Cuando he leido el post, me ha venido a la memoria una aventurilla similar que me pasó con dieciocho o veinte años, hace un montón de tiempo... Resulta que un dia de verano, el grupo de coleguillas nos fuimos a pasar el día en el campo, a patear un rato hasta llegar a un riachuelo donde paramos a comer. Despues de zamparme el bocata, me dió por ir a explorar siguiendo el arroyo, y encontré un pequeño remanso, donde la tentación de darme un chapuzón fue demasiado grande como para resistirme... Me quedé en pantalón corto, dejé la camiseta y las zapatillas en una piedra y me estiré en el agua, mas a gusto que la leche... Minutos después aparece mi colega Jose Luis, que era de esos con cara de no haber roto un plato, pero con más mala idea que Bin Laden. Y no se le ocurre otra cosa más que cogerme la ropa y las zapatillas y llevarselas corriendo. Mis voces resonaron por todo el campo, pero la única respuesta eran las lejanas carcajadas del resto de cabr...s que decían ser mis amigos. La verdad es que no me apetecía tener que volver descalzo, pisando piedras y zarzas, aunque tuve que hacerlo... Apareció de repente un pastor que me empezó a gritar que que hacía allí metido, que esa era el agua que él bebía y que tenía que dar a su ganado y que seguro que me había meado dentro... todo ello aderezado con las más diversas palabrotas y blandiendo un garrote sobre mi cabeza... Al principio me quedé cortado, pero luego empecé a mosquearme, replicándole si el rio era suyo... ¡Para qué se lo dije! El garrulo hizo dos ademanes como para arrearme con el garrote y ya me ví perdido, por lo que agarré un pedrusco y le dije que como me zumbara, le reventaba los sesos... Salí del agua como pude y me batí en retirada lo más dignamente posible, aunque os podeis imaginar la escena, en calzones cortos, chorreando, mirando a mis espaldas con una piedra en la mano y andando descalzo y de puntillas porque me estaba clavando todas las piedras y pinchos del mundo... Hoy en día, alguna vez paso cerca de allí en bici y todavía se me escapa la risa al recordarlo.
Buena descripción de un psicopata. Al final con susto y todo saliste bien librado. Gente peligrosa donde la haya. Desde que no hay manicomios, andan sueltos.