¡La cantidad de mosquitos que me abré comido yo a lo largo de los años! Este gran problema (de problemilla nada) llegó a su cima una tarde soleada en la que casi me trago una avispa. La muy asquerosa se asustó y me picó en el labio, todo esto en menos de un segundo, aunque me di perfecta cuenta de todo lo que estaba sucediendo. La cosa no fue a mayores, pero lo cierto es que los bichitos a veces te ponen en situaciones de lo más curiosas y molestas... lo mejor es ir siempre con gafas, eso al menos, para que no se te metan en los ojos. Lo que cada uno se trague ya es cosa suya...
Prueba con esto. A mí me funciona, pero me pongo el casco por si acaso viene alguno gordo...:alloreto