La horquilla venía totalmente deshinchada. El amortiguador venía con algo de precarga, pero el sag se quedaba en cerca del 50%, por lo que, salvo problemas de fugas, era claramente testimonial... Ya veremos cómo me voy ajustando las suspensiones, y qué tal voy con ellas, aunque presumo que voy a flipar de cómo van por muy mal que las regule de inicio. En cuanto al peso, todavía no lo sé... el único modo que tengo es subirme a la wii fit con ella en brazos, porque en mi casa no tengo báscula, así que ya ves lo científico que puede ser el resultado. De todas formas, con los pulsadores y el casete, tampoco creo que la diferencia de peso sea para tirar cohetes. Otra cosa es el tacto y la precisión del cambio que, por cierto, debido a la rigidez del cuadro, me parece que va a ser excepcional, porque, aunque todavía no he podido probarla (y creo que hoy tampoco), en comparación con mi urbana (BTwin 7 tuneada), ya se nota el cambio sustancialmente tan solo subiéndose a la bici y apoyando los pies en los pedales... En directo gana mucho, desde luego. El Real-3d es lo que tienen sobre las fotos... Lo de que el sillín no sea excesivamente cómodo ahora mismo me preocupa bastante... a ver cuándo puedo rodar un poco y me hago mi propia idea al respecto. Desde luego, en lo que respecta a posición de conducción, nunca me he sentido tan integrado y cómodo con una bici tan solo con una prueba en parado. La talla es, sin ningún asomo de duda, apropiada para mí. Ardo en deseos de probarla en marcha.
Que bonita, enhorabuena, seguro que tu post aclara dudas a la gente que anda pensando si compra una canyon u otra marca... Los sillines selle italia son complicacos de pillar el punto, yo quité el que venía en mi xc (un filante) porque no me adaptaba y puse el que llevaba normalmente. luego cambié a un selle italia SLR XC, que es similar, pero más duro y tras período de adaptación, considero que es una pasada, está pensado para que sólo apoyen "los huesos del culo", y duele en ese punto, pero sólo en ese, por lo que quizás te venga bien ese tipo de sillines para tu dolencia. Las suspensiones, yo cada vez le voy quitando más aire y cada vez disfruto más, sobre todo delante, regula bien el SAG aunque te parezca muy blanda que sino a las Fox les cuesta sacar todo lo que llevan dentro. Suerte con tu dolencia y que la puedas probar pronto
Gracias por el apunte sobre tender a relajar el sag en Fox. Lo tendré en cuenta. En la primera salidita me llevaré la bomba de las suspensiones e iré probando presiones, a ver qué tal... Tengo ganas de bajarme unos tramitos de escaleras a ver qué tal se portan las Fox (qué vergüenza, con mis casi 40 tacos y haciendo estas cosas...) Je je... En la bici urbana llevo desde hace casi un año un Selle Italia Flite Gel Flow, y la verdad es que voy muy cómodo con él--una vez dí con el correcto ajuste del mismo; que me costó. He valorado la opción de pasarlo a la Canyon, pero a la BTwin le hago (en condiciones normales; no las que estoy atravesando ahora) unos 130 km semanales, y tampoco quiero renunciar a sus prestaciones (a las del sillín) a diario, aunque lo lleve en una bici de segundo o tercer orden comparada con la Canyon... No sé. Probaré el que lleva la XC, que ya tengo los isquiones (y su compañía) hechos a Selle Italia, e incluso el que lleva la Canyon me parece un poco más ancho, y sólo si no me apaño buscaría alguna otra opción. A ver si hoy me atrevo a probar aunque sea un rato la bici, y me paso por el Retiro a escandalizar a alguno con tanta MTB para tan poca montaña...
Enhorabuena!!! Que la disfrutes todo lo que te ha hecho sufrir la espera y más y que se te cure pronto ese pompis ahora Canyonero
Yo le cambié el sillín al Specialized Avatar y ha sido un cambio radical. Cómodo como el solo y gracias a la hendidura central mi virilidad no se resiente Salu2!
