1923. Bayona-Luchon (326 kms), 6ª etapa del Tour de Francia. Aubisque, Tourmalet, Aspin y Peyresourde. Este año Desgrange se muestra clemente y permite a los corredores utilizar piezas de recambio en caso de rotura en la bicicleta. Además cada vencedor de etapa será beneficiado con 2’ de bonificación. En Francia se habla mucho y no muy bien de que los franceses hace 7 años que no ganan la prueba. Este año esperan lo mejor de los hermanos Pelissier y de un Alavoine en la cima de su carrera. A las 2 de la mañana los 83 corredores sobrevivientes salen de Bayona para afrontar la gran etapa pirenaica. A las 08:00 horas llegan a Oloron, donde Dejonghe, herido en el glúteo, abandona. A las 10:00 horas se afronta el ascenso del Aubisque. Ottavio Bottecchia y Robert Jacquinot se sienten con fuerzas y se escapan, pero son alcanzados en el descenso por los hermanos Pélissier. Los cuatro pasan por Argelès Gazost a las 11:51 con 6’ de ventaja sobre Alavoine y 9’ sobre el maillot amarillo Romain Bellenger. En la ascensión al Tourmalet, Bottecchia y Jacquinot vuelven a irse hacia delante mientras que un accidente estúpido acaba con las ambiciones personales de Francis Pélissier: “Henri se detiene para coger agua en una fuente. Bajo de la bici para esperarle. Mi atención se dirige a la carretera y no veo venir un automóvil que me arrolla lanzándome violentamente al suelo. El conductor, que no me parecía muy hábil, pudo romperme todos los huesos, pero no ha conseguido más que destrozarme la bici. Llega Henri y le mando para delante, él mantiene intactas sus esperanzas. Yo me convierto en un nuevo Christophe y trato de arreglar la bici con lo que tengo a mano que no son más que piedras. Tardo más de una hora en enderezar las vainas traseras. Pasan los corredores y los seguidores en auto y en moto. Me fotografían, me animan, pero no puedo tener ayuda de nadie.” (R. Bastide “La leyenda de Pélissier”. Mientras tanto, Robert Jacquinot franquea el Tourmalet con 10’ de ventaja sobre sus perseguidores. Parece encontrarse muy a gusto en la cima del Aspin. ¿Piensa vencer el Peyresourde, última dificultad antes de Luchon? No estaba lejos, pero a 500 mts de la cima es victima de un terrible desfallecimiento, “los ojos hundidos, la boca abierta y con tan poca fuerza que no puede ni alimentarse”, Jacquinot desciende de la bici y se tumba en la cuneta. Algunos minutos más tarde se levanta y termina el ascenso a pie. Es en este momento cuando Jean Alavoine le supera. Y así, Jean Alavione, uno de los grandes favoritos, muy discreto desde la salida de Paris (13º en la General a 41’37” de Bellenger) gana su 14ª etapa en el Tour y pasa a colocarse 2º en la General. Ottavio Bottecchia, como Robert Jacquinot, ha sobrestimado sus fuerzas. Ha terminado 6º en la etapa. Nada grave, 2º en la General esta mañana, “el Albañil de Friuli” aprovecha el bajón de Bellenger (12º a 52’59”) para hacerse con el maillot amarillo. Los ganadores de la prueba desde 1911, los belgas, han sufrido terriblemente en la etapa de hoy. Firmin Lambot avería la bici al comienzo de la etapa. Obligado a dar media vuelta para repararla, terminará 38º a 3h3’. Léon Scieur bien colocado antes del Tourmalet, afirma haber bebido una jarra de café en malas condiciones y termina 35º a 2h57’. Será hospitalizado durante 8 días. Philippe Thys (19º a 1h16’) ha hecho un trabajo mejor, pero se ha despedido de una posible victoria final. La lucha por la victoria hasta Paris será apasionante y finalmente, Henri Pelissier se convertirá en héroe nacional al ganar la carrera el 22 de julio en el Parque de los Príncipes. 1923. Robert Jacquinot asciende el Aubisque. 1923. Ottavio Bottechia en el Aubisque. 1923. Jean Alavoine corona el Aubisque. 1923. Extraño encuentro en el Circo de Litor. 1923. Ottavio Bottechia y Robert Jacquinot afrontan el ascenso al Tourmalet. 1923. Henri Pelissier en el Tourmalet. 1923.Romain Bellenger y Hector Tiberghien en el Tourmalet. 1923. Hector Huesghem en el Tourmalet. 1923. Jean Alavoine inicia el descenso hacia Saint Marie de Campan. 1923. Henri Pelissier junto a su hermano Francis en el Parque de los Príncipes de Paris tras ganar la carrera. Hasta luego.
