Debes de tener una técnica muy completa si eres capaz de llevar esa bici en terrenos complicados, desde luego, porque yo no me atrevería.
Si lo miras desde la pura eficiencia, tiempos, velocidad...etc. Puede tener sentido para ciertas rutas o pruebas, pero cuando lo haces como una afición, es más importante la comodidad y la seguridad.
Tanta complicación para decidir si 26, 27.5 o 29 pulgadas, ejes pasantes para ganar rigidez, horquillas que valen huevo y medio, y ahora vemos que la bici definitiva es una plegable y de 16!!!!!
Yo practico el ciclismo como afición y para mi lo mas importante es divertirme y sentirme vivo... cosa que con frecuencia y en mi caso implica riesgo, incertidumbre, sufrimiento y esfuerzo. Obviamente cada cual es cada cual, de modo que no todo el mundo va a comprarse eso de la comodidad y la seguridad como objetivos prioritarios. Yo no lo hago, de hecho huyo de ello y no quiero suspensiones ni sillines blanditos ni ruedas que proporcionen estabilidad ni manillares que me proporcionen el máximo "control"... quiero cosas divertidas, agiles, rapidas y con las que ir rápido implique riesgo y obligue a hacer las cosas bien. Si no encuentro eso me quedo en casa que es donde realmente estoy mas comodo y seguro. Hasta luego.
No es ser un makina... se puede ser un autentico paquete y que te guste jugártela. También escalo... como el culo, no paso de sexto grado y mi técnica es pobre, pero me gusta la sensación de riesgo que proporciona la verticalidad, las grandes paredes y el "no poder equivocarme" en determinadas maniobras (si lo haces no lo cuentas). En escalada antes se decía que el que va "de primero" no se cae. No es que no se pudiese caer, es que si se caia no lo contaba ni el ni su compañero, asi es que procuraba no hacerlo y ahí también radica la gracia de la escalada. No es cuestión de ser especialmente bueno, es cuestión de sentir las cosas de una forma concreta. Hasta luego.
Son súper respetables tus sensaciones y me molan un montón. Pero como bien decías antes, donde realmente estoy más cómodo y seguro, es en casa, concretamente en el sofá y no en un hospital. Viví una experiencia muy ****** hace dos años y medio, por un accidente de moto que además no fue culpa mía. Me llevaron por delante unos cháveles que venían de fiesta y reconozco que desde aquello he cogido miedo a la experiencia de estar dos meses ingresado y pasar siete veces por quirófano y aun así a veces me sale la vena esa que comentas del riesgo y me tiro por ciertos sitios que cuando después lo pienso en frio, digoooo: pero que necesidad tengo de pegarme un ostión¿?
Luego no tengo que explicarte lo que hacen las endorfinas... a todo el mundo. La diferencia entre unos y otros no es el efecto de las endorfinas, sino el freno racional que lleva a mantenerse dentro de un espacio de seguridad por la razón que sea. Yo particularmente me niego a temer tanto a la muerte o el dolor como para verme limitado en mi búsqueda de experiencias vitales y placenteras. Llamalo desprecio-amor a la vida o hedonismo paradójico, pero es asi. Hasta luego.
También te voy a decir una cosa. Las experiencias que viví en aquella situación tan crítica. No tienen nada que ver con lo que había experimentado hasta el momento, ni moto, ni descenso de cañones ni ******. Me quedo con eso de todo aquello. La mayoría de las personas pasan por la vida sin experimentar todo eso. Que es ******¿? sí!. Pero es muy fuerte y si lo utilizas bien llega a ser constructivo. No sé si habrás vivido algo parecido, pero por lo que veo buscas experiencias fuertes. Te puedo garantizar que es fuertísima. El otro día hablándolo con un conocido que le diagnosticaron una enfermedad grave (que ha superado), las sensaciones eran parecidas y todo lo que te creías que era muy fuerte hasta ese momento, te das cuenta que no. Saludos!
Yo también he sufrido accidentes de moto... pero los momentos de mayor tensión vital los he vivido practicando alpinismo y escalada. En varias ocasiones he realizado flanqueos por inestables laderas nevadas sin aseguramiento. Cualquier paso mal dado, cualquier movimiento inesperado de la nieve y me esperaban muchas decenas de metros de caída ladera abajo con un destino inescrutable y escalando en solitario en una ocasión por un error de manipulación de cuerdas, me vi a mitad de pared, con cuatro apoyos para no caer... las puntas de los dedos de pies y manos en precarisimos apoyos a unos 30 m del suelo sin aseguramiento alguno. Segundos mas tarde me di cuenta y regrese con la adrenalina saliéndome por las orejas hasta el ultimo punto de aseguramiento, donde arregle la situación. Lo recuerdo y me asusto aun, pero la sensación de estar vivo que experimente durante aquel minuto supera todo lo para mi conocido. Vivir o morir dependio durante ese tiempo de la perfeccion de mis movimientos, sin medias tintas ni zonas grises. Todo o nada... pudo ser nada pero fue todo, TODO. Podria haber sido al revés y quiza la próxima vez lo sea, pero nadie me quita ya esa experiencia y con eso me quedo; con que VIVI como nunca antes lo había hecho durante unos segundos, sentí una intensidad vital que mucha gente ni conoce ni conocera y eso no es despreciar la vida como mucha gente piensa, eso es amar una paradójica forma de sentirse MUY VIVO. Todos vamos a morir y vamos a sufrir, lo único que podemos escoger por el camino es como vivimos y a veces, como y para que sufrimos. Yo no renuncio a ese derecho por alargar la estancia. No es menos cierto tampoco que he decidido no tener hijos (y ya tengo una edad...) y eso da alas al espíritu puesto que uno sabe que su "proyecto" no es otra cosa que lo que uno mismo viva y no le atan planes a mayor plazo ni de mayor extensión que los de su propia vida. Hasta luego.
Si, a eso me refería. Sentir como nunca antes habías sentido. aunque como somos animales de costumbre, solemos volver a normalizar la situación. Como no podría ser de otra forma. Sería demasiado, vivir siempre en ese estado. suerte!
Yo juego en otra liga, para mi la intagridad fisica por delante de todo. Me guste o no mi vida no es solo mia Saludos