Tengo que decir que no me ha costado imaginarme tu relato antes de leerlo Isengarder ya que he vivido lo mismo varios días tan sólo antes que tú. Eso sí, no tengo las dotes periodísticas (cualquier día de estos te llaman de editoriales de revistas de mtb o blogs sobre mtb para hacerte una oferta...estoy convencido) que tú tienes pa describir lo que se siente al recibir semejante juguetito. No sé si has llegado al tema cambios y su sincronización. Te comenté hace algunos días que al montarla tenía problemas ya que rozaba la cadena con el desviador estando situada en plato mediano y piñones altos (los tres mas grandes), cosa que es bastante ****** ya que es una combinación muy usada para subidas poco exigentes. Con los tornillos H/L no tengo problemas, pero claro estos no me solucionan la papeleta ya que el problema está en el plato mediano. Leí sobre aflojar/apretar el cable del cambio en el desviador: nada!. Sigue igual. Me queda tocar el apretado/aflojado del cambio delantero en el desviador. Pero me da mal rollo coger la allen y aflojar ese tornillo no vaya a ser no quede todo igual. ¿Alguna sugerencia? Saludos canyoneros.
Según lo cuentas sólo tienes que destensar el cable del desviador, el tensor que hay en la maneta izquierda de cambio. Gíralo en el sentido de las agujas del reloj poco a poco (1/2 de vuelta) y comprueba hasta que no roce. Si se te acaba el recorrido y no lo has solucionado tienes que soltar el cable del desciador y dejarlo menos tenso. De todas formas, si te da problemas continuamos en el hilo de mecánica.
+1 Por los piñones con los que roza (los tres últimos), además, tengo mis dudas de si tendrá suficiente margen para la corrección con la ruletilla del mando. Me suena a un exceso de tensado demasiado largo como para corregirlo con el margen de compensación que le hayan dejado de fábrica. Pero al menos, que se intente. Yo no he tenido ningún problema con el ajuste... pero claro. Yo he desmontado todo el cableado y lo he vuelto a montar, así que el ajuste de tensión lo he hecho partiendo de cero (buen invento el desviador que lleva la Canyon. No tienes que hacer cálculos para colocarlo. Ya está en el sitio óptimo) Gracias por los cumplidos... y si vienen ofertas, je je... yo encantado. ¿Divertirte y que te paguen? Chollo total...
me has convencido isengarder. Enorabuena por la bici y que la disfrutes mucho!! y el relato fantastico, si estaba hasta nervioso yo cada dia al abrir el ordenador hehe. a ver cuando acabo de arrorrar un poquito mas y me pido la mia!
17 de junio de 2010 23.00 Hrs.: Si el cielo existe (que espero que sí), a él debería de subirse pedaleando sobre una Canyon... Hoy he probado por vez primera la Canyon XC 7.0. Han sido 28 minutos de gloria, a una velocidad media de 20.34 Km/h (aunque tengo que revisar el Sigma 2209 porque se me ha olvidado mirar qué rueda llevo programada, pero no me parece disparatado), una velocidad máxima de 58,77 Km/h (bajando la C/ Dr. Esquerdo, para darle un poco de cañita y ver cómo iban los frenos a buena velocidad), una cadencia media de 69 pedaladas/min, una altitud acumulada de 106 metros, y una altura máxima de 728 metros alcanzados sobre los 660 de los que parto, para los 9,44 km recorridos en el tiempo antes indicado. La frecuencia cardiaca media ha sido de 144 bpm, mientras que la máxima ha alcanzado los 172. El gasto calórico estimado ha sido de 332 calorías. Qué pijaditas hace el Sigma éste, oye. Como dato significativo añadiré que, si bien mi frecuencia cardiaca normal suele estar entre 52-54 bpm, hoy he subido a la bici marcando 88 bpm. La excitación de la primera monta y, luego, las prisas por tener que volver a casa pronto para darle el baño a mi hija... Hecha esta breve introducción científica, a los datos de la primera experiencia Canyonera: Solo puedo empezar con un: ¡Que Dios bendiga a los ingenieros de Fox y a los de Canyon y los colme de la misma felicidad que proporciona su dedicación y trabajo a quienes disfrutamos de su ciencia! Vaya maravilla de suspensiones