1928 Hendaya-Luchon (387 kms), 9ª etapa del Tour de Francia. Osquisch, Aubisque y Tourmalet. La etapa más larga de la carrera comienza en Hendaya a medianoche. Aprovechando la oscuridad Camille Van de Casteele se fuga con la compañía de los touriste-routiers Charles Loew y Félix Baud. En el paso de Osquisch, el belga deja a sus compañeros de fuga y llega a Mauleon con una considerable ventaja. Por detrás, el pelotón se ha roto y un grupo delantero en el que marchan Fontan, Frantz, Vervaecke y los hermanos Magne se lanzan a la caza. Están a 13’ del líder de la etapa. Van de Casteele se muestra intratable y durante el ascenso al Aubisque no hace más que aumentar su ventaja hasta unos considerables 29’ en la cima sobre los primeros perseguidores Nicolas Frantz y Louis Delannoy. En el descenso, Victor Fontan aprovecha su conocimiento de estas carreteras y se lanza en un vertiginoso descenso y alcanza a los dos perseguidores antes de llegar a Argèles. Por delante, Camille Van de Casteele empieza a sufrir el rigor de una jornada bajo un sol abrasador y sobre todo está pagando el enorme esfuerzo que le supone remontar las rampas del Tourmalet. Aún así, al paso por Barèges, mantiene una ventaja de 14’ de ventaja. Parece suficiente para franquear el coloso en cabeza, pero antes de que llegue a la cima tiene que detenerse varias veces debido al agotamiento. Llega a la cima en cabeza, pero no mantiene más que 1’15’’ sobre Fontan y 1’35’’ sobre Frantz. En el descenso hacia Sainte Marie de Campan, Fontan alcanza al belga pero tiene la mala suerte de pinchar, lo que vuelve a dejar a Van de Casteele en cabeza. Pero Fontan corre en casa, y en Bagnéres de Bigorre, delante de un multitud enloquecida, vuelve a alcanzar al belga y consigue dejarle de rueda. En Montréjeau, Fontan tiene 6’ de ventaja con Van de Casteele… pero solo 2’ sobre el maillot amarillo Frantz que parece en posición del alcanzar al francés. Pero se encuentra con el hándicap de las nubes de polvo que levantan los vehículos que siguen al francés: nadie quiere perderse su victoria. Finalmente, Victor Fontan gana la etapa en Luchon bajo el delirio de sus admiradores, Frantz es segundo a más de 7’ y el héroe de la jornada, Van de Casteele, llega tercero a más de 13’. El Tour termina en Paris el 15 de julio tras 22 etapas. La carrera no ha visto otro líder que el luxemburgués Nicolas Frantz que se hace con su segundo Tour consecutivo. Nicolas Frantz y Louis Delannoy en la ascensión del Aubisque. Nicolas Frantz en el Aubisque. Hasta luego.
Fontan y Frantz en el ascenso del Tourmalet por detrás de Van de Casteele. Victor Fontan camino de Luchon para ganar la etapa. Hasta luego.
1929 Bayona-Luchon (363 kms), 9ª etapa del Tour de Francia. Aubisque y Tourmalet. La etapa se desarrolla lánguidamente desde la salida y no toma viveza hasta llegar a Laruns, la puerta del Aubisque. Al paso por Eaux Bonnes, Lucien Buysse aumenta el ritmo y consigue destacarse del pelotón para realizar un brillante ascenso en solitario en el que bate el record de la subida: 50’ es lo que tarda en ascender. Bonita hazaña del ganador del Tour 1926, y sus últimos cartuchos en la carrera, pues abandonará exhausto al paso por Barèges, durante el ascenso al Tourmalet. En la subida al Aubisque, el pelotón está deshecho y por la cima pasan tras el belga Buysse, Victor Fontan y Maurice De Waele a 15”, y mucho más atrás Nicolas Frantz a más de 6’ y André Leducq a más de 7’… Fontan y De Waele alcanzan al belga en el descenso hacia Argèles, lo sueltan y juntos afrontan el ascenso al Tourmalet bajo un inclemente sol de verano. Juntos franquean la cima, seguidos a 3’47’’ por el español Salvador Cardona, el italiano Giuseppe Pancera a más de 7’ y el luxemburgués Nicolas Frantz a más de 11’. Durante la bajada, primero De Waele y luego Fontan, sufren sendos pinchazos los que hace que Cardona les de alcance. Fontan y Cardona son compañeros de equipo en la formación francesa “Wolber” y ambos hacen causa común contra De Waele que no consigue unirse a su rueda. Los relevos entre ellos dan sus frutos y en Luchon el español se hace con la victoria de la etapa, la primera para España, y Victor Fontan se viste con el maillot amarillo preparado para cumplir su sueño de ganar el Tour de Francia. De Waele es tercero en la etapa a