1924. Bayona-Luchon (326 kms) 6ª etapa Ottavio Bottecchia, novato en la edición anterior que se había clasificado segundo en la general, después de Henri Pélissier, participa por segunda vez y domina la carrera de principio a fin. La carrera comienza en Paris el domingo 22 de junio para llegar hasta Le Havre. Bottecchia gana la primera etapa, se hace con el maillot amarillo y no lo soltará durante toda la carrera. Llegará a Paris, el 20 de julio, como gran vencedor. Este joven albañil transalpino va a sorprender a todo el mundo. Cada victoria de etapa le va a aportar 3’ de bonificación, consolidando aún más su ventaja. Este año, los hermanos Pélissier abandonan en la 3ª etapa y hacen unas explosivas declaraciones. El periodista Albert Londres, presente en el Tour, les pregunta por el motivo del abandono y nos lo cuenta en un artículo titulado “Los forzados de la carretera”. “No tienen idea de lo que es el Tour de Francia. Es un calvario. Sufrimos durante todo el camino, ¿quiere ver cómo vamos? Mire.” De su bolsa saca un frasco, “es cocaína para los ojos y esto es cloroformo para las encías… ¿píldoras, quiere ver píldoras?”. Sacan tres cajas cada uno. “En resumen –dice Francis- marchamos sobre dinamita.” Henri continua: “¿Aún no nos ha visto en la ducha en la llegada? Dese el placer de asistir a esa sesión. Una vez que nos quitamos el barro, estamos blancos como sudarios. La diarrea nos deja vacíos. Nos desmayamos en el agua. Por la noche, en nuestra habitación, bailamos la jiga en lugar de dormir. Mire nuestros cordones, son de cuero; pues bien, no siempre resisten, se rompen y es cuero curtido. Piense en lo que se convierte nuestra piel. Cuando bajamos de la bicicleta, se puede pasar a través de nuestros calcetines, de nuestros coulottes, ya nada se ajusta al cuerpo… Y todavía no han visto nada, esperen a los Pirineos. Es un trabajo duro, pero lo encajamos sin rechistar. El esfuerzo que no permitiríamos que hiciese una mula, lo hacemos nosotros. No somos unos gandules; pero, en nombre de Dios, que no nos molesten. Aceptamos el tormento, pero no queremos vejaciones. ¡Soy Pélissier y no Azor!”. La gran etapa comienza en Bayona a las 02:00 del miércoles 2 de julio. Amanece y llegan las dificultades. Desde las primeras cuestas del Aubisque, Bottecchia muestra su poderío y nadie logra aguantar a su rueda salvo un inconsciente belga, Omer Huyse, que cae derrotado, desfallecido, unos cientos de metros más adelante. Bottechia franquea el Aubisque de forma imperial con casi 3’ de ventaja, nada ni nadie puede parar su marcha. En Argèles tiene 4’ de ventaja sobre Frantz y Buysse. Es en el Tourmalet donde el italiano confirma su superioridad pasando por el gigante pirenaico con 15’ de ventaja sobre sus perseguidores. Desgrange está encantado: “la diosa Victoria ha llegado y con su dedo, ha tocado la frente del joven Bottecchia. (…) Es glorioso ver la facilidad de su ritmo, la unidad de su estilo, la perfección de su sacrificio. No le he visto más que una vez en pie sobre los pedales. Ha partido como un bello animal de raza, en el esplendor de su forma y ha sido victorioso inmediatamente.” Bottecchia sigue con el recital en el ascenso al Aspin y al Peyresourde. Imparable llega a Luchon donde gana la etapa. El segundo es Lucien Buysse a 18’58”. Todos los demás son relegados a más de media hora, el inconsciente de Omer Huyse es 9º a casi una hora del ganador. Ottavio Bottechia ganará en Paris su primer Tour de Francia. 1924. Henri Pélissier, Francis Pélissier y Maurice Ville en el café de la Estación junto al periodista Albert Londres. 1924. Robert jacquinot en el Aubisque. 1924. Thys, Bellenger y Lambot inician el descenso hacia el Soulor. 1924. Ermano Valazza en el Circo de Litor. 1924. Ottavio Bottecchia Tourmalet. 1924. Ottavio Botecchia franquea el Tourmalet. 1924. Bottecchia triunfa en Paris con más de 35' de ventaja. 1924. La bicicleta del ganador. Hasta luego.