tiene esta bicha, la madrequeparioachanquete... Pero ¿es posible amortiguar de la manera que lo hace esta bici, sin perder velocidad al pedalear con esa extraña sensación de pedalada amortiguada que sin embargo no se traduce en que vayas más despacio, porque el cuenta km te lo está diciendo?... Bueno. No quiero dejarme llevar por el entusiasmo de "mi primera vez", pero he alucinado con el tacto IM PRE SIO NAN TE del Fox rp23. Pura mantequilla y a la vez con una firmeza de retención que no puedo llegar a entender. Espectacular cómo va el Rp23 Boostvalve XV. AB SO LU TA MEN TE espectacular. Mis respetos a los ingenieros de Fox. Vaya amortiguador han diseñado. ¡Buah! Qué pasada. La horquila también va fina-fina; pero, resultando una maravilla de absorción estable, lineal, ajustada y perfectamente compensada con la trasera, no puede alcanzar la excelencia celestial del tacto del amortiguador. Trataré de calmarme. No me he hecho ni 10 km sobre la bici, y ya estoy flipando... La posición sobre la bici es muy buena, aunque tengo que adelantar un poco más las manetas de cambio, y creo que voy a adelantar un poco el sillín que, por cierto, es algo duro pero me ha parecido a priori bastante cómodo, pero aquí sí que no quiero adelantarme, que los dolores suelen llegar a partir del km 30. Lo que sí puedo decir es que te permite moverte sobre la bici con total soltura. He bajado los tramitos de escaleras que llevaba soñando bajar desde hace días y cuando me he dado cuenta, me ha rozado el culo sobre la rueda trasera; y al llegar abajo, me he vuelto a sentar sin necesidad de tener que hacer ningún movimiento forzado. Tengo que reconocer que, cuando he visto la inclinación de las escaleras (el ángulo que afrontas debe andar por los 45º de inclinación o incluso un poco más), he dudado si era razonable bajarlas sin conocer todavía las reacciones de la bici... pero el orgullo puede más que el sentido común. Las he bajado, y he flipado de cómo absorbe la horquilla, y cómo traga el amortiguador. Lo único que me ha sorprendido ha sido el pedazo lechón (por no usar un término más fuerte) que ha soltado la cadena a la vaina al llegar a la zona plana tras el último escalón... como para no llevar el protector puesto. Salvo eso, la bici ha demostrado que está diseñada para acompañarte en bajadas bestias sin desfallecer. Después de ese tramito, he afrontado una bajada en cuesta con peldaños rematados con medios troncos de árbol semienterrados, que con mi anterior bici se bajaba rebotando a lo largo de todo el recorrido cual conejo... pues con la Canyon reconozco que me he quedado un poco decepcionado... ¿han rebajado los peldaños? ¿hay menos cuesta?... ****... se quita emoción a esa zona con tanta absorción en la bici. Me ha parecido una birria de bajada la misma que antes afrontaba casi como una aventura. Los frenos: Para ser mi primera experiencia con unos de disco, tengo que reconocer dos cosas: Frenan que se matan, pero tienen un tacto absolutamente dosificable. Frenan exactamente lo que quieres frenar, y sin hacer ningún esfuerzo. Muy predecibles. Muy buen trabajo el de Formula con los RX. De nuevo, quiero esperar a hacer mejores conclusiones cuando pruebe la bici un poco más... pero la frenada en la calle Dr. Esquerdo de Madrid (cuesta abajo, claro); de casi 60 km/h a parado ha sido una auténtica gozada de firmeza y sensación de potencia y seguridad. Lo que sí voy a comentar sobre ellos es lo siguiente: 1.- Llegando a casa, a la entrada del garaje (por donde entro a mi casa con la bici), me ha chirriado un poco el freno delantero. Imagino que tiene que rodarse un poco todavía. 2.