más de 8’ y en la general se coloca segundo tras el francés a casi 10’. Todo parece ir de cara para el pequeño francés, pero en la etapa siguiente entre Luchon y Perpignan el Tour le enseña su peor rostro y el infortunio se abate sobre él. Nada más comenzar la etapa, a las 4 de la mañana, Fontan sufre un accidente donde se le rompe la horquilla y la rueda delantera. Él está ileso, pero no tiene bicicleta, camina hasta el pueblo más cercano, intenta reparar la bicicleta durante una media hora, pero no consigue hacerlo. Entonces despierta a los habitantes del lugar y consigue hacerse con una bicicleta prestada. Reanuda la marcha abatido y descorazonado, de tal manera que en Tarascon sur Ariège (km 141 de etapa) acumula un retraso de 45’. Sin ánimo, sin fuerzas y envuelto en un mar de lágrimas, Victor Fontan abandona unos kilómetros más adelante. El excelente rodador que es Maurice De Waele resulta ser el gran beneficiado de este incidente porque pasa a ser el líder de la carrera, puesto que ya no abandonará hasta el final. Y eso a pesar de encontrarse enfermo durante las tres últimas jornadas de la carrera, en las que fue llevado prácticamente en volandas por compañeros de su equipo, el “Alcyon-Dunlop”, como Leducq y Frantz. Para la historia queda la frase del patrón Henri Desgrange, que descontento con los acontecimientos manifiesta: “Se ha hecho ganar a un cadáver”. Hasta luego.
1930 Pau-Luchon (231 kms) 9ª etapa 10 de julio. Aubisque y Tourmalet. Irritado, decepcionado y tremendamente enfadado, Henri Desgrange sigue sin aceptar el resultado del año pasado, la absoluta hegemonía del equipo “Alcyon”, que “ha hecho ganar a un cadáver” en la figura de Maurice De Waele. Este año no está dispuesto a que las grandes marcas de bicicletas manejen “su carrera” y estipula que la participación quede compuesta por equipos nacionales de 8 corredores. El resto del pelotón, “touriste-routiers”. Además y para anular completamente a los fabricantes de bicicletas, los 40 participantes principales competirán sobre bicicletas que proporcionará la organización. Asimismo, también asumirá los gastos de alojamiento, alimentación, masajes… ¿Y este gran desembolso como se va a asumir? Pues autorizando a la marca “Chocolates Menier” a pasar por las carreteras antes de que lo hagan los corredores y no tras ellos, como hasta ahora, cuando la gran mayoría de los espectadores se han marchado del lugar. Henri Desgrange acaba de inventar la “caravana publicitaria”. Atención a la presencia del campeón italiano Alfredo Binda, por la cual Desgrange ha llegado hasta suplicar al corredor. Caso contrario es el del vigente ganador, Maurice De Waele, que no es autorizado a participar, Desgrange no lo quiere ver ni en pintura. Tremendo equipo de Francia con Antonin Magne, Charles Pélissier, Marcel Bidot, André Leducq… El ‘’touriste-routier’’ Benoît Faure no se aguanta en el pelotón y demarra en los primeros metros de ascensión al Aubisque. El corredor, conocido en el pelotón como “El ratón”, está en una forma excelente y bate el record de ascensión por 10’, hasta ahora en posesión de Lucien Buysse desde 1926. Faure continúa su esfuerzo y asciende en solitario el Tourmalet llegando a la cima 5’ antes que Leducq, quien pese a no ser un gran escalador ha sabido gestionar los ascensos a estos colosos perfectamente y ha llegado a la parte importante del Tourmalet más fresco que sus rivales y aquí sobrepasa a Pélissier, Guerra y Magne. Tras llegar a Sainte Marie de Campan se forma un trio con Leducq, Binda y Pierre Magne que persiguen a Faure. El italiano no entra a los relevos porque protege los intereses de su compañero Learco Guerra. La travesía del valle es demasiado para Faure que es alcanzado a 14 kms de Luchon, totalmente agotado. En el sprint, “La Gioconda” no tiene rival y consigue su segunda victoria en esta edición tras haber ganado la etapa de ayer. Leducq, que era 4º esta mañana en la general, pasa a ser el nuevo líder desbancando al italiano Guerra. André Leducq conseguirá mantener la preciada prenda hasta Paris donde se hará con la victoria en la carrera inaugurando una nueva era para los corredores franceses después de haber sido dominados por los italianos (Bottecchia), por los belgas (Buysse, De Waele) y por los luxemburgueses (Frantz). Hasta luego.