Como mola leer toda esta información relacionada con un puerto mítico. Gracias y Enhorabuena x el trabajo realizado Enviado desde mi SM-A520F mediante Tapatalk
1925. Bayona-Luchon (326 kms) 1 de julio 8ª etapa Las carreras por equipos son reestablecidas. Henri Pélissier vuelve a la carrera pero abandonará herido, su hermano Francis abandonará en los Pirineos. Eugène Christophe, con 40 años de edad, disputa su último Tour. 79 corredores toman la salida a las 02:00 horas en Bayona para encarar una temida primera etapa pirenaica. Un pinchazo de Bottecchia en el Col d’Osquich, después de 60 km de carrera, desata las hostilidades. Llega a estar a 6’ de distancia, pero en Eaux-Bonnes alcanza al pelotón que está compuesto por 25 corredores. El col del Aubisque y sus filas de coches, parece una larga serpiente de mar. Todo el mundo quiere ir a admirar y animar a estos locos en bicicleta que afrontan esta nueva etapa a través del “Círculo de la Muerte”. En la subida al Aubisque, Bottecchia toma el mando para alcanzar la cima con 1’30” de ventaja sobre Huyse (9º en la General) y 1’45” sobre Benoit (3º). Bajo la tormenta, los tres hombres pasan juntos por Argèles-Gazost (km 217). Pélissier pierde 4’ y Frantz, 5’. El Tourmalet se sube bajo un tremendo diluvio. Omer Huysse no tiene problemas en ello y pasa por la cima 2’10” antes que Bottecchia y 5’ antes que Benoit. Los demás se encuentran a más de un cuarto de hora. Tras escalar el Aspin, Bottecchia y Huysse muestran debilidad. No así el valiente Adelin Benoit, que les sobrepasa en el Peyresourde para ganar brillantemente la etapa en Luchon. Las diferencias son significativas: Huysse ha perdido más de 9’ y Bottecchia ¡11’45”! El valón recupera el maillot amarillo que había perdido la etapa anterior por causa de un desafortunado pinchazo y lo que es más importante, el italiano, que había ganado esta misma etapa el año pasado, no parece ahora tan intocable. El más joven de la familia Pélissier, Charles de 22 años, espera a su hermano Francis en la cima del Tourmalet. Cuando ve llegar a su hermano, agotado, con un retraso de media hora le comienza a hervir la sangre. Comienza a insultar a los oficiales reprochándoles la excesiva dificultad de la carrera: “estos caminos de cabra, ¿son para los cristianos?”. La respuesta de los organizadores no tardó en llegar. El 3 de julio, en “L’Auto”, Henri Decoin se burla de quien no ha ganado la más mínima carrera: “Si sé que Charles Pélissier es corredor ciclista, es simplemente porque le veo pasearse vestido de ciclista. Miro en la enciclopedia deportiva y no encuentro ningún Charles Pélissier. Henri y Francis son pavos reales, tenían hermosas plumas. Charles Pélissier se las roba de vez en cuando, se las pega en la espalda y se pasea por las carreteras deportivas haciéndose el gallito.” (“La leyenda de los Pélissier” R. Bastide). Picado en su orgullo, “Charlot” ganará el 19 de julio el “Circuit de l’Allier” antes de imponerse 16 veces en las carreteras del Tour. La novena etapa que lleva de Luchon a Perpignan va a ser ganada por el luxemburgués Nicolas Frantz, pero Bottecchia vuelve a retomar el maillot amarillo por la acusada debilidad que ha sufrido en la etapa de hoy Adelin Benoit. Bottecchia ya no soltará el liderato hasta Paris donde gana su segundo Tour de Francia. 1925. El valle de Ossau, al fondo Laruns. 1925. Bottecchia, Pelissier y Aymo incian el ascenso al Aubisque. 1925. Francis Pélissier cede a mitad del Aubisque. 1925. Frantz, Benoit y Buysse tras Bottecchia en el Aubisque. 1925. Bottecchia en el Aubisque. 1925. Huysse y Benoit persiguen a Bottecchia en el Col d'Aubisque. 1925. Animación en el Col d'Aubisque. 1925. Frantz, J. Buysse y Verdyck llegan a la cima del Aubisque. 1925. Charles Pélissier. 1925. Eugène Christophe se avitualla el Argèles Gazost. Hasta luego.