- Cuando haces giros fuertes, y mantienes la tumbada en el giro, he notado que el disco delantero rozaba ligeramente con la pinza durante dichos apoyos. No sé si es debido a que la rueda flexa un poco en apoyos bruscos. Lo analizaré con más detalle en el futuro... Hasta aquí mis primeras sensaciones, que he querido compartir con vosotros. Aún son muy incompletas, pero no he tenido tiempo de analizar nada en el poco tiempo que he tenido para disfrutar de la Canyon. Solo puedo decir una cosa: La bici ha quedado muy por encima de mis mejores expectativas en comportamiento. Espero no desdecirme en el futuro... Ah bueno, sí que voy a poner una nota negativa: Las cubiertas Nobby Nic no son para el verano. Sobre tierra húmeda la sensación era como si llevaran imanes a la tierra. Seguridad absoluta. Confianza y aplomo. Ahí sí que se desenvuelven a la perfeccion... pero sobre tierra seca y polvorienta... la madre que... iba acojonado con la rueda delantera. No creo que pierda adherencia en el límite tan bajo en el que me daba la sensación de que se iba a ir de baretas... pero es precisamente esa sensación la que los vuelve especialmente desagradables. Si voy a rodar en seco (y es "bastante probable" en verano y en España, salvo en el norte), hay que cambiar la Nobby delantera si no quieres volver a casa con zurraspas en el pantalón... De atrás no he notado el pánico por la presuntamente inminente derrapada traicionera (que, insisto, probablemente no habría llegado; al menos cuando yo creía que iba a aparecer), pero ya me están tardando en traer las Ardent... cuyo comportamiento en realidad tampoco conozco... A ver cuándo puedo hacer una prueba de campo un poco más cross Country, y comparto mis valroaciones... Saludos a todos
Joooolines Isengarder, que ganas me dan de pedir la mia YA (que no puedo. No tengo el dinero aún). Gracias por el relato. Es un gustito el leerte.
18 de junio de 2010. 11.40 Hrs.: Si antes lo digo... Acaban de entregarme las Maxxis Ardent (bueno, en realidad a las 9.30 Hrs.) y, para mayor detalle, me llaman de King Barcelona para indicarme "que habían recibido las Ardent, y que si quería volver a realizar el pedido de las cubiertas que cancelé" (llamada a consecuencia de la cancelación del primer pedido, para desbloquear la entrega de las otras cosillas que les había pedido, ante la inminencia de la llegada de la bici, si recordáis) De verdad que estos chicos me tienen flipado. Pocas tiendas online he visto con tanta y tan buena atención al cliente... Les he agradecido la llamada, indicándoles que, de hecho, acababa de recibir las que había incluido en mi pedido posterior a la cancelación. Todo un detalle esa llamada. Lo que me preocupa ahora es a ver cómo le explico a mujer lo de la compra de estas cubiertas... afortunadamente no se ha dado cuenta de que he cambiado los pedales a la urbana (¡¡¡Que hoy he vuelto a poder coger para venir al trabajo. Yupiiiiii!!!!) Hmmmm... y tampoco se ha dado cuenta de lo del ciclocomputador..... ni de los pulsadores XT que le cambié a la bici.... ehhm.... y para ser más sinceros, tampoco del cambio del casete... por otra parte, los pedales XT "venían de serie", je je... Ayer se me quejaba de la pasta que se está gastando en leche, cereales y pañales para la niña, y yo callado como un muerto y dándole la razón... Buf, carísimo todo, pero yo ya he terminado de ahorrar para la bici, así que, a partir de este mes, notará el incremento de mi aportación a los gastos familiares comunes. Creo que hoy la invitaré a comida china a domicilio, a cuenta de los cheques restaurant del trabajo... ¡Dios! A veces alucino con lo romántico que puedo llegar a ser... ****, como escarpias los pelos del brazo. PD: Espero que mi mujer no lea este diario...
Nos alegramos mucho de disfrutar de tus emociones, fiera!! Lo mejor es que todos estamos sonriendo mientras te leemos recorando nuestra propia experiencia. Un par de consejillos. A las pastillas le hacen falta mordiente. Unas pocas bajadas como Dios manda y verás como aumentan en poderío. Otra cosa, lo que comentas de los crujidos al plegar un poquito pinta a todas todas a que no llevas bien apretado el cierre de la rueda delantera. Achucha un pquito más. Si la cosa sigue manteniéndose así después incluso de rodar las pastillas puede que sea momento de intentar un centradete de las pinzas. Saludetes y a seguir contagiándonos de tu ilusión, compañero!!
