grandes ciclistas y personajes.
Cuando se juntan deporte y "heroismo" pocos deportes dan historias como estas y la pena es que en el ciclismo actual me parece que no se va a dar. Esos ataques de los primeras filas a más de 100 km. de meta o con varios puertos de por medio. La etapa del Gavia creo que es la cuenta muchas veces Perico en las retransmisiones y creo recordar que decía que muchos ciclistas se orinaban encima para tener unos segundos de calor. Una foto de Perico en la cronoescalada de Valdezcaray año 1989.
Si te fijas, Coppi no tiene ningun bidon, y bartali lleva uno en el manillar, y parece que otro en la bici. Los italianos dicen que fue bartali quien da el bidon al campeonisimo.
Francisco caro ,si señor ,de ontur (albacete),llego a correr conmigo una carrera de ciclocros en olocau ,(valencia) ,vino el hombre por que le apetecio,el en veteranos ,y yo en cadetes,yo tengo su gorra del dormilon, ,,,un monstruo,,gran persona
Hola a todos, soy Jaime Salvà del accidente de la vuelta España 1985. Cuando veo la fotos es como si no fuera conmigo, porque no me acuerdo de nada. El accidente truncó mi vida como ciclista, pero me recuperé y las cosas me han ido bién. Gracias al doctor Astorki tuve una segunda oportunidad. Saludos a todos los aficionados al ciclismo. Jaime
Puff! Se me pone los pelos como escarpias de escuchar tu testimonio... Pues deseo por mi parte que todo te vaya bien y que seas feliz con lo que te ha dado la vida desde entonces... Un saludo.
Jaime eres el primer recuerdo que tengo del ciclismo profesional, cuando tu caída tenía 4 años y me quedó para siempre grabado. Me alegro que después te haya ido bien. Un saludo.
Jaime, una alegría el poder saludarte y tnerte por aquí. Yo ví en directo por TV el incidente, los esfuerzos del doctor... ¡uf! ¡Que imágenes! Gracias a Dios todo salió bien. Hasta luego.
TOUR 1987 ¡Que lejos queda ya El verano de 1987 ! ¡Que momentos vivimos en ese Tour! La carrera se presentaba espectacular y muy abierta, lo que hacía prever tardes de emoción. Como gran favorito se situaba a Stephen Roche, que acababa de ganar el Giro. Además ya era buen conocedor de la carrera francesa habiendo hecho podiúm en 1985. En Francia se confiaba en Charly Mottet, ganador del Dauphine y en Laurent Fignon, que ya no era el de años anteriores, pero seguía siendo un excelente competidor. También sonaban Urs Zimmermann (podio el año anterior), Robert Millar, Andy Hampsten y un par de jóvenes de los que se esperaba mucho, Erik Breukink y Jean François Bernard. También se comentaba mucho el paso que había dado Lucho Herrera al haber ganado la Vuelta a España. ¿Sería capaz de hacer lo mismo en este Tour tan montañoso? El equipo Café de Colombia venía además con toda su artillería al presentar en la línea de salida a Fabio Parra y a Martín Ramirez. ¿Los españoles? No contábamos para nada, alguna etapita si acaso. Sólo se nombraba, y muy poco, a Pedro Delgado. Pero infundía muchas dudas por su debilidad en las contrarreloj y sus famosas pájaras. Comenzó el Tour y se iba desarrollando más o menos bajo el tono esperado. Contrarreloj por equipos, etapas de más de 200 kms. Y una brutal C.R.I. de 87 kms. Más etapas de gran kilometraje y un brevísimo paso por los Pirineos. Charly Mottet, dando esperanzas a la afición francesa disfrutó de varios días con el maillot amarillo, pero se esperaban acontecimientos para poner a prueba su liderazgo. Y tras el día de descanso se afronta la parte decisiva de la carrera comenzando don una cronoescalada al Mont Ventoux de 36 kms. Charly Mottet era el líder de la carrera, pero se esperaba a los escaladores como Delgado, Parra, Hampsten, Millar y, sobre todo a Lucho Herrera. El mejor tiempo entre estos favoritos comenzó a marcarlo Fabio Parra. La expectación era enorme ante la llegada de Lucho Herrera, que portando el maillot de la montaña, consiguió rebajar el crono en 25. Hampsten manda al traste sus aspiraciones en la carrera al perder más de 4; de Robert Millar podemos decir lo mismo, se le ve subir horrible y... ¡salto en el sofá!, detrás viene Pedro Delgado con una fuerza increíble sobrepasa al escocés y pierde sólo 12 con el intratable Herrera. España empieza a soñar. Ver el archivo adjunto 1942670 Roche también realiza una gran escalada perdiendo 40 con Herrera y 28 con Perico. Pero rápidamente vemos al