1925. Léon Despontins y Eugène Dhers en el Tourmalet. 1925. Albert Dejonghe esquiva a un espectador en el Tourmalet. 1925. Frantz y Bellenger en el Tourmalet. 1925. Bottecchia tras Huysse y delante de Benoit en el Aspin. 1925. Adelin Benoit primero en Luchon. 1925. Adelin Benoit ganador de la etapa en la meta de Luchon. 1925. Ottavio Bottecchia celebra la victoria en el Parque de los Príncipes juntos a Lucien Buysse. Hasta luego.
1926. Bayona-Luchon 326 kms 6 de julio 10ª etapa Interminable… 5.745 kms de recorrido y la media más baja de la historia. Por primera vez la carrera no toma la salida en Paris sino en Évian, en la zona oeste de Francia. En la etapa que nos ocupa, trombas de agua y frío esperan a los corredores que toman la salida a las 2 de la mañana y se dirigen hacia la llanura azotada por numerosos chaparrones y lo que es peor, hacia la montaña, que está surcada por numerosos torrentes de barro. Leamos a Gabriel Hanot en “Miroir des Sports”: “La lluvia comienza a caer sobre los corredores poco después de la salida en Bayona, mucho tiempo después del cierre de control, todavía caía. Empapa a los hombres y también a las carreteras. Temblorosos, con las piernas y el rostro llenos de barro, y los ojos enrojecidos, los hombres no tuvieron un momento de descanso. La niebla y la fina lluvia de las cumbres no descansaba en los valles. En el camino de los puertos, la niebla y el agua no dejaban ver más allá de los 50 mts.” Las dificultades comienzan realmente 200 kms después de la salida de Bayona, al pie del Aubisque. Todavía quedan 120 kms por recorrer y los corredores luchan contra muros de tormenta infranqueables. Esta vez es verdaderamente el “círculo de la muerte”, el apocalipsis. El belga Lucien Buysse se muestra imperial. Se escapa en Eaux Bonnes en compañía de Albert Dejonghe pero pasa en primer lugar por la cima con 1’42” de ventaja sobre Huyse y Parmentier y 2’37” sobre Dejonghe (2º en la General). Bottecchia se encuentra ya a 8’. El descenso del Aubisque entres las piedras y el barro es abominable. En la bajada hacia Argèles Gazost, Dejonghe alcanza a su compatriota. Argèles Gazost, Luz Saint Sauver, Barèges, la pendiente se endurece más y más. Un tiempo cada vez más infernal, la niebla no permite ver más allá de los 20 metros, lluvia glacial, barro. Los coches resbalan, los ciclistas avanzan como autómatas. A mitad del Tourmalet es Taillieu el que alcanza a los dos de cabeza que van juntos, pero bastante cansados. Pero “la carretera está sembrada de rodadas de vehículos que se agravan por los patinazos de los coches seguidores, muchos de ellos a punto de caer por los barrancos. (…) El barro se incrusta en los piñones y en la cadena de las bicicletas. Los corredores paran sus máquinas para limpiarlo, a veces orinando sobre ellos. Algunos no pueden volver a montar en el sillín, paralizados por la fatiga y el desánimo” (J. Roussel “Érase una vez el Tour de Francia”). Todos ponen pie a tierra y comienza una competición ciclo-pedestre que gana Odile Taillieu ya que es el primero en pasar por la cima del Tourmalet con más de 1’ sobre Buysse. Aimo está a 5’, Devos a 8’ y Dejonghe a 10’. Al pie del Aspin, Taillieu que ha bebido agua helada, sufre del estómago. Lucien Buysse camina hacia la cumbre con su estilo característico, de fuerza, apoyándose terriblemente sobre los pedales, acompañando cada esfuerzo con un movimiento de hombros y cabeza. El flamenco (2º el año pasado) acumula 11’ de ventaja sobre Aimo en la cima del col. La diferencia sube hasta los 22’ en la cima del Peyresourde. En Luchon, al término de esta dantesca etapa, Buysse ha aplastado a la competencia (Aimo ha perdido 25’48”, Frantz, 5º, 42’19”) después de más de 17 horas de sufrimiento con un promedio de 18,952 km/h. El líder de la carrera, al inicio de la etapa, Gustaaf Van Slenbrouck termina 20º a 1h50’. Cuando se habla de infierno en el Tour, se habla de este año. El fuera de control está fijado a las 21:00 horas. Solo 21 corredores llegan a tiempo. De 76 que han salido esta mañana, solo 47 llegan a la meta. Muchos se detienen para refugiarse en casas, muchos se pierden. Una quincena de ellos montan en vehículos para llegar a Luchon, no serán sancionados. La llegada de fantasmas se escalona a lo largo de la noche. Ottavio Bottecchia, vencedor el año pasado, abandona. El belga, Lucien Buysse, que fue 3º en 1924, 2º en 1925, termina, lógicamente, 1º en 1926. 1926. Los corredores afrontan el Aubisque 1926. Lucien Buysse escala el Aubisque 1926. Lucien Buysse escala el Aubisque en solitario 1926. Odile Tailleu escala el Aubisque, será 5º en la cima 1926. Devos y Van de Casteele escalan el Aubisque bajo la lluvia Hasta luego.