21 de junio de 2010 13.10 Hrs.: El sábado disfruté mi primera rutilla con la Canyon. 38 km. Efectivamente. El viernes por la noche monté la Ardent en la rueda delantera (me dio pereza cambiar la trasera y, además, aunque la Nobby lastre al avance, hay que reconocer que tracciona como un tractor. Voy a probar esta configuración, a ver qué tal) El sábado, como decía, me cargué la Camelbak a la espalda, en configuración de marcha (con cámara de repuesto, herramientas, bomba de aire, a tope de agua, etc) para hacer un test de marcha en condiciones de maratón. El destino, la Casa de Campo de Madrid (y con un canto en los dientes. El tiempo disponible no daba para más. Además, iba solo) La ruta prevista, de cerca de 40 km. Para ir haciendo piernas, suelo acercarme hasta el citado espacio verde atravesando Madrid. Desde mi casa, a través del Retiro, Gran Vía, Plaza de España, Cuesta de San Vicente, suelo tardar unos 20-25 minutos. Bastante menos que si cojo el coche y trato de aparcarlo allí (complicadillo). Así, a priori, se nota la ligereza de la bici en subidas. También la diferencia de las cubiertas respecto de las que monto en la urbana pero aún así llego bastante más fresco que de costumbre a la Casa de Campo. Desde luego, la bici es rodadora aún sobre asfalto, con la horquilla sin bloquear, el propedal en posición 2 y 2,5 Kg de presión en ambas ruedas. La Ardent rueda bien sobre asfalto. Se nota la diferencia respecto del ruidaco que va marcando la Nobby (rrroooc rrrroooooc rrrrrooooooc) a cada pedalada fuerte que voy metiendo. Me da un poco igual. Teniendo en cuenta que el ahorro de peso que tengo con esta bici respecto de la urbana con alforjas debe estar sobre los 6-8 kgs más o menos, es como rodar con motor . Vamos, que lo que me lastra el avance la rueda, lo compenso con creces con el ahorro de peso que mis piernas notan con respecto de la bici de a diario. Llego a la Casa de Campo. Estoy expectante, la verdad. Afronto las primeras subidas con una sonrisa que no puedo evitar incluso he olvidado quitarme la máscara antipolución que uso habitualmente para mitigar la contaminación en Madrid (una Respro Techno que recomiendo sin dudar a los ciclistas urbanos) La bici rueda perfectamente por pista de tierra compactada; sube que da gusto. La Ardent me da más confianza que la Nobby Nic en el apoyo y los cambios de dirección. Todavía suaves, pero ya se aprecia diferencia de apoyo. De todas formas, tengo que acostumbrarme a las geometrías de la bici. Llevo hechos más de 8000 km sobre mi otra bici, que además lleva ruedas de 28 y es notablemente más burguesa, lenta de reacciones y, aparentemente, también más estable, que la Nerve. Cuestión de confianza, evidentemente. Aún no me atrevo a hacer apoyos fuertes en la Canyon. Al tiempo. Como adelanté unos milímetros el sillín, el apoyo con el mismo es ahora perfecto; igual que el apoyo de las muñecas sobre el manillar. De todas formas, es bastante más cómodo mi Selle Italia Flite Gel Flow. Este verano, que me llevo la bici conmigo y la exprimo al máximo en rutas por Altea, creo que lo montaré en la Nerve. Pero, mientras, lo mantendré en la urbana, que es a la que más tralla meto. De todas formas, haré una prueba antes, que cualquier cambio influye, y prefiero acostumbrarme al sillín de la Nerve que cogerle manía al mío por cambiar la manera de sentarme sobre él en una nueva bici Ya veremos qué hago al final. Sigo mi pista habitual por la Casa de Campo; siempre ascendiendo, hasta llegar a una zona de semisenderos con algunas raíces de pino interesantes, acompañadas de suelo duro y tierra suelta. Los primeros giros me encogen el estómago. No acabo de soltarme con la bici y, en cuanto noto el más mínimo ruido a deslizamiento de la rueda delante, me acongojo un poquito. No obstante, es normal que exista el mismo en las condiciones de