Este finde pinta mal para salir en mtb, el sábado tengo trabajo luego una cena que se prevee larga y mañana entre obligaciones familiares y la hora que me despierte no creo tenga el cuerpo para mucho jaleo, si añadimos que estaremos en plena ola de frio, barro por doquier y puedo seguir con algunas buenas excusas más ., el caso es que me fastidio y me quedo sin salir, no es nada más que un sencillo contratiempo, aunque llevo unos cuantos seguidos. Estos sencillos contratiempos vienen y se van, se empequeñecen o se agrandan, ..suben y bajan como mis montañas, primero para arriba y luego para abajo, a veces las sufres y otras te sonríen, a veces te hieren otras son cómplices ..todo fluye como un pedaleo armónico y aunque seguramente no tenga ningún sentido, el verlo así me hace pasarlos mejor. Un paso atrás o unos cuantos podrían ser para coger carrerilla del gran salto y por que no un revolcón en aquel estrecho sendero podría ser para encontrar una gran mata de espárragos .en el fondo todos estos imprevistos de tu senda te permiten valorar y conocerte mejor. Muchas veces el conformismo nos hace pasivos y también es bueno de vez en cuando reivindicar e inventar y sobre todo definitivamente tener la posibilidad real de medirte para triunfar o fracasar, de sacar pedalada a pedalada lo mejor de ti en su medida. Y aquí es donde encaja el mtb como si fuera mi última pieza del enrevesado puzzle de palabras, el mtb como dice Titon tiene esa forma de pensar y de medirte, que no te importe las veces que has hincado la rodilla porque sabes que te volverás a levantar, el inconformismo, la rebeldía mesurada, el acido láctico, la tensión del momento .todo eso es lo que diferencia a la gente que vive los deportes de fondo, deportes de lucha y rabia, de fuerza y valentía en la adversidad del camino en tu medida. Mi pedaleo no es rápido, ni épico, tampoco peor o mejor, mi pedaleo es luchador y sobre todo .de puntillas. Nos vemos buen finde tropa.