autentico monstruo del día. Jean François Bernard está machacando a todos sus rivales, está subiendo espectacularmente. Su gesto es agónico, pero está luchando por la carrera. Finalmente es el ganador de la etapa aventajando a Herrera, al mejor escalador del mundo, en 139. ¡Increíble! El líder Charly Mottet, entrega el maillot a su compatriota y cede casi 4. La montaña ha sido mucho para él. Lo llevado a cabo por Bernard en las rampas del Ventoux fue algo inesperado, que doblegara a los grandes escaladores de esa manera fue una hazaña de tal magnitud que hizo que en Francia se desatara la locura. Pronto se le proclamó como sucesor de Hinault y como un aspirante claro a la victoria. Al día siguiente el Tour afrontaba el camino hacia los Alpes. Se llegaba a Villard de Lans tras pasar por los puertos de Tourniol y Chalimont de 1ª Cat., otros dos de segunda y tres de tercera. Fue una etapa muy calurosa y en la que el gran favorito para ganar el Tour tras la exhibición del día anterior perdió todas sus opciones. Porque una carrera como el Tour tiene muchos condicionantes y uno de ellos, un simple pinchazo, apartó a J.F. Bernard de la lucha por la victoria. Castigado por el fuerte ritmo que lleva la etapa y por la falta de compañeros, tras reparar la avería se ve solo en la caza de los grandes. Bernard se la juega en el descenso del Tourniol y logra enlazar justo cuando se llega al avituallamiento. Aquí confía en que el ritmo se normalice, pero ocurre todo lo contrario. Los Systeme U franceses, secundados por Roche, aceleran aún más. Sin tiempo a haber llegado delante del pelotón, se ve cortado de nuevo y solo. No hay tregua. Bernard lucha, lo da todo, pero es imposible. En la ascensión al último puerto del día, Chalimont, ya ha dejado de ser maillot amarillo. Y, exhausto, se rinde. En cabeza de carrera están Roche, Delgado, Mottet, Alcalá, Lejarreta, Fuerte y Herrera. Entonces Perico decide pasar al ataque y lanza un duro ataque al que sólo puede responder el irlandés Roche. Delgado hace a bloque la subida del puerto y no mira ni una vez para atrás. Esta acción es el último clavo en el ataúd de Bernard que pasa por la cima a más de cuatro minutos. En la bajada Delgado recibe algún relevo de Roche, pero él está desatado y rueda sin cadena. Ya se sabe quiénes son los que se van a jugar la carrera. En la llegada lo normal, Roche es el nuevo líder y Delgado gana la etapa y se coloca a poco más de 1 del líder. España enloquece. Pero en este Tour no hay respiro y al día siguiente esperaba la vigésima etapa, entre Villard de Lans y el Alpe D´Huez, de 201 kilómetros, y con el Col du Coq (1ª Categoría) y la Côte de Laffrey (1ª Categoría) por el camino y final en Alpe dHuez (H.C.) En el km. 60 ya se forma una fuga que corona el primer puerto del día, el Col de Cucheron. Los escapados consolidan la ventaja que llega a los seis minutos y en la subida al Col de Laffrey, Fede Etxabe lanza un demarraje que le sirve para marcharse en solitario. En el descenso consigue aumentar su ventaja y al pie del Alpe dHuez consigue acumular más de 4 sobre sus primeros perseguidores. Y se llega al momento clave. Etxabe se está defendiendo como un campeón y los favoritos salen de Bourg DOisans para afrontar la subida al Alpe. Sin más demora, en el primer kilómetro Luis Herrera lanza su ataque y acelera. Únicamente Delgado es capaz de seguirle, mientras Roche y Lejarreta no pueden con el ritmo del español. La carrera echa humo, Delgado no se ceba y deja marchar a Herrera; se acomoda a su ritmo y sube con la moral a tope tras ver ceder a Roche tan pronto. Con él, empezamos a soñar con el maillot amarillo. En la televisión no vemos a Etxabe, ni a Delgado, ni a Herrera, ni a Roche Los franceses nos deleitan con la subida de Fignon, quien no tiene posibilidades de nada, ni de etapa ni de general. En fin, otro bonito gesto de chauvinismo. Van pasando las míticas curvas y se atisban cada vez más posibilidades para Delgado., quien vuelve a alcanzar a Herrera. Por detrás, Roche cede más y más. Quedan pocos kms. Y Etxabe acaricia la etapa, además está escoltado por su compañero Anselmo Fuerte. Finalmente el ciclista vasco se convierte en el primer español en ganar en Alpe dHuez. Por detrás Delgado confirma el sueño de vestir el maillot amarillo. España salta, Bahamontes y Ocaña ya tienen sucesor. Hasta luego.