rodadura que estoy atravesando (con cierta inclinación lateral sobre tierra dura y abundante arena suelta en la base, que prefiero evitar) Alcanzo una zona más plana con tierra dura normal, acompañada de algo de tierra suelta. Ahí el rodar se vuelve coser y cantar. Las raíces que antes me hacían cambiar de trayectoria para evitarlas, las supero sin inmutarme. Al llegar a casa le quitaré, de todas formas, un poco de presión a la horquilla Fox. Voy cogiendo más confianza con la rueda delantera (que es notablemente más estable que la Nobby) Me gusta la Ardent. La Nerve pedalea que da gusto, y noto cómo mi ritmo sobre la bici se acelera. La fatiga es inapreciable, y no tengo el más mínimo deseo, ni necesidad, de parar a relajar brazos, o posaderas (gracias a Dios, se encuentran perfectamente). Alcanzo el muro de la Casa de Campo, en un punto habitual de quedada de muchos bikers, con mesas y una fuente siempre bienvenida. Sin parar, yo sigo la pista en paralelo al muro, afrontamdo una subidita interesante, que supero sin desfallecer, manteniendo una buena cadencia. La bici no contamina nada en plato mediano. Superada la parte más dura de la cuesta, encaro a izquierdas el inicio de un largo sendero que se aleja del muro y que yo siempre tomo de bajada y en el que te encuentras con algunas zonas con cierta complejidad técnica. Algunas curvas naturalmente peraltadas, y una zona final en la que vas metido en un carrril tipo Scalextric que te llega a la altura de los hombros, más o menos. A ver qué tal van las ruedas aquí, que hace falta buena adherencia. De frenos sé que voy sobrado, pero vamos a ver cómo los regulo cuando la bici se mueva como en una tempestad por subidas y bajadas. Vaya el terreno está bastante más roto de lo que lo recordaba se nota que las lluvias han reforzado la erosión, y el sendero está lleno de trazadas hendidas sobre la tierra húmeda, que queda endurecida después, al paso de cientos de bicis. Ahora esto se ha convertido en una zona llena de carrilles estrechos; de esos en los que te da pánico meter la rueda y que se te enganche en dirección contraria a la tuya, lanzándote por sobre las orejas de la bici De nuevo esa sensación de encogimiento de estómago tiro de frenos. Voy a negociar con calma esta zona que ya no conozco tan bien tras tanta erosión. Aún así, noto que la bici es ágil. Muy ágil. Tanto que en ocasiones me sorprende la inmediatez de su respuesta, y tengo que modificar la trayectoria de la trazada. La Nobby atrás me está funcionando perfectamente, y la Ardent está soportando estoicamente mis continuos errores de trazada. Consigo terminar el sendero con buenas sensaciones, aunque tras haber tenido que salirme en un tramo del mismo para esquivar a un caminante con perro suelto del que me han advertido de su peligrosidad dos bikers en subida con los que me cruzo a medio camino. Solidaridad biker. Se agradece este comportamiento. Mucho más cuando uno va solo. Mis primeras conclusiones, son entusiastas. La bici es estable, ágil; traga como una bestia y te mantiene por donde la lleves con absoluta nobleza y previsibilidad. Los frenos, mejor llevarlos con un solo dedo. Más que suficiente, e incluso recomendable, para evitar que un movimiento brusco del manillar conlleve un exceso de frenado. Antes, acababa el sendero con temblores en brazos y piernas. Ahora solo noto la tensión en las piernas, poco acostumbradas a la sensación de flotación que proporciona la bici cuando te levantas del sillín. Giro a la derecha y me meto en pista asfaltada. Toca volver a subir lo bajado, y algo más, hasta una zona de aparcamiento de tierra con abundancia de mesas de madera y familias de fin de semana semi campero donde vuelvo a coger el camino del muro. Subo con una soltura y un ritmo que me encanta. Cada vez pedaleo más cómodo sobre la Nerve XC. Una maravilla. Aprovecho