1926. Martinetto y su bici rota en Arras 1926. Bottecchia muy retrasado al paso por Pierrefitte 1926. Dejonghe ha alcanzado a Lucien Buysse y juntos encaran el Tourmalet 1926. Odile Tailleu al pie del Tourmalet 1926. Bottecchia en el Tourmalet Hasta luego.
1926. En el infierno del Tourmalet 1926. Lucien Buysse a pie en el Tourmalet 1926. Odile Taille es el primero en la cima del Tourmalet 1926. Lucien Buysse corona el Tourmalet 1926. Devos llega al Tourmalet en 4º lugar a 12'30'' del primero Hasta luego.
1926. Albert Dejonghe en el Tourmalet 1926. Lucien Buysse encara el Peyresourde en solitario, seguido por un espontáneo 1926. L. Buysse después de su llegada al Parque de los Príncipes 1926. Lucien Buysse Hasta luego.
1927. Bayona-Luchon 326 kms 30 de junio 11ª etapa Este año la lluvia vuelve a caer en Bayona cuando comienza la etapa. El día se levanta y los cols aparecen. El pelotón rueda agrupado detrás del coche de Henri Desgrange que va abriendo camino. Los espectadores se encuentran en sus lugares favoritos y uno de ellos anuncia que un corredor ha pasado hace un cuarto de hora. Nadie le ha visto y no se lo creen hasta que una segunda persona confirma el hecho. Se trataría del dorsal 244, al que nadie conoce. Todos los hombres de cabeza están presentes en el pelotón. Desgrange envía a uno de sus comisarios a verificar esta noticia. A la vuelta confirman la noticia, un corredor viaja solo en Eaux Bonnes. Al salir de Bayona en plena noche, bajo una incesante lluvia, nadie se ha dado cuenta que el transalpino, Michele Gordini, se ha aprovechado para fugarse con la esperanza de vencer en solitario. Una vez confirmada la situación, los corredores del “Alcyon” aumentan el ritmo para tratar de evitar la catástrofe. El italiano Gordini se encentra en la base del Aubisque con una hora de ventaja, pero pronto llega la mala fortuna. Su pedalier se bloquea y se niega a girar. Va a perder una media hora en la reparación mientras que por detrás, lo maillots azul claro, Nicolas Frantz, Adelin Benôit, Jan Debusschere… parten en su búsqueda. Gordini mantiene 25’ de ventaja cuando comienza a descender el Aubisque entre las nubes y los torrentes de agua. Pero los problemas no le abandonan ahora es la cadena la que falla al estar llena de barro, y más tarde un neumático que revienta. Lo repara, pero pincha de nuevo. El frío que entumece sus dedos no ayuda nada en las operaciones. Esta acumulación de infortunios permiten a Nicolas Frantz alcanzarle y rebasarle para pasar en cabeza por el Tourmalet, así como por los otros cols para ganar esta terrible etapa de montaña, hacerse con el maillot amarillo en Luchon y no abandonarlo hasta la llegada en el Parque de los Príncipes de Paris, el 17 de julio. Gordini llegará a Luchon 5º a casi 28’. Hasta luego.