Excelente relato Harek. ¿El Teka que aparece en la foto de los Pireneos es el mismísimo Enrique Aja?. Para los que les interese la historia, ahora mismo se puede conseguir por 8€ la biografía de Fausto Coppi: Fallen Angel: The Passion of Fausto Coppi. http://www.bookdepository.co.uk/book/9780224074506/Fallen-Angel En perfecto inglés por supuesto.
Y por si no hubiéramos tenido suficiente al día siguiente viviríamos el duelo agónico a través de los Alpes entre dos ciclistas al borde de la extenuación, pero que no iban a renunciar a luchar por la victoria en el Tour de Francia hasta el final. Como se ha dicho ya antes, vamos a ver como se desarrollaron unos acontecimientos en los que dos gigantes elevaron el ciclismo a unas cotas inimaginables. Batalla sin tregua, esfuerzo máximo, agonía, emoción, drama Estamos en el 22 de julio de 1987, en la 21ª etapa del Tour entre Bourg dOisans y La Plagne. Pasaremos por el Col de Galibier (H.C.), Col de la Madeleine (H.C.) y final en La Plagne (H.C.). Sin palabras. En la salida el tiempo es agradable, no era el calor de días anteriores y por ello, Stephen Roche se sentía algo más optimista. Prácticamente de salida se comienza a subir el Galibier, por donde pasa en primer lugar el corredor del Fagor, Pedro Muñoz. Al contrario de lo que ahora ocurre, los tramos entre puerto y puerto son escenario de fuertes ataques al nuevo líder. Jeff Bernard, a dos minutos de Delgado, lanza su ataque. Perico responde e impide la escapada. Entonces ataca Roche, y Delgado vuelve a contestar. Así, ataque tras ataque, van pasando los kilómetros. Hasta que Roche consigue romper a Pedro Delgado y alcanzar al pie del Col de la Madeleine una ventaja de 130. En España se nos empiezan a encoger los corazones. En plena ascensión al coloso alpino Roche encuentra colaboración para sus propósitos en dos ciclistas del Fagor (Muñoz y Bernaudeau). Esta colaboración no es sorprendente, pues era vox populi que el año próximo este sería el equipo del irlandés. Delgado va preocupado en que Roche no aumente su ventaja y recibe la ayuda de Lejarreta y Gorospe. Theunisse, que va por delante se descuelga para participar en ese trabajo. A cinco kilómetros de la cima la diferencia es de 2 minutos y Delgado decide acabar con las medias tintas y acelera brutalmente para reducir la escapada de Roche. Se lleva a rueda a Herrera, Alcalá, Fignon, Mottet y algunos más. Por la cima pasa primero Fuerte, Roche y Muñoz a 8 segundos y el líder a 48 segundos. Delgado sigue apretando y al finalizar el descenso se produce la neutralización, España respira. Poco más adelante ataca Fignon y se lleva a rueda al madrileño Anselmo Fuerte. Y llegamos a la última subida del día, a La Plagne, donde se intuía que se iba a jugar el Tour. Fuerte y Fignon comienzan escapados, con un renta que les sería suficiente para jugarse la etapa entre ellos. A los dos kilómetros de la subida, Delgado echa el órdago y arranca de lejos. España estalla de nuevo. El castellano está apostando por todo o nada, quiere una renta sobre el irlandés que sea suficiente para sentenciar la carrera. Todos esperábamos que Roche pagara el esfuerzo de su intento