a rehidratarme para afrontar la subida mientras aprovecho el indicador de cadencia del Sigma. Me mantengo relajadamente entre 70 y 80. De nuevo el ruidaco a tractor gordo de la Nobby sobre asfalto. No voy a cambiarla. Me gusta cómo funciona ahí atrás. Si lastra en el avance, que lastre. Cuando la gaste ya probaré otras configuraciones. Además me molan sus flancos con las letras plateadas, para qué voy a negarlo. Que dure lo que dure. Tengo otra Nobby y una Ardent esperando en casa a que ésta se gaste. Llego de nuevo al muro de la Casa de Campo. Generalmente en este punto, solía pararme a recuperarme de la sudada, pero sobre todo a relajar las piernas tras la medianamente larga subida por asfalto . Con la Nerve XC no lo necesito en absoluto. El esfuerzo es notablemente inferior con esta bici (o al menos la sensación de esfuerzo. Es curioso) Puedo afrontar el camino de bajada por un senderito que avanza paralelo a la pista de gravilla y tierra pisada por donde se supone que debemos circular las bicis, o seguir la mentada pista. Voy a ir por el sendero, que tiene subidas y bajadas, y algunos pasos entre troncos de pinos. Vamos a disfrutar de la doble suspensión. Lamentablemente, me tengo que ir a la pista. El sendero está plagado de caminantes, perros y niños. No me gusta molestar a nadie con mi presencia; ni dar munición a los talibanes anti-bicis. Por ahí, por la pista, se puede dar algo más de caña, así que vamos a ir probando la estabilidad en ritmo fuerte de bajada Pronto me doy cuenta de que voy bastante más rápido que muchos bikers. Tampoco quiero hacer el animalito, porque la gravilla está un poco suelta, y la derrapada no es difícil de ser sufrida, así que tiro un poco de frenos (qué gozada esto de los discos ) y me mantengo tras un grupo de tres. Hay bastante tráfico de subida también, así que tampoco se trata de asustar a nadie. Tras algunos repechitos de subida y bajada en los que tengo que estar tocando frenos continuamente, me aburro un poco, así que decido adelantarles. Espero que no se me piquen, así que daré un poco de caña aprovechando un tramo final un poco más duro, antes de llegar a la zona de la fuente que antes ya crucé. Nada. Les supero con facilidad, pero no parecen querer picarse conmigo parece que la sola visión de una Canyon como la XC 7.0 ya te hace ser merecedor de cierto respeto por parte de los bikers con los que te cruzas. Es un poco la sensación de llevar un coche potente por el carril izquierdo de una carretera quieras o no correr, los coches se apartan para que les adelantes, porque se presume que lo vas a hacer. En ese punto me cruzo con otra Canyon, rígida y blanca (queda muy chula). Casi me dan ganas de frenar y perseguirle para fundirnos en un emocionado abrazo de canyoneros pero lo mismo el biker (que he notado me ha mirado también la bici al cruzarnos) se pensaba cualquier otra cosa, así que mejor continúo mi camino, no sin cierta emoción por haberme cruzado con otro elegido miembro de nuestra comunidad canyonera Vuelvo a pasar por fin por la zona de la fuente. Antes de ser un canyonero, solía pararme de nuevo a recuperar brazos y piernas y, en ocasiones, incluso a rellenar el camelbak (Lobo, 3L de capacidad nominal no he podido nunca meter tanto líquido, aunque tampoco se necesita mucho más que eso, salvo si vas a afrontar una travesía de 100 km por el desierto y sudas como un animal, como es mi caso o lo era, hasta que me compré una Canyon, je je) Ahora, sin embargo, paso de largo; he debido beber menos de la mitad que de costumbre, y encaro varias bajadas bastante largas encadenadas, hasta llegar a una de las cuestas famosillas (creo) de la Casa de campo: La de la torre de la electricidad. Sea o no famosa, lo cierto es que, en esta dirección (en dirección contraria es aún más dura y larga) afrontas un tramito de los de plato pequeño