No siempre es así. Además de entrenar hay que asimilar el entrenamiento y para eso hay que descansar también.
Intenta hacerte cada año una prueba de esfuerzo para saber que puedes seguir exigiéndole a tu corazón sin ningún riesgo, es algo muy importante y mucha gente lo olvida. La frecuencia de entrenamiento dependerá mucho de tus objetivos y demás, si no tienes objetivos competitivos céntrate en disfrutar y salir cuando apetezca y tu cuerpo, familia, trabajo... te lo permita. Un saludo