de escapada y la moral le fallara al ver tan poderosa a Delgado. Además, nadie puede seguirle la rueda, Herrera está desaparecido, Lejarreta tampoco, Mottet y Bernard igual En la televisión sólo veríamos a los dos de cabeza y al líder, ni una imagen de Roche en toda la subida; ni una referencia clara de la distancia entre ambos. Se suceden los kilómetros y el aspecto de Delgado es tranquilizador. Se informa que lleva un minuto sobre Roche, todos confiamos en que pueda aumentar su ventaja un poco más. Por delante, Fignon y Fuerte van a los suyo; quizá Anselmo podría haber intentado dejar al parisino, pero no lo hizo. Fabio Parra alcanza a Delgado a 3 de meta, le adelanta. El líder intenta coger la rueda pero no puede y poco a poco le va cogiendo metros. Aquí pensamos que Pedro lo está pasando mal, pero al no tener ninguna referencia nueva seguimos confiando en que mantiene la distancia sobre el irlandés. Definitivamente Delgado pierde de vista al colombiano que se va por delante pero sin posibilidad de luchar por la etapa que se la juegan ¡al sprint! Fignon y Fuerte. El francés hace valer su experiencia y bate a Fuerte que lamenta la oportunidad perdida. Las cámaras de meta nos muestran la llegada de Parra y poco después la del agotado líder. Cuando nos disponemos a contar los segundos de diferencia que ha podido obtener sobre Roche, somos sorprendidos por la llegada de este a meta a apenas cuatro segundos del español. ¿Qué ha sucedido? ¿Cómo se ha podido recuperar de esa manera cuando ha cedido claramente al inicio del puerto? No hemos visto una solo imagen suya hasta la llegada a meta. Ha debido hacer un esfuerzo titánico para recuperar el tiempo perdido, incluso se dice que hizo los últimos kilómetros con el plato grande. El desánimo invade a los españoles. ¡Cuánto esfuerzo para tan poca renta! De repente Roche se desploma en la línea de meta y es urgentemente atendido. Comienzan a suministrarle oxígeno, se le ve con la mirada perdida. Cunde el desconcierto en la zona. Delgado mientras tanto tiraba la bicicleta y se sentaba en la calzada para tratar de recuperarse del esfuerzo. Ya veis, Delgado en el suelo, Roche con oxígeno, mantas, cuidados y evacuado en helicóptero a la base del puerto. Los cuatro segundos colocaban a Delgado con 39 de ventaja. Claramente parecía una renta insuficiente ante la contrarreloj que quedaba. Cuatro segundos que tenían un sabor muy amargo, un sabor a decepción. Confiábamos en que en la etapa final en Alpes, Roche pagara los esfuerzos de hoy y terminara por hundirse, pero Incluso, tras la etapa se rumoreó que los médicos impedirían a Roche salir al día siguiente, pero la cosa no quedó más que en un parte médico anunciando que el corredor había sufrido una lipotimia, pero su estado era satisfactorio. Aquí podemos leer unas magníficas palabras de Delgado sobre los hechos del día: Lo he intentado pero todo pero no corro sólo. En el Tour participan los mejores y hoy Roche ha demostrado que es todo un campeón con una capacidad de sacrificio sobrehumana. Yo le aplaudo porque sé que, como yo, lo ha dado todo en la bicicleta y en eso consiste este duro deporte. Hasta luego.