y tercer piñón. Buena prueba de tracción. La Nobby cumple sobradamente atrás. La Nerve también. Sigue encantándome cómo sube la bici, si bien, en plato pequeño sí que se nota la interacción con la suspensión trasera. Es la primera y única vez que voy a notar algo de interferencia a la pedalada en todo día. Pero tampoco es que sea nada que se vuelva molestísimo. Sencillamente, te sorprende ese balanceo y esa ligera pérdida de potencia. Aún así, corono el repecho con mucha más soltura de lo que estoy acostumbrado de hecho, ese punto es un buen lugar para echarse un par de tragos más de agua y, en ocasiones, buen lugar para disfrutar del paisaje mientras recuperas el aliento. En esta ocasión ni me planteo parar. Toca afrontar una bajadita fuerte. A ver cómo va de estabilidad la Nerve en bajada con baches y a alta velocidad pues excepcionalmente bien, claro. Poco más reseñable se puede decir. El resto del recorrido hasta salir de la Casa de Campo, y vuelta por ciudad hasta mi casa viene a ser lo mismo que ya he analizado. Algunas miradas entre respeto y admiración por la bici por parte de otros bikers (hace no mucho yo hacía lo mismo cuando veía un cuadro llevando una horquilla o amortiguador Fox, o leía letras como Merida, Cannondale, Trek, Specialized ) Si acaso, decir que la Cuesta de San Vicente se me hace menos cuesta que otras veces. Observo de reojo cómo voy adelantando a notable velocidad a unos cuantos ciclistas que también la afrontan aunque soy el único que lo hace entre los coches. La mayoría de ciclistas suben esta zona por la acera no soy partidario de ello. Me preocupan más los peatones que los coches. Pero claro no todos suben sobre una Canyon En fin mi primera experiencia valorable con la Canyon ha sido un sueño, dulce y real. GRAN COMPRA he hecho con esta bici, sí señor. Llegué a mi casa notablemente más descansado de lo que he vuelto nunca, tras una pequeña ruta de casi 38 km (ahora sí, con mi Sigma correctamente calibrado) realizados de seguido. Sin paradas. Y terminados con ganas y energías para haber afrontado otros tantos, sin haberlo dudado. Por cierto, con el entusiasmo me olvidé de analizar los ruidos de roce del disco delantero hasta llegar al Retiro de vuelta. Creo recordar (pero no estoy del todo seguro) que ahí volví a oírlo, aunque menos que la otra vez. Iba tan entusiasmado por la experiencia, que nada me sacaba de mis cotinuas alabanzas a la bici. Tampoco tenía ánimos de poner pegas a mi inmenso disfrute del día. Sólo lamentaba que se acabara (obligaciones familiares me hicieron tener que volver a casa) De todas formas, Vijaca, echaré un vistazo al apriete del cierre delantero. Gracias por el apunte.
Te seguimos leyendo isengarder. Si lo acompañas con reportáge gráfico ya lo bordas, je, je. Estoy a punto de comprarme una igual ;-) Respecto alsillín, yo pensaba ponerle bien un Flite Classic Gel Flow, o bien un Specilized Phenom ancho 143. Saludos!
Nuevo lector jejeje, sube fotos de la bicha como bien dice dj_fito y ya sera un diario de 10 chico...
Hola, Isengarder. Tus relatos son de lo más entretenido. Quisiera hacerte una consulta; verás, el otro día leí que tenías un ciclocomputador sigma 2209. El caso es que a raíz de leer tu mensaje me picó el gusanillo de la curiosidad y he estado investigando por la red para ver qué parámetros mide, así como tantear opiniones de gente que lo tuviese. Todo el mundo parece estar contento con el aparato, por lo que tengo casi decidido adquirirlo. Aunque también contemplo la posibilidad de hacerme con el rox 9.0, que creo que es el modelo superior de sigma. Pues eso, que me gustaría conocer tus impresiones. Bueno, la verdad es que esto no pega mucho aquí, ya que este hilo está dedicado a tu nueva bici, así que si no te apetece contestar, pues no pasa nada. Un saludo, y enhorabuena de nuevo por tu nueva máquina.