Yo aproveché el domingo pasado que la lluvia dió un día de tregua. Nada mas empezar, en una cuesta abajo de las que hay que poner el trasero detras del sillín tuve que DAR PEDALES... impresionante, la cantidad de barro pringoso que había. Jamás había conocido yo esto tan mojado. Monté los guardabarros (ni los había estrenado) y aún así, llegué tan pringado que el primer comentario fue: ya te la has pegado otra vez!!! jejejeje
Pues a mí en Navidad me regalaron un GPS, todo el día cacharreando con él y metiéndole rutas y aún no he podido estrenarlo. Lo malo es que hoy que parece que hace mejor día, tengo la bici a 250 kms. de mi personita, así que va a ser que tampoco.