La siguiente etapa era esperada con una expectación tremenda. Cinco puertos: Cormet de Roselend (1ª Categoría), el Col des Saisies (1ª Categoría), el Col des Aravis (2ª Categoría), el Col de la Colombière (1ª Categoría) y el Col de Joux-Plane (HC), a 15 kms. de meta. A estas alturas las fuerzas son escasas y los corredores parecen haber firmado la paz, se va a un ritmo tranquilo hasta que en el segundo puerto se produce el demarraje de Eduardo Chozas que busca su etapa. El madrileño hace camino y durante los dos puertos siguientes mantiene su ventaja. Parece que todo se va a jugar en la ascensión al Joux-Plane. Al iniciar el puerto se acelera el ritmo y Lejarreta comienza a imponer una marcha que deja en cabeza a unos pocos. Pero no llega el ataque de Delgado. Está agotado y el grupo sube sin escaramuzas. Lejarreta ataca y mira atrás con ansiedad, se ve claramente que está esperando a Delgado, pero es imposible, sencillamente no hay más fuerzas. Incluso en la bajada Roche se ve con fuerzas y ataca. Delgado lo pasa mal. En este puerto ha sufrido años anteriores. En su primer Tour cogió una pájara que le acarreó más de veinte minutos y al año siguiente cayó en esta misma bajada fracturándose la clavícula. Delgado baja con precaución, Roche vuela, no puede creer que esté cogiendo ventaja y no cede en su empeño. Por delante, Chozas gana la etapa y Roche recorta en 18 la ventaja de Delgado en la general. Los Alpes han terminado. Palabras de Delgado: Lo he intentado, pero no basta con la intención para descolgar a un corredor de la categoría de Roche, hay que tener más fuerzas que él. Hoy, yo he notado que íbamos bastante igualados de energía y por ello, aunque ataqué al comenzar la subida con la ayuda de Marino Lejarreta, y al final él siempre me ha respondido inmediatamente sin dejarme coger ni un par de metros. Se le pregunta si esperaba la recuperación de Roche: la gente habla sin saber. Hay gente que me preguntaba incluso si pensaba que Roche se iba a retirar. Nosotros somos deportistas de élite y Roche es capaz de hacer ese esfuerzo dos o tres días seguidos. El único secreto que tiene está en la fortaleza física, en el entrenamiento. Pero de todos modos, ayer fue el día que más fuerte he visto a Roche subir y, encima, mira cómo ha bajado luego. Sobre sus posibilidades: hay que ser realista. Roche tiene más posibilidades que yo, pero la esperanza es lo último que se pierde y por ello, nada está decidido. Ahora tengo una cosa muy clara, en Dijon tengo que morirme en la bicicleta. Nadie me puede decir que no tengo ninguna opción, porque existen los pinchazos, las caídas, etc. En serio, yo estoy andando bien en contrarreloj y pienso darlo todo. Llevo mucho tiempo tras esta victoria y no la dejaré escapar sin dar el máximo de mi. Me gustaría que los aficionados fuesen tan realistas como yo para evitar decepciones. No hay que ser «fantasmas», Roche es muy superior a mi en contraríelo], pero ¿es superior a mi en la contrarreloj de Dijon? Debe demostrarlo mañana. Sólo nos quedó esperar un milagro ante la gran clase de Roche contra el reloj. Se hablaba de las alas que da el maillot para aferrarse a cualquier esperanza. Por si fuera poco, la climatología volvió a aliarse con el irlandés y un tiempo nublado acompañó el recorrido de los dos corredores. Desde el principió se vió que Roche era el especialista y se le veía perfectamente acoplado, sin aspavientos, muy aerodinámico y concentrado sobre la bicicleta. Delgado salió nervioso, con demasiado ímpetu, moviéndose mucho en la bici. Ya en el primer kilómetro la cosa quedo clara y Roche recortó 5 al español. No hubo ni tan siquiera emoción. Pronto nos tuvimos que rendir ante los hechos. Despertábamos de un sueño. En la llegada Delgado comentaba: no pasa nada. Pero la verdad es que ha sido una pena. Sabía que 21 segundos era muy poco para pretender ganar el Tour frente a Roche. Se ha cumplido el pronóstico .Aquí se trata de ganar carreras, de estar entre los primeros. Que se consiga o no ya es otra cosa. No sólo yo, sino todos los españoles han vuelto a brillar en el Tour. La pena es que se haya escapado la victoria final. Roche ha demostrado ser el mejor. El ha ganado el Tour, no lo he perdido yo. Y así transcurrieron unos emocionantes días de verano en 1987, donde soñamos con ver a un español ganar la mayor carrera ciclista del mundo. Siempre, siempre estaremos agradecidos a Pedro Delgado por esos días de orgullo y emoción que nos hizo vivir. Sensaciones que pasado un año aflorarían de nuevo multiplicadas por 100. ¡Muchísimas gracias CAMPEÓN